Verdaderamente no sé qué esto, es algo que acabo de escribir que solamente llego, así que espero lo disfruten, tenía tanto que no escribía así que espero no haber perdido el toque.

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te digo adiós porque ya no te veo cómo debería verte, porque tú ya ni siquiera me ves, tantos años que estuve a tu lado, que sostuve tu mano, que intente derretir esa armadura de hielo que te rodeaba con el calor de amor, un amor que nunca viste, un amor que no estuvo ahí a tus ojos, un amor por el que di hasta lo más profundo de mi.

hoy miro atrás y no puedo dejar de pensar en cómo llegamos aquí, éramos un par de niños cuando nos conocimos, creíamos que el mundo era para nosotros, comenzamos siendo amigos, pero si lo puedo admitir, yo me enamoré de ti desde el primer momento en que te vi pasar a lado mío; tu rostro resalto resaltaba tu belleza, gracias a los rayos de sol, caminaste a mi lado y apenas si me volteaste a ver, pero eso basto, para perderme profundamente en ti.

tarde bastante en poderte hablar siquiera, escapaba apenas se veía venir, me ponías nervioso, mi corazón parecía querer salir de mi pecho con solo sentir tu presencia, hasta que ese día tú te acercaste a mí, me saludaste y me dijiste te nombré, el nombre más hermoso que jamás pensé escuchar.

"Camus"

admito que ya lo sabía, pero escucharlo de tu boca, fue una sensación que nunca podré olvidar, sin darme cuenta bastó ese pequeño instante para no apartarme de ti nunca más.

te seguía a todos lados, asistía a las mismas clases que tú, aunque eso significaba ser regañado por no tomar mis propias clases, aun así, no me importaba, podrían darme mil castigos y ninguno de ellos de me importaba, pues el hecho de pasar un solo segundo a tu lado, ya hacía que todo valiera la pena.

así fue por años, crecimos juntos y en un parpadeo dejamos de ser niños, habíamos ganado la armadura dorada ya, y cabe aclarar que aunque fui feliz por tener mi propia armadura, me sentí más orgulloso por ti, lucias tan elegante, tan imponente, tan... tan perfecto en ese momento, que recuerdo que Kanon preocupado por la forma en la que te miraba, tomo mi hombro y me sonrió, no dijo nada, pero veía la preocupación en su mirada, más no me importo, él siempre estaba en la sombras no podría ver lo mismo que yo veía por ti, no lo entendería, aunque para ser honesto ni yo en ese mismo instante lo entendía el cien, sabía que sentía mil cosas por ti, pero no podía ponerles un nombre, no aun.

el entrenamiento siguió aún después de ser caballeros dorados, pero lo mejor era que podía entrenar a tu lado, admirarte, ver como poco a poco, tu cuerpo y tu mente comenzaban a cambiar, a madurar junto al mío.

en un parpadeo teníamos 15 años ya y el sentimiento que tenía desde niños contigo, no se marchó, parecía que estaba pegado a ti y tú lo aceptabas, me permitió pasar todo el tiempo contigo y yo era feliz y creía que con eso sería suficiente.

hasta que vi "aquello", esa noche no pude dormir tú estabas en una misión, llegarías pronto, pero eso no me daba consuelo, no podía dormir, así que opte por caminar un poco por el bosque del santuario, me aleje bastante, pero sabía muy bien donde estaba, la noche era hermosa, la luna de esa noche iluminaba todo de manera tan hermosa, las luciérnagas, también lo hacía y el sonido del aire rozando las hojas de los árboles, era algo espectacular, pensé en ti en primer momento, en lo mucho que sé que te gustaría estar ahí, en ese mágico momento, aunque supongo que no fui el único que pensé que era mágico, recuerdo escuchar algunos ruidos, y al ser un caballero dorado, me acerque a él pensando posiblemente que se trataba de un enemigo, más no fue así, me avergüenza admitirlo pero aquella ocasión, por primera vez en mi vida me paralice, pero no por miedo, ni morbo, si no por asombro, por no creer lo que mis ojos veían.

Deathmask y Afrodita, estaban ahí, desnudos, gimiendo de una manera que desconocía que se podía, por mi inocencia en ese momento, no entendía por qué afrodita, cargaba de esa manera a Death, acorralando contra un árbol, moviendo de esa manera su cadera, más me intrigó el ver como un hombre tan duro, tan salvaje y agresivo como Deathmask se abrazaba con tanta fuerza de quien yo pensé solo era su amigo, no lo entendí, hasta que escuche decir de su boca un te amo.

fue escuchar esas palabras las que me hicieron entender que pasaba ahí, por lo que apenado hui de ahí, regresando a mi templo, sin saber qué hacer, que sentir que pensar.

no dormí esa noche, no pensando en ellos, más bien, por horrible que suene, aquella vez fue la primera vez que pensé en ti de otra manera.

la mañana siguiente fue incomoda, pero crucial para por fin entender algo en mi vida que nunca pensé que lo haría.

Death llego a mi templo, pidiendo hablar conmigo, lo cual sin poder mirarlo a los ojos acepte, y el sin más, me pidió que no dijera nada, que eso estaba prohibido injustamente para nosotros, pero que a él le daba igual, que amaba más a afrodita sobre cualquier tonta ley y yo no pude evitar preguntar, ¿cómo es que era el amor? admito que él no esperaba esa pregunta, pero como si me debiera algo me explico a su forma y detalle, incluso diciéndome que no importaba el rol sexual cuando verdaderamente amas, puedes dar y recibir sin ningún clase de tabúes, pues lo importante era que te sentías seguro con aquella persona, que sabias que tu cuerpo y alma estarían a salvo de cualquier peligro.

y ahí fue donde entendí todo, te amaba, lo hice desde que te vi y no podía esperar las horas para podértelo decir, para confesarme a ti y declararte mi amor, para pedirte que, por favor, vieras mi amor sobre cualquier ley en el santuario.

y el día, llego, volviste, me sonreíste tenuemente y caminaste a mi lado hasta llegar a tu templo, no quise confesarme de golpe porque suponía que estabas cansando y que tendrías que dormir un poco, recuerdo que estaba a punto de dejarte solo, cuando tomaste mi mano y sin más me besaste.

mis piernas temblaron en ese momento, mi corazón se detuvo y mi cuerpo parecía que no me obedecía, te apartaste un poco de mí y con una mirada dulce simplemente me dijiste

"te extrañe, no quiero volver a separarme de ti"

te detuviste un segundo y continuaste

"Milo, ¿quieres ser mi novio?

me dijiste y mi mente quedo en blanco.

siempre un paso antes que yo.

pensé y te volví a besar, aceptando, sintiéndome completo por fin.

salimos en secreto por algunos años, nos tomamos de la mano, nos abrazamos, hicimos el amor por primera vez en la playa de creta, no importo la arena, ni fue un impedimento nuestra nula experiencia, admito que Deathmask tenía razón, me sentí seguro a tu lado, completo, feliz, podría haberte dado mi vida en ese instante con solo que tú me lo pidieras, cualquier cosa la hubiera dado por ti.

todo era perfecto, pertenecerte y que me pertenecieras, era un cuento de hadas que ambos escribimos desde el primer momento que nos vimos y pensé que todo sería así hasta el día de nuestra muerte.

aunque se podría decir que, si fue así, tú moriste, me dejaste solo y toda mi vida se vino abajo, estaba deprimido, te extrañaba, te necesitaba, necesitaba tu aroma, tu voz dulce en la mañana diciéndome buenos días, de un momento a otro te volviste un lugar vacío en la cama, en la mesa, en mi vida, solo tenía tu recuerdo y yo quería morir, si no fue nada más por la promesa que le hice atena, lo hubiera hecho, te hubiera alcanzado para poder estar juntos en el paraíso, solo tú y yo.

y ahí fue cuando me di cuenta, que en todo cuento, siempre hay un villano, hades te revivió y en ese momento pude entender y justificar tus motivos, apoyó todo lo que hiciste para proteger a nuestra diosa y yo admiro eso, incluso en el muro de los lamentos me sentí sumamente feliz de yacer a tu lado y estúpidamente creí que ese sería el fin, hubiera sido perfecto, la verdad, pero no, a veces los dioses les gusta jugar con las vidas humanas, les gusta divertirse con aquellas historias que nos obligan a vivir.

así revivimos una vez más, pero esta vez todo fue diferente por así decirlo, esta vez, no hubo una razón, esta vez fue decisión propia, esta vez, no había engaños, misión o la idea de defender a nuestra diosa, esta maldita vez, solamente me mostraste lo que verdaderamente había dentro de ti, el quien eras, me mostraste una persona que nunca en la vida creí conocer de verdad.

esta vez no logre entenderlo, pero parecía que tu único objetivo era hacerme sufrir, ahí fue la primera vez que escuche el maldito nombre de Surth y muchas cosas cobraron sentido, intente normalizar el hecho de tu frialdad en algunos momentos, en como mirabas al cielo pareciendo que buscabas a alguien más.

pensé que eso era parte de ti, pero no lo era, o no lo sé ya, investigue poco a poco, descubriendo cosas que nunca me dijiste, ¿que no tuviste la confianza de contarme, pero por qué? ¿no se supone que tú y yo nos contábamos todo? ¿que nos teníamos la confianza y el amor de saber que pasaba el uno con el otro? ¿qué demonios pasos? ¿por qué demonios paso? Camus, mi amado Camus, si supieras lo infeliz que me sentí al como lentamente ir descubriendo que tu todo este tiempo.

salías conmigo y con el

me sentí congelado, aterrado, sentí como mi corazón se partía en mil pedazos, pero seguía latiendo, estaba muerto, prácticamente estaba muerto, por ti, por él, por la maldita verdad que enloquecía mi mente.

Camus, mi querido Camus, después de eso yo fui en picada, después de eso, de confrontarte con la verdad, fue cuando me di cuenta que nunca en la vida te había conocido en verdad, recuerdo tu inexpresiva mirada que sin palabras parecía que dijeras que mi dolor no te importaba, que harías lo que quisieras cuando lo quisieras, y sin más lo ayudaste en esta batalla, moriste sosteniendo su mano y por mi muerte, según me entere ni una lagrima salió después de eso y como si fuera un maldita broma, estuvimos juntos una vez más, luchando contra ese maldito dios y tu intentaste justificar tus acciones, acercarte a mí, pero no era el momento, estaba destrozado, pero no podía dejar de pelar y lo hice hasta el último momento, pero esta vez ya no había felicidad, esta vez verdaderamente quería morir, desaparecer y agradecí cuando paso.

pero el chiste parecía no terminar, los dioses nos perdonaron y nos dieron una nueva vida, de nuevo regresamos al santuario, poco a poco las cosas volvían a la normalidad, normalidad... no sé si pueda usar esa palabra, por un tiempo ni siquiera te acercaste a mí, apenas me mirabas, no podía llegar a un lugar por que inmediatamente te ibas, pensé que ahora sería así, que me odiabas, que nunca en la vida volvería a estar contigo.

hasta que Kanon llego, se confesó y sin saberlo acepte una relación con él, el sexo era bueno, pero no sentía nada más y él lo sabía pero tú no y sin más comenzaste a acercarte de nuevo a mí, ¿por qué? no lo sé, notaba tus celos cuando él estaba muy cerca mío, cuando a él no le importaba que en el santuario la homosexualidad estaba prohibida y aun así solía abrazarme de maneras que un amigo no haría, sin importarle, me pregunto ahora si en verdad eran celos o simplemente solo estabas aburrido y yo volvía a ser interesante.

fue ahí cuando hiciste lo más bajo que pensé, no que como, no puedo probarlo pero sé que fuiste tú, sé que acercaste a Kanon con aquel espectro y como si fuera mi destino, el solo ser la alfombra de otra persona, me engaño con él, aun no importo, me sentí aliviado, no sé por qué, a él no lo odie, no sentí nada, aún sigo su amigo, disfruto verlo feliz con Radamanthys aunque odie al espectro, disfruto ver que hace feliz a Kanon, la felicidad que esperaba de ti para mí y que yo nunca le daré a él y sé que él lo sabía, por eso no mostro tanto remordimiento y yo no mostré coraje, porque solamente estas en mi cabeza, como una enfermedad, no puedo borrarte, por eso cuando te acercaste lo acepte.

por favor dime cómo demonios, termine así, sabiendo que estabas con él y compartiendo mi lecho contigo, maldita sea, ¿cómo demonios paso esto?, por favor dime, como es que todas las malditas y benditas noches gimes para mí y en día estas con él y yo lo permito.

seguía enamorado de ti y te lo dije, incluso hace unos meses cuando peleaste con él y viniste conmigo contándome todo lo que pasaba, contándome que el había venido a vivir a Grecia por ti y yo te amaba tanto que te escuche, te vi llorar por él, aunque me rompiera el corazón.

¿duele sabes? duele que, pese a todos los años juntos, no ser suficiente, duele ver que nunca vi las malas cosas que hacías así a mí, tus silencios castigadores, tus muecas de cansancio al final de la relación, duele más saber que pese a todo.

tu nunca lloraste por mí, nunca te vi así por mí.

-déjalo y regresa conmigo, yo nunca te hare llorar, tú me pediste ser tu novio en primera instancia, podríamos volverlo a intentar.

te dije con la mirada baja y con una estúpida esperanza, que no sé de donde saque y tu solo me respondiste

-milo, éramos niños cuando te pedí ser mi novio ¿no creías que era enserio o sí? además te lo dije cuando nos vimos en asgard, aquella era otra vida, esta una nueva, milo -suspiraste cansado- todo solo era un juego de niños quiero seguir jugando, puedo estar con él y contigo, así estoy bien.

mordí mi labio intentando soportar las ganas de llorar y no dije más, me quede a tu lado, me quede a tu lado porque ni siquiera tenía el valor de dejarte solo e irónicamente aquella vez tuvimos el mejor sexo del que no habíamos tenido jamás.

después de eso todo ha sido así, peleabas con él, llorabas conmigo y terminábamos en la cama, al otro día te llamaba y corrías a su lado.

pensé una vez más que podía sobrellevar esto, pero hoy ya no, hoy por fin me atreví a seguirte, hoy por fin pude ver con mis propios ojos lo feliz que te vez a su lado, él es una porquería contigo, pero luces tan feliz, que me rompo aún más.

tú me viste, me sonreíste, te acercaste a mí y besaste frente de él y a él no le importo, claro que no lo hizo él no te amaba como lo hago yo, a él no le importas como me importas a mí, después simplemente regresaste a su lado y lo besaste a él y ese maldito solamente rio, no pude más y corrí, corrí con el corazón roto, corrí intentando entender qué demonios pasaba. corrí esperando perderme, pero no fue así, siempre supe dónde estaba, regresé al santuario, me encerré en mi habitación con tu imagen en mi mente

me rompe el corazón, aun cuando pensaba que no podía estar más roto, ya no quiero llorar más, ya no quiero sufrir más, así que es momento de tomar una decisión

-y es por eso que hoy te digo adiós, adiós a ti, a tu juego enfermizo... espero en verdad esto será un adiós... y no solamente un... hasta que me vuelvas a buscar.