-Tengo un hijo Atenea, un hijo que conocí postrada en una camilla. Un hijo que tiene los ojos del primer amor de mi vida. De aquel que te contaba cada noche que te quedabas en mi casa.

Recordé en ese momento a las historias de amor de Teté y a la que era mi favorita. Un marino que la enloqueció con él esmeralda de sus hijos. Uno que en un par de meses la hizo conocer Saturno con sus caricias, uno que sin nunca haberle dicho su nombre le permitió conocer su alma y uno que sin desnudarla la había hecho sentir mujer. Uno con el que tuvo sexo una sola vez, en su velero. Una noche antes de que él partiera y no lo volviera a ver y uno que hace 22 años solo vivía en su recuerdo.

-Se llama Patrick, cumplirá 21 y es hijo de aquel Marino

Me dijo eso y casi me caigo de la silla. Llego a salir embarazada, eso nunca me lo contó , el chico es casi de mi edad, yo en 1 mes cumplo 21.

-Nació el mismo día que tú mi pequeña. Conocí a tu madre en la sala de urgencias el día de mi parto. Ella decidió el nombre de mi pequeño y yo decidí el tuyo. Ella se ofreció a ser tu madrina y yo no pude cumplir parte de mi promesa.

Mis padres me consideraron muy joven y me arrancaron al bebe de brazos, lo dieron en adopción para que tuviera un "mejor futuro", yo no hubiera podido darle nada y hubiera "arruinado" mi vida fue lo que argumentaron.

Me contaba todo eso y yo solo me lamentaba sollozando a su lado, no entendía cómo tus propios padres te podrían hacer tanto daño y yo odiando a los míos por cosas insignificantes, lo más grande que me han quitado es mi portátil por 1 semana. A ella le habían quitado a su bebe.

-Ese mismo día Atenea yo me escapé de mis padres, de sus ataduras y represiones. Se llevaron a mi bebe a penas lo vi. Lo único que recordaba eran sus ojos esmeralda.

Ahora comprendo el collar que ella y yo llevamos ese con dije de esmeralda.

-Ese día le rogué a tu madre que me diera espacio en su casa, solo para pasar la noche. Me quedé 2 años y cuide de ti. Mi instinto maternal, mis hormonas, el amor que tenia reprimido lo volqué en ti, habías nacido el mismo día que el. Te veía y pensaba que él tendría la misma edad que tú.

Trabaje como niñera para tu madre. Así ella no tuvo que dejar de estudiar y tu padre pudo ir a trabajar con tranquilidad.

-¿Por qué te fuiste? ¿por qué papá ahora se opone a su amistad?

-Atenea son cosas que no me corresponden cortarte. Es tu madre la que podrá darte respuestas.

-Cuéntame que más pasó, volviste a ver a tu bebé. ¿qué hiciste después de irte?

Ya tenía 20 como tú ahora y mis padres no encontraban la manera de resarcir su error, me heredaron gran parte de su fortuna y tomé el dinero y decidí viajar por el mundo. Fui a cada continente, a cada albergue, a cada lugar de adopción, a cada refugio a cada comandancia policial buscando a mi bebe

Me parte el alma escuchar su historia.

Pero lo único que sabía era que tenía ojos de un verde esmeralda, ese verde que marcaba mi esperanza para no agotar mi búsqueda pero que era insuficiente para que alguien me diera razón. No tenía ninguna foto de él.

Pasó el tiempo, me deprimí, comencé a despilfarrar el dinero en alcohol, sentía que era un escape. Volví aquí y me reencontré con tu madre.

Tu tenias 10 años. Nos volvimos tú y yo las mejores amigas. Volví a cuidarte por las tardes cuando tu mamá salía a trabajar y tu papá estaba de viaje. Hacíamos las mejores pijamadas y vimos las mejores pelis juntas.

-Lo recuerdo , son los recuerdos que más atesoro Teté, no puedes irte , no me puedes dejar.

-Te dejaré parte de mi pequeña