«Me siento mal, estoy mareado. Creo que no escuche bien, Nam Joon debe estar en un error, Ji Min embarazado, ¡Mi Ji Min, realmente embarazado! Fueron años desilusión tras desilusión y hoy que debíamos firmar el divorcio; hoy que tenía preparado todo para pedirle perdón de rodillas y pasa esto. Creo que esto no es real. 

No puede morir,  me muero si el se va. Todo esté tiempo, mentí, por supuesto que lo amo, pero mi orgullo hacía que fuera frio y sin sentimientos, para que la gente no me viera quebrado. Yo el gran abogado, derrotado por un pequeño y maravilloso ángel.

Dios, hace años que no he orado pero ahora, te pido por mi ángel, no te lo lleves. No importa que me vean llorar, yo lo amo. 

Ji Min te amo. Te amo...»

Jung Kook se sentó sus piernas no lo sostenían, no tenía fuerzas y comenzó a llorar desconsolado, como un niño sin importarle que lo vieran, era más fuerte el miedo de perder a Ji Min, que ese tonto orgullo que los separó.

Jin no pudo hacer su corazón de piedra y abrazo a Jung kook y juntos se pusieron a orar.