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«49»

TaeHyung estaba sufriendo confusiones en su cabeza... JiMin era el principal protagonista de aquellas confusiones. El peligris no sabía que esperar acerca del rubio, mucho menos como actuar.

Ya no se sentía igual que antes, a decir verdad pasar tiempo con él lo hacía borrar cada rastro de rencor, sin embargo con la falta de este, TaeHyung se convertía en la persona más indecisa, obviamente el asunto de Baek era algo difícil de tragar y digerirlo. No se podía olvidar de todo eso porque era simplemente imposible.

Perdonaba pero no olvidaba.

Porque aunque no le preocupara como antes, estaba ahí la duda picando su cabeza haciéndole cuestionamientos donde no tenía ni idea de como responder.

Todo en él se trataba de superar, no olvidar.

Estaba seguro que ni perdiendo la memoria se le iba a olvidar porque por muy cursi que sonara, esa traición estaba gravada tanto en su cabeza como en su corazón.

Era un recuerdo que aunque no tenía el mismo efecto en su totalidad, no dejaba de dudar.

Los días habían pasado y por ese tiempo prefirió no hablar con el rubio, evitando cualquier contacto con los demás también. Mientras debatía mentalmente su celular sonó, era una llamada que no esperaba hasta después de por lo menos la próxima semana.

La llamada era de SeoJoon...

—Sí... —Tae recogió la llamada.

—Tanto tiempo, mi amor.—Exclama Joon y después TaeHyung escucha una risa sarcástica.

De verdad que TaeHyung no quiere discutir, ya ha pasado un tiempo y en definitiva no está de ánimos para sus reclamos.

Decide hablar suave.

—Sí, cariño. Ya hace un tiempo que me dejaste solito...

SeoJoon vuelve a reír, pero esta vez es genuina. TaeHyung sonríe aunque no lo vea.

—Creo que el chico de mis sueños húmedos terminó durante este tiempo siendo el chico de mis sueños húmedos.—Suspiró antes de proseguir—Te llamo para informarte que en unas horas estaré llegando a Corea, nuevamente. Necesito que me recojáis porque me siento muy solito yo también.

TaeHyung se carcajeó, SeoJoon nunca iba a cambiar.

—¿En cuanto tiempo estás aquí?—Preguntó Tae viendo su reloj de mano para calcular.

—Creo que en tres horas ya estoy allá.

—Bien, entonces voy saliendo, amor.

A SeoJon se le volvió a escuchar su risa.—Claro que sí, amor.

[...]

El tiempo había pasado casi volando, TaeHyung suponía que a SeoJoon no le faltaba mucho para estar nuevamente a su lado. Obviamente lo extrañaba, después de vivir casi tres años a su lado era lógico que de una u otra forma lo terminara queriendo y valorando. Después de todo SeoJoon no era una mala persona. Estaba pensando en el hombre que le dio trabajo, estabilidad social, estabilidad emocional y sobre todo que nunca le dijo que no cuando necesito su ayuda. Cualquier persona estaría enamorada de él, era muy guapo y ni hablar de tal cantidad de dinero que poseía, pero mas allá de eso era poseedor de un gran corazón lleno de amor.

Era una lástima lo que iba a hacer.

Entre tantos pensamientos no se dio cuenta cuando SeoJoon estaba llegando, luciendo tan esplendido y sexy como siempre; robaba miradas sin vergüenza de algunas mujeres que pasaban por ahí. Agradecido de lo que los dioses le obsequiaron, SeoJoon caminaba con sus lentes de sol, su cabello revuelto y ahora castaño, su camisa y pantalones formales entallado a su figura, sus zapatos brillantes y su eterno maletín. Era más que los feos dioses griegos.

Pero lo que hacía que todos lo vieran era su espléndida sonrisa, esa que con tanta alegría y amor le brindaba al castaño de piel bronceada que continuaba perdido en sus pensamientos, con la boca abierta en cuanto miró a su moreno novio.

—¡Oh por Dios, SeoJoon!—Exclamó tapado su boca con sus manos—Hazme un hijo aquí frente a todos para que sepan que solo eres mío—Bromeó TaeHyung.

SeoJoon lo envolvió en un fuerte abrazo dejando que su mano acariciara la espalda hasta llegar a la curvatura de las nalgas de TaeHyung, dando un ligero apretón, haciendo reír a TaeHyung y a algunas mujeres que estaban cerca.

—Pervertido...—le susurró Park

Tae se apartó del abrazo y se hizo el ofendido.

—¿Pervertido yo?—puso una mano en su pecho—Pervertido tú que me estás tocando el culo.

—Ese es un cariñito... Mientras que tú me estás rogando por hacerte un hijo aquí en frente de todos.—Negó SeoJoon con su cabeza.—Que malas influencias TaeHyung-ssi .

—Malas influencias debido a que alguien me dejó aquí tirado...

volvió a abrazarlo, suspirando el aroma de TaeHyung. Él también lo extrañaba un montón.

Se soltaron del abrazo viéndose a los ojos ambos. Aquellos ojos que escondían muchas cosas.

—Te extrañé—Soltó de repente TaeHyung sin dejar de ver al castaño

SeoJoon asintió y se acercó más a su rostro.
—Yo también lo hice...

Ahora sus narices se rozaban, el aliento de ambos chocaba y la tensión siempre estaba.

—¿Puedo besarte?—Preguntó SeoJoon, casi en un susurro.

Tae no dijo nada, él solo cerró los ojos.

El castaño asintió, ellos sabían que eso significaba duda, sin embargo lo besó. Esta vez no era lo que Tae necesitara, está vez se trataba de él mismo. Tae le siguió el beso, no con la misma fuerza pero si con amor. De repente alguien les gritó un "busquen un motel" y se separaron.

Ambos hombres rieron y emprendieron camino a casa.

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