Capítulo 4
-¿Quieres que te la chupe?, tengo buena succión- es tan dominante que no me importa arrastrarme, no si me garantiza una buena cogida.
-¿Son todas las vampiresas así de absurdamente insistentes?- dijo con petulancia, negué
-Solo yo, y cuando me atrae lo que tengo en frente. Cogeme y pide lo que quieres a cambio.
-¿Lo que sea?- asentí
-Menos dejarte ir claro- aclaré
-¿Todos los vampíros se conocen?- lo sabía, sabía que algo pasaba con el.
-Algunos, solo si son de familias amigas o enemigas ¿porque?
-Tengo un nombre- ignoró mi pregunta.
-Claro
-Joan Salem- sonreí, no parece del tipo que le van los tipos.
-Lo conozco, ¿cual es tu interés en el?
-No tengo porque responder a eso, ¿de donde lo conoces?
-¿Entonces yo si tengo que responder y tú no?, no es igualitario.
-No lo es, se supone que querías equidad. Yo me acuesto contigo y tú respondes a mis preguntas. ¿De donde lo conoces?¿donde está?
-Me acoste con él hace unos 50 años más o menos. Y no se donde está.- lo vi tensar su mandíbula, se puso de pie, arrancó la camiseta de su cuerpo y se despojó de los pantalones.
Pasó por mi lado y se dirigió al mar, ¡¿que mierda pasa con ese imbecil?!
Decidí tragarme mi enojo cuando noté que si había comido lo que había traído para el, me metí en la ducha para quitar la arena de mi piel, cuando lo hice salí envuelta en una toalla, iría a buscar algo de sexo.
Y se lo restregaría en la cara por idiota.
Mi hermano no tiene porque enterarse que lo dejé solo unas horas, tampoco es que tenga como escapar y yo debía alejarme de él para no matarlo.
-Tendrás que chuparlo, no tengo condones aquí- ahh, premio.
Estaba en el marco de la puerta. No tenía ninguna expresión en el rostro como siempre, pero exudaba sensualidad.
-¿No quieres tener bebés vampíros honney?- bufó -Faltan algunos años para que pueda concebir.
-¿Tanto quieres tu coño lleno?- Ohh si -Deberías ganártelo, no confío en ti ¿que me garantiza que no es un plan de los tuyos para procrear?
-Deberas confiar en mi palabra honney, así como cuando me dejaste meter tu rica polla en mi boca- dejé caer mi toalla. -Lo tomas o lo dejas, mira que yo si puedo ir a quitarme las ganas, tú no corres con la misma suerte.
-Sostente del respaldo, ahora- Umm
Lo hice, asegurándome de dejar todo de mi a su vista, golpeó mi trasero y reí con sorna.
Escuché lo que lo cubría caer -Mira esto- frotaba su polla contra mi trasero, no quería que siguiera jugando. -Aún no te penetro y ya escurres- paseó su polla por toda mí hendidura. -¿Lo quieres dentro?- asentí -Responde- ahh
-Si
-¿Quieres que llene tanto tu coño que acabes escurriendo como puta?
-Por favor- sentí mis manos ser atadas y no hice más que esperar, podría quitar el nudo así que disfrutaría su juego.
-Quiero hallarlo- paseó varias veces más su dura polla desde mi trasero hasta me hendidura. -Llévame con él y haré lo que quieras.
-¿Tanto lo quieres honney?- frotó sus dedos contra mi clitoris ya hinchado. -¿De cuántas veces estamos hablando?
-Las que quieras- para este punto no me fiaba de sus palabras.
-Debes decirme cual es tu interés en el- se alejó y regresó sus pasos.
Deshice mi agarre contra la cama y me giré a mirarlo, me miraba con rabia, ojos fieros y mandíbula apretada.
-Dilo
-Quiero matarlo- reí, su rostro permanecía impasible.
-¿Eres idiota?, te dije claramente que no pueden morir los vampíros.
-Debe haber una forma, no me creas estupido. ¿Crees que confió en todo lo que le dices?- técnicamente no la hay, la había. Pero ya no más.
-No hay forma de morir si eres nacido
-¿Y si no lo eres?- me coloqué la toalla, me había cortado el puto rollo.
-Una bruja poderosa debe hacer un conjuro pero solo funcionará en el caso de ser convertido, eso te hace mortal y tu cuerpo adopta la edad que tendrías. Pero él es nacido para tu información- me acerqué más a él -Ahora dime ¿porque quieres matarlo?
-¿Dolor?
-Un humano simple como tu no puede lastimar a uno de los nuestros.- suspiré -Déjalo ya, si no responderás a las mías yo tampoco lo haré.- me acerqué a mis cosas, me coloqué unas bragas y un vestido corto, luego fui por mis tacones.
-¿A donde vas?- puse los ojos en blanco.
-Ya te lo dije, quiero sexo y eso tendré.- su rostro se ensombreció.
-No saldrás de aquí- reí con sorna.
-¿Quien me lo va a impedir?¿tu?- tensó aún más su mandíbula.
-No saldrás por ahí mientras yo estoy aquí metido.
-¿No prefieres ocupar ese tiempo para huir?- lo ví reír
-No seas absurda, sabes que estamos en la puta nada. Así que quítate la ropa y tiéndete sobre la mesa.- negué
-En la cama
-No te cogeré en la cama ya te lo había dicho.
-A mi si me gustan las camas
-Y a mí que solo abras la boca para gemir
-¿Porque en la mesa?
-Porque eres mi puta cena- eso está bien para mi.
Me deshice de mi ropa nuevamente y me cerní sobre la mesa, la verdad es que pensé necesitar juego previo, porque en efecto tanta palabrería me había enfriado el cuerpo como un témpano de hielo.
Pero verlo acercarse como un cazador a donde estaba con mis muy disimuladas piernas abiertas me hizo sentir la humedad entre estas nuevamente.
Entró en mi de una sola estocada mientras me miraba desde arriba, su mano abarcó mi cuello y me mantuvo alejada para no besarme pero cerca para verme.
Movimientos bruscos y rudos, deliciosos y distantes.
Cuando llegué a mi orgasmo no se detuvo, continuó taladrando en mi interior hasta hacerme sentir nueva vez una opresión en mi estómago bajo, cuando estaba a punto de explotar este salió de mi, y se vertió sobre mi entrepierna, sin duda eso fue lo suficientemente excitante como para llevarme al orgasmo sin siquiera tocarme o tenerlo dentro.
.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro