Luego de unas horas regresamos a la isla, recogimos algunas cosas y dejamos lo demás, pues tenía intención de retomarla luego, siempre me gustó por no haber acceso a ella, aunque pensándolo bien, cuando pierda mi poder no podré regresar, maldito Van Helsing.

Los días siguientes a ese nos lo pasamos dentro del cuarto de hotel, mi hermano había dicho que debíamos ocultarnos pues las brujas podrían intentar algo con nuestros compañeros al ser estos humanos aún, también que debíamos convertirlos.

¿El problema?

Mi hermano debía hacerlo primero con la suya pues el nivel de energía que necesita aumentaría considerablemente al está convertirse en su fuente de alimento, energía que necesitaría para ayudarnos a nosotros.

Había traído algunos libros de los estantes de mi madre para instruirme y este tomó algunos, parecía curioso por todo.

Al principio este estaba algo ido, silencioso, solo comía, leía y dormía. Ahora por ejemplo parecía un niño.

-Me aburro

-Y como yo soy un payaso- bufé

-Ya convierteme y acabemos con esto.

-Andas como muy urgido- me quejé.

Luego de haber dormido suficiente encontré a básicamente un niño aburrido esperando por mi atención.

-Te dije que aún no podemos, aunque pensándolo bien es mejor así.

-¿Por?, no me digas por favor que esperaras a que envejezca. Estoy bien así- reí

-Así que es eso, no quieres quedarte como un cuarentón por toda la eternidad, ahora me tientas a hacerlo.- me miró mal -Aunque así lo creas no es así, no quiero despedirme de mi poder aún, ¿sabes lo que significa?- negó -Que dedo ir en auto, y avión cuando deba ir a algún país, que debo pasar horas en vuelo y que no seré útil.

-También está la experiencia- rodé los ojos. -Bien, no me conviertas

-Como si eso fuera posible, en el momento en que tu vida se extinga no volveré a beber de alguien más.- es que no se ni porque me quejo. -Mira lo que haremos, te llevaré a tu casa, me darás tus horarios y te mantendrás pendiente al teléfono, cuando necesite beber iré, beberé de ti y luego cuando esté todo listo iré por ti para convertirte.- era un buen plan así podía despejarme sin el alrededor.

-¿Y tu estarás donde?¿cogiendo con algún idiota?- negó

-¿Crees que estoy para tus arranques de celos? No te equivoques, seremos pareja pero eso no implica que si siento atracción por alguien más no me acostaré con ese ser.

-Creo que haré lo mismo entonces- reí

-Tu no puedes- alzó una ceja de manera socarrona.

-Pruébame

-Ya lo he hecho, y lamento lastimar tu ego pero tu rendimiento ha sido bajo.- lo vi reír.

Este tomó asiento y se reclinó sobre la silla, se abrió de piernas y luego de suspirar entonces respondió.

-Tu problema está en que estás comparando a un humano con otro ser mágico, aún así eres bastante gritona, quisiera ver si piensas lo mismo cuando tenga tu fuerza, tu rapidez y tu aguante.- mordí ligeramente mi labio deseosa por que pasara, la verdad es que si estoy consiente de eso, nunca había estado con un humano y este tiene buen aguante. -Y con respecto a tu "plan", iré contigo.

-No

-¿Por?

-Cuando quieres cenar fuera no te llevas la comida de casa- lo vi reír, se levantó y se acercó a mi hasta reclinarse sobre mi cuerpo.

-Ambos sabemos que hasta que no me conviertas solo sientes atracción por mi, solo mi toque te hace estremecer, hice mi tarea honney no me creas idiota- maldito imbecil, no debí traer los libros de mamá.

-¿Porque mierda quieres ir conmigo?- estaba molesta

-Si te conozco como lo hago sé que irás por el mundo por esos días, también quiero pasear- se encogió de hombros.

-Y yo soy aerolínea personal- me quejé, me puse de pie para adentrarme en el baño, abrí la regadera para que el agua tomara la temperatura que me agrada y me despojé de mi ropa. -Sal

-Como si no te hubiese visto ya. Me llevarás- lo medité un momento

-Bien, pero debes entregarme lo que tengan de la orquídea de sangre, todo lo que tengan.

-Trato- eso fue muy fácil

-No había más ¿no es cierto?- negó

-La última esta hecha polvo

-¿Donde?

-Cuando confíe en ti te la daré

-Bien, cuando confié en ti te llevaré, sal.- salió del baño azotando la puerta.

Eso me pasa por meterme con un niño insolente.

-Te llevaré a tu departamento, empacarás y lo entregarás, dirás que te mudas, solo tu ropa, lo demás lo dejas.

-Me iré si no me llevas ¿que harás mientras tanto?- mejor lo lanzo del quinto piso.

-¡Esperar a que termines maldición!- lo vi reír, me sacaba de mis casillas a propósito el maldito.

-Vamos- lo llevé a su departamento -¿A donde vas?

-No pretenderás que me quede a ayudarte, vengo en una hora.

Salí de ahí y en efecto no sabía siquiera a donde ir, las playas de Brazil sonaron atractivas para mi.

Apenas aparecí cuando algo en específico llamó mi atención, parecía ser una Ninfa, cosa que es imposible.

Estas ni salen o se acercan a la población humana, mucho menos están en lugares con civilización. Y aunque esta playa no es concurrida aún así está cerca de la civilización.

Las Ninfas de agua tienen un resplandor azul cielo al alrededor, son bellas y delicadas, todas hembras. Toman hombres humanos y los seducen para hacerlos eyacular dentro de ellas y luego de esto los ahogan, ellos mueren y ellas engendran Ninfas también hembras.

Las Ninfas terrestres como es la que creí ver tienen su aura verde como la naturaleza, suelen ir tapadas con hojas o al menos eso dicen los libros de mi madre, estas son escasas pues a pesar de que son inmortales están en contra de matar o dañar a cualquier ser vivo, por lo que estas no suelen engendrar, ya que para nacer una Ninfa debe llevarse una vida, en ese caso la de su padre, por lo general habitan solas en bosques extensos y retirados, donde la raza humana no las encuentre, pues estas y su belleza puede traer problemas.

Largos cabellos, orejas puntiagudas, runas blancas en forma de hojas en todo su cuerpo y que al darles la luz del sol brillan hermosamente, pero sin duda sus ojos son los que verdaderamente hace delirar a cualquiera que las mire.

Lamento lo perdida 😬, ando dejando pistas del libro 6 😇

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