Pensé en ir a cambiarme y así lo hice.

Me di un rápido baño y me puse aún más guapa, una buena cogida antes de llevármelo estaría bien.

Salí del hotel por pura cortesía, para que se me vea saliendo de allí y luego aparecí dos cuadras antes del bar donde estaba mi presa.

Mi sexy presa

Caminé hasta mi destino mientras cantoneaba mis caderas, siempre he sido una mujer atractiva y eso se lo agradezco a mi madre.

Mi tés es blanca y mi cabello negro y sumamente largo, tanto que alcanza mi trasero, mis piernas largas y mis labios rojos al natural cual me gusta intensificar con labial.

Nada de humilde y aparte, reconozco lo buena que estoy.

Me adentré al local encontrando al chico en una mesa con un grupo de amigos, parecían querer irse, me dirigí a ellos y de mi boca salió lo que suelo decir para llevarme a un hombre a la cama, todos son así.

Todos iguales

-Invítame un trago- dije mirando específicamente al pelo castaño frente a mi.

Olía exquisitamente, y su sangre seguro era deliciosa.

Llevaba un pantalón negro de jeans y camisa del mismo color que caía perfectamente sobre su duro pecho, su cabello estaba peinado hacia atrás pero una que otra parte caía sobre su frente.

Labios deseables, besables.

Sus amigos quienes no se hicieron esperar para entender cuáles eran mis verdaderos motivos se marcharon del lugar dejandolo solo conmigo.

Me recorrió con la mirada, sonrió burlonamente y se dirigió a la barra, cuando regresó lo hizo con un whisky en sus manos, -Disfruta- dijo y se marchó.

¡Se marchó él muy idiota!

Lo seguí porque me había dejado descolocada que hiciera algo así cuando claramente coqueteaba con el, también porque se supone que debía llevármelo de Seúl y no estar jugando con mi presa.

-Disculpa guapo- llamé tras salir del local, este encendía un cigarrillo para entonces comenzar a caminar.

-¿Necesitas algo más?

-Claro- me acerqué más a él. -Vamos a mi hotel, te mostraré en que más puedes ayudarme.- sutil no soy, lo quiero a él desnudo sobre mi cama.

-No estoy interesado morena.

-No me llamo morena

-Y yo no me llamo guapo

-Mi nombre es Victoria- mentí -¿El tuyo?

-Hoseok

-Un gusto, ahora vamos a mi hotel.

-Como ya dije no estoy interesado.- dijo para girarse. ¡Que mierda!

-¿Por?- había golpeado mi ego

-Soy gay preciosa, no me interesa lo que me ofreces- auch

-Para mi no es problema, yo gozo y tú si quieres puedes pensar que tengo pito- eso lo hizo reír.

Entonces se marchó

Tardé algunos minutos en reaccionar, porque en efecto nadie nunca había hecho algo tan absurdo como rechazarme. Nunca

¿Gay?, ¡si claro!, y yo tengo sangre corriendo por mis venas.

Esperé a que se aproximara a una calle poco transitable y oscura, y aparecí frente a él, contrario a lo que creía no se asustó, cosa rara la verdad.

Solo alcanzó a rodar los ojos antes de aparecer ambos dentro de mi cuarto de hotel.

-Si vas a beber mi sangre hazlo ya, mañana tengo trabajo- dijo de mala gana mientras tomaba asiento.

-Ya has tenido acercamientos con vampiros antes por lo que veo- afirmó -¿De que tipo?, ¿te has acostado con alguno?

-¿Ahora debo llenar un formulario para que bebas de mi?- que idiota -¿Tu poder es ese que acabas de usar?- asentí y le acerqué más a él. -En el cuello no, me dejará marca.

-No quiero morderte, al menos no ahora.

-¿Entonces?

-Sexo, quiero tu dulce polla bombeándome toda la noche.- lo vi reír burlón.

-No tengo tu resistencia chupa sangre.

-¿Quien eres?, por lo general no me interesa pero tú sabes lo que soy, quiero saber lo mismo.

-Me gusta lo paranormal nada más, no todos los vampiros son cuidadosos con sus pasos, más de un humano sabe de ustedes, más si se ven así- señalo mi cuerpo. -¿No vas a dejar tranquilo hasta que no me entierre en ti no es así?

-¡Así que te gusto!, ¿inventaste eso de ser gay solo para alejarte de mi?- asintió burlón, es un idiota.

Quité mi vestido frente a él y me quedé en apenas unas pequeñas bragas negras, -Debería castigarte y no darte todo esto, pero lo dejaré pasar solo porque estás muy bueno. Quítate la ropa- negó

-Puedes tener más fuerza, pero- se puso de pie, era más alto que yo, no mucho pero si lo suficiente como para tratar intimidarme con su tamaño. -Quien manda soy yo- tocó mi trasero, más bien lo apretó con morbo y rudeza.

-Vamos a la cama- había comenzado a gotear

-No me van las camas Victoria- canturreó y comenzó a quitar los botones de su camisa con lentitud. -¿Sabes?, siempre quise saber por que tanto alboroto por los vampiros y su arte de seducir. La belleza la tienes, pero la seducción no.- es un imbecil prepotente, y esos me van muchísimo.

Quitó su última prenda y se colocó el preservativo bajo mi atenta mirada, la ropa no le hace justicia al cuerpo de ese hombre, este debería andar desnudo por la calle, que puto tren.

Abdomen y pecho tonificado, piernas fibrosas y fuertes, sus clavículas, deseo encajar mis dientes en él mientras me embiste.

Su polla era otra cosa, deseo morderla, lamerla. Chuparla

Señaló con la cara la pared

-No soy un puto perro- lo vi reír con sorna.

Tomó mis bragas y la deshizo entre sus manos, eso debió molestarme pero me excitó, por mí que lo haga otra vez.

Tomó mi cuello y me giró, entonces comenzó a frotar su polla contra mi trasero. -¿Esto querías no es así?- asentí y golpeó mi trasero con fuerza. -A la pared mentirosa.

Me levantó en volandas luego de haberme girado y me penetró de una, la intromisión se sintió de maravilla, tan brusco y rudo como me gusta comenzó a penetrarme sin siquiera esperar a que me acostumbrara.

No me dejaba besarlo, cada que intentaba hacerlo me alejaba y harto de esto tomó mi mentón -No eres más que una putita- dejó una extensa lamida en mi boca y mentón -Una putita escandalosa ¿te quieres venir mentirosa?

-No soy mentirosa

-¿Y esto?- señaló la J en mi cuello, -O eres la puta de algún John o mentiste con tu nombre.

-¿Porque.. ahh justo así- no paraba de moverse. -No te importa mi nombre.

-Lo se putita- continuó embistiendo hasta que me sentí a punto, entonces empujó más fuerte contra mi cuerpo y la mano que sostenía mi rostro fue a mis tetas y las apretó con fuerza logrando dejarme ida cuando me golpeó el orgasmo.

Salió de mi interior, y alejó el condon de su polla, -De rodillas- cuando lo obedecí comenzó a marturbarse frente a mi haciéndome desearlo más.

Se me antojaba lamerlo, comerlo hasta el fondo, así que me acerqué, lo vi negar. -No lo morderás golosa- dijo para luego vertirse en mi cara.

¡Que puta mierda había pasado!

¡Quiero repetir!

Jeon Jessica, te cayó la pesá (expresión dominicana para indicar que está jodida)🥰😂
Los capítulos en este libro serán más largos porque se tiene que notar que es de mi hombre del cual escribo 🥰 si, tengo cuatro esposos y 3 amantes, ya supérenlo 😋

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