Soy consciente de que mi vida tiene todos los ingredientes para ser cualquier cosa menos tranquila, por esta razón me esfuerzo para mantener una rutina. Si soy sincera es lo mejor que tiene mi semana, todo lo que no implique una sorpresa me agrada, me genera este sentimiento de control y seguridad que tanto necesito, una parte mia necesita algo estable en la vida. Mi rutina diaria cumple con ese requisito.

De esta forma puedo decir que estas ultimas semanas fueron asi, estables, tranquilas, sin muchas sorpresas mas alla de lo que sea que me presente mi pandilla. Así, poco a poco entramos en otoño y con ello las bajas temperaturas, a mis hermanas y a mi esto nos encanta, en especial porque significaba que pronto seria invierno y nevaría. Amo la nieve y poder jugar en ella, las gemelas en este sentido también coinciden conmigo a diferencia de Yasu, el único que aborrece esta época del año, aunque a veces logramos sacarlo de casa.  

Pero en fin, falta para esos días gloriosos, por el momento me limito a apreciar el cambio de temporada desde mi casa, ya que al igual que todos los fin de semanas me dedico a cuidar a mis hermanas. Suelo hacer esto para que Maja y Aome tengan un tiempo para ellas, ya que durante la semana entre el trabajo y las niñas no hay mucho que puedan hacer para si mismas.

—¿Hoy te quedarás en casa?—pregunto Mitsuki, tomando asiento a mi derecha en el comedor.

—Todos los fin de semanas se queda en casa —concurso Youta en un tono apagado.

—A veces no pasa eso — decía Mitsuki mientras le sacaba la lengua a su hermana.

Ok, esto es mas una exageración, durante el día si o si estoy con ellas, de noche a veces suelo irme por asuntos de los Black Dragon o una que otra noche de estupidez con mis amigos (tengo 16 años, es inevitable).

—Ya que vas a concinar tu, ¿podrías hacernos onigiris? —pregunto Mitsuki realmente emocionada.

—Yo quiero ramen —menciono Youta con poca emoción, pero mirándome fijamente para que sepa que realmente deseaba eso. 

Aquí es donde empezó la verdadera pelea, ambas querían cosas diferentes y no iban a dar el brazo a torcer con facilidad. Yo no hice mas que reírme de la situación y proceder a intentar terminar el ultimo ejercicio de química para así poder hacer otras cosas ( siete personas en una casa no tan grande hace que con el tiempo te acostumbres a trabajar con ruido). 

En un momento no pude evitar pensar en lo diferentes que pueden ser mis hermanas, a veces al verlas olvido este detalle, ya que son iguales: dos niñas de contextura delgadas, estatura promedio, ojos marrón claro acompañados de un nariz un poco diminuta y aplastada, junto con un labio superior mas grande que el inferior. Lo mas llamativo de ellas era su cabello, el cual era todo negro a excepción de todo el sector de su nuca el cual era blanco y el cual siempre lo llevaban suelto en un corte carre por sobre los hombros. 

Son dos gotas de agua.

Claro que su parecido acababa ahí, porque en personalidad eran el día y la noche. Mitsuki era enérgica, alegre, impulsiva, valiente y extrovertida. Youta era muy callada y seria, rara vez la veía sonreír, tenia muchos pasatiempos y actividades pero no compartía esa imagen enérgica de su hermana, podría decirse que era la mas sensata y responsable.  

—Hoy ella se quedara con nosotras— menciono de repente Akane desde el asiento frente mío (no note en que momento entro). Parecía estar feliz ya que una sonrisa adornaba su cara, la cual fue devuelta por mis hermanas que habían dejado de discutir al notar su presencia.

Aun que cabe resaltar que minutos despues retomaron el parloteo, aunque en esta ocacion querian saber que había hecho nuestra amiga, a mis hermanas les encantaba escuchar las historias que Akane sabia del barrio, por lo cual siempre le preguntaban si había algo nuevo. Desde que descubrió que estaba muerta y que por ende nadie podía verla seguido a caminar por el barrio y observad lo que pasaba a su alrededor (una linda manera de decir que espiaba a los vecinos). A mis hermanas y Aome le encantaba escuchar los chismes, aunque esta ultima solo podía cuando alguna de las gemelas lo repetía en voz alta.

Debo reconocer que esto era un habito extraño para un alma, pero la mantenía entretenida cuando nadie estaba en casa.

En fin, la charla no se extendió mucho ya que no había mucho que contar, al cabo de un rato las gemelas se retiraron para ir a jugar a su cuarto, olvidando totalmente por lo que habían estado discutiendo hace un rato (hare un estofado de pollo). Cuando se fueron, Akane aprovecho que estábamos solas para contarme algo que había visto ayer y que incumbe a Inui y Kokonoi. Esta demás aclarar que cuando ella fue capas de recordar a su hermano, lo comenzó a seguir para ver como estaba, prácticamente lo vio crecer y en cierta forma estaba feliz de verlo bien, aunque lo extrañaba. Con Koko pasaba lo mismo, le tenia mucho cariño pese a no formar parte de su familia, así que también estaba feliz de que estuviera bien (bueno, no estaban bien todo el tiempo, pero si vivos)

Al parece hace unos días quiso ver como estaban y acabo colándose con ellos a una reunión de los Black Dragon, me comento que no había mucha gente así que asumí que era de capitanes y nuestro líder. Según ella estaban hablando de otra pandilla y sobre un posible traidor. Mierda, esto no es bueno. Me pregunto si estaba al tanto de algo, pero curiosamente los chicos no me dijeron nada así que tuve que decirle que no.

—Tengo un mal presentimiento Yuuki.

—No te preocupes, seguramente no es nada serio, voy a tratar de sacarles algo de información y te aviso —trate de reconfortarla, ella vivía preocupada cuando se trataba de ellos y la pandilla, aunque no la culpo.

Luego de eso la vi recostarse sobre la mesa y cerrar sus ojos, yo proseguí con lo mío hasta terminarlo así despues podía limpiar un poco, también tenia que ir a comprar unas cosas. Lo cierto es que mi mente estaba en cualquier parte, pero cuando ella hablo volví en si.

—Estoy tan cansada de estar así, me gustaría despedirme y poder descansar en paz.  

Me sorprendió mucho escuchar aquello, nunca antes se había quejado de su condición, aunque deberia haberle esperado, estar muerto y que tu alma vague por la tierra no debe ser bonito, ver a las personas que conoces crecer pero no poder hablar con ellas debe ser frustrante.

—Quisiera hablar con ellos —dijo mientras se enderezaba en su asiento y me miraba totalmente seria 

—¿Con quienes? —estaba algo confundida, no sabia a que se refería.

—Seishu y Kokonoi —sonrió —, también me gustaria hablar con mis padres, pero creo que no es lo mas conveniente, pero con Seishu y Koko tengo que hablar si o si.

El silencio nos envolvió y sabia que ella esperaba una respuesta de mi parte, pero yo no supe que decirle ante esa petición. Al cabo de un rato siguió hablando y me conto todo lo que le gustaría decirles, que los vio siempre y que esta feliz de verlos bien, que no le gusta que estén en una pandilla y que deberían cuidarse mas, que elijan mejores amistades, que aprovechen la vida…

Escuche atentamente todo lo que salía de su boca, entendí cada palabra, hice un esfuerzo para que mi mente no vagara a aquel pensamiento que siempre ignore desde hace dos años. ¿Qué pasara si ellos se enterar que tu podías verla y hablar con ella y nunca les dijiste?. Nunca conteste esa pregunta, a decir verdad tenia dos opciones, una buena donde ellos aceptaban la situación despues de echarme la bronca. Y una mala donde literalmente se rompía toda nuestra amistad.

Alguno quizás crean que estoy siendo exagerada, pero entendiendo las consecuencia de la muerte de Akane en la vida de ellos es que pienso que la peor opción es la mas acertada. Conozco a mis amigos, Kokonoi nunca supero realmente la muerte de su primer amor, tramito todo ese dolor hacia el dinero, aquella cosa que en su tiempo necesito para salvarla pero que no consiguió, en la actualidad el esta obsesionado, pero no hay nada que le pueda decir porque entiendo que es complicado para el. Por otro lado no me cabe dudas que ve en Inui a Akane y por eso lo sobreprotege de manera, quizá sea extraño pero esa algo con lo que todos a su alrededor vivimos.

Inui por su lado no solo transito la perdida de su hermana mayor, si no también la separación de sus padres y todos los problemas familiares que acarreo el incendio donde murió Akane y donde el obtuvo aquella cicatriz por una quemadura en su ojo izquierdo. Mi amigo también busco un refugio para afrontar todo esto y lo encontro en los Black Dragon y Sano Shinichiro, el fundador de dicha pandilla. En ese tiempo el comenzó a pasar mucho tiempo en el taller mecánico de Shinichiro, lo admiraba y trato de aprender todo lo que pudiera de el, con el tiempo quizo seguir sus paso y formar parte de los Black Dragon, aunque desgraciadamente cuando lo hizo fue durante la peor época, una de descontrol y agresividad, esta no era la pandilla de Shinichiro, pero aun así permaneció firme en su decisión de ser parte de ella. Al tiempo acabo en la correccional y para cuando salio los Black Dragon habían caído tras ser derrotados por la Tokio manji gang y Shinichiro había muerto. Uno pensaria que aquí terminaba todo, pero el mismo decidió que reviviría a los Black Dragon, y buscanfo reconocimiento conoció a Shiba Taiju y sabemos como acabo eso (en cuanto al hecho de que Koko lo vea como su hermana… desconozco como lidia con eso, hasta el momento parece hacer caso omiso de eso). 

Ambos buscaron su manera de afrontar las cosas, pero siempre acompañándose y estando para el otro. Aquí es donde también entro yo, cada uno tiene sus cosas, pero algo que siempre se priorizo es el bienestar de nuestro pequeño grupo, creo que lo único bueno de todo esto. Aun así, pese a esto, dudo que ellos llegaran a perdonar el que nunca les dijera sobre ella, que no les hubiera permitido poder hablar y quizá sanar esa herida que sigue abierta.

Yo les impedí durante mucho tiempo la oportunidad de sanar, ellos no me perdonaran.

Estoy siendo egoísta en todos los sentidos, Akane esta cansada de vivir así y yo estoy preocupada por mi misma. Esto me lleva al según pensamiento, que si bien no he ignorado, nunca lo e contestado: ¿El guardar el secreto fue por el bien de Akane o por que me convenía a mi?

No fue fácil vivir con ella, imagínense vivir un duelo y ver al muerto todos los días, recordándote que ya no estará mas a tu lado, que nunca crecerá y que tampoco podrá vivir muchas cosas. A su vez el verla significaba que ella no estaba en paz, que aun le faltaba algo para poder irse.

Irse, ella se iría completamente, la perdería por segunda vez.

Era doloroso verla, pero con el tiempo estaba feliz de tenerla, durante 6 años ella estuvo a mi lado acompañándome y ayudándome a su manera, los chicos parecían estar bien sin saber de ella, avanzaban… o eso creía. Cuando realmente tome conciencia de la situación ya era tarde, habían pasado dos años y me excuse en el hecho de que exponerla apresuradamente a cierta informacion le haría mal. 

No quería perderla, no quise compartirla, no quería que el siguiera enamorado de ella.  

—Hace unos días creo que recorde lo ultimo que me faltaba, cuando estaba en el hospital escuche todo lo que decían, aun no se como es posible pero los escuche a todos —nuevamente me regalo una sonrisa, pero que denotaba nostalgia y algo de tristeza —. Gracias por ir a verme, y lamento mucho haberte hecho llorar, a ti, a Seishu, Kokonoi, mis padres… lamento mucho el haberlos hecho sufrir tanto.

Mierda, quería llorar, necesito llorar, pero no quiero que ella me vea así. No se como pero logre contener las lagrimas. Mierda Akane, no es tu culpa, nada de lo que paso lo fue. 

—Quizá no sea conveniente hablar con mis padres, creo que ellos si lograron dejarme ir, aparecer de repente podría hacerlos sentir mal. Pero mi hermano y Koko, necesito hablar con ellos, despedirme apropiadamente y recordarles que solo quiero verlos feliz. Y tu tambien Yuuki, quiero que seas feliz, quiero que tu tambien puedas sanar.

—Pero si yo…

—No estas bien, ahora que recuerdo todo lo se, al principio nunca entendía porque parecía que al verme quería llorar, ahora se el porque —no dije nada, nuevamente no sabia que decir, últimamente me estaba costando bastante encontrar las palabras para expresar lo que siento, aunque esto ultimo tambien me esta costando identificar—. Gracias por haberme ayudado todo este tiempo, incluso si eso te lastimaba, pero ya llego la hora de irme.

No quiero, no quiero, no quiero.