—Estoy haciendo un gran esfuerzo para no romperte la cabeza contra la pared—dije entre dientes y con la mirada fija en Koko, el cual estaba al borde de las lagrimas por la risa—. ¡Deja de reírte!

¿Era necesario que me llamaras a esa hora solo para decirme que elija entre dos comidas? —mas risas, podía notar que Inui también quería reírse, pero se estaba conteniendo porque en serio yo estaba enojada. —Idiota, por tu culpa Hoshi se asusto y no dejo de llorar.

No dije mas nada, seguí molestando con Kokonoi, pero decidí callarme para que se calmara. Inui vio la escena con una leve sonrisa, nunca interfirió pero tampoco es como que fuera necesario. 

—Ya Koko, es suficiente —se dirigió a nuestro amigo con severidad, este tardo en recomponerse pero al final se callo—, y tu también cálmate, no es como que el supiera lo que iba a pasar.

El tenia razón, pero aun así me molestaba escuchar como se reía el otro idiota. En otras circunstancias lo habría tomado con mas gracia, pero últimamente no andaba de humor, por eso agradecí cuando los tres recorrimos en silencio lo que faltaba para llegar al punto de reunión. Hoy puntualmente nos dirigiríamos a una junta entre los líderes de división y Taiju. 

Me hubiera gustado zafar, ya que despues de todo no soy ni capitan ni lider de nada, ni siquiera soy la segunda al mando de algo. Generalmente no voy, pero a veces Inui o Kokonoi me piden que los ayuden con algo, o que simplemente este presente, yo no suelo quejarme y asisto sin problema pero hoy no estaba de animo, aunque me alegraba que lo único que iba a hacer era contar dinero. 

Mire a Kokonoi, el cual parecía estar concentrado en algo y no pude evitar suspirar. Hoy asistía por pedido suyo. 

—Si sigues haciendo eso dejaras escapar toda tu felicidad —menciono Inui de repente, en un tono neutro y casi como si fuera mecánico.

Lo dijo sin pensar. 

Ninguno de los tres reacciono o dijo algo, mantuvimos nuestro paso y miradas al frente, prácticamente ignoramos lo dicho, aunque yo sabia que los tres pensábamos en lo mismo: Eso decía Akane.

Poco a poco la tristeza me inundo y supuse que a los demás quizás les pasó lo mismo. Yo perdi una amiga, Inui perdio una hermana, y Kokonoi a la mujer que amaba. 

Mierda, se supone que esto ya deberia estar enterrado, paso hace años, aunque como esperan que no me sienta asi si la tengo todos los dias en mi casa, recordándome que no volvera y que tarde o temprano se marchara de nuevo y para siempre. 

¿Es solo tristeza?

A veces quisiera callar a mi conciencia de un golpe… no, claro que no es lo único. A esta eterna tristeza se suma la culpa, no importa lo minúscula que sea siempre esta ahí recordándome que nunca les dije la verdad sobre Akane, lo mala amiga que soy y lo egoísta que me volví.

Basta, deja de pensar.

Respire hondo y repetí internamente que esto era lo correcto para ella, que incluso si les dijera que la veo no serviría de nada, sufrirían porque ella sigue estando muerta y porque en algún momento ella deberá partir del todo. Si, es lo correcto el que no les dijera nada…

¿Lo es Yuuki?

Igual ya no importa lo que crea, de abrir la boca ellos podrían enojarse, en especial Kokonoi, y acabaríamos peleando y quizás distanciándonos… ya no hay marcha atrás, sinceramente no puedo encontrar una solución donde todo esto no pase.

Son tus amigos, no van a alejarse de ti por eso .

—Yuu presta atención, ¿En que demonios estas pensando? – era Koko, sacándome de la burbuja en la que me había metido y regalándome una mirada que denotaba irritación por mi falta de atención a la tarea que se me fue iluminada.

Nos encontrábamos sentados uno frente al otro en una mesa separada de los demás capitanes, sobre ella estaban varios fajos de billetes y pilas recién hechos de los mismos.

—Lo siento, solo estaba… nada, no esperaba en nada.

—Si algo te molesta dilo —su vista volvió al fajo de billetes que tenia en frente y que contaba con cuidado – es mejor sacarlo.

—Lo dice la persona más abierta del grupo —contest con sarcasmo.

El descaro en personas señoras y señores, esa era la palabra que mejor describía a Kokonoi. Puede que una simple vista este sujeto parezca extrovertido y relajado, pero es todo lo contrario. Es muy calculador y en general cuidadoso, muchas veces esto crispa sus nervios y el calmarlo no suele ser fácil, en especial porque no se deja ayudar. Por otro lado, rara vez habla de sus problemas o pensamientos, ni podemos de sus sentimientos, nunca lo forcé a hablar porque se lo difícil que puede ser tocar temas que uno no quiere, pero a veces me gustaría que fuera más abierto.

En cuanto a mi, hablo cuando tengo que hablar y con la persona que considera correcta, de haber sido otro tema quizás lo había mencionado ahora, pero la persona menos indicada para abordar esto es Kokonoi.

El silencio es mi aliado el día de hoy.

—Tranquilo, no me pasa nada, solo estaba pensando en Hoshi —una mentira a medias, nunca vienen mal—, espero que esta noche este mas tranquila. Me pregunto que sera eso que siempre la despierta en las noches.

—Y no se, ¿algún espíritu? Si lo primero que viera al despertar es un fantasma también me pondría a llorar —menciono inmediatamente como su fuera obvio, para luego desplegar una media sonrisa como si esto fuera gracioso.

—Los espíritus no son feos o malos, que ustedes se basan en las películas de terror para decir eso no significa que sea la realidad.

Las almas que se encuentran en el limbo son inofensivas (incluso de apariencia parecen amigables), por ley no pueden hacer nada en el plano de los vivos, todo lo contrario a los demonio. Esto último son almas corrompidas sin salvación, por ende son expulsados del limbo al plano de los vivos, aunque por cuestiones obvias nadie puede notar. 

Otro detalle que siempre me llama la atención es el hecho de que a los demonios uno puede exterminarlos, mis hermanas pueden hacer esto, mientras que a las almas del limbo no, el hecho de estar ahí las protege de nosotros y de cualquier ritual para purificar , limpiar… como se diga. 

Todo esto lo vivo explicándoselos a más amigos, pero parece que siempre acaban ignorándome. Bueno, tampoco es como que me moleste, hasta los entiendo porque no es un tema que les concierne.

Suspire (¿cuantas veces voy ya?). Continuamos con nuestro trabajo en silencio y esta vez puse toda mi atención a esto. Al finalizar se distribuyo las ganancias y pasamos a los siguientes temas de interés: las nuevas propuestas de trabajo que tenían, unas cuestiones administrativas, la delimitación del territorio y una posible expansión, y por último la distribución de los nuevos integrantes (increíble que existe gente q quiera unirse a este matadero). En términos generales fue una reunión aburrida. 

Al finalizar habíamos acordados reunirnos con Yuta y Watanabe para comer algo, así que debimos quitarnos parte de los uniformes y buscar un lugar poco concurrido (diría que era por la enemistad entre pandillas, pero hasta donde se los únicos que harían alboroto por esto serian los Dragón Negro). 

Me gusta cuando solemos reunirnos y hacemos cosas ramdon para pasar el rato, aunque la mayoría de las veces Yuta y yo acabamos arrepintiéndonos de esto mismo. Hoy no fue la excepción. 

—Sus uniformes son horribles —menciono Koko con cierta burla al observar como nuestros amigos se sacaban sus chaquetas negras de la Touman—, ¿no tienen presupuesto para algo mejor? —y aquí su lado altivo.

Inui y yo solo suspiramos.

—No se que tanto hablas, los suyos parecen un ridículo disfraz de príncipe de cuento de hadas —replica Watanabe con una sonrisa altiva y la ceja en alto, estaba irritado y eso nunca es buena señal.

—Mejor príncipes que unos mecánicos —la sonrisa de Kokonoi se ensancho con y derrochaba sorna —. Otra prueba de que nosotros siempre estaremos por encima de ustedes.

La vena de Isamu estaba que explotaba en cualquier momento, incluso la cuchara que tenia en la mano parecia que sedera a la fuerza con la que la estaba apretando. Es impresionante la velocidad con la que Koko puede crispar los nervios de este chico.

—¿Podrían dejar de discutir por estupideces? Estamos comiendo, tengan respeto por la comida —mencione con desdén y un poco cansada.

No pensé que funcionaria, pero realmente me hicieron caso y ciertamente me sentí satisfecha. De por si ya era costumbre que estos dos se comenten cosas de ese estilo, Inui, Yuta y yo solemos ignorarlos, pero cuando estamos comiendo detesto que lo hagan.

—Además ambos uniformes son horribles —agrego Yuta sin mirar a nadie mientras daba un bocado a su ramen —a la única que le queda un poco bien es a Yuu, aunque deberia ser mas entallado. 

—Esta pensado para un cuerpo masculino, no uno femenino —contesto Inui.

—Nuestro uniforme le quedaría mejor —sentencia Watanabe al cabo de un rato —, por eso deberías unirte a nosotros, a Mikey le agradaría.

—Watanabe, deja de decir estupideces. 

Dudo realmente que yo sea material de pandilla (sigo creyendo que la unica razon por la que entre es gracias a Inui), al lado de Isamu parezco un escarbadientes. La contextura física de mi explosivo amigo era realmente imponente, estaba casi al nivel de Taiju tanto en apariencia como en habilidad, pero desgraciadamente en un enfrentamiento dudo que Watanabe gane.En cuanto a su cabello, es simplemente negro, siempre lo lleva largo y recogido en un moño como yo, aunque sin el rapado.

—Yo opino igual, Yuu deberia haber venido con nosotros – esta ves era Yuta el que hablaba.

Si Watanabe parecía amenazante (y lo es), Yuta es lo contrario. No es tan alto como mi amigo y su contextura es mas bien delgada, aunque esto no quita que sea fuerte o que posea algo de musculatura, tampoco se puede ignorar que de los cuatro el es el mas preparado en cuanto a habilidades de lucha, teniendo conocimientos de kárate y yudo.

Creo que hasta es mas letal que Watanabe. 

Es un contrincante digno para cualquier persona que busque demostrar que es bueno, lastima que a veces estos enfrentamientos dejen secuelas físicas en su rostro. Lo dije siempre, y lo repetiré, es una pena que siendo tan lindo lleno de viva de moretones. A mi juicio Yuta es lindo, incluso pese a no tener nada llamativo: ojos negros y cabello del mismo color un tanto largo para un chico, portándolo siempre un poco revuelto y con un partido al medio. Por otro lado, sus rasgos están bastante marcados, en especial su mandíbula, y posee unos labios bastante carnosos (heredado de su madre).

Simplemente lindo.

—Yuuki ira a donde nosotros vayamos —esta vez Inui fue quien hablo, y me sorprendió ya que el que siempre suele decir algo con respecto a este tema es Koko —, esta más segura con nosotros que con ustedes.

—Claro, en la pandilla cuyo líder parece no tener remordimientos al lastimar a los demás — salto watanabe de manera tranquila ante lo dicho —. No me tomen por idiota, soy consciente de lo que le pasaría si se descubre que mintió sobre su genero.

—Podrían pensar que mintió para entrar y espiarlos, seria una traidora —agrego Yuta con un aura sombría y seria—. No quiero imaginar el castigo que le dan a los traidores.

—Yo no mentí…

—El no decir algo también cuenta como mentira —finalizo Yuta.

Auch, ese comentario llego a dolerme mas de lo que deberia.

—¿Y que garantiza que en Touman no sean iguales? Me imagino que los traidores también son castigados — cuestiono Koko seriamente.

La charla que en un principio parecía ser puro chiste, acabo tornándose seria. De verdad se estaban debatiendo donde yo estaría mejor. Una parte mía esta agradecida por eso, la otra solo quiere que se callen y dejen de discutir por tonterias.

—No sirven de nada que sigan debatiendo eso —todos giraron a verme, creo que no esperaban que hablara —, yo estoy donde quiero estar —observe a Koko sonrisa con altives y felicidad ante mi comentario, Inui lo acompaño, pero con una simple sonrisa —. Aunque quizás en el futuro podría probar cambiar de pandilla, Touman parece una buena opción —finalice diciendo para dar un bocado de ramen.

Lo siguiente que vi al alzar la vista casi me hace escupir de la risa lo que tenia en la boca. Parece que todos tomaron en serio ese último comentario mío, y que es justamente lo que buscaba: Inui me miró con sorpresa y Koko me observó fijamente con el seño fruncido, creo que estaba enojado, mas no sorprendido. Por otro lado Watanabe y Yuta parecian satisfechos con lo que dije.

—Mañana hablo con mi capitán para que te inviten —agrego Yuta en tono divertido.

—Sobre mi cadáver que ella se va con ustedes —Koko siendo Koko, alias reina del drama y la exageración.

Me reí de tal comentario y acabe recibiendo una mirada seria por parte de la reina del drama del grupo. Se que esto quizás me cueste un sermón por parte de alguno, pero valio la pena ver que la mayoría se reía de Koko y de la situación.

También me ayudó a distraerme de todos mis pensamientos. 

Ojala hubiera mas dias asi.