<<¿Alguna vez te cuestionaste lo que haces?>>

Esa pregunta la escuché hace bastante tiempo, en su momento dije que no, pero estaba mintiendo, claro que me preguntaba todos los días de mi vida lo que hago y me pregunto una y otra vez “¿Por qué?”. Porque trabajo para alguien que no me genera confianza, porque lastimo y golpeo a personas que ni siquiera conozco, porque defiendo dia a dia el territorio de una pandilla como los Black Dragons.

<<Por favor cuídalos, no dejes que hagan estupideces>> 

Y ahí esta mi respuesta. Es un poco absurdo pero si bien me quejo de donde estoy ahora, una parte mía esta feliz de hacer esto para cuidar a quienes quiero. Creo que esta es mi única motivación para permanecer en ese grupo.

—Tu traje volvió a ensuciarse, ¿Por qué es blanco?

Otra pregunta que siempre le repito a Koko y que se limita a contestar con “porque desde la primera generación es así”. Observe atentamente mi imagen en el espejo de mi cuarto y no me gusto para nada, un traje de dos piezas totalmente blanco y recubierto de multiples manchas de tierra, incluso las botas negras que deje en la entrada parecian estar muy sucias. Pasando por mi atuendo poco agraciado (por que si, no me favorecía en nada) mi rostro y cabello no estaban mejor: mi pómulo estaba hinchado y colorado debido a un golpe que recibió hoy (aunque no es nada a comparación de como quedo el que me lo propino, ejem humildad de lado). Mi cabello, por otro lado, estaba totalmente revuelto y sucio.

Suspire y me deshice de las prendas que llevaba puesta para cambiarlas por una camiseta mangas largas viejas y un pantalón en la misma condición, los cuales usaba de pijama.

Mañana a la mañana me ducharé. 

También trate de desenredar mi pelo pero era inútil, acabe por rehacer el moño, aunque con un acabado mas improlijo y trate de mezclar mis dos mechones delanteros blancos con el resto de mi negruzco cabello. Odiaba esos mechones pero era lo suficientemente perezosa como para no teñirlos, igualmente agradecía la zona afectada por el pielbanismo ya que no era mucha. Hoshi, mi hermana menor, no tuvo tanta suerte ya que un cuarto de su pelo es así y no exactamente en zonas que quede estética, tiene toda la coronilla. En cuanto a manchas en la piel yo soy la mas afectada, aunque esto no me molesta tanto, mi pierna, abdomen y espalda están repletas de manchas de diferentes tamaños, según las gemelas parezco un mapa.

—Estas muy delgada, ¿estás comiendo bien? Creo que estos días no te he visto comer mucho.

Suspire nuevamente, no porque me moleste ese comentario, si no porque realmente estaba cansada, nuevamente las noches sin dormir me están pasando factura y por eso rogué que hoy alguien mas se hizo cargo de Hoshi. A esto hay que sumarle la actividad del día: realizar el trabajo sucio del político de turno.

—Si como bien, pero creo que estoy teniendo mas actividad que otras veces —dije con una leve sonrisa, siempre trato de sonreír cuando Akane me habla.

Seguí observé mi reflejo en el espejo, no podía verla a ella pero sabía que estaba detrás mío. Fije mi vista en mi cuerpo, nunca fui de tener mucha masa muscular, incluso la poca que tengo parece estar mas tonificada debido a los entrenamientos para pelear, pero si era cierto que estaba mas delgada probablemente debido justamente a estos entrenamientos.

De verdad voy a tener que empezar a comer mas. 

—¿Qué es lo que hicieron hoy? ¿Volviste a pelear? ¿Como estan Inui y Koko? —preunto a Akane mientras se sentaba en mi cama —. Y contéstame, aun no me dijiste porque tu traje es blanco

Muchas preguntas juntas.

—Akane somos una pandilla, siempre estamos metidos en alguna pelea, pero estoy bien al igual que ellos, incluso les fue mejor que a mi. El sueño hizo que mis movimientos resultaron mas lentos, al igual que mis reacciones, y por eso alcanzaron a golpearme, pero me repuse. 

Que frustrante que fue esto considerando que lo que mejor se me da es esquivar…

Sacudí mi cabeza y me dije a mi misma que mañana me echaría la bronca por eso, ahora solo quiero dormir, Hoshi esta a cargo de Yasu esta noche así que podre descansar, aunque casi siento pena por el, pero es el único que puede darme una mano ya que mi hermanita es un poco quisquillosa al momento de dejar que alguien la cuide. 

Mi familia es algo especial por donde lo ves. Empezando por mis hermanos, Yasu de 11 años, Mitsuki y Youta de 5, y Hoshi de 1 año, siendo yo la mayor con 16. Uno diría que tantos críos juntos seria la receta para el desastre, pero somos mas tranquilos y organizados de lo que parecemos, incluso las gemelas con 5 años saben que todos tenemos que ayudar para que esta familia no se caiga. 

Siempre hemos sido nosotros contra todo, mas teniendo en cuenta que nuestra madre no se preocupo tanto por nosotros mientras crecíamos, a decir verdad esta es la razón por la que todos nos fuimos de ahí cuando tenia 11 años, justo después de que nacieran las gemelas . Todo gracias a Maja, la única amiga de mamá que se preocupaba por nosotros, no importa si por lastima o que, es gracias a ella que ahora tenemos un buen hogar y estamos mas que agradecidos, en especial yo. 

Ciertamente nuestra antigua casa no era la mejor para vivir, y no me refiero en cuanto a estructura o barrio, lo que la volvía un mal ambiente era dos cuestiones: la energía negativa de ese lugar y el hecho de que el trabajo de mama implicaba traer al domicilio todo tipo de personas, en su mayoría hombres. Esto explica el porque ninguno de mis hermanos viene del mismo padre o el hecho de que ninguno se hubiera hecho cargo y por eso todos tenemos el apellido de mamá. 

—Hoy escuche decir a Maja que Mitsuku golpeo a uno de sus compañeros de preescolar otra vez– comentó Akane mientras yo levantaba del suelo las prendas que me acababa de tirar. 

Genial, eso significa que volverán a llamarme para hablar conmigo por su comportamiento. En si esto no me molesta, pero lo frustrante es que Mitsuki no quiere decirme el porque de esa situación, nadie en la casa puede ayudarla porque no sabemos la razón. Para colmo de todo esto sigue pronto la acabaran expulsando y no hay otro preescolar cerca. 

Suspire otra vez. La zona donde vivimos quizás este lejos de muchas cosas (como un buen preescolar o escuela), pero mudarnos no es una opción, primeramente no tenemos tanto dinero como para alquilar una casa para 7 personas, y segundo el negocio de Maja lleva años aquí y ya tiene su clientela. 

Takashi Yuko, alias Maja (desconozco el porque de ese ridículo apodo, nunca me quiso contar su origen) es una vieja amiga de mamá de la época en la que ella leía el futuro, por lo que entendí trabajaron juntas. Con el tiempo mi madre comenzó a notar que el negocio no era tan viable y recurrió a otros como la prostitución, dejando a Maja por su cuenta. Esta no se rindió y siguió en todo lo relacionado a la lectura de la fortuna o el futuro, aunque agrego un segundo trabajo abriendo una tintorería. Actualmente ambos están, teniendo al frente como fachada la tintorería, pero en la parte trasera ocurre la magia (palabras de las gemelas, no mías). Nuestro hogar se encuentra arriba de todo esto y debo decir que me encanta, hay muchas plantas y tiene una decoración bastante hippie y colorida gracias a Aome, la hermana de Maja y nuestra segunda mamá. 

—¡Yuu! Por favor dame una mano que no puedo hacer que Hoshi pare de llorar— gritaba Yasu en medio del llanto de Hoshi, que había estado escuchando desde hace rato pero como si viniera desde lejos, ya que la puerta amortiguaba un poco los sonidos.

Suspirar.

—Si sigues suspirando dejaras escapar toda la felicidad – decía Akane desde mi escritorio, mientras yo salía de la cama para ir por Hoshi.

—Lo se, pero no puedo evitarlo, quizás tengo tanto que puedo darme el lujo de suspirar mucho

No se que mierda acabo de decir pero a ella le gusto y eso basto para mi.

Con toda la pesadez recibida por Hoshi en brazos, acompañada de un gracias de Yasu. Mire a mi hermana y trate de sonreirle antes de darla vuelta y proceder a hacer lo único que la calma: mecerla boca abajo, mientras recibe palmaditas en la espalda al compas de una canción cualquiera que sea lenta.

Esta criatura será complicada cuando crezca.

—Tu hermana es racista, yo le hice lo mismo y lloro peor –me comentaba Aome mientras se acercaba a mi con una mamadera con leche.

—Creo que solo quiere estar con ella— contestaba Yasu al mismo tiempo que se daba la vuelta en dirección al cuarto que comparte con las gemelas.

Genial, eso significa que el bastardo renuncia a cuidar a Hoshi.

Suspire, otra vez, no puedo culparlo, aparte ella duerme conmigo, ya era demasiado que el comparta su cuarto con las gemelas y la bebe. ¿Me pregunto porque solo conmigo se calma?

—Eres la que mas tiempo pasa con ella y la entiendes mejor, debe ser por eso.

Pare de meser a la bebe y observe a Aome con mucha seriedad, estaba semi sorprendida y asustada.

—Aome…¿Lees las mentes? Yo ya sabia que algo raro tenia encima.

Lo único que me faltaba, eso significa que las veces que… 

—No hace falta leer tu mente para entender que estas pensado, lo leo en tu rostro. Y no, no leo mentes —comento con una dulce sonrisa y dirigiéndome al último cuarto de esta casa, el cual comparte con Maja.

La privacidad en esta casa solo la tienes cuando vas al baño.

Para algunos esto puede ser genial, pero para nosotros parece mas un castigo, excepto para las gemelas, ellas están fascinadas, pero seguramente se debe a que son las que menos efectos secundario de su don tienen. Yasu y yo por el contrario lo padecemos bastante, en especial cuando hay luna llena o Maja hace algún ritual que altera la energía de la casa, en esos momentos nuestros dones parecen exceder a nuestro cuerpo y voluntad. Yasu por alguna razón comienza a ver las energías del aire y las auras, cosa que lo marea mucho y se desmaya. Por mi parte yo también suelo desmayarme y comienzo a tener pequeñas y violentas visiones del futuro, hasta el punto de que cuando recobro la conciencia no soy capas de recordar quien soy. 

Maja siempre nos dijo que eso se solucionaría su aprendiéramos mas sobre nuestro don, pero Yasu y yo estamos negados a desarrollar esto, solo las gemelas lo hacen. <<Entre mas sepan mejor>> es lo que siempre dice, se que tiene razón, pero odio hacer esto… aparte no ocurre seguido la perdida de control. 

Somos una familia de raros.

—Parece que Hoshi dormira en su cama hoy —mire a Akane con severidad y pareció captar mi mensaje de “silencio”, se que es capas de escucharla y no quiero que la despierte.
Podía notar que ya se estaba quedando dormida, así que lentamente la puse en su cuna tratando de no despertarla. Espero esta noche poder descansar.

—Buenas noches Akane —susurre ya estando en mi cama para que solo ella me escuche.

Poco a poco fui cerrando mis ojos anhelando dormir, pero parece que el universo estaba decidido a molestarme ya que sonó a todo volumen mi celular y acompañando la melodía estaba el llanto de Hoshi.

Mierda .