Tailer

Nunca sabes lo que tu futuro yo quiere, aunque lo planees, aunque un teléfono de prepago te diga, jamas podras pensar como piensa el futuro tu. Muchas ideas me hice de pequeño, jugando juegos, haciéndome el "héroe" pensando cómo sería yo, como sería una vida diferente a la que tengo, pero aprendí a que debo valorar lo que tengo, amar a los seres queridos que tengo y los que se han ido.

Está actuando muy raro mi hermano, tan raro que ya no quiere jugar need for speed conmigo, esto me preocupa un poco, aun sabiendo que Black es distante y frío por su personalidad.

— ¿Y ahora quién podrá ayudarme? — una voz habló.

— Tu — contesto otra muy similar.

— ¿Yo? — pregunta otra vez.

— Si tu, osea yo.

— Déjate de bromas, ¿quién eres tú? — una molestia se notaba en la voz.

— Yo soy tu — reveló dejando en shock al otro.

¿Qué será de mi futuro?

— La vida, a veces, es como un lienzo donde las emociones se entrelazan en complejas formas de luz y sombra.

Recuerdo los días en los que cada paso era una danza solitaria por las calles, donde la alegría y la hermandad eran meros espectros lejanos. Pero ahora, en esta noche solitaria, esos recuerdos brillan como estrellas distantes, fuera de mi alcance.

¿Qué queda cuando los momentos de felicidad se desvanecen en el eco del tiempo en el presente? ¿Cómo seguir adelante cuando el pasado parece más vívido que el presente y parece ser que no hay futuro? Tal vez sea cierto lo que dicen, que es mejor haber amado y perdido que nunca haber amado en absoluto pero duele saber que no fui correspondido ni jamás pude dar lo mejor de mí en dicho momento. Aunque el dolor de la pérdida me pese como una losa de madera, todavía guardo en mi corazón la chispa de la esperanza de que alguien aparezca en mi vida.

Quizás, en algún rincón olvidado del destino, encuentre de nuevo la luz que una vez iluminó mi vida para convertirme en alguien fuerte que ayude a los demás, me de esa motivación que tanto necesito. pero... mientras tanto, seguiré caminando por estas calles solitarias, buscando respuestas en las sombras de la noche y aferrándome a la promesa de un mañana lleno de posibilidades.

— Vaya tela — Suspiro profundamente mientras camino por las calles desiertas, con la brisa nocturna acariciando su rostro a lo me detengo un momento y miró hacia el horizonte, donde las luces de la ciudad destellan como promesas lejanas.

Todo comenzó con Black que tenía una mirada diferente desde ese dia, el momento donde el cambio bastante sin siquiera saber la razón por eso, fue hace mes y tantos donde Black y yo quedamos en vernos en el árbol de cerezo, el particular árbol que encontré en una pequeña montaña de la universidad Heilon.

Me dijo que fuera a comprar algo, pero pienso mas que me mandó a que fuera estafado de la manera mas epica posible, pero no le tomare mucha importancia por ahora a eso, lo que importa es que la fila al ser más larga que la muralla china tuve que espera todo lo que era "nuestro recreo" antes de entrar a la clase de Física con el profe Fausto.

¿Qué por qué llevamos Física si estudiamos la carrera automotriz? Pregúntele al dueño de la universidad o a los coordinadores.

Al yo perder todo el tiempo, a duras penas fui estafado con una cemita poblana de doscientos pesos, comprando dos perdiendo lo que sería semana y media de mesada, aun así espero que sean de buena calidad.

¡Sorpresa! Se me termino el tiempo y este profe es mas delicado que la ceramica o cristal, No, creo que hasta eso es mas resistente que la paciencia del profe. Decidido escape con ambas cemas rumbo al salón, aunque cuando llegue todavia no había profesor.

— Ufff... — murmuré al ver el salón vacio, asi me sente en un lugar para sacar de mi mochila la cema que me comeria.

— Dame — una chica rara aparecio atras de mi...

— Eh, no — la mire rara pero ella no era fea, lo que me llamo la atención, algo andaba mal

Vaya vaya "Un Encuentro Tardío"

De por sí el bullicio de la escuela llenaba los pasillos mientras los estudiantes se apresuraban hacia sus clases, ya vieron mi caso, era un horario de mucho movimiento. Entre la multitud, me encontraba cerca de su aula, esperando la llegada del profesor. Observaba a los alumnos pasar con impaciencia, consciente de que el tiempo se agotaba rápidamente.

— ¡Por fin! — murmuró para mi mismo al ver al profesor entrando al aula, dando emoción al dia.

— Chicos, celular y cartera ya se la saben — él hizo un gesto mientras ponía su portafolio en el escritorio del profe.

Justo cuando el profesor iba a cerrar la puerta, una figura familiar apareció corriendo por el pasillo, con los libros en la mano y un semblante de apuro en el rostro, ese dia Black había olvidado la mochila, la ventaja es que tenemos casilleros aunque la mayoría de estudiantes solo guarda comida que se echa a perder.

—¡Lo siento! ¡Llego tarde! —exclamó Black, respirando agitado mientras se acercaba al aula.

Vaya el señor responsable llegando tarde observó esto con sorpresa cómo Black pasaba a mi lado, apenas notando su presencia en la prisa por entrar al salón. Levantó una ceja, preguntándose qué podría haber causado que llegara tarde.

— ¿Y ahora a ti se te pegó la chaqueta, o te quedaste ligando o algo? — le pregunté de broma a mi hermano quien solo puso su brazo en el asiento haciéndome gesto de que lo viera.

— Ardido — me dijo serio, lo que me extraño, usualmente me diría que estaba salvando la vida de un tipo

Vaya la traición que recibí al darme cuenta en ese momento que era el signo del golpe de juego, el signo de "perfecto" al revés que hacía que el otro te golpeara. Dicho y hecho el me golpeo en el hombro haciendo que el profe notase el ruido del impacto.

— ¿Qué sucede por ahí joven Akesage? — nos vio el profe llamando la atención de todos los alumnos.

— Sucede que tenemos un dilema profe — explico Black en ese momento.

— Recuerde que soy Ing — recalco el hombre — no estudie en la normal para que me llame "profe".

— Disculpe Ing, tengo un problema que se llama "el problema inelástica de los cosenos y el sistema de cuerpos" — el ingeniero se vio algo sorprendido por la complejidad del tema a lo que se interesó por mi hermano.

— Necesito que usted se quede a más tarde para que hablemos de ese tema — el profe volteo pero en ese momento Black parecía notar a alguien.

Si, mientras Black distraía al "ing" vi como una de las alumnas se colaba en la clase, escabulléndose como "ninja" para llegar a un pupitre vacío de hasta atras, note como las miradas entre Black y ella se cruzaban, soltando una sonrisa en Black.

¡¿Black Sonriendo?!

Creo que en la mañana vi volar a un cerdo, así que creo que todo es posible.

—¿De nuevo de esquizofrénico?— Black me miro al yo andar murmurando el tema de πzza

— No, esta vez te veo a ti como el que tiene esquizofrenia.

— Sé que oír esas voces en tu cabeza es normal, relajate — me intento relajar pero mire algo serio.

— Si, lo que digas.

Esto era raro ya que en medio del bullicio del campus, me detengo un momento al sentir una extraña sensación de déjà vu. Al mirar hacia un rincón, me topé con Black hablando con una chica. Aunque la escena me resulta familiar, no puedo evitar sentir intriga.

— Todo bien, todo correcto y yo que me alegro — murmuro para mí mismo, frunciendo el ceño con curiosidad mientras observo la escena desde lejos —. Ese tipo de allá es Black. ¿Qué hace con esa chica?

Con cautela, observó al par de estudiantes, preguntándome en silencio sobre la identidad de la chica y la relación entre ella y mi hermano. A medida que me acerco, recuerdos ajenos a mí empiezan a fluir.

— ¡Es ella! — exclamó sorprendido al reconocer a la chica del aula de física —. Es la que llegó tarde a clases. ¿Qué significa eso y cómo Black y ella se conocen?

Continúo observando cauteloso, mientras fragmentos de memoria comienzan a unirse lentamente en mi mente, revelando lo poco que sé.

— Algo anda mal... — murmuro nuevamente para mí mismo.

Sigo mirando, anotando en una libreta y notando la presencia de un mono. ¿De dónde salió? Ni idea.

— Técnicamente no hay nada de malo, pero como que algo no cuadra — vuelvo a murmurar.

Necesito averiguar la conexión entre ellos dos, así que espero la oportunidad en que mi hermano se aleja hacia el baño y me acerco a la joven, dispuesto a descubrir la verdad detrás de esa chica. Mientras esperaba la oportunidad para hablar con la misteriosa chica, me acerqué lentamente, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Cuando finalmente estuve frente a ella, noté algo diferente en su mirada, una chispa de determinación que me intrigó.

— ¿Disculpa? —dije con un tono amable pero cauteloso—. ¿Puedo hablar contigo un momento?

Ella asintió con una sonrisa suave, y eso me tranquilizó un poco. No obstante, mientras hablábamos, noté algo más en ella, algo que no podía explicar con palabras. Era como si hubiera una energía especial que la rodeaba, algo que la hacía destacar entre la multitud.

A medida que continuamos conversando, me di cuenta de que había algo único en ella, algo que me atraía de una manera inexplicable. No era solo su belleza o su encanto, sino algo más profundo, algo que resonaba en lo más profundo de mi ser.

Al final de nuestra conversación, me despedí de ella con una sensación de asombro y curiosidad. Había algo en esa chica, algo que me hizo sentir vivo de una manera que nunca antes había experimentado. Y aunque no sabía exactamente qué era, estaba decidido a descubrirlo.

Fin del Capítulo 6