Capitulo 24
Hikari
No te necesito...
No te necesito...
No te necesito...
No te necesito...
No te necesito...
No te necesito....
No te necesito...
Te necesito...
¿Por qué tengo que estar metida en tantos líos, y para rematar, por qué los empeoro?
Al principio me enamoré de un chico, el cual tuvo un horrible suceso después de que yo le dijera mis problemas.
Este chico se llamaba Rex y fue alguien espectacular, quien tenía defectos y un noble corazón que, en el fondo, haría lo que sea por mí.
No sé si eso es muy caballeroso o muy idiota, pero aquí vino el problema principal.
— Hikari, vayamos a comer —me ofreció él, cuando todavía estábamos en la preparatoria.
— Claro —dije sin mucha emoción.
— ¿Qué te pasa? —cuestionó intrigado. Lo miré a los ojos.
— Esto no está funcionando, yo...
— ¿Alguien te está lastimando? —preguntó preocupado el joven.
—Bueno... —nunca pude terminar lo que decía ya que él siempre me interrumpía.
— Yo mataré a aquel que te haga daño — dijo con determinación, casi como si fuera una metáfora de alejar a quien me hiciera daño.
—Es un monstruo de persona — tartamudeaba, me dolía la cabeza.
En estos momentos yo no podía pensar con claridad y mantenía firmemente un bolígrafo en mi mano derecha, el cual usaba como "luchador" contra mi mano izquierda que tenía un plumón, ambos en una pelea imaginaria.
— ¿Un monstruo? — sonrió— Lo eliminaré sin problema alguno.
—No creo que puedas hacerlo — De aquí venía el principal problema.
— ¿Por qué? —me miró serio— Lo eliminaré cueste lo que cueste.
— El monstruo eres tú.
Se quedó en seco.
Durante todo el trayecto de la relación que tuve con él, Rex siempre fue atento y demasiado protector, al punto que llegaba a parecer un padre.
Mi padre nunca fue así; me dio mi espacio para crecer. También fue alguien que a veces se ausentaba. A pesar de eso, yo no me sentía cómoda con Rex.
Él me sonrió, no entendía por qué, pero dio media vuelta y entre dientes dijo:
— Me desharé de ese monstruo, cueste lo que cueste —y se retiró.
No pude explicar la razón por la que dije eso, ni mucho menos aclarar por qué me refería a él como un monstruo.
Los días que siguieron fueron un torbellino de emociones. Rex intentó contactarme varias veces, pero yo no tenía fuerzas para enfrentar lo que había dicho. Me refugié en mi habitación, tratando de entender mis propios sentimientos.
Fue durante este tiempo que me di cuenta de algo crucial: mi relación con Rex no era saludable. Su protección había cruzado la línea hacia la posesividad, y yo necesitaba recuperar mi independencia.
Cuando finalmente salí de mi autoimpuesta reclusión, decidí hablar con Rex una última vez. Necesitaba cerrar ese capítulo de mi vida para poder avanzar. Nos encontramos en el parque donde solíamos pasar el tiempo juntos.
— Rex — comencé, intentando mantener la calma — Lo siento por lo que dije. No quería herirte, pero nuestra relación no es lo que necesito.
Él me miró con una mezcla de tristeza y comprensión.
—Lo sé, Hikari. He pensado mucho en lo que dijiste. Me he dado cuenta de que he sido demasiado controlador. No quería perderte, pero al final, fui yo quien te alejó — dijo sereno.
— Ambos necesitamos tiempo para encontrarnos a nosotros mismos —dije, sintiendo que un peso se levantaba de mis hombros— No podemos seguir así.
Nos despedimos con un abrazo, y aunque sentí una punzada de tristeza, también hubo un atisbo de esperanza. Sabía que era el primer paso hacia un futuro mejor, uno donde podría ser yo misma sin sentirme atrapada.
Al final, me entere que se suicido
Esto me partió el alma, más saber que fue mi culpa, en este momento yo era idéntica a Pyra en todos los sentidos de personalidad.
Ambas éramos alegres, optimistas, carismática a pesar de las dificultades de mi hermana y su peculiar cabello.
Más adelante, fue cuando cambie a una persona fría, lamentandome la muerte de Rex, quien era alguien de corazón noble.
Corazón de cristal.
— Es la forma en la que lo puedo interpretar — dije en la comisaría, ya que era de las pocas personas que vio antes de aventarse del puente.
— Bien señorita Starlight puede retirarse, lamentamos la pérdida de su novio.
— No éramos novios... — aclare con un nudo en la garganta, suspire y me fui de ahí.
— Siguiente — dijo el fiscal.
Mi personalidad era fría ya que no quería pasar por lo mismo, no quería relacionarme con las personas por que fuera a lastimar las, a mi hermana ya la consideraban un mounstro por el tiempo que paso amenazando gente.
Y a mi no me van a dejar a un lado, soy similar por no decir su hermana melliza.
Casi gemela.
Fue entonces que caí en depresión.
Tailer fue similar y me hizo revivir ese sentimiento
Pasaron los años, y mi vida avanzó. Ahora, en la universidad, enfrentaba problemas distintos, pero esa experiencia con Rex me había dejado mal. Me enseñó a reconocer cuando una relación no era saludable y a tener el valor de salir de ella.
La conversación con Black sobre nuestros planes para separar a Homura y Tailer seguía resonando en mi mente. Habíamos acordado trabajar juntos, pero el peso de lo que estábamos haciendo no dejaba de atormentarme.
— ¿Estás segura de esto? —preguntó Black una vez más, mientras caminábamos hacia el campus hace tiempo cuando el plan apenas empezaba.
— Si — respondí, tratando de sonar convencida —Es lo mejor para Todos. Ah Homura y Tailer no están bien juntos.
Black asintió, aunque pude ver la duda en sus ojos. Yo misma no estaba segura de nada, pero había decidido seguir adelante con el plan.
Aparte de mi Ego, sentí esto en Tailer, ese sentimiento de posesión.
Llegamos al campus y nos separamos para nuestras clases. Durante la mañana, intenté concentrarme en las lecciones, pero mi mente seguía volviendo a los Dramas. ¿Estaba realmente haciendo lo correcto?
Durante el almuerzo, vi a Homura sentada sola en una mesa del comedor. Decidí acercarme.
— Hola — dije, sentándome a su lado — ¿Todo bien?
—Hola — respondió con una sonrisa — Sí, todo bien. Solo estoy pensando en algunas cosas.
— ¿Sobre Tailer? —pregunté, tratando de sonar casual.
— Sí, un poco. A veces siento que no le importo tanto como él me importa a mí — dijo, su voz teñida de tristeza.
— Estoy segura de que te quiere. Solo que a veces... las cosas no salen como esperamos — dije, sintiendo una punzada de culpa.
Ella me miró, y por un momento, pensé que iba a decir algo más, pero solo asintió y cambió de tema. Pasamos el resto del almuerzo hablando de cosas triviales, pero la preocupación nunca abandonó su mirada.
Más tarde, encontré a Black en uno de los pasillos. Me llevó a un lado y me susurró:
— ¿Has hablado con Homura?
Asentí.
— Sí, pero no estoy segura de que estemos haciendo lo correcto, Black. Ella parece que le va a afectar.
— Lo sé. Pero debemos seguir adelante. Creemos que esto es lo mejor para ellos.
Sus palabras no me convencieron del todo, pero seguí asintiendo. Habíamos comenzado algo que no podíamos detener.
Después de partir todo, fue una tarde, mientras caminaba por el campus, vi a Tailer y Homura discutiendo cerca de la biblioteca. Me escondí detrás de un árbol, escuchando su conversación.
— ¡Tailer, no es justo! — exclamó Pyra, sus ojos llenos de lágrimas — Siempre me dices que me amas, pero nunca demuestras que realmente te importo.
— ¡Eso no es cierto, Homu! -respondió Tailer, frustrado —Hago todo lo posible para estar contigo, pero siempre encuentras algo de lo que quejarte.
— ¡Porque nunca estás realmente aquí! —gritó — Siempre estás ocupado con tus cosas, nunca tienes tiempo para mí.
— ¡Eso no es verdad! — replicó Tailer — Solo estoy tratando de equilibrar todo. ¡No es fácil!
La discusión se intensificó, y pude ver cómo ambos estaban al borde del colapso. Me sentí culpable por haber contribuido a esto. Sabía que nuestros planes estaban causando más daño del que habíamos anticipado.
— Terminamos — dijo Tailer.
Otra conversación y Homura se fue de ahí llorando, suspire destrozada, me acerque a Tailer para ver como el solo miraba pasto.
— Tailer, ¿estás bien? —pregunté con suavidad.
Él me miró, y por un momento, pensé que iba a derrumbarse, pero solo asintió.
— Sí, Hikari. Solo... necesito un poco de tiempo.
Lo observé alejarse, sintiendo que el peso de mis acciones se hacía cada vez más pesado y me dolía la espalda. Teníamos que encontrar una manera de arreglar esto antes de que fuera demasiado tarde.
Al menos Black, lidio con el de manera ¿decente?
Fin del Capítulo 24
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