Capítulo 22
Black.
Lamento todo lo que hice hermano, ¿Cómo puedo compensarlo?
Fragmento de recuerdos.
— Black, hijo quiero enseñarte un valor importante en la vida — hablo mi padre, cuando tenia unos siete años.
— ¿De que se trata apa? — pregunte intreigado.
— Traeme un de los plato de la cocina — obedeci y fui por el plato.
Recorri la sala el pasillo para llegar a la cocina donde agarre un plato de plastico, regrese al cuarto con mi papá quien estaba mirando un dispositivo extraño.
— ¿Y eso que es apa? — pregunte y me no me miro.
— Es algo del trabajo — contesto pero no desvio la mirada — Bueno ¿Trajiste el plato?
— Si apa — respondi, pero el no volteava parecia leer algo.
— Ahora lanzalo al suelo — me dijo, esto me extraño
— Mamá se enojara.
— Yo pago el plato, es lo de menos, lanzalo — me dijo de nuevo, entonces fue que lo lance — Bien, ahora pidele perdón.
— ¿Perdón? — cuestione.
— Si, pidele perdon — comento aun no desviaba la mirada aunque estaba extrañado.
— Perdón plato — dije lo que me pidio.
— ¿Esta como antes? — me volvio a interrogar, solo respondi que si, ahora fue cuando volteo — Ah ya, es uno de plastico.
— ¿Qué tiene que ver que sea de plastico o no? — otra vez pregunte.
— Tiene que ver en que el cristal se rompe, el cristal no vuelve a su forma original con solo pedirle perdon, hay que fundirlo, volver a trabajar sobre el para que tuviera su forma original, aunque nunca va a quedar igual.
— ¿Y por que me cuentas esto? — pregunte.
— Tiene que ver con tus abuelos, tus tios abuelos para ser exactos son unas personas las cuales usan mucho el traicionar a sus hermanos por amor — me explico — espero tu no seas asi, quiero que Tailer y tu sean unidos por siempre.
Te decepcione, Padre.
La noche era tormentosa para mi cabeza, con los susuros del viento que pasaban por los arboles, caminaba hacia la salida de la universidad, ya que me habia quedado a hacer horas de servicio.
— Ese Eben no se quedo a horas de servicio — reclame cuando vi la ficha de examenes finales del primer cuatrimestre — Marco Polo si que es tan bueno pasando por alto eso.
Había pasado semanas desde que los planes de separación se pusieron en marcha, y ahora todo lo que sentía era un profundo remordimiento a causa de este fragmento de mi memoria. Las cosas entre Tailer y Pyra no habían mejorado. De hecho, parecían estar peor. Cada vez que veía a Tailer, su expresión abatida y los ojos sin brillo, el peso de la culpa se hacía más insoportable, sin ignorar el por que no me habla como antes.
—¿Por qué hice esto? —me pregunté en voz baja, mirando al cielo nocturno como si buscara respuestas entre las estrellas, me sente en un banco admirando lo desgraciado que soy.
El sonido de pasos me sacó de mis pensamientos. Levanté la vista y vi a Frank acercándose mirandome el por que estaba sentado en una de las bancas de la universidad.
—Black, te he estado buscando. ¿Estás bien? —preguntó, sentándose a mi lado.
—No, Frank. No estoy bien. He cometido un error terrible y no sé cómo arreglarlo —respondí, mi voz cargada de desesperación, Frank me miró en silencio por un momento antes de hablar.
— ¿Sobre que va? — pregunto otra vez.
— Va sobre la relación que tenia mi hermano con Starlight — explique serio.
—¿Te refieres a lo que pasó con Tailer y Pyra? —preguntó, y yo asentí, ya lo sabia en parte.
—Sí. Pensé que estaba haciendo lo correcto, que estaba ayudando a Mythra y a mí mismo, pero solo he causado dolor a las personas que me importan. Tailer no se lo merece, y Pyra tampoco. No sé cómo encararlos ahora —dije, sintiendo que las palabras apenas podían expresar la magnitud de mi arrepentimiento.
Frank suspiró y me dio una palmada en la espalda, tratando de calmarme y solamente senti las lagrimas queriendo salir, vaya cobarde que soy.
"Una mujer puede llorar por muchas cosas ya que su corazón es blando, el hombre no es mejor en ese aspecto pero su orgullo lo mantiene atado a no querer liberar nada, mucho menos algo privado, siendo esta teoria; donde el hombre llora cuando sabe que el mundo se le cae encima".
—Todos cometemos errores, Black. Lo importante es cómo los enfrentamos aunque si te pasaste. — dijo burlon.
— Si si, restriegamelo en la cara — me queje.
— Venga — se rie un poco, nos hicimos amigos; me recuerda a Pedro — Si realmente quieres arreglar las cosas, debes ser honesto con ellos. Admite lo que hiciste y trata de enmendarlo ¿Cómo? Es tu pedo. —dijo con sabiduría la cual arruino al final.
Sabía que tenía razón, pero el miedo de enfrentarme a las consecuencias de mis acciones me paralizaba por completo, mas que me porte peor que Judas.
—¿Y si no me perdonan? ¿Y si arruiné todo para siempre? —pregunté, mi voz apenas un susurro.
—Eso es un riesgo que tendrás que correr Blacknifther. Pero no hacer nada solo hará que las cosas empeoren. Tienes que ser valiente y enfrentarte a esto. Es la única manera de empezar a sanar —respondió Frank, mirándome directamente a los ojos, este tipo es un idiota en publico y un sabio en privado.
Que extraño, casi siempre es al reves.
Asentí lentamente, sabiendo que tenía razón. No podía seguir huyendo de lo que había hecho. Necesitaba enfrentar mis errores y tratar de enmendar el daño.
Al día siguiente, reuní todo el valor que tenía y busqué a Tailer en un momento que no pudiera huir entre la multitud o me interrumipieran. Lo encontré en la cancha de baloncesto, lanzando tiros con una intensidad que solo mostraba cuando estaba profundamente perturbado.
—Tailer, ¿podemos hablar? —pregunté, mi voz temblando ligeramente, cuando me vio entrecerro los ojos, asi se detuvo y me miró, mostrando una mezcla de frialdad y desconfianza.
—¿Qué quieres, Black? —preguntó, su tono frío, Respiré hondo, preparándome para lo que sabía que sería una conversación difícil.
—He venido a disculparme. Por que quiero emendar las cosas por ese horrible error terrible, y te he causado mucho dolor cuando Papá siempre nos dijo que confiariamos entre nosotros — cite sus palabras para sentir las lagrimas salir.
— ¿Has visto una vez a un zorro llevar una cria de libre a su madriguera? — pregunto.
— No, ¿Por que lo haria? — cuestione.
— La decepción, la tración amigo, me engañaste — declaro.
— Quiero ser honesto contigo sobre todo lo que ha pasado —dije, sintiendo un nudo en la garganta, Tailer frunció el ceño, bajando la pelota lentamente.
—¿Sobre? —preguntó, claramente confundido.
Le expliqué todo, desde el inicio del plan hasta mis verdaderos sentimientos. Cada palabra era como una cuchillada en mi propio corazón, pero sabía que era necesario.
Cuando terminé, Tailer estaba en silencio, su expresión era una mezcla de sorpresa y dolor.
—¿Por qué, Black? ¿Por qué hiciste esto? —preguntó finalmente, su voz rota.
—Porque pensé que estaba haciendo lo correcto, pero me equivoqué. Estaba cegado por mis propios sentimientos y no vi el daño que estaba causando. Lo siento, Tailer. Realmente lo siento —dije, sintiendo las lágrimas arder en mis ojos. Hubo un largo silencio antes de que Tailer hablara de nuevo.
—Necesito tiempo para procesar esto, Black. No sé si podré perdonarte, pero aprecio que hayas sido honesto conmigo —dijo finalmente, y su voz aunque dura, no estaba completamente cerrada a la posibilidad de reconciliación. Asentí, sabiendo que no podía esperar más en ese momento.
—Entiendo. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que pase —dije, antes de alejarme lentamente.
Más tarde, busqué a Homura. La encontré en la biblioteca, su refugio habitual cuando quería escapar del caos. Estaba sentada sola, su rostro mostraba signos de preocupación y tristeza.
—Hey, ¿podemos hablar? —pregunté suavemente, acercándome a su mesa, Ella levantó la vista, sus ojos rojos por el llanto.
—¿Qué quieres, Black? —preguntó, su voz cansada.
—Quiero disculparme por todo lo que he hecho. Fui egoísta y te causé mucho dolor. Quiero ser honesto contigo sobre lo que pasó —dije, sintiendo el peso de mis palabras.
Homura me miró en silencio mientras le contaba todo. Cada detalle, cada sentimiento, todo salió a la luz. Cuando terminé, ella estaba en silencio, sus ojos llenos de lágrimas.
—No puedo creer que hicieras esto, Black. Pensé que éramos amigos —dijo finalmente, su voz temblando.
—Lo siento, Homura. Realmente lo siento. Estaba cegado por mis propios deseos y no vi el daño que estaba causando. Quiero enmendarlo, si me das la oportunidad —dije, con sinceridad. Ella suspiró, limpiándose las lágrimas.
—No puedo perdonarte, Black. Pero aprecio que hayas sido honesto. Necesito tiempo para pensar —dijo, su voz más suave eso me dio una esperanza, Asentí, sabiendo que no podía pedir más en ese momento.
—Entiendo. Estaré aquí si necesitas hablar. Siempre estaré aquí para ti, Homura, en serio te amo —dije, antes de alejarme.
Esa noche, mientras me acostaba, sentí una mezcla de alivio y tristeza. Sabía que había dado un paso importante hacia la reconciliación, pero también sabía que el camino sería largo y difícil.
La vida estaba llena de complicaciones y desafíos, pero estaba decidido a enfrentarlos con valentía. Sabía que tenía que ser fuerte, no solo para mí, sino también para las personas que me importaban. Y aunque el futuro era incierto, estaba listo para enfrentarlo, un paso a la vez.
Fin del Capítulo 22
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