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Capitulo 2

Homura.

Soy muy mimada y por eso solos mi hermana me soporta.

"En el lienzo de la vida, cada elección es un trazo que da forma a nuestro destino. El arte está en elegir con sabiduría y pintar un cuadro que refleje la autenticidad de nuestro ser."

Mientras me sumerjo en este nuevo capítulo de mi vida, no puedo evitar reflexionar sobre el viaje que me ha llevado hasta aquí. La Universidad Helion se presenta como un lienzo en blanco lleno de oportunidades, pero las pinceladas de mi pasado aún danzan en mi mente.

El sol pintaba de oro los edificios de la Universidad Helion mientras Hikari y yo explorábamos el campus que es enorme. Cada paso estaba lleno de emoción y curiosidad; era el comienzo de una nueva etapa en nuestras vidas.

— ¡Hikari, mira este lugar! ¿No te parece increíble? — expreso sonriente.

Hikari asiente con algo de entusiasmo. Aunque compartíamos muchas cosas siempre sabiamos que nuestras perspectivas eran un equilibrio entre la luz y la sombra o podria decirse Fuego y Hielo.

— Definitivamente, Homura hay tantas cosas emocionantes por descubrir. ¿Quieres ir a comer? — me pregunto algo angustiada, no habiamos comido nada desde el dia anterior.

— Supongo que si, ¿Qué tan caro estara aqui la comida? —  inocentemente pregunte sin saber que esto seria pesima idea.

¡¿$50 pesos un sandwich?! Al menos venden burritos.

Recuerdo los días en los que las decisiones no eran tan complejas, cuando mi existencia estaba envuelta en una simplicidad reconfortante aula de preparatoria. Pero ahora, estoy aquí, en medio de la transición de la adolescencia a la adultez, con un universo de posibilidades frente a mí. 

Caminamos entre edificios imponentes y demasiado altos, charlando sobre nuestras materias de las carreras diferentes que elegimos para esta nueva aventura. La atmósfera estaba cargada de energía positiva y la emoción de lo desconocido.

La dualidad que comparto con Hikari ha sido una fuerza constante en mi vida. Como la luz y la sombra, nuestras personalidades se entrelazan de maneras inesperadas. Aunque a veces es un desafío encontrar equilibrio, también es lo que hace nuestra relación única.

— Me pregunto si encontraremos a alguien interesante aquí. ¿Quizás alguien que comparta nuestros gustos? — Hikari me interroga.

—  ¡Eso sería asombroso! Pero, ¿qué hay de... el amor? ¿Alguna vez has pensado en eso? —me rei y luego le cuestiono recordando sucesos del pasado.

Ella frunce el ceño algo mlesta, como si la idea no le hubiera cruzado la mente. Entiendo que el amor, un concepto que flota en el aire de esta nueva etapa por acercarnos ya a un "matrimonio", me intriga y asusta en igual medida. ¿Encontraré a alguien que entienda la complejidad de mi ser dividido? Aunque la idea de enamorarme me llena de nervios, también siento que es un paso necesario en mi viaje de autodescubrimiento.

— Amor, eh. No es algo en lo que haya pensado mucho. Pero, ¿por qué mencionarlo justo ahora? — despues de un silencio al fin hablaba.

— Oh, por nada en especial, solo que tantos rechazos pienso que con este nuevo lugar donde nadie nos conoce podriamos trtar con personas diferentes y encontrar a una especial — estaba bastante nerviosa por explicar eso, al mismo tiempo senti mis mejillas calentarse, me había sonrojado.

—   Tsk, nunca cambias.

— ¡Pero asi soy feliz y no una amargada como tu! — heche en cara.

Y luego está este campus, lleno de caras nuevas y destinos entrelazados. ¿Quién cruzará mi camino? ¿Qué historias se tejerán en este rincón aparentemente común del mundo? No lo se, pero quiero descubrirlo.

Este viaje es como un libro en blanco, y cada día es una nueva página que estoy ansiosa por escribir. Aunque mi pasado haya sido un prólogo complicado, estoy decidida a llenar estas páginas con experiencias, amistades y, tal vez, un amor que desafíe las expectativas.

La vida es un viaje impredecible, y estoy lista para abrazar cada giro y giro que me espera. Con Hikari a mi lado y la promesa de nuevos encuentros, estoy lista para descubrir lo que el destino tiene reservado para mí en este emocionante capítulo de la vida universitaria.

Continuamos nuestro paseo, absortas en la conversación, mientras el sol se filtraba entre las ventanas del comedor. Un chico de cabello oscuro pasa a nuestro lado, pero nuestra atención está en el vibrante intercambio entre amigas. Sin saberlo, alguien deambula por el campus, ajeno al encuentro que le espera en el futuro, no me di cuenta al instante.

El primer día en la Universidad Helion promete más de lo que imaginaba. Entre risas y charlas, el destino comienza a tejer los hilos de nuestras vidas en un patrón intrincado que eventualmente nos unirá de una manera que desafiará las fronteras de lo ordinario y lo extraordinario.

Al ritmo de la partitura, a pelear por la victoria.

Mientras ella y yo charlábamos sobre nuestras expectativas para el nuevo semestre, algo en la distancia captó mi atención despes de que paso pegado a nosotros el de cabello oscuro se movía rápidamente entre la multitud del comedor de la universidad. Extrañamente, sentí una suerte de "destello" en mi interior, como si mi propio ser reaccionara ante su presencia.

— ¿Hermana, sentiste eso? — funci el ceño y me quite mis lentes a lo que Hikari levanta una ceja con curiosidad.

No, ¿qué pasa, Homura? — me cuestiono-

Sin poder resistir la llamada de lo desconocido, dejo de prestar atención a nuestra charla y me levanto del asiento para ir en contra de la corriente de estudiantes, persiguiendo al misterioso desconocido. La "luz o fuego"  en mi interior parece guiarme, pero cada vez que creo que estoy cerca, la figura se desvanece entre la multitud.

— ¿Dónde te has ido? — me murmure algo frustrada "¡¿Donde lo he visto antes?" pense llenandome de mas frustración.

La búsqueda me lleva por pasillos de la escuela, pero el rastro se desaparecio por completo. era un chico de cabello oscuro que logro escapar por todo, dejándome con una sensación de intriga y una pizca de decepción.

¿Homura, estás bien? —pregunta Hikari , alcanzándome finalmente.

—  Sí, todo bien. Solo pensé que reconocía a alguien, pero parece que me equivoqué. — le asenti avergonzada y aunque trato de disipar la extraña sensación, Hikari parece más suspicaz.

— ¿No crees que es un poco extraño? ¿Sentir algo así por un completo desconocido?

—  No lo sé, Hikari. Fue como si... como si hubiera algo especial en él. Pero, se esfumó antes de que pudiera averiguarlo. — me encogi de hombos tratando de describir que era esa sensación.

Hilo de brecha.

A medida que continuamos explorando el campus, la sensación persiste, como una melodía suave que resuena en el fondo de mi mente. El chico de cabello oscuro sigue siendo un misterio, pero la conexión que sentí es algo que no puedo ignorar. El destino ha tejido un hilo sutil entre nosotros del cual no tengo conocimiento, y aunque las respuestas no se revelen de inmediato, estoy segura de que esta historia está lejos de haber llegado a su fin.

Rendida me acerque a Hikari para que fueramos a casa la gran casa amarilla donde nos hospedariamos durante estos años que cursaremos la carrera que elegimos, pasamos por un supermercado para comprar biberes que usaremos durante la semana.

Llegamos a la sala de estar que era un abrazo cálido y reconfortante. Colores vibrantes y cojines mullidos se combinaban para crear un espacio donde la risa fluía tan fácilmente como la luz del sol. En las estanterías, recuerdos de nuestras aventuras adornaban los estantes, transformando el espacio en un testimonio visual de nuestra amistad.

Si en un dia nos dio tiempo de acomodar todo.

En la cocina, los tonos pastel y las pequeñas plantas añadían un toque de feminidad. La isla central se convertía en el corazón del hogar, un lugar donde compartíamos historias y secretos mientras experimentábamos con nuevas recetas claro despues de hacer una tarta de frutas explosiva.

La mesa del comedor sera un lugar para las comidas; era el escenario de nuestras conversaciones más profundas y peleas de laiceros. Una lámpara colgante iluminaba el espacio, creando una atmósfera íntima para nuestras confidencias nocturnas.

Mi habitación era una explosión de energía, con colores cálidos y obras de arte inspiradoras que decoraban las paredes que bonita estaba. Cada objeto contaba una historia sobre mi niñez, un recordatorio de los momentos que me inspiraban. En cambio, el cuarto de Hikari era un santuario de tranquilidad, con tonos suaves y detalles minimalistas que reflejaban su serenidad.

El baño compartido era un reflejo de nuestras preferencias individuales. Toallas a juego y productos de cuidado personal llenaban el espacio con aromas delicados, creando un ambiente de tranquilidad y relajación.

Nuestro rincón de estudio era un espacio de concentración y reflexión. Escritorios individuales albergaban cuadernos y libros, testigos silenciosos de nuestras metas académicas y aspiraciones compartidas.

El ático se convertía en un refugio versátil. Con cojines y mantas, era el lugar perfecto para noches de películas o simplemente para disfrutar de la tranquilidad. Las ventanas permitían que la luz del día iluminara este rincón especial.

Preparandome para dormir le dese las buenas noches a mi hermana, sin embargo esa noche, me encontré atrapada en un sueño etéreo y enigmático. Luces titilantes y sombras danzantes componían un paisaje surrealista que escapaba a toda lógica. En la penumbra de ese sueño, una figura indistinta se movía con la fluidez de la oscuridad.

— ¿Quién eres? — murmure entre labios.

La figura, como una sombra en el crepúsculo, permanecía callada. No tenía forma ni rostro definidos, pero la sensación de su presencia intrigaba mi mente adormecida.

—  ¿Qué estás haciendo aquí?  — susure al mirarlo, se me hacia claramente conocido de algun lado.

Cada intento de acercarme solo parecía distanciarme más. La extrañeza del encuentro me envolvía, y aunque mi intuición me instaba a comprender, la figura permanecía muda.

El susurro del viento y un eco lejano acompañaban la escena. La sombra de esta presencia misteriosa persistía, desafiando las leyes de la lógica y de mis sueños. Y justo cuando creí que podría entender, el sueño se disolvió, dejándome con un sentimiento de desconcierto.

Desperté con la imagen de la figura indescifrable todavía fresca en mi mente. Aunque la mañana traía consigo la luz del día, la sombra de aquel sueño persistía. ¿Quién era esa presencia enigmática que se cruzaba en mis sueños? Mientras me preparaba para enfrentar el día en la Universidad Helion, la incertidumbre me envolvía como una sombra fugaz.

Una puerta vieja de madera, en unos aposentos de ruinas, rodeada de agua y un gato blanco Dainji.

Fin del Capítulo 2

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