Esa mujer.
Capitulo 2.
Esa mujer
— Maldita mujer —pensó Bruce molesto al verla tan junto a su novio.
Esta mujer de cabello rojizo lo hacía enojar más que otras que veía cerca del superhombre. Ni el mismo entendía porque se sentía así. Tal vez sea por el tiempo que pasan esos dos juntos todos los días.
El pensó en hasta despedirla de la empresa, ya que, el era uno de los principales socios de Daily Planet, y sabía que los demás ejecutivos harían cualquier petición de el posible con tal de tenerlo en la empresa.
Pero no haría tal cosa, puesto a que sabía que Clark apreciaba mucho a esa mujer, y aunque le carcomía la ansiedad de que ellos dos fuesen compañeros, primero ponía la felicidad de Clark antes que cumplir con sus oscuras intenciones.
Hombre más afortunado que es Clark Kent de tener a alguien como Bruce Wayne.
Pues, aunque se sabía que Batman tenía a sus pies al hombre de acero, Clark tenía a su merced a Wayne sin saberlo.
Hombre más despistado.
Volviendo a la gala...
Bruce ya se encontraba de mal humor por tal personaje. No dejaba de distraerse al verlos muy juntos. Se la pasaba desviando la mirada, buscando por toda la fiesta a su pareja. Lo bueno, es que el hombre era lo suficientemente grande para ser visto con facilidad.
Trataba de disimular, pero la verdad, esa vez le fue muy difícil.
— Bruce, que alegría verte —le saludó un hombre.
— Oh, hola, actor de telenovelas —le saludó Bruce. Se había encontrado con un viejo amigo. Uno de los pocos que merecía ser llamado así para el multimillonario.
Su nombre era Francisco Lambardi, medio italiano por parte de su padre y Ruso por madre. Combinación interesante al parecer de Bruce. Un famoso actor de cine, compositor y cantante, aunque estos últimos solo eran un pasatiempo para el hombre.
— Oye, tampoco me digas así —se ofendió—, si mis papeles son divinos.
— Telenovelas —siguió Bruce.
— Me lo dices por guapo, quizá —sonrió Francisco con malicia.
— Por dramático —le remató el murciélago.
— Hijo de... —lo miró mal, para luego, soltar una sincera carcajada—. Ay, amigo, como te eche de menos —lo abrazo con alegría—. Tienes una cinturita bien moldeada, ¿eh? ¿Nuevas rutinas de ejercicios?
Bruce lo miro mal.
— ¿Será por aquel hombre que está allá? —volteó a ver a Clark. Porque pues si, el actor sabía de la relación. Apoyó a Bruce desde un inicio y hasta lo ayudó a mejorar algunas cosas de su forma de ser. Podría decirse que le dio "consejos románticos", porque lo más que le sobraban a los italianos era el romanticismo en su sangre.
— Ya cállate. No estoy de humor para tus bromas.
— Que raro — bromeó el actor—. En fin, Bruce, deberías ir y hablar con él.
— ¿Por qué debería? —volteó a ver a su novio— se le ve muy ocupado —dijo, ya que el periodista estaba entrevistando a varias personas.
—Oh, no lo sé —dijo sarcásticamente— Yo lo miro muy cómodo —dijo, viéndolo directamente. Así, Bruce hizo lo mismo, y lo que vio no le gustó para nada.
Pues era Lois que estaba muy apegada a él. La tenía casi en su espalda. No dejaba de mirarlo en ningún momento, es más, en el segundo en que el no estaba con una celebridad, ella hacía de todo por una conversación con él o si quiera la volteara a ver.
— ¿Quién es ella? —preguntó el Italiano.
— ¿Por qué? ¿Te interesa? —lo volteó a ver Bruce con coraje.
Francisco se echó a reír. — Tu sabes que solo tengo ojos para alguien —sonrió enamorado.
—Ah, si. ¿Cómo está él?
—Muy bien. Ahora se fue al baño. Oye, dime la verdad, ¿por qué esa mujer está tan apegado a tu novio?
— No lo sé. No me interesa —fingió Bruce.
— Pues debería, está tratando de robarle un beso.
— ¡¿Qué?! —Bruce volteó exaltado. El actor rio aún más, no podía creerlo, el gran Bruce Wayne asustado por eso. Nunca pensó ver a su amigo tan enamorado y preocupado por su pareja. Eso le pasaba por burlarse de él cuando empezó a ser así con su actual pareja.
— Debiste ver tu cara —rió aún más, Bruce lo miró muy pero muy mal, al punto que le dio un escalofrío al más alto. Él lo abrazó fuerte mientras que Bruce trataba de soltarle sin hacer uno de sus movimientos, debido a que estaban en público.
La escena no pasó desapercibida por Clark, quien había volteado a ver a su novio cuando exclamó. Y solo volteó para ver a su amante en brazos de ese hombre. Ya lo había visto antes, un actor, muy apuesto y alto. Eso le revolvió el estómago.
¿Por qué rayos Bruce se dejaba abrazar? Si era más huraño que un gato.
Su mueca de disgusto la notó Lois, quien no dudó en preguntar: — ¿Qué pasa, Clark?
— Oh, nada, Lois. Solo que tanto lujo me agobia —dijo lo primero que se le vino a la mente.
— A mí igual, si quieres, vamos a otro lado. Además, ya tenemos todo lo que necesitamos —le sugirió.
— A-Ah, no es que...
— Ay, vamos —antes que la rechazara, ella lo jaló del brazo y camino a la salida. Eso lo vio Bruce, y lo vio muy mal.
— Oh, no, maldita —dijo Bruce, soltándose del todo de su amigo e yendo hacia los compañeros de trabajo. Francisco miró sorprendido.
— Esa mujer no sabe con quién se mete —dijo una voz detrás. Era la pareja de Francisco.
— ¡Amor! —sonrió el italiano— ¿Todo bien?
— Si —sonrió al ser besado en la mejilla por su novio —¿Qué está pasando?
—Ya lo verás, bebé —sonrió, tomando de la cintura a su novio, mientras ambos miraban.
— ¡Clark! —exclamó Bruce. En ese instante, llamó la atención de ambos, Clark sonrió y ella solo se sorprendió.
— Amo... Señor Wayne —dijo Clark.
— Necesito hablar con usted —le dijo rápidamente Bruce.
— Si claro, ¿de qué trata, señor? —preguntó Lois.
— Lo lamento, pero solo es con él —sonrió Bruce con arrogancia.
Ella lo miró perpleja, realmente sorprendida ante la respuesta del empresario y como la había echado de la conversación. Clark se disculpó con ella y le indicó que estaba bien que se fuera sin él, tampoco es que le interesara del todo. Y así, se fue con su novio.
La pareja llegó a un baño. Bruce se aseguró que estuviera vacío, y sin avisar, empujó a su novio a uno de los cubículos y lo sentó en el excusado, montándose sobre él en el mismo instante.
Le devoró los labios, claro que Clark estaba sorprendido ante tal acto de lujuria de su novio, pero no dudó en corresponderle de inmediato. Con sus fuertes brazos lo tomó de la cadera y lo atrajo hacia él.
Bruce se dejó hacer, sintiendo como las cálidas manos de su pareja recorrían su espalda y bajaban lentamente a sus glúteos. Gimió al sentir como los apretaba con fuerza y deseo. Arqueó su espalda para sentirse más cerca de su pareja.
Al faltar el aire, Clark abandonó los labios de su novio y fue directo a su cuello, lamiéndolo y mordisqueando cada centímetro. Fascinado por el olor de su pareja, su erección sobresalía. Bruce al sentirla, comenzó a mover su cadera de manera sensual, su culo rozaba el pene de su novio. Tembló al sentir como Clark desgarró la parte trasera de su pantalón y le dio una nalgada.
Bruce sonrió.
Continuará ....
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Buenas a todos, he vuelto. Y los dejé en la parte más caliente jejeje para que tengan más ganas de leer el próximo m.
Trataré de actualizar mis historias más seguido, debido a que no he tenido tiempo por la universidad.
Espero les haya gustado.
Bye~
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