POV's Freddy

Valla, es increíble que de nuevo trate de encubrir lo, ¿porqué no puedo simplemente decir que se escapó?, Cierto, porque me gusta, aún no lo entiendo, es popular, es guapo, es inteligente, bueno en deportes y artes, ¿si es así porque gastarse en irse con la primera chica que ve?, ¿como es tan siquiera que me llegó a gustar? Aún no puedo creerlo.

Mi madre había salido de nuestra habitación dejándome solo, me recosté en su cama viendo al techo, pensando en cómo me enamoré de ese idiota que tengo por hermano, en realidad aún no lo entiendo.

Mi teléfono me saco de mis pensamientos, al parecer había recibido un mensaje, revise el teléfono, era Golden, de nuevo, no había dejado de mandarme mensajes desde que terminamos.

Mensaje*

-Hola osito~

-ya te he dicho que no me llames así

-vamos Príncipe, sabes que te encanta

- ya déjame en paz, creí a ver sido claro... TERMINAMOS!!!

-Vamos Freddy solo otra oportunidad

-No Golden

Fin del mensaje*

Suspiré frustrado para luego bloquear el teléfono y dejarlo en la mesa de noche, cerré los ojos intentando relajarme, pasó un buen rato, escuche la puerta de la casa abrirse, pensé que habría sido mi madre.

Yo seguía tranquilo con los ojos cerrados, hasta que sentí un peso sobre mi, abrí los ojos al instante encontrando me con esa mirada tan profunda y penetrante, que me causó un escalofrío.

Por unos minutos dude en hablar puesto que apostaba que el estaba ebrio.

-pensé que llegarías más tarde-

-ya vez que no-

Me sorprendió no encontrar el olor a alcohol en su aliento, el seguía encima mío con las manos a los costados de mi cabeza.

- ¿me contarás de tu víctima de hoy?-

-Nadie en realidad-

-así que ninguna ingenua cayó a tus pies-

- la verdad, ninguna me interesaba-

-¿porqué? -

-Estaba pensando en alguien más importante-

Se acercó a mí rostro, haciendo me sonrojar cuando sentí su respiración mezclarse con la mía

-¿porque me tratas así?-

Estaba al borde de las Lágrimas sin siquiera darme cuenta

-¿a que te refieres?-

-me ilusionas ¿y después? ¿que harás?-

-Freddy...-

Notaba su confusión al parecer no entendía a lo que me refería

-por si no has entendido me refiero...a...Me refiero...¡¡a que me gustas idiota!!-

No recibí respuesta alguna así que decidí seguir hablando

- Me gustas, aún no se como, pero me enamoré de ti, grandísimo idiota, pero claro, que podría importar lo que siento, después de todo solo soy tu tonto hermano menor no es as...-

No termine de hablar, o más bien gritar, pues sentí aquellos labios tan fríos pero suaves, tan llenos de practica, sobre los míos, que eran novatos en esto.

Correspondí torpemente aquel beso, su lengua no tardó en pedirme permiso para jugar con la mía, algo que le concedi abriendo un poco mis labios.

Se separó por falta del oxígeno, yo aún seguía un poco sorprendido e inmóvil.

-tu también me gustas hermanito-

Solté algunas lágrimas

-¿no juegas conmigo?-

-nunca haría eso-

Sonreí inconsciente, y volví a besarlo cosa que lo agarro por sorpresa, pero no tardó en corresponder, se lengua volvía a pedir permiso para entrar en mi boca, yo se lo permití con gusto.

Cuando nos separamos un hilo de saliva era lo único que nos unía, me perdí en sus ojos, esos ojos tan oscuros como la noche, que no me dejaban pensar con claridad, yo aún tenía dudas, y quería respuestas.

-Fred ¿porque siempre te ibas con la primer chica que veías?-

No se esperaba aquella pregunta, pude verlo cuando se tensaba y tragaba en seco.

-¿Porque siempre te fijabas en Golden y otros chicos?-

Pude ver su sonrisa de victoria cuando yo no sabía que responder, pero tampoco me iba a quedar callado.

-por que tu nunca me prestas te atención, siempre pensé que era un estorbo para ti-

No tuve valor suficiente de mirarlo a los ojos, tenía la vista puesta en otro lado, y estaba seguro de que mis mejillas eran de un color carmesí.

Sentí una mano en mejilla, abrí mis ojos, solo para recibir un beso, bastante corto, pero lo disfrute.

-siempre pensé que me odiabas, que sólo era alguien que detestatabas con toda tu alma y nunca podría tener tu amor-

Aquellas palabras me hicieron darme cuenta de que estaba siendo sincero.

-Te amo Idiota- murmuré

Oímos la puerta principal, supuse que mi madre había salido, y al parecer Fred pensó lo mismo, y algo más, ví como se formaba esa sonrisa en su rostro.

-Freddy déjame hacerte mío...-

Susurró en mi oído, algo que logró hacerme estremecer.

-Fred... Yo-

Sin esperar respuesta, comenzó a besar mi cuello, mientras yo me dejaba hacer...

[•••]
(Soy mala XD)
[•••]

Me había entregado a Fred completamente, y aún me sentía nervioso de pensar que no era lo suficiente para el.

-Fred-

Lo llamé mientras estaba recargado en su pecho

-¿Que pasa osito?-

Me sonroje por aquel apodo, y por lo que estaba a punto de decir.

-¿te gusto? Es decir ¿lo disfrutaste?-

Me miro por unos momentos.

-¿Quieres la verdad?-

Asentí nervioso.

-Me encantó, además... eres mi primera vez-

Lo último lo murmuró, pero alcancé a oírlo, y no pude evitar sorprenderme.

-P-pero-

Me había quedado sin palabras.

-Escucha, todas esas veces que estuve con chicas, en realidad nunca llegue a más de unos besos, porque cada vez que las tenía a mi merced, el pensamiento de tenerte llegaba a mi cabeza, y me decía a mi mismo que no podía hacerte eso-

Esas palabras me enternecieron demasiado, no pude evitar soltar algunas lágrimas, siempre pensé que tendría que ocultar mis sentimientos y vivir con él dolor de no ser correspondido, pero a pesar de que eso no paso, aún tengo miedo, miedo de que la gente nos separé.

Me abracé a su pecho tan fuerte como pude comenzando a llorar.

-¿que ocurre osito?-

Se notaba la preocupación en su voz.

-no quiero que nos separen-

-hey escúchame-

Me tomo del mentón, obligándome a verlo a los ojos.

-no dejaré que nadie, absolutamente nadie nos separé-

-¿lo prometes?-

-lo prometo-

-no me cansaré de decirlo...Te amo idiota-

Lo besé

[...]

Aún recuerdo y a tesoro ese día, esperando que no me olvide, después de todo, nuestra madre nos separó y no supe más de él en nueve años, aún espero que no haya olvidado ese día.

Salí al balcón de mi habitación, como es de costumbre, pero esta noche era especial, está noche hace nueve años me había entregado a mi hermano, a mi amor verdadero, a mi idiota.

-te amo idiota-