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— ¡Ah, nada como comer pasteles con café en las mañanas! — Hanna sonríe con alegría, viéndose muy recuperada apesar de la borrachera que se dió la noche anterior.
— ¡Come más, Hani! ¡Haré muchos más enseguida! — Ofreció Panchy, y la castaña negó.
— No, mejor quédate a comer un poco y contame un poquito acerca de Bulma y su novio, ¿Otra vez pelearon? — Preguntó curiosa y la rubia asintió.
— Así es, siempre pelean pero vuelven a arreglarse por qué se aman, ¡Son como tú padre y yo! — Dijo alegremente y la castaña dejó de comer.
— Él no es mi padre y lo sabes. Mi padre es Park Hugo — Le recordó la menor y la mayor suspiró pesadamente.
— Sé que él te ha criado, pero te guste o no tu padre es mi esposo, y algún día debes aceptarlo — Declaró Panchy apretando su mano levemente para alejarse del lugar sonriente.
Hanna vió a aquella hermosa mujer marcharse dejándola incómoda allí frente a todos esos pasteles. Ya no tenía hambre, así que decidió dirigirse a su habitación para encerrarse alli.
Mientras tanto NaYeon se encontraba riendo junto al Dr Brief mientras jugaban con el adorable felino Tama.
— ¿Tu madre te está tratando bien? — Preguntó el peli-lila mirandola curioso.
— Defina bien — Bromeó la pelinaranja riendo levemente para encogerse de hombros — Ya casi no peleamos, simplemente me ignora. Pero la presencia de Rosé y Grey alivianan el ambiente tenso que hay
— NaeSoo es una tonta, pero algún día va a darse cuenta de lo mal que hace por tratarte así — Concluyó el Dr Brief para sonreír — ¿Y el animalito? ¿Wooon se llamaba?
— Es Woo y está en perfectas condiciones por suerte, aunque es un pequeño todavía y uno muy mimado — Sonrió NaYeon recordando al minotauro. — Cada día se hace más difícil cuidarlo
— Es sabido que iba a ser así, es un animal más que exótico mitológico, los cazadores sueñan con tenerlo y un parque no los detendra — Aseguró el mayor y la menor asintió.
— El Parque está creciendo, mi madre está trabajando duro para mantenerlo seguro, hay muchos guardabosques dispuestos a proteger el lugar apesar de los bajos sueldos — Comentó NaYeon y él asintió.
— Tu madre y tu saben que pueden pedirme dinero cuando quieran, te lo recuerdo para que lo tengas bien en cuenta — Le recordó Brief y ella sonrió.
— Lo sé, muchas gracias por eso, pero ya es suficiente con que me abran la puerta de su hogar cuando no tengo donde ir, y no pienso aprovecharme de la amistad que tenemos para lucrar — Confesó NaYeon abrazándolo — Y pienso quedarme unas semanas aquí, eh — Rió y él asintió.
— Será lindo tenerte aquí, mis animales te adoran y siempre que vienes se alegran de verte — Aseguró el peli-lila y después sonrió — Y Bulma dejara ese feo mal humor y se pondrá muy alegre
— Y Hanna dejara de evitar estar aquí por mucho tiempo — Aseguró NaYeon y él mayor asintió alegre.
Un ruido fuerte se oyó en la sala de estar y ellos negaron con la cabeza. Bulma había llegado. Negando sonriente decidió acercarse a dónde provenía el sonido, encontrándose con una escena poco usual.
Bulma era diminuta y estaba metida en la ropa de un niño pelipalmera encima de una nube. ¿Que diablos?
— ¿De que me perdí? — Indagó con confusión sin comprender nada de lo sucedido.
— ¡Oh, cierto olvidé avisarles que me iré con mi amigo a buscar las esferas del dragón! — Chilló la pequeña peliazul tocando su reloj y regresando a la normalidad.
— ¿Te vas sin avisarnos a Nana y a mí? — Preguntó indignada Hanna, acercándose al lugar.
— ¡Eso no importa, preséntate, un poco de modales, por favor! — Se excusó Bulma cambiando de tema.
— Hola, pequeño, Mi nombre es NaYeon, un placer conocerte — Saludó la pelinaranja sonriendole con ternura y el niño sonrió ampliamente.
Mientras que Bulma y Hanna discutían, la pelinaranja decidió distraer al pequeñín.
— ¡Hola, Soy Goku! — Se presentó el niño sonriendo con alegría. Este llevaba puesto un gi naranja y era muy bajito. Quería comerlo a besos, seguro no pasaba de los seis añitos.
— ¿Cuantos años tienes? Tengo dos hermanos de tu edad — Dijo ella y su mejor amiga soltó una carcajada limpia.
— Goku tiene trece años, solo es enano — Se burló Bulma y el niño frunció el entrecejo.
— No soy enano, Bulma — Se quejó y la pelinaranja lo miró sin creerlo. ¡Era muy pequeño para tener trece años!
— ¿Hablas en serio? — Preguntó NaYeon en un susurro y su amiga asintió con seriedad. — Wow...eres un muchacho alto para tu edad — Mintió y él sonrió alegre.
— No le mientas, es muy enano para su edad — Bromeó Hanna viendo el ceño fruncido del niño — Ten, para que se te pase el enojo y me invites a ir con ustedes — Ofreció golosinas, que él aceptó sin dudarlo.
— ¡Pueden venir las dos, hay espacio en la nube! — Aseguró Goku comiendo los dulces.
— Pero solo tengo un reloj encogedor adicional — Dijo Bulma y este fue arrebatado por Hanna, quien se encogió y abrió sus brazos hacia el niño.
— ¡Alzame, giganton! — Exigió y Goku rió levemente para colocarla junto a la peliazul, ahí ambas comenzaron a bromear entre si.
— Supongo que yo no iré — Murmuró NaYeon decepcionada y el pelipalmera negó.
— Yo te llevo en brazos, soy fuerte — Aseguró y la mayor lo miró sin creerle.
— Claro me emociona la idea de subir a la nube...que podría desintegrarse en el aire y además en tus brazos — Dijo NaYeon tragando saliva nerviosa.
— Tranquila, si caes yo te levantaré — Aseguró el pequeño de mirada dulce y ella sintió confianza ante la mirada llena de dulzura de él.
La pelinaranja tomó la mano que él le ofreció, dispuesto a llevarla en brazos pero se sorprendieron cuando pudo pararse encima de esta sino inconvenientes. La joven abrió la boca sorprendida, ¿Realmente estaba sobre una nube sin caer? No podía creerlo.
— ¿Có-como es posible? — Susurró fascinada y él le sonrió.
— Eres pura de corazón y por eso puedes subir a la nube — Sonrió alegre el niño haciendo que la pelinaranja abriera la boca con sorpresa. — ¡Vámonos! — rió y la nube comenzó a elevarse a gran velocidad provocándole un grito de miedo a la mayor de los presentes, quien se aferró a Goku como si su vida dependiera de eso.
(..)
— Hace mucho calor — Se quejó una acalorada Hanna y los demás estuvieron de acuerdo con ella.
— ¡Detente, detente! La esfera del dragón se encuentra aquí debajo — Anunció Bulma de repente y todos miraron hacia abajo, bueno, los otros tres menos NaYeon quien se sostenía del hombro del peli palmera con miedo. Temía caer.
— ¿Entonces se encuentra debajo del agua?— Preguntó Goku.
— Si, así que debemos ir a una Isla cercana — Afirmó Bulma y apuntó a una, dónde fueron gracias a la nube voladora.
Una vez que llegaron allí ambas chicas miniaturas bajaron de un salto sin esperar a los otros dos y regresaron a su tamaño normal.
— Que incómodo — Dice Bulma una vez que toma su tamaño normal.
— Cool — Dijo Hanna sonriendo alegremente — ¿Y como buscaremos la esfera esa? — Preguntó curiosa y Bulma sonrió con confianza.
— Está inteligente y precavida chica trajó cápsulas — Aseguró sacando su caja pero abrió la boca con horror cuando la vió prácticamente vacía.
— ¿Que sucede? — Preguntó Hanna y la peli azul quiso esconder su error pero la castaña vió su error y soltó una carcajada burlista. — ¿No que muy precavida?
— ¿Que sucede? ¿Porque no bajas? — Preguntó Goku sintiendo que la pelinaranja se aferraba fuertemente a su espalda y por ende no lo dejaba bajar.
— Te-tengo miedo — Admitió con vergüenza NaYeon y el menor sonrió comprensivo, aunque no lo viera.
— Súbete a mi espalda — Pidió amablemente Goku y ella negó.
— Por supuesto que no, estoy gorda y además...— Quiso protestar y él dió la vuelta para alzarla en brazos y dar un salto cayendo en el suelo de la isla. — ¡¿Pe-pero como?! — Soltó un grito ahogado sacándole una risa al peli palmera.
— Pesas como una pluma — Aseguró y ella lo miró como si tuviera tres ojos.
¿Ella pesaba como una pluma? Claramente ese niño era muy fuerte porque ella era rellena y parte de esos defectos hacían que sintiera inseguridades.
— ¡Suéltame!, ¡No, suéltame primero! — Se oyeron los gritos de Bulma y Hanna, quienes estaban jalandose los cabellos llamando la inmediata atención de NaYeon.
— Mmm, debo intervenir — Murmuró avergonzada y el niño la bajó con cuidado. — ¡Ustedes dos, quiero que en este instante dejen de pelear y se pidan disculpas! — Exigió demandante haciendo temer no solo a sus amigas sino al peli palmera.
— ¡Perdóname! — Dijeron ambas al mismo tiempo para darse un corto abrazo.
— Perfecto. Ahora veamos como haremos para ir por esa esfera mágica — Dijo NaYeon y a Goku se le ocurrió una idea.
— Podríamos ir donde el Maestro Roshi a pedirle una cápsula de submarino y así poder sumergirnos en el mar — Ideó el peli palmera.
— ¿Y ese quien es? — Preguntó Hanna con confusión y Bulma hizo una mueca de asco.
— No quieres averiguarlo — Aseguró frunciendo el entrejo.
— Vayamos a verlo ahora, soy un niño muy listo ¿Verdad? — Preguntó Goku mirando a Bulma quien lo fulminó con la mirada.
— Claro que lo eres, pequeño, tu idea fue brillante — Lo halagó NaYeon sacudiendo su cabello y haciéndolo reír.
— Entonces andando — Goku corrió a la nube subiendo a esta de un salto. — ¿No vienen? — Preguntó y las tres se miraron entre si para que las menores se encogieran y la mayor las alzara, recibiendo ayuda de Goku para subir a la nube voladora y emprender viaje a Kamehouse.
No sabían que emprenderían un viaje sin retorno que dejaría al descubierto muchos sentimientos.
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