Capítulo 10:
Capítulo 10: “Confesión de amor”
— no debes decirme si no quieres — murmuró.
— no, está bien. Pero… mejor salgamos, estaré más cómodo.
Sujetó la mano de Alice y salieron del instituto. Hacía una noche hermosa, el cielo tenía muchas estrellas, era una lástima que hubiera luna nueva.
— verás — Alex no sabía como decirlo.
— antes que digas algo… — Alice sujetó los hombros de Alex y se colocó de puntillas.
Ambos se observaron a los ojos por un largo tiempo, las mejillas de ella estaban totalmente rojas. El brillo en sus grandes ojos era lo único que Alexander necesitaba para poder acompañar la noche; joder, tenía tantas ganas de decirle demasiadas cosas cursis.
Entonces ella lo besó. Fue algo inesperado y torpe, era como el beso de una pequeña niña enamorada por primera vez. No duró más de 5 segundos.
Al separarse todavía tenía sus ojos bien apretados, sus mejillas rojas y calientes, sus manos temblaban.
— yo… — susurró Alex, colocando sus dedos en sus labios. Temblaba levemente y sus mejillas también estaban enrojecidas.
— ¡Lo siento mucho! — interrumpió — Fue algo estúpido de mi parte, me iré ahora mismo.
Dio media vuelta y dio unos pasos torpes. No podía correr, de seguro se caería si lo intentaba.
— no, espera — él le sujetó el brazo y la detuvo.
Ella giro un poco, sus ojos llorosos la hacían ver totalmente adorable.
— ven aquí, pequeña tonta — la abrazó con delicadeza y besó su frente.
— no hagas esto, Alex. A ti te gusta alguien más — sollozó suavemente.
— ¿qué? ¡No, Alice! Me gustas tú, me gustas mucho. Eras tú a quien quería traer al baile. Perdón por comportarme como un idiota, pero no quería arruinar nada; tu adorable rostro me pone nervioso.
— ¿lo dices en serio? — le observó directamente a sus ojos. Todavía lloraba un poco.
— claro, estúpida — sonrió amablemente y le secó las lágrimas con los pulgares.
— Alex… — tenía la boca semi-abierta por la sorpresa. Entonces él noto por primera vez que tenía una perforación en la lengua…
El sonrió ampliamente y ella devolvió la sonrisa.
— te amo, estúpido — dijo, abrazandolo más fuerte.
— y yo a ti, pequeña tonta — le sujetó las mejillas y la besó, como un experto.
Esa noche pudo saber que Alice también tenía un tatuaje en el abdomen. Y Alice supo que Alex tenía una perforación en el ombligo…
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