Habían días buenos y días malos para Harry y Peter.
Afortunadamente, no tenían esos días malos cuando estaban juntos, pero de todas formas, en sus vidas separados, sí tenían esos días malos, esos días estresantes, pesados y cansados.
Ninguno de los dos tuvo un buen mes que digamos.
Harry ha estado con demasiada presión y trabajo en OSCORP, muchas juntas, mucho papeleo, y mucho desvelo.
Mientras que Peter la ha pasado con golpes, palizas, corriendo de un lugar a otro, siendo un super héroe y un universitario a la vez, tareas, clases, exámenes, siendo El Hombre Araña, patrullando la ciudad, y claro, tratando de que su Tía May no se dé cuenta de sus heridas y mucho menos el traje de Hombre Araña.
Ninguno tuvo mucha suerte que digamos.
Afortunadamente para los dos chicos, el día sábado podían estar juntos.
No planearon hacer algo en específico, aunque de todas formas, no tenían algo planeado en mente.
Peter fue a la casa de Harry para pasar el rato con su amado novio por fin, fue muy bien atendido cuando llegó y finalmente pudo ver a Harry otra vez.
Ambos se encontraban en la habitación del chico rico, en la cama acostados en una posición para dormir en cualquier momento.
Harry acariciaba el cabello de Peter, mientras que el menor trataba de mantenerse despierto, las acaricias eran agradables, se sentía como un conejito siendo acariciado con amor y cariño que se merece.
Harry: ¿Te está gustando esto?
Peter: Harás que en cualquier momento me quede dormido.
Me haces sentir como un bebé.
Harry: Eres mi bebé.
Peter sonrió por eso, ama cuando Harry le pone apodos o lo mima.
Puede que ya esté algo grande para esas cosas, pero igual, de todas formas, ama cuando lo miman, en especial su Tía May.
Harry le da un beso en la frente a Peter y en eso, empieza a rascarle la pancita a Peter.
El menor al ser tratado de esa forma, se sintió bastante bien.
Era la primera vez que le rascaban la pancita y la sensación era increíble, se sentía feliz.
Si alguien le preguntara a Peter qué hará hoy con su pareja, la respuesta que nadie esperaría sería dormir.
No siempre tienes que hacer algo o salir a algún lugar con tu pareja, sólo quieres estar con él o con ella haciendo lo que sea.
Poco a poco, Harry y Peter se quedaron dormidos en la cama.
Harry abrazaba a Peter en la cintura de forma casi protectora, mientras que Peter dormía con un brazo a un lado y una pierna al otro.
Pasaron las horas, el tiempo pasó algo rápido, y más por el hecho de que la pareja se quedó dormida en la cama acurrucados.
Más tarde, llegó el mayordomo de Harry a la habitación, para ver si los chicos querrían algún bocadillo.
El hombre abrió la puerta y miró a Harry y Peter profundamente dormidos.
El mayordomo al verlos, los dejó dormir y cerró la puerta con cuidado y se fue de ahí en silencio para no despertar a los chicos.
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