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Capítulo 4: Te amo.

Izuku corrió con el corazón en la boca hacia la casa del beta rubio, al llegar al sitio se encontró con los padres de Katsuki saliendo del lugar.

-¡Oh, Izuku!- Mitsuki lo saludó en cuanto lo vió, el pecoso trató de sonreír, pero solo pudo dar bocanadas en busca de aire.

-H-hola señores Bakugou.- Izuku habló entre jadeos, después cuando pudo obtener bien el aire en sus pulmones lo primero que hizo fue sonreír aparentando estar tranquilo.- ¿Se encuentra Kacchan?

Mitsuki tenía bastante tiempo que no miraba al pecoso, pero la última vez que lo hizo recuerda que estaba más gordito, pero ahora estaba de lo más bonito.

¿Quizás sea una de las razones por la cual Katsuki suspiraba tanto?

No sabía, pero después se encargaría de sacarle todo a su hijo. El Omega era alguien totalmente dulce, pero terco a la vez. También era la única persona que podía mandar al rubio sin morir en el intento.

-Si cariño, el se encuentra arriba en su habitación, nosotros ya nos vamos.- ella informó cuando vió a Masaru acomodar su corbata.- volveremos muy tarde, si tienen hambre hay comida en el refrigerador para calentar.

Los mayores se fueron en el auto y el pecoso se despidió, ellos le dejaron la puerta principal abierta para que pudiera entrar, cuando lo hizo se aseguró de cerrarla y fue silencio escaleras arriba.

Aún tenía el uniforme de la U.A, y el cuaderno, que encontró en el pasillo, en la mano. Tenia que saber porqué.

¿Por qué Kacchan se fue así?

¿Escuchó su confesión y creyó que se lo había dicho a Todoroki?

¿O simplemente no se interesaba en el?

Siendo cualquier cosa, tenía que saberlo, y lo haría frente a frente. Ya tenía mucho tiempo siendo un cobarde que no se podía ni siquiera defender, pero por lo menos no sería cobarde en este momento, no ese día.

Ese día sabría cuál sería la respuesta, no importaba si lo rechazaba, quería que se lo dijera directamente, cara a cara.

Al llegar a la puerta del cuarto que era del beta, tragó saliva sintiendo sus nervios de anticipación. Dió un par de golpes a la madera y aclaró su garganta.

-¿Kacchan?- Izuku llamó al rubio, pero lo recibió ninguna clase de respuesta. Es más, no había ningún tipo de ruido al otro lado de la puerta, como si no hubiera nadie.— K-kacchan, ¿Estas ahí?

Si Katsuki estaba allí y no le respondía significaba que lo estaba ignorando, pensar en eso solo hacia doler su corazón.

¿Será que había escuchado todo y por eso lo evitaba, porque no lo quería?

Izuku no pudo evitar que sus ojos se volviera algo borrosos por las lágrimas acumuladas en ellos, no quería llorar, pero pensar que el rubio ahora le repudiaba le hacía sentir fatal.

—K-kacchan, por favor...- no pudo evitar que un pequeño sollozo saliera de sus labios, aunque trató de callarlo.— Todoroki, él...

No sabía que decirle exactamente, pues también estaba la otra posibilidad de que pensará que se le estaba declarando al alfa cuando no fue así, pero, ahora no sabía ni que pensar.

De pronto escuchó pasos acercarse, la puerta se abrió de repente y con fuerza, incluso haciendo que el Omega se asustara un poco. Pues el rubio se miraba altamente enojado, casi o un poco más que la vez que agarró a Monoma a golpes.

—¿El bastardo mitad mitad te rechazó?- Izuku podría jurar que Katsuki gruñó la palabra, aunque en cierto punto le daba miedo verlo así, su otra parte se alegraba completamente.

—¡Kacchan!- Izuku no le dejó tiempo al rubio de responder, pues se le tiró encima para abrazarlo, estaba inmensamente feliz de que el rubio le hubiera escuchado y abriera la puerta, no pudo evitar que más lágrimas salieran de sus ojos.

Por otra parte, Katsuki ya estaba pensando en como matar a cierto alfa bicolor, haría el método de Jack el destripador, lo haría sufrir el infierno sobre la tierra. ¡Nadie jamás en su vida tendría que rechazar a un Omega tan lindo y bueno como Izuku!

Aunque ahora, estaba totalmente confundido y sorprendido, ¿Tanto le habia afectado el rechazo para que llorara mientras le abrazaba?, Oh, ese alfa se ganó un pase directo para castrarse.

—¡Me gustas, Kacchan!- Izuku exclamó con todo el valor que tenía en ese momento, además tenía que aprovechar la situación antes de que el rubio fuera a matar al pobre de Todoroki, quien no tenía ni la más mínima culpa de nada.— ¿Kacchan?

Izuku que Katsuki habíaa quedado como ese día cuando volvió a clases después de las vacaciones de verano. El Omega pasó su mano por el frente del rostro del ojos rubí, pero éste ni pestañó.

—¡Oí, Kacchan!, ¿Te encuentras bien?- sinceramente ahora se estaba preocupando, parecía un muerto en vida, ni siquiera le notaba respirar.— ¡Katsuki!

El pecoso lo sacudió con fuerza de los hombros haciendo que el beta saliera de su ensoñación. Al fin vió al rubio espabilar, y le devolvió la mirada como si fuera algún bicho de otro planeta.

¿Había echo mal en confesarse así?

—Disculpa Deku pero, ¿Que has dicho?- preguntó el rubio creyendo que su mente traicionera le había echo una mala pasada, de nuevo.

—Lo que has escuchado Kacchan. Tu me gustas, y mucho.- Izuku respiró profundamente y jugueteó con sus dedos manera nerviosa.— Todoroki me estaba ayudando a practicar como lo haría, yo de verdad creo que eres alguien increíble, siempre has estado conmigo en todos mis momentos difíciles, yo te a-amo Kacchan.

El Omega terminó de hablar sintiendo su rostro más rojo que una fresa madura, y más con la última frase de su confesión. Esperaba que Katsuki aceptará todos sus sentimientos.

Aunque no se esperó que Katsuki diera media vuelta sin decir nada, y se dirigió hacia la ventana que tenía su habitación.

—¿Kacchan, que estás haciendo?- preguntó Izuku medio preocupado al ver que el rubio abría dicha ventana y alzaba un pies para subirse a ella.

—Me voy a tirar.- le respondió como si fuera lo más normal del mundo, mientras que al pecoso casi le daba un ataque cardíaco.

—¡Espera Kacchan, ¿Por qué harías algo como eso?, Estamos en un segundo piso!- Izuku chilló y corrió hacia el rubio para jalarlo de la camisa, no podría dejar que el amor de su vida cometa un suicidio frente suyo.

—¡Por amor a los dioses, déjame despertar de éste sueño, ésto no puede ser real, es solo otra de mis fantasías!- Katsuki se sujetó fuertemente del marco de la ventana para impulsarse hacia afuera, pero Izuku con la nueva fuerza que había adquirido por su rutina de ejercicios, logró hacer que cayera hacia dentro.

Aunque de alguna forma había acabado encima del beta, Katsuki se dió un golpe en la cabeza lo suficientemente fuerte, como para saber que no estaba soñando, entonces abrió los ojos nuevamente sorprendido.

"Ésto es real"

Fue lo que pasó en la mente de Katsuki, instintivamente llevó una de su manos hacia el cuerpo del Omega, como si quisiera comprobar que de verdad, verdad estaba allí, y le había dicho que lo amaba.

—¡Kacchan, ¿Estas loco, cómo puedes...?, Espera, ¿"Fantasías"? -  Izuku no se enteraba de la posición comprometedora en la que se encontraba, literalmente estaba sentado sobre la entrepierna del rubio, quien ahora se ponía pensar en cosas tontas para que "alguien" no se despertara.

"Yama cabeza de aoyama, yama cabeza de aoyama" 

Katsuki se sonrojó hasta las ojeras por la pregunta del pecoso, no era como si el tuviera fantasías con el Omega, no claro que no, ni mucho menos que él se vistiera como de conejito maid y que le diga amo, esa menos. Nunca antes la había tenido.

—E-eh... Deku, ¿Podrías...? - por toda la mierda del mundo que Katsuki quería decirle que se bajará, pero, había soñado muchas veces antes en tener esos hermosos muslos rodeándolo.

Era un adolescente con las hormonas alborotadas, ¿Que podrían esperas de él?
Sería casi un crimen que no tuviera ese tipo de sueños con el Omega más hermoso que el haya conocido sobre la tierra.

Pero, por mucho que lo quiera, o que el mismo Omega dijera que lo quería, seguía siendo un beta. Y recordar eso fue como si le cayera una cubeta de agua fría en el cuerpo, el no debía de estar allí, y menos así.

—Deku bájate, no sabes lo que estás diciendo, tú necesitas un alfa, no un beta.- Katsuki dejó caer sus manos, quitándolas de la piel del Omega, el no tenía derecho de tocarlo, solo su pareja lo podría hacer.

—¡¿Y tu quién te crees para decidir por mi, eh?!- Katsuki abrió los ojos sorprendido al ver el enojo del Omega.— ¡Yo no quiero ningún alfa, yo te quiero a ti y no me importa si eres un beta, tú eres a quien quiero a mi lado!, ¿¡Es que no lo has entendido aún!?

Izuku tenía ganas de darle un buen golpe al rubio,  ¿Quien se creía que era, y por qué decidía por el?, Si le decía que lo amaba era en serio, y lo estuvo gran parte de su vida. No lo iba a cambiar por algún idiota con complejo de superioridad.

—Deku,- llamó Katsuki, trataría de hacerle entrar en razón, pues el creía que el pecoso no estaba pensando con claridad.— yo no puedo oler tu aroma, solo puedo decir que es algo parecido a la menta porque tú cabello y cuello huelen así cuando te abrazo. No puedo hacerte una marca, no puedo atender sus celos como se debe, no tengo aroma reconfortante, mi fertilidad contigo será débil, así que no sé cuándo pueda darte un cachorro...

Katsuki sentía su garganta arder con todo lo que decía, y era cierto, al menos eso creía el, pero la mirada enfurecida del pecoso solo se incrementó más. Izuku lo tomó de su camisa y lo comenzó a sacudir como un trapo.

—¡Kacchan idiota, tonto, estúpido, insensible....!- y los insultos seguía uno tras otros, el beta sentía que si cabeza iba a ser desprendida de su cuerpo en cualquier momento, además de la fricción que su entrepierna tenía contra el trasero del pecoso.

"Yama cabeza de aoyama, yama cabeza de aoyama...."

—¡Eres un gran idiota Kacchan!,- Izuku al fin había dejado de sacudir la cabeza del rubio, pero aún le miraba molesto.— ¡Actualmente hay muchos Omegas que están con betas, y ellos viven bien!, ¡Mi celo no es fuerte así que los supresores me ayudarán bastante, además estarás allí para terminar de aliviarlo, también existe la inseminación artificial si no podemos tener un hijo normalmente, aunque creo que eso no será necesario ya que los omegas en su celos son más fértiles de lo normal y más los varones!

Katsuki escuchaba todo.... Algo borroso, su cabeza tenía un pitido que le hacía oír algo lejano las cosas. Pero comprendió lo que le había dicho el Omega sobre su regazo, una parte suya quería intentarlo, aunque la otra tenía miedo de no ser suficiente para el y que terminara echándole cuando se diera cuenta, pero aún así.

—¿Estas seguro de eso Deku, de verdad quieres a un simple beta como tu pareja?- Katsuki preguntó, aún si sabía la respuesta y se lo hubiera dicho hace un momento, quería escucharlo de nuevo.

—¡Yo te amo a ti y solo a ti, te amo como eres, Kacchan!- Izuku exclamó con el corazón en la boca, y vió como el rubio sonrió de manera cariñosa, incluso tenía sus ojos algo aguados.

—Yo también te amo como eres, Deku. Aún si vuelves a ser ese lindo panchocito de antes.- Katsuki habló con toda su sinceridad, la verdad no sabía si era porque fue Deku, o porque de verdad le gustaban las personas gorditas, pero el encontraba al pecoso atractivo aún si volvía a ser el de antes.

Pero no era como que hubiera tenido fantasías con el Deku panchocito, por supuesto que no, menos esas en donde el ponía esos muslos gruesos, y muy rellenos, junto con ese delicioso y enorme trasero en su rostro. Nunca lo había tenido.

—¡A-ah!- Izuku soltó un gemido de improvisto al rozar su trasero con algo duro debajo, y Katsuki suspiró pesadamente, se había dejado llevar y ahora tenía una erección.

—Maldición.- Katsuki susurró avergonzado, debía pararse de allí e ir al baño, pero sabía que no le podría de mirar la cara al pecoso si quiera después, sus pensamientos fueron interrumpidos por más roses sobre su polla dura.— ¡¿D-deku!?

Katsuki exclamó exaltado cuando vió al Omega, rojo hasta las orejas, pero aún así se seguía removiendo sobre su polla que estaba entre sus pantalones, y cada vez se ponía más dura.

—K-kacchan~- Izuku gimoteó, sus caderas se movían por si mismas, y era porque sentía extrañamente placentera esa cosa dura entre sus glúteos.

Izuku no era completamente inocente, ese mismo Omega con cara de angel se ha metido dildos hasta el fondo en sus celos, siempre. Aunque nunca había probado una polla real, y quería probarla, pero no cualquier polla, si no la de un beta rubio.

—D-deku, espera no hagas eso...- Katsuki hablaba entre jadeos roncos, no podía creer que el pecoso estuviera haciendo algo como eso, aunque la verdad le gustaba, la fricción era placentera completamente, sentía que de podría correr entre su ropa en cualquier momento.

Pero Izuku no escuchaba, no quería escuchar, solo quería mostrarle al rubio que un Omega también podría quedar satisfecho con un beta, además, ya estaba excitado y sentía su lubricante salir de su entrada, se contraía deseoso de ser llenado. El pecoso se agachó lo suficiente para quedar muy cerca del rostro de ojos rubí.

—Kacchan, bésame.- Izuku susurró contra los labios del rubio, su aliento se mezcló con el del Katsuki, quien no esperó una segura propuesta y tomó al Omega del cabello para atraerlo más a su rostro.

El beso fue profundo, lleno de pasión y deseo, un deseo contenido por años de ambos. Izuku gimió bajito contra la boca del rubio, quien aprovechó para meter su lengua en la boca contraria.

El pecoso se sorprendió, pero se dejó llevar, sus caderas tartamudearon mientras era abrumado por el beso, la lengua de Katsuki exploraba todo sus rincones, podía sentirlo de un lado a otro con avidez.

—K-kaacchaan~- Izuku gimió más contra la boca del beta, y se sorprendió al sentir una mano en su trasero y apretarlo, el cuerpo del pecoso se llenó de espasmos debido al placer que sentía en ese momento.

Un jadeó salió del Omega, sorprendido, al sentir como la mano que estaba en su trasero buscaba la manera de meterse bajo su ropa, y lo consiguió. Izuku gimoteó bajito cuando la mano se dirigió a su entrada, por debajo incluso de su ropa interior, un dedo grueso de Katsuki tanteó su agujero rosa, el cual se contraía cada vez que el beta presionaba allí.

Katsuki se separó del beso por completo, pues antes solo podía tomar pequeñas respiraciones. Izuku tenia un rostro completamente lascivo para Katsuki, su expresión sonrojada, ojos dilatados y un poco de saliva escurriendo de su mentón.

—Oh, joder Deku.- Katsuki sintió como su polla dió un pequeño salto en sus pantalones.— ve a la cama, déjame verte.

Izuku entró en un corto circuito. ¡Kacchan quería que se presentara ante el!,
Moria de vergüenza en pensar en eso, pero, Kacchan era su pareja y si se lo pedía tenía que hacerlo.

El pecoso esperó que Katsuki sacará la mano de su parte trasera, esa acción le hizo suspirar. Se quitó de encima y fue hasta la cama del rubio, nervioso, pero decidido, empezó a quitarse la ropa, el saco y la camisa de la U.A  terminó en el suelo de la habitación, junto a las otras prendas.

Al final, Izuku quedó sin nada de ropa encima, el pecoso abrió sus piernas llevando una mano a su parte íntima y abrió con sus dedos sus glúteos, justo por encima de su arito rosa y muy húmedo.

Se estaba "presentando" a su pareja y Katsuki, bueno, el tenía que cantar canciones infantiles en su mente para no correrse entre sus pantalones sin siquiera haber tocado al Omega.

"Así que esto es 'presentarse', no fue exactamente lo que le pedí, pero estoy satisfecho"

—¿E-esta bien así?- Katsuki vió como el Omega le preguntó bajito, y con el rostro rojito, era tan putamente lascivo y tierno a la vez.

El beta se acercó, y a la vez se quitó la ropa, quedando solamente en sus bóxers que tenían una tienda de campaña. Izuku miró hacia la pelvis del rubio, mordiendo su labio inferior lleno de deseo.

Estaba tan emocionado, y a la vez muy nervioso, lo único que sabía sobre el tema era referente a sus celos, pero nunca sobre el sexo de verdad.  Katsuki pareció darse cuenta de lo que sentía, pues el rubio se acercó para besarle con ternura, y cuando se apartó al final acarició el labio inferior del Omega.

—No te preocupes Deku, también estoy algo nervioso. Es mi primera vez.- Katsuki dijo en un susurro, mientras poco a poco iba sobre el cuerpo del pecoso, quien terminó sobre la cama del beta con éste encima besándole por todas partes.

Katsuki siempre quiso probar la piel del Omega, y ahora que podía hacerlo no lo iba a desaprovechar. El rubio fue hasta el cuello pecoso, lamió y besó en el lugar, también dejó un par de mordidas, esas marcas no se quitarían hasta dentro de unos días.

Y Katsuki lo sabía, pero poco le importaba, es más, si los demás de daban cuenta de esas marcas iba a decir orgullosamente que él fue quien las causó. Izuku lo disfrutaba, le encantaba sentir esa boca en su piel, besando, lamiendo y mordiendo,  había esperado tanto por eso que parecía casi un sueño.

—¡Katsu-ki!~- Izuku gimió fuertemente cuando sintió al beta en sus pezones, los dientes del rubio mordieron y jalaron con algo de fuerza, el pecoso arqueó su espalda debido al placer que le dió esa acción.

Podía sentir como su lubricante salia más de su entrada, seguro que las sábanas del rubio se estaban mojando con el y eso lo avergonzaba. El Omega abrió más sus piernas dejando que el beta tuviera más acceso a su parte íntima, podía sentir como si Kacchan daba suaves embestidas por encima de la ropa.

—Ka-kacchan, por favor...- Izuku suplicó frotando sus caderas, buscando tentar y tocar más la entrepierna del beta, y Katsuki tuvo que reprimir un gemido ronco al sentir como el pocos se presionaba contra el, pero debía admitir que no podía contenerse más.

—Maldición, joder.- Katsuki se apartó un poco del pecoso para poder quitarse su ropa interior, Izuku abrió los ojos al ver la enorme erección que tenía el beta entre las piernas, recta y gorda, con la punta rojas y muchas venas sobre salientes de su piel.

—¡Oh Kacchan, eres enorme!- Izuku no sabía si estar asustado o no, pues la polla del rubio era más grande que los dildo en su casa, pero no era como también se atreviera a meterse uno de ganado gigante.

Había oído que los betas siempre lo tenían pequeño, pero podría decir que Katsuki lo tenía igual que un alfa, aunque no podía estar completamente seguro. Además no era que los betas lo tuvieron siempre pequeño, era que los alfas muy poca veces podían tenerlo de un tamaño así, pues sus hormonas de crecimiento estaba en todas las partes de su cuerpo, todas.

—Trataré de que no te duela, Deku.- Katsuki dijo y momentos después presionó dos dedos en la entrada del Omega, no le dejó ni asimilar, pues los hizo entrar de una vez,  a ambos dedos hasta el fondo.

Izuku arqueó su espalda dando un fuerte gemido, su interior había sido abierto de repente y no se lo esperó. El Omega sintió los dedos moverse rápidamente dentro y fuera, juraba que podía sentir como se abrían como tijeras, tocando su próstata.

Pero una embestida con los dedos en particular lo llevó a ver las estrellas, fue fue y directa a su próstata. Izuku gimió quebradizo y fuerte, mientras su espalda se arqueó e hilos blancos salían de su pequeña polla.

—Joder...- Katsuki sentía como sus dedos fueron molidos por las paredes cálidas y húmedas del pecoso, ese lugar se sentía tan exquisito para sus dedos que no se imaginaba como se sentiría su polla.

Había visto y escuchado que los omegas eran tan húmedos como una mujer. Aunque del porno no creía mucho pues allí exageran demasiado las cosas, pero allí tenía su propia prueba, y el pequeño charco de lubricante que mojaba su cama también lo podía confirmar.

Katsuki sacó los dedos del interior blando de su pareja, miró como sus dedos estaban pegajosos y brillantes, un pequeño hilo transparente se escurría de ellos. Siempre había visto como los alfas en los vídeos lamían el resbaladizo de soltaban los omegas en sus manos o dedos.

Incluso había visto videos de ellos haciendo el "beso negro", en donde los alfas hundían sus rostros en la parte trasera del otro actor, y siempre le había dado curiosidad por saber a qué sabía eso.

Así que pasó su lengua por los dedos, recogiendo gran cantidad del lubricante a su boca, y sinceramente no esperaba que fuera dulce, con un toque de menta.

—K-kacchan no hagas eso...-  Izuku miró con los ojos algo borrosos, por las lágrimas de placer, como Katsuki llevaba sus dedos sucios con su lubricante a la boca.

Era algo muy vergonzoso, y parecuo que no fue escuchado, pues el rubio no dejó de lamer sus dedos hasta que no quedaron limpios. Después, Katsuki se volvió a colocar entre sus piernas y deslizó supolla entre sus mojados glúteos.

—Deku, voy a entrar, avisa si duele.- escuchó al beta decir, mientras iba presionando poco a poco.

Izuku sintió a la perfección como si entrada se estiraba dando paso al glande del rubio, y cada vez su interior también se estiraba más y más. Tembló lleno de espasmos por la intromisión, no se quejó, al menos no trató de hacerlo pues si le dolía un poco, pero no quería que Katsuki fuera a detenerse.

El rubio no se detuvo si no hasta que estuvo completamente dentro del Omega, sentía sus testículos tocar las redondas nalgas del pecoso. Que tenía los ojos cerrados y llenos de lágrimas en las comisuras de sus ojos por las sensaciones, al final Izuku soltó un suspiro tembloroso, abrió los ojos encontrándose con un beta sonrojado que se mordía el labio inferior.

—Oh, maldita sea...- Katsuki sentía que se iba a correr en cualquier segundo, el interior del pecoso era más exquisito de lo que había imaginado nunca, tan caliente, tan apretado, tan húmedo y suave, era la misma gloria.

Katsuki se acomodó, afinando sus rodillas y llevó sus manos a la cintura pecosa, miró al Omega esperando su orden, pues no quería empezar sin que se acostumbrara, y para su suerte Izuku asintió, dándole luz verde para que empezara.

El rubio solo lamió su labio inferior como un depredador y empezó a dar embestidas, eran lentas, pero firmes y profundas. Katsuki golpeaba sin mucho esfuerzo la próstata del Omega con su gruesa polla.

Izuku estaba perdiendo la cordura en ese momento, lo único que sabía era como la polla de Katsuki llegaba a sus entrañas y que estuviera sobre-estimulado por haberse corrido hace un momento ayudaba bastante con las sensaciones.

—¡K-kac-Ahh..., más!~- si Izuku pedía por más Katsuki le iba a cumplir, el beta aumentó en ritmo de sus embestidas, siendo más fuerte y salvaje.

Para Katsuki la sensación también era exquisita, su polla estaba siendo comida y succionada por el interior caliente, aparte de los gemidos quebrados del Omega que eran música. Podría acostumbrarse a eso, le encantaba.

El sonido de las pieles al chocar era morboso, mojado y sucio, a Izuku le daba vergüenza, más su voz, era tan diferente y fina a la normal, casi como la de una chica, pero ver esa mirada tan lujuriosa del beta encima suyo solo lo ponía más caliente.

Porque a Katsuki le parecía atractivo, y saber que era deseado por él le hacía feliz, así que estaba excitado y feliz, una combinación rara, pero funcional.

—D-deku, me vengo...- Katsuki era un virgen amante de las fantasías con su mejor amigo, y el porno que siempre miraba a escondidas solo hacía que sus fantasías fueran más morbosas, pero eso no le quitaba lo virgen y sin experiencia.

No podía aguantar mucho, y menos al sentir como las paredes del Omega le apretaba con fuerza cada vez más y más, juraba que en cualquier momento su polla iba a ser destrozada. 

Por otro lado, Izuku estaba cerca de su segunda liberación, y al escuchar que Katsuki estaba cerca también, enredó sus piernas alrededor de su cintura, no quería dejarlo salir.

—¡D-deku!- el rubio se sorprendió al ver como Izuku lo apresaba con sus pechos muslos, ¡Tenia que sacarla antes de correrse, no podía hacerlo dentro porqué no tenían condón!

—¡Hazlo Kacchan, todo, lo quiero!- Izuku gimió la frase con aire contenido, uno de los pensamientos sucios del Omega era sentir la semilla caliente del beta en su coño y útero, y lo cumpliría.

El beta no pudo hacer nada, las piernas de Izuku se apretaron con más fuerza en su cintura empujándolo más hacia dentro, y ese fue el detonante. No pudo contenerse más y terminó dando una última estocada fuerte y profunda antes de soltar su carga pesada de su semilla, la cual se derramó por los bordes cayendo a la cama, ensuciando las sábanas.

Izuku no aguantó más, y cuando sintió a Katsuki correrse en su interior, soltó un gemido lastimero, eyaculando en medio de ambos, aún así el pecoso no aflojó su agarre de piernas, las seguía manteniendo fuertemente alrededor del rubio.

—Kac-chan... Tan caliente...- Katsuki podría jurar que miraba corazones pintados en las pupilas del pecoso, tan lleno de placer y en el éxtasis completo.

¿De verdad solo un alfa podía complacer a un Omega?

No lo creía ya, pues el pudo complacer a uno, lo hizo derretirse con sus toques y lo dejó completamente satisfecho.

Después de un momento Izuku a fin soltó al rubio, y Katsuki salió del pecoso, cuando lo hizo, mucha más semilla se derramó del agujero rosa, ciertamente era excitante, pero no podía exigirle más al Omega y menos cuando era su primera vez, además el pecoso ya se había corrido dos veces, debía estar muy agotado.

Entonces, para no volverse a excitar con la vista que tenía en ese momento era pensar en otra cosa y buscar algo para limpiarse.

"Yama cabeza de aoyama, yama cabeza de aoyama, yama cabeza de aoyama..."

Era lo que se repetía una y otra vez mientras iba por la habitación buscando toallitas húmedas para limpiar. Limpió al pecoso que estaba medio dormido y le colocó una de sus pijamas, aunque le quedaban un poco grande le servían.

—Kacchan.- Izuku se sentía ligero, y adormilado, aún tenía un pequeño zumbido en sus oídos. Tenia ganas de dormir pero también quería ayudar, aunque sentía que no se podía mover.

—Shhh, Deku, descansa, voy a terminar aquí y le enviaré un mensaje a la tía Inko para decirle que dormirás aquí hoy, ¿Si?- Katsuki preguntó mirando como el pecoso asentía de manera lenta a sus palabras.

Izuku vió con un ojo medio abierto como Katsuki hacia todo lo que le había mencionado, terminó de limpiar el lugar e incluso abrió un poco la ventana para que el aire que apestaba a sexo pudiera ventilarse.

Al final Izuku lo último que vió antes que rendirse al sueño fue como Katsuki se acostaba a su lado, también sintió un beso suave en su frente y un.

"Duerme bien, Deku"

(...)

Wenas~

No se porqué, pero siento que arruiné momentos serios con mi pendejes xDxD
PiDoPeRdOn :3

Esto solo tendrá dos caps más. 😔👌

Espero..
Esperen, quiero preguntar, ¿Mis lemon son repetitivos?? 🥺

En fin, espero les guste, hasta la próxima. No olviden su voto.

Zaorycast. ✨✨

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