10| Nicole Haddock
En alguna parte de Berk, 22 años antes de los sucesos de "DRAGONES"
Nicole vio con tristeza a su hermano empacar sus cosas. Había escuchado la discusión que este había tenido con su padre y se sentía mal por no poder hacer nada para ayudar.
—No llores Nini. —le pidió su hermano, girando a verla al sentir su esencia y acercándose para abrazarla con dulzura
—No quiero que te vayas. —negó con la cabeza y apretó un poco el abrazo
—Lamento no poder llevarte conmigo. —dejó un beso sobre su cabeza y suspiró con tristeza —Te enviaré cartas siempre que pueda y estaré pendiente de ti. Lo prometo.
—Te responderé las cartas, lo prometo. —murmuró
Le ayudó a empacar el resto de sus cosas y se despidió de él cuando tuvo que salir de la casa.
—Descuida, entrará en razón pronto. —le aseguró su madre, haciéndola entrar a la casa nuevamente
Nicole realmente esperaba que así fuera, no quería perder el contacto con el único miembro de la familia que no la veía como un objeto de intercambio.
Durante los meses siguientes, se comunicó con él a través de cartas que dejaban en lugares escondidos para que su padre no se diera cuenta, pues enterarse de eso lo haría enojar.
Se enteró del nuevo compromiso de Isabella, se lo dijo a Estoico y después le contó sobre su "desaparición". Ella le aconsejó lo que podría comprarle y se emocionó cuando recibió la noticia de que su amiga estaba bien y planeaba casarse con Oswald.
Además, se enteró de que su hermano al fin tenía una relación con aquella beta a la que había adorado desde hacía tanto tiempo. Aquello le alegraba aún más el corazón.
—¿Qué haces, cielo? —preguntó su madre con calma al verla tan alegre esa mañana
—Oh.. no es nada, madre. Solo admiraba las flores. —señaló el jardín, donde había pequeños botones de rosas —Son muy lindos, ¿no crees?
—Son lindos. —asintió, viendo con curiosidad a la menor
Meses después.
Nicole se encontraba en la cocina con su madre, haciendo la cena, cuando llegó la notificación de un juzgado que les informaba sobre la emancipación de su hijo.
Ella se encogió en su lugar, asustada ante la reacción molesta de su padre por recibir aquello. Y aquella actitud molesta solamente empeoró cuando su madre encontró las cartas que ella había recibido de Estoico y se las entregó al mayor.
—No vas a volver a escribirle. —le advirtió su padre, rompiendo las cartas frente a ella
—Papá..
—Él está muerto para la familia, ¿lo entiendes? —le interrumpió, echando las cartas al fuego de la chimenea
—Es mi hermano... no puedes solo..
—¡Basta! —Nicole guardó silencio enseguida y bajó la mirada —Ya escuché suficiente de ti, ve a tu habitación. —le ordenó con molestia
La menor asintió con la cabeza y simplemente salió de ahí, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas. Una vez en la habitación se permitió llorar con abundancia.
Sacó con cuidado el último sobre que había recibido, la única carta que sus padres no le habían podido quitar. Abrazó aquel trozo de papel mientras lloraba. Cuando se calmó, pudo abrir el sobre, queriendo leer lo que podría ser la última carta de su amado hermano.
Querida Nicole:
Entiendo tu preocupación por Isabella, puedo asegurarte que está en un lugar seguro. Ella no ha querido tener hijos aún, siente que no es el momento, lo cual me parece muy sensato. Además, Oswald se ha mostrado muy comprensivo al respecto.
Aún así estaré pendiente de ella, lo prometo.
Nicole sonrió ante la idea de que su amiga pudiera iniciar su familia deseada. Ella desearía poder hacer lo mismo...
Por cierto, el hermano de Valka ha ganado la demanda contra su padre. Ahora tiene la custodia de mi amada novia. No sabes lo feliz que eso la ha hecho y la esperanza que me da porque he pensado mucho en la posibilidad de hacer lo mismo por ti. ¿Te gustaría?
Serías libre de hacer tu vida como quisieras. Podrías ir a la universidad, me encargaré de eso.
La pelirroja volvió a sollozar, sintiendo de nuevo lágrimas salir de sus ojos.
Sé con certeza que el mundo muchas veces puede ser obscuro y hostil, pero siempre me tendrás a tu lado para ayudarte a encontrar el arcoíris entre las nubes grises. Te lo prometo.
Dejó de leer, abrazó el papel nuevamente y continuó sollozando, sintiéndose como una prisionera en aquel lugar... Deseaba poder irse con su hermano, deseaba tener una vida mejor de la que sus padres planearían para ella...
Solo deseaba ser libre...
Residencia Westergaard en Noruega.
Seis meses después (21 años antes de DRAGONES).
Nicole se encontraba en su nueva habitación, siendo arreglada por su madre para aquella ceremonia que ella no quería, nunca la habría querido.
A pesar de haber tenido cuidado, su padre había encontrado las nuevas cartas que Estoico le había mandado, enterándose así de los planes que tenía el mayor de tomar la custodia de la omega.
Después de aquello, se dio a la tarea de encontrar un marido para su hija, garantizando de esa manera que la custodia no pudiera caer en manos de su "hijo muerto" de ninguna manera posible.
—Deberías sonreír. —le dijo su madre con calma mientras terminaba de acomodar una pequeña diadema en su cabello
—¿Por qué? —preguntó en un murmullo
—Elías es un buen hombre. Te dará una buena vida. —le explicó
—Me usará como una incubadora. —le corrigió en bajo —Ni siquiera seré su esposa legalmente.
—Deja de quejarte. —le regañó —Es un alfa de una buena familia. Te dará lo que necesites.
La menor no dijo nada más. Sabía que no tenía sentido insistir o quejarse.
Elías Westergaard era un alfa de 34 años, quien estaba casado con Gema, una chica de 25 años que le había dado dos hijos gemelos (Asmund y Byron). Después de ella, comenzó una relación con Angeline, quien tenía ya tres hijos con él (Colin, Daniel y Enzo). Jossie era la tercera esposa, tenía 20 años, un hijo llamado Frederick (de un año) y estaba esperando el segundo hijo, que llevaría el nombre de George.
Nicole sería la cuarta mujer para él. Con solo 17 años, sería entregada legalmente a ese hombre para ser madre de sus futuros hijos.
Ella sabía que aquel hombre era con quien iban a casar a Isabella. Sabía a la perfección que su padre lo había buscado específicamente a él para tratar de hacerle más daño a los Dawson (con quienes había desarrollado una enemistad después de que el compromiso de sus hijos se había roto) y al mismo Estoico.
Suspiró, viendo su reflejo en el espejo frente a ella, odiando por completo lo que veía en él.
La ceremonia se llevó a cabo, ella simplemente fingió una sonrisa y se aseguró de conocer un poco a Jossie, quien fue realmente amable con ella durante toda la reunión. Las dos esposas restantes habían estado más ocupadas con los pequeños, sin embargo también habían sido amables con ella.
Al menos, en aquella prisión, no estaría sola...
Empresa Bjorman, en Berk.
Nicole suspiró, sintiéndose realmente ansiosa por toda aquella situación.
Su hija, su preciosa Anna, había desaparecido. Su hijo había viajado a Berk para tratar de encontrarla.
Ella estaba cansada de solo estar sentada, sonriendo y fingiendo una comodidad que no sentía.
Había pensado en más de una ocasión en escapar, pero no podía dejar a sus hijos solos. Por lo cual había soportado hasta ese momento bajo las órdenes de su esposo. Quien no era el más considerado con ella o las otras esposas.
Gema le había ayudado en momentos en que sentía que la vida ya no tenía sentido y junto a Angeline se había dedicado a encontrar información para ayudarle a encontrar a su hermano.
Jossie, entre otras cosas, le había ayudado con dinero y a conseguir un boleto de avión para dejar Noruega y volver a su ciudad natal con el objetivo de buscar a su hija y.. de ser posible.. a su hermano.
Justo en ese momento, se encontraba esperando en la recepción de una gran empresa donde le habían dicho que podría encontrar a Estoico.
Suspiró nerviosa y observó a su alrededor con curiosidad mientras esperaba.
—¿Nicole? —la voz de su hermano la hizo girar la mirada a su lado enseguida —Por todos los dioses.. —murmuró
—Hola.. sé que ha pasado mucho tiempo, pero.. —no pudo continuar, sintiendo al pelirrojo abrazarla con cariño
—Aún te quiero como el primer día. —le aseguró, ella le devolvió el abrazo y sonrió con tristeza —Te extrañé tanto. —murmuró, separándose un poco para verla con atención —¿Estás bien? ¿Qué ha sido de ti? —acunó el rostro de la menor con cariño, sonriendo con tristeza
—Mi hija desapareció.. —admitió en bajo, comenzando a llorar
—Dioses.. ¿Puedo ayudarte con algo? —preguntó angustiado, volviendo a abrazarla para tratar de consolarla
—Ayúdame a encontrarla.. por favor.. —le pidió entre sollozos suaves
—Haré lo que esté en mis manos. —murmuró él, dejando un beso sobre su frente y apretando un poco el abrazo
Durante algunos minutos, le contó algunos detalles relevantes de su vida, tratando de concentrarse en cosas no tan negativas, como los múltiples intentos de suicidio o la depresión que la había acompañado desde que la obligaron a "casarse".
Le contó de sus hijos, sus amigas (las tres esposas), los otros hijos de Elías...
Él, por su parte, la escuchó. Sintiendo enojo y tristeza por no haber podido ayudar a su pequeña hermana cuando más lo había necesitado. Pero ahora lo haría... lucharía por recuperar a la dulce y alegre Nicole que había sido en el pasado.
Familia Westergaard en la actualidad (al menos hasta el capítulo 15 de "LEGADO")
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