Cuidando A Kurama

Unos días después de aclarar todo con su suegro, a Naruto se le informó que tenía que hacer un viaje de negocios pero no podía llevar ni a Sasuke ni a Kurama.

_ Onegai, Sasuke - dijo el rubio con mirada suplicante.

_ No, dobe, y es mi última palabra - afirmó el azabache.

_ Pero teme~ - hizo un puchero - no confió en nadie más para dejarle a Kurama, además ya sabes cómo se pone con la gente que no conoce.

_ ¡Conmigo se pone peor! - espetó el Uchiha exaltado y le dio la espalda.

_ Si lo haces - Sasuke sintió como Naruto lo abrazaba por atrás - Podremos hacer cosas muy divertidas cuando vuelva - susurró el Uzumaki en el oído de Sasuke.

_ ... - tragó saliva - Hmph, bien - respondió orgulloso, pensando en todo lo que podría hacerle a Naruto en su cama.

_ Muy bien, teme - respondió el rubio muy sonriente sin darse cuenta de la sonrisa pervertida que tenia su doncel.

Entonces, Naruto se fue tranquilo a su viaje de negocios y cuando se fue, Sasuke fulminó a Kurama con la mirada.

_ Tsk, maldito kitsune - murmuró Sasuke y se dispuso a darle de comer, no vaya a ser que después lo estuviera molestando.

Cuando volvió, no vio a Kurama donde no lo había dejado, empezó a buscarlo y lo encontró rompiendo sus malditos zapatos favoritos.

_ MALDITO KITSUNE - y gritó como nunca lo había hecho.

Y mientras, Kurama simplemente lo veía y entonces hizo algo que nunca pensó que haría.

Fue hacia Sasuke y se acurrucó en sus pies.

_ ¿Pero qué...? - y se calló cuando vio una mirada de arrepentimiento en el kitsune.

Sasuke, confundido, decidió darle de comer y se acostó en su cama para dormir.

Después de unas horas, lo despertó una lamida en la mano por parte de Kurama y entonces sintió como este último se acurrucaba en su vientre, protegiendo al bebé de Sasuke y Naruto.

Sasuke sonrió inevitablemente y volvió a dormirse, esta vez con la compañía del kitsune de su novio.

Al día siguiente, nunca se esperó lo que venía.

El kitsune, su rival de toda la vida, estuvo de lo más tranquilo y cariñoso.

Era muy raro... ¡Joder, que la bestia no lo trataba así ni a patadas!

Esto era muy sospechoso.

Seguramente todo era un complot, un fraude, un motín, una conspiración...

Bueno, no hay que ser inmaduros, además, disfrutaba mucho de ese trato, ya que prefería no enojarse al punto en el que quiera arrancarse el cabello hasta quedar calvo.

Y así estuvieron hasta que Naruto llegó.

Inmediatamente Kurama fue a recibirlo.

_ Hola, mi kitsune, dime, ¿cuidaste a Sasuke como te pedí? - el kitsune le dio una lamida en la mano - Muy bien, estoy orgulloso de ti-ttebayo - y Naruto se acercó para besar a Sasuke - Hola amor.

_ Hola, dobe, te extrañe - respondió abrazándolo - Dobe - lo mira con un puchero.

_ ¿Qué ocurre, Sasuke-teme? - le pregunta algo preocupado por su novio.

_ Aumente dos kilos - entierra su cara en el cuello del ojiazul.

Rayos. Ahora si venia lo bueno del embarazo.

(๑-﹏-๑)(๑-﹏-๑)(๑-﹏-๑)

Gomen nasai. Sé que me tarde, pero ya está aquí (oﾟ▽ﾟ)

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