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Epílogo



Cuando Jungkook se despierta, lo primero que ve es la cama vacía a su lado antes de girarse un poco para observar la habitación; la luz del sol se ve anaranjada debido a las cortinas, las cuales se mueven ligeramente por el viento, y el ruido de la ciudad despierta se escucha de fondo. Se sienta todavía cubierto por las sábanas y estira sus brazos escuchando su cuerpo crujir levemente, pasando una mano por su rostro y cabello, logrando despeinarlo. Se queda ahí, sentado en medio de la gran cama con los ojos cerrados y después de unos segundos de debate mental decide acostarse de nuevo para descansar un poquito más. No sabe qué hora es o qué día es, pero él no tiene ganas de hacer nada esa mañana.

Eso, hasta que escucha el chirrido de la puerta siendo abierta y un par de pasos acercándose cuidadosamente, quizás para no despertarlo. Sonríe escondido en las almohadas, escuchando el susurro de las ropas y sábanas al moverse, y sintiendo el peso extra subir a la cama. Entonces tiene a un cuerpo sobre el suyo, con un par de labios dejando húmedos y pequeños besos sobre sus hombros descubiertos. Ríe por las cosquillas que los besos le causan, para después sentir el peso de la cabeza ajena dejarse descansar sobre su espalda desnuda. Ambos se quedan en silencio unos instantes, donde el ruido del ventilador es el único sonido de fondo junto a los ladridos lejanos y los coches pasando.

— Hyung ~ — llama en un murmuro, sacudiéndose un poco para intentar quitárselo de encima, pero el aludido no hace más que acomodarse mejor aún sobre él, poniendo todo su peso sólo por molestar — hyung, me aplastas ~

Su novio por fin le obedece, alzándose un poco sólo para sostenerse de sus brazos y dejarle el suficiente espacio para que lograra girar, teniéndole frente a frente. YoonGi le sonríe dulcemente, sus oscuros ojos felinos brillando en ilusión, demostrándole mudamente todo el cariño que le tiene. Y Jungkook le imita, aún con sus ojitos somnolientos, le sonríe ampliamente, dejando descubierto aquella sonrisa de conejo que no cambia a pesar del tiempo. Sus mejillas están un poco hinchadas debido al haberse apenas despertado, con sus cabellos oscuros cubriendo su frente de manera despeinada, mirando hacia diferentes direcciones. Se ve tan tierno de esa manera que YoonGi no puede evitar mimarlo, comenzando a repetir rápidos besos por todo su rostro, sacándole una risita risueña. Entonces se acuesta a su lado, con Jungkook refugiándose en sus brazos y escondiendo el rostro en su pecho, logrando sentir un poco de aquel aroma varonil que emana.

— ¿Qué hora es? — cuestiona bostezando profundamente, tallándose un ojo con su puño y alejándose un poco sólo para verle responder.

Una huesuda mano se alza con tres dedos, para luego levantar cuatro juntos cerniéndose sobre su pulgar, para finalizar con empuñar la mano dejando índice y pulgar tocándose, separándose y luego volviendo a tocarse. Jungkook se sorprende, abriendo los ojos desmesuradamente al tiempo en que se levantaba velozmente, ¡son las 9:20 de la mañana y él seguía durmiendo! Ignora la sonrisa burlona del chico que nunca habla, su novio, mirándole sacudirse el cabello y se apresura a entrar al baño ignorando estar completamente desnudo. No tiene tiempo para avergonzarse sobre ello, ¡va tarde a su trabajo!

— ¡Hyung, debiste despertarme hace horas! — le reclama, escuchando sus pasos acercándose al tiempo en que enciende la regadera y gruñe al sentir la lluvia artificial caer estrepitosa contra su cálida piel — ¡Mierda, mierda, mierda! ¡Está fría, joder!

YoonGi se ríe mudamente, totalmente divertido por el desastre que se ha vuelto el chico en tan sólo unos pocos minutos. Jungkook se asoma por la puerta corrediza mirándole con el ceño fruncido y un puchero inconsciente, su cabello completamente mojado goteando por su rostro y el agua resbalándose por su cuerpo. Sus mejillas encendidas también y todavía un poco hinchadas.

— ¿Por qué nunca me despiertas a tiempo?

Ya te lo he dicho, eres adorable durmiendo — le responde, ganándose otro bufido —. Además, muy pocas veces te quedas a dormir, debo aprovechar ¿no?

Jungkook decide ignorarle cerrando la puerta corrediza que divide el baño para seguir duchándose, también obviando lo caliente que se siente su rostro, porque esas últimas palabras sonaron completamente sugerentes. Y no son mentiras; son escasos los días en que se queda a dormir, pero esa última semana se ha quedado con él debido a que su departamento es invadido por el novio de su mejor amigo más seguido por las noches y él no quiere ser testigo de sus escándalos, por lo que ha estado refugiándose con YoonGi. Aunque dormir no es algo que hacen mucho en realidad. Y tampoco es que quedarse con él fuera un problema, pero lo es si YoonGi decidía molestarle un poco por las mañanas para hacerle llegar tarde a su trabajo. No es la primera vez que llega impuntual a la clínica veterinaria donde es asistente, y comienza a cuestionarse cómo es que no ha sido reportado a su universidad.

Al terminar, YoonGi ya no está, y aprovecha para salir con una toalla rodeando su cintura y vestirse con la ropa que ha dejado las veces en que se ha quedado. Sonríe al encontrarlas dobladas junto a las de su hyung, alzándolas para llevarlas a su nariz y aspirar el aroma del detergente que usa. Su ropa huele a YoonGi. No puede evitar la enorme sonrisa que se dibuja en su rostro y tampoco sentir sus mejillas enrojecer con un cosquilleo. Está feliz, completamente feliz. Y la felicidad parece aumentar cuando el delicioso aroma de la comida recién hecha llega a sus fosas nasales junto al ruido del movimiento de la cocina.

Cuando se asoma, ya vestido, YoonGi se encuentra estirando un brazo para sacar un par de platos de la alacena y girándose para dejarlos sobre la mesa, mirándole casi de inmediato. Dugun, dugun, murmura su corazón al ver la dulce sonrisa que le entrega junto a los brillantes ojos oscuros que le admiran. Con una mano le pide silenciosamente que se acerque y cuando Jungkook lo hace alegremente no pierde tiempo para acunar sus mejillas con sus manos y dejar un tierno beso en los esponjosos labios. Jungkook le sonríe ampliamente, sus ojitos escondiéndose tras el levantamiento de sus pómulos y esa adorable sonrisa de paletas frontales. YoonGi no puede resistirse, no puede cuando su novio le sonríe de esa manera tan pura, por lo que no lo piensa dos veces cuando ya se encuentra consintiendo su rostro con besitos rápidos y caricias con sus pulgares obteniendo a cambio un par de risitas risueñas. 

Jungkook tiene esa suerte de que YoonGi sea cariñoso; y no ese tipo de cariñoso que llega a empalagar y hastiar, ese tipo de cariñoso que logra enamorarlo cada vez un poquito más y hacerle sentir realmente querido. En las mañanas (pero esa especialmente), YoonGi pareciera estar en su punto más dulce, que es cuando le llena de besitos por todo el rostro y le desea un buen día en su trabajo antes de irse.

— Hyung... — Jungkook se ríe de nuevo cuando su novio comienza a atacarlo con esos besos fugaces para detenerse unos segundos en sus labios, acariciándolos con delicadeza — hyung, ya voy muy tarde — murmura, pero no se aleja. Contradictoriamente, se inclina un poco para volver a reclamar esos bonitos labios, sintiéndole dejar sus grandes manos descansando en su cintura.

Por un momento olvidan el desayuno y el trabajo, para concentrarse en saborear algo mejor. Incluso Jungkook toma fuerza para impulsarse en un pequeño brinco y así subirse a la mesa, cuidando de no chocar con los platos y vasos, dejándole espacio para que se acomodara entre sus piernas. Rodea sus hombros cuando lo hace pegándole un poquito más a su cuerpo, con una mano en sus cabellos y sus fuertes piernas abrazando su torso. Pegan sus frentes, con YoonGi disfrutando de acariciar sus muslos cubiertos por la tela de sus jeans, y Jungkook de jugar con su cabello despeinándole en el proceso. Cuando está por volver a besarle, YoonGi se aleja sonriéndole burlón al ver su puchero desconforme, y vuelve a hacerlo cuando lo intenta de nuevo.

— Hyung ~ déjame besarte — berrinchea un poco, frunciendo el ceño cuando nuevamente se aleja juguetón riéndose mudamente de su momentáneo sufrimiento — ¡Min unti!

Y el aludido se ríe de verdad, una fuerte risa resonando con fuerza haciendo eco por la cocina, llenando gloriosamente los oídos de Jungkook. El pelinegro le mira sorprendido, con los ojos abiertos desmesurados y los labios formando una perfecta circunferencia. ¡No puede ser, su risa! ¡YoonGi ha reído de verdad! ¿Cuándo fue la última vez en que escuchó su risa? Debe ser hace tres años atrás, mucho antes de que perdiera la voz ¡ni siquiera recordaba lo hermosamente tierna que es! Ahora que se da cuenta, ha pasado tanto tiempo que él ya ni siquiera recuerda el tono de su voz. ¿Qué tan gruesa era? ¿Qué tan grave o rasposa era? Y eso le pone inevitablemente sensible. Por lo que es imposible alejar esa delgada capa de lágrimas que comienza a empañar su visión, pestañeando varias veces para intentar aclararse y cubriendo su boca con ambas manos en un intento de no soltar algún sollozo. YoonGi no tarda mucho en notarlo, y mirándole preocupado acuna su rostro para limpiar las mejillas que empiezan a humedecerse.

No llores, no ¿qué pasa, nene? ¿Por qué lloras? No, Jungkookie ~

Pero ya es muy tarde, Jungkook ha dejado que la pequeña lluvia llegue a sus ojos y se oculta en su pecho, apretando entre sus dedos la tela de su camiseta. YoonGi chifla con sus dientes, acariciando su espalda y cabello tratando de tranquilizarle, ignorando que su ropa estuviera mojándose. Jungkook sigue ahí, refugiado en sus brazos controlando sus ahogados sollozos y rogando silenciosamente que las lágrimas dejaran de brotar de sus ojos; lo hace por un par de minutos donde el trabajo ya no importa y el desayuno incluso ya se ha enfriado al quedarse en el olvido. Y cuando se aleja cubre su rostro con ambas manos, limpiándose los ojos y mejillas, también despeinando sus propios cabellos. Toma grandes bocanadas de aire y aclara su garganta cientos de veces para ahuyentar esa insoportable bolita de cristal que se ha formado. YoonGi le sigue abrazando, mirándole genuinamente preocupado y confundido, esperando pacientemente que decidiera explicarle su repentino llanto.

— Y-yo... lo s-siento hyung — su suave voz suena quebrada, haciendo estragos en su corazón. YoonGi niega, limpiando el resto de las lágrimas secándose y besando ambas mejillas con dulzura.

Dime, ¿qué pasó? Hace un momento... ¿qué está mal, Jungkookie?

— E-es que... — vuelve a aclarar su garganta con la esperanza de hablar con normalidad, tomándose un momento para buscar las palabras adecuadas — yo... ha pasado tanto tiempo... t-tanto tiempo desde que... escuché tu risa que... yo — niega, cubriéndose el rostro de nuevo para tomarse otro par de segundos, con sus ojitos volviéndose a humedecer —... n-no recordaba cómo era — termina en un hilo de voz.

Kookie... — YoonGi le sonríe enternecido, volviendo a usar sus pulgares para acariciar sus mofletes y besar sus labios, ignorando el salado toque de las lágrimas. Siente los dedos de su novio sujetar la tela que cubre su pecho con fuerza, y escucha el bajo sollozo al separarse — está bien, incluso yo he olvidado cómo es mi voz.

— Pero hyung... yo no quiero olvidarla.

Es inevitable, Kook. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que me escuchaste hablar, que es inevitable que olvides cómo sonaba.

— Pero... no, yo no quiero — su puchero triste se identifica y con un par de dedos limpia su ojo izquierdo —. Quiero recordarla siempre... pero ya no puedo hacerlo.

Y está bien, amor — le sonríe, tocando con su pulgar el puchero que sigue dibujado en su labio inferior, comenzando a jugar con las comisuras de su boca para hacerle sonreír —. Está bien, ¿sí? No te sientas triste por eso, no hoy. ¿Sabes qué día es hoy?

— Diez de Octubre.

Y los diez de octubre son especiales, ¿recuerdas?

Jungkook asiente, sonriendo esa vez de verdad, abrazándole para lograr dejar descansar su mentón en su hombro izquierdo y rodearle nuevamente con sus piernas. YoonGi abraza su cintura, acariciando casi distraídamente su espalda al tiempo en que deja un pequeño beso en su cuello. Delineando con un dedo el lunar que se encuentra decorando su nuca.

Sí, YoonGi tiene razón, ese día es especial, muy especial, él no debe llorar de tristeza, ¡debería llorar de alegria porque...!

— Feliz tercer año juntos, hyung.

Tres años juntos, woah ¿cómo es que ha pasado el tiempo tan rápido? De verdad, casi pareciera que ayer él le estaba pidiendo ser oficialmente algo.

Hace tres años, Jungkook le pidió con señas de la manera más tierna y radical ser su novio.

Hace tres años, él también perdió su voz.

Sonríe. Ahora por ese pequeño momento en la cocina, élsabe que su regalo sorpresa —no tan sorpresa ya; pero Jungkook parece haberpasado ese detalle por alto— definitivamente le encantará. Ahora estáemocionado y no puede esperar que sea la hora adecuada para finalmentemostrárselo.

—¿Ya, hyung? — Jungkook pregunta por vigésima vez totalmente impaciente y emocionado, sin poder contener la enorme sonrisa en su rostro y los pequeños saltos alegres. Tiene fuertemente cerrados los ojos, con las grandes manos de su novio cubriéndoles para evitar que espiara y arruinara parte de la pequeña sorpresa.

YoonGi hace un sonidito bajo con su garganta avisándole que aún no llegan, para después escucharse el chirrido de una puerta oxidada abriéndose. En momentos como esos quisiera poder decirle que tuviera cuidado al caminar, pero al no poder hacerlo decide quitar las manos de su rostro para rápidamente rodear su cintura y ayudarle un poco para esquivar el escalón frente a ellos. Jungkook está por abrir los ojos, pero nuevamente las manos ajenas se lo impiden, y YoonGi sonríe divertido al escuchar su queja inconforme por ello. Le hace caminar otro poco, hasta finalmente detenerse en su destino y quitar sus manos, girándole para que sus ojos recién abiertos le observen a él y pueda leer lo que tiene que decirle antes de ver su sorpresa.

Antes que nada, quiero decir que... esto no es lo mejor del mundo, pero lo hice especialmente para este día. Y esto no es la sorpresa completa, ¿de acuerdo? ¿Estás listo? — cuando Jungkook asiente entusiasmado él sonríe nervioso — Bien... voltéate.

Jungkook le obedece y en cuanto lo hace, no puede evitar soltar un gemido sorprendido. Están en la terraza de su edificio, el gigantesco lienzo oscuro decorado con miles de puntitos blancos iluminándoles junto a esa enorme esfera gigante sobre ellos; hay un mantel tendido en el suelo, con platos y vasos en el centro, una pequeña canasta probablemente llena de comida. También hay curiosos focos redondos decorando las orillas del lugar, pintando ligeramente con tonos blancos y amarillos, y el pequeño jardín que los vecinos han creado y cuidado durante un largo tiempo viéndose realmente precioso a un lado. Una cena (bastante) improvisada, bajo la noche estrellada.

Sé... que quizás no es lo que espe-

— Es mejor de lo que esperaba — interrumpe poniendo una mano sobre las suyas, entrelazándolas después —. Me encanta, YoonGi.

El aludido le sonríe tímidamente, completamente feliz por ver esos ojos de bambi brillar ilusionados igual que las estrellas sobre ellos. Invitándole a acercarse, se sienta sobre el mantel en el suelo mirándole acomodarse a un lado, ambos levantando la cabeza hacia el cielo. Es una noche preciosa, sin nubes que oculten las estrellas que se dejan ver aún con las luces de la ciudad despierta, con una fresca y delicada brisa paseando por sus cuerpos. El ruido de la civilización es tranquilo, con el sonido de los autos y ladridos escuchándose muy lejanos, dejando una agradable sensación de paz.

Entonces Jungkook recuerda algo y le mira completamente curioso e intrigado. — Dijiste que no era la sorpresa completa, ¿cuál es el resto?

YoonGi sonríe un poco más, acomodándose para mirarle de frente. Entonces levanta una mano, con su meñique, pulgar e índice levantados, moviéndola sutilmente hacia delante. «Te amo» expresan sus señas y sus labios que se mueven mudamente.

— Yo también, te amo — le responde en un murmuro.

YoonGi muerde su labio inferior, tragando saliva nerviosamente. Lleva una mano empuñada a su boca, cubriéndola un momento con el ceño fruncido y los ojos fuertemente cerrados. Por un momento Jungkook se preocupa, pensando que se trata de otro dolor repentino, pero sacude esa idea de su cabeza cuando le ve sujetando sus manos mirándolas como si fueran lo más hermoso que sus ojos hayan visto antes y luego:

— Te amo — se escucha. Ya no es baja, ya no es pausada ni difícil de entender; ya no es afónica ni ahogada. Su voz suena clara y fuerte, su tono grave y rasposo oyéndose completamente natural.

Y Jungkook siente sus ojos comenzar a humedecerse, su visión volviéndose borrosa y distorsionada; siente ese cosquilleo conocido en su nariz y su labio amenazar con temblar. Su corazón comienza a golpetear violentamente contra su pecho resonando con fuerza en sus oídos. Lleva una mano a su boca, cubriéndola con ella para ahogar un bajo sollozo, porque:

— Y-yo sé... que me amas — aclara su garganta, tratando de ahuyentar esa molesta bolita de cristal, escuchando su propia voz comenzar a romperse —... p-pero una cosa es saberlo... y otra es e-escucharlo por... por primera vez — «después de tanto tiempo» quiere agregar, pero su voz le traiciona y acaba sollozando con fuerza.

Como un bebé, deja la pequeña cascada salir de sus ojos y se lanza contra él para atraparle en un apretado abrazo. Tira a YoonGi y se acomoda sobre él, escondiéndose en su pecho y apretando con fuerza la tela de sus ropas entre sus dedos, escuchándole chiflar con sus dientes y sintiéndole acariciar su espalda para tranquilizarle. Pero él no puede calmarse, simple y sencillamente no puede calmarse. Ha esperado y soñado tanto tiempo, tanto, tanto tiempo con ese momento, deseando escuchar un "te amo" de su boca por primera vez, que incluso por un momento lo vio lejano e imposible. Su cuerpo tiembla por los nervios y el genuino regocijo, su inmensa alegra contagiándole también a él. YoonGi incluso parpadea un sinfín de veces con tal de ahuyentar las lágrimas.

— ¿C-cuándo...?

— Hace poco de una semana — responde en un murmuro, escuchando otro sollozo ahogado de su parte.

— ¡Y tú ¿es que no pensabas decírmelo?! — entonces lo golpea sin ganas, reclamándole con voz alta aún escondido en su pecho — Recuperas la voz y decides ocultármelo ¡hyung malo! ¡¿por qué eres tan cruel conmigo?! ¡Lo sabías y no me dijiste antes! ¡Me caes mal! ¡Ya no te quiero! ¡Renuncio! Creí que lo nuestro era especial, ¡pero he vivido a base de mentiras! ¡Sucias mentiras!

YoonGi ríe, ignorando los pequeños golpes y pellizcos quejumbrosos y el regaño que recibe, sólo limitándose a abrazarle y apretujarle contra su cuerpo, besando también su coronilla antes de apartarlo un poco para lograr mimar su frente con la intención de bajar a sus mejillas, pero Jungkook sigue con su pequeño berrinche dramático retorciéndose en sus brazos para intentar liberarse sin estar cerca de conseguirlo.

— ¡Suéltame, sucio mentiroso, embustero, perverso, infeliz, hyung escuálido y feo!

YoonGi se carcajea alto, tomando fuerza para hacerlos girar y así lograr quedar sobre él, sosteniéndole las manos que siguen intentando golpearle sin muchas ganas. Jungkook tiene una adorable expresión de enojo fingido; con su entrecejo arrugado junto a su nariz, sus labios apretándose y puchereando, sus mejillas encendidas y levemente húmedas por el reciente llanto.

— Amor, tranquilo — quiere imponer seriedad, pero no puede porque termina riéndose con cada forcejeo que Jungkook sigue haciendo para que le suelte —. Bebé, calma, amor ~

— ¡No! ¡Ya renuncié! ¡Ya no quiero nada contigo!

— ¿Nada?

— ¡No! ¡Ya no te quiero! Yo no quiero a sucios traidores mentirosos.

Una carcajada escapándose nuevamente. — Vamos nene, lo siento ¿me perdonas?

— ¡No!

Jungkook aplana los labios para evitar sonreír por el besito tierno que su traidor novio le deja en una mejilla, sonriéndole después de esa manera encantadora que le hace quedarse embobado. Deja de forcejear y retorcerse, soló para cruzarse de brazos y arrugar la nariz infantilmente.

— ¿Ya no me quieres?

— No.

— Ouh~ yo sí te quiero, quiéreme ~ — se sorprende un poco al escuchar su tono empalagoso, como si estuviera hablándole a un bebé al tiempo en que inclina para apretar sus mejillas entre sus manos y comenzar a consentir su rostro entero con besitos dulces, lográndole sacar una sonrisita — ¡Pero mira qué bonito te ves sonriendo! ¿Verdad que eres adorable? Aigo~ ¡sí eres adorable!

— ¡Yah, hyung, no soy un bebé!

— Pero eres mi bebé — Jungkook refunfuña, pero no hace nada para contradecirlo, y YoonGi aprovecha para volver a mimarlo ganándose una risita risueña.

Jungkook levanta los labios pidiendo silenciosamente ser besado, obteniéndolo casi de inmediato. Sonríe sobre su boca, abrazando sus hombros y separando un poco las piernas para dejarle espacio de acomodarse entre ellas. Los bonitos labios de su novio acarician los suyos suave y lento, ladeando la cabeza para profundizar, sintiendo luego su húmeda lengua hacer aparición junto a las grandes manos comenzar a acariciar sus piernas.

— Hyung... — murmura en un suspiro, separándose para mirar sus brillantes ojos felinos — ¿podrías repetirlo?

— ¿El qué?

— Di que me amas.

Le sonríe, acercándose para besarle castamente y desviarse a su oído murmurando así, ronco y bajo. — Te amo, Jeon Jungkook.

El aludido no contiene el chillido emocionado, lanzándose para atrapar su boca entre la suya de nuevo. Totalmente feliz de poder tener el privilegio de escuchar su voz.

























nota de la autora original:

bien... sólo... bien... a lo mejor es que hoy estoy muy sensible que hasta ganas de llorar me dieron (?) dicen por ahí que la parte más difícil es el final...

y tengo un par de cosas que decir:

1) primero que nada, lamento si se me fue algún error, pero corregir desde móvil es difícil y tedioso... y me dio harta ueba;;

2) admito que con este fic tuve muchas decaídas hasta el punto de querer anularlo, pero no podía hacerle eso a las personas que sí les gustaba en serio y estuvieron ahí para animarme con sus comentarios, así que me di la meta de terminarlo y no ser mamona. Lamento que no fuera el final tan "wOAAAAH ME DIO MIL VIDAS EXTRAS" pero era lo que tenía ahora y con esto me conformo gg

3) ¿en serio llegaste a pensar que mataría a Yoon? 😂😂😂 no soy tan qlera ¡ni siquiera había pensado en matar a alguien! Soy más de lo cursi y finales felices tira brishitos gays, idk. La vida ya es lo suficientemente mamona como para yo hacer un final todo trágico con un JiMim traumado por la muerte de su amado YoonGi medio mudo (?) (por cierto, lamemto también si hubieron cosas sin sentido referente a la DTM; aunque investigué un montón sobre ella sé que habré tenido uno que otro error)

4) también confieso que pensé en agregar xno, pero la verdad me dio harta ueba narrarlo (además de que gaypad anda medio especial últimamente) y pensé que eso no iría bien con la fic (?) peeeeero, que no haya narrado no significa que no tuvieron 👀

5) me di la tarea de aprender lo básico de la LSM y el abecedeario en la versión coreana (por los nombres de los chicos) para narrar las señas porque pensé que no estaría mal explicarlas un poquito (además de que siempre quise aprender); aparte de que se me hizo algo re lindo que Chim se confesara (las dos veces) de esta manera sólo por Yoon slflalflsjdkdj

también tengo una pregunta, ¿quién crees que sea el bttm aquí? Lo pregunto, aunque no sea necesario aclarar, porque me dio curiosidad saber porqué un par de personas creyeron que esto era JimSu, cuando no tenía un bttm definido 👀

-suspiro profundo- la verdad, fuera de joda, no creí que esto llegara a tener lo que tiene ahora en tan poco tiempo ¡incluso llegó al ranking! Este es mi segundo fic que oficialmente entra al ranking, y eso es muy wtf woah. Así que nada, gracias por eso y por quedarte hasta al final♡

Ahora oficialmente me despido de esta fic... bai bai 👋




Nota de la autora que adapto el fic:

TERMINEEEEEEE JUEPUTA, YA SUELTENME ADAPTACIONES QUE ME HACEN LLORAR

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