Viaje a Dinamarca parte II
Llegamos al hotel Goldrinsh pedimos la llave de nuestra habitación, y subimos al ascensor con el botones detrás de nosotros. Una vez dentro de la habitación el chico deja las maletas en la entrada del lugar, observó todo facinada, la amplia cama en el centro y en cada lado una mesita de noche con lámpara, al lado izquierdo se encuentra una puerta que debe ser el baño y en frente de la cama se encuentra otra que debe ser el closet y aún lado un espejo a cuerpo completo. Hay una ventana gigante que da vista a todo la ciudad, me acerco a ella sonriendo al ver las casas coloridas y todo tan alumbrado, la hace ver con tanta calma con una paz que en estos momentos yo quisiera sentir en mi interior.
Coloco una mano sobre el vidrio dejando escapar un suspiro, definitivamente si necesitara un lugar donde escapar, mi primera opción sería venir aquí. Me giro hacia Taylor que no me había fijado que se quitó la chaqueta y desabrochado los tres primeros botenos de su camisa y recogido las mangas hasta el nivel de sus codos.
— ¿Qué tal si damos un paseo? — pregunto emocionada.
— estoy cansado, mejor mañana — dice dándose media vuelta y adentrándose a la puerta que está aún lado de la cama.
Que confirmo es el baño al no verlo salir de nuevo, trago mi decepción tampoco es como si fuera tan malo el haberse casado conmigo, en todo caso él fue quien lo propuso no yo.
Camino hasta mi maleta y la tomo para colocarla sobre la cama, la abro comenzando a sacar mi pijama y dejarla a un lado de está, miro la hora en mi celular y casi está por amanecer acá.
1:30Am
Lo coloco en la mesita más cercana y comienzo a quitarme el vestido, ya que Taylor ocupa el baño no creo que salga en un buen rato por lo que aprovechare cambiarme rápidamente. Quito el botón en la parte de atrás de mi cuello y comienzo a bajar el cierre en mi espalda, pero se traba haciéndome gemir de frustración y comenzar a jalarlo tratando de bajarlo pero nada, lo único que logro es cansar mi brazo. Me doy por vencida cuando vuelvo a intentar pero no lo consigo.
Siento unas manos colocarse a cada lado de mis brazos y darme media vuelta quedando de frente a la pared, siento el aliento de Taylor acariciar mi cuello.
— Espera, yo te ayudo — dice con su voz ronca — Se ha quedado trabado con un pedazo de tela.
Lo siento subir un poco el cierre y quitar la tela que tenía atascada para comenzar a bajarlo lentamente, ocasionando que en el proceso sienta las yemas de sus dedos acariciar mi espalda, dejo de respirar por esa acción que me ha acelerado el corazón a niveles catastróficos.
— Gracias — Susurró — Al sentir el vestido flojo — ya me dolía el brazo — Trato de bromear para que el sonrojo en mis mejillas no sea tan fuerte.
Sostengo mi vestido con una mano en la parte de adelante a la altura de mis senos, solo asiente mirando mi mano en ese lugar puesta. Me remueva incómoda y tomo mi pijama para comenzar a caminar al baño sin darle ni una mirada más.
Al llegar al baño cierro la puerta detrás de mi para luego recostarme sobre ella y sonreír como una tonta enamorada al sentir todavía la caricias de sus dedos en mi espalda. Sacudo mi cabeza borrando mi sonrisa, tengo que grabarme en la cabeza que eso para él no significa nada, solo somos mejores amigo y listo. Él solo quiere a Jade en su vida.
Termino de quitar mi vestido dejándolo caer al piso, y me observo en el espejo, no es que sea fea mis pechos no son muy grandes pero si lo suficientemente un tamaño promedio, son redondos y mis auriolas son rosadas dejando entre ver un lunar en mi seno izquierdo. Mi cintura es un poco estrecha haciendo marcar más mis caderas anchas, me coloco de lado observando mi trasero no es que sea voluminoso ni mucho menos pero si son firmes y muy redondos y eso se debe a qué cada vez que tengo tiempo hago ejercicios y no solo porque me guste mantenerme en forma, si no que mi carrera me lo exige.
Me adentro a la ducha abriendo la llave, siento el agua caer sobre mi cara y algo más pegajoso, el maquillaje que me había colocado a empezado a caerse, paso mi mano por uno de mis párpados confirmandolo las yemas de mis dedos se manchan de negro y color rosa claro por el rimel y la sobras que me coloqué.
Tomo el jabón que está en una de las repisas sin abrir y lo uso comenzando a lavar mi cara y cuerpo en el proceso, una vez lista salgo enrollando una toalla en mi cuerpo, limpio un poco el vapor que se ha adherido al espejo y miro mi rostro libre de maquillaje dejándome ver a una chica pálida con labios voluminosos y unos ojos grandes de color chocolate.
En el mundo del modelaje siempre tienes que verte perfecta no solo por tu trabajo si no por los paparazzi, los reporteros que nunca pierden la oportunidad de tomarte una foto y buscar como destruirte ( no es en todos los casos) pero es una regla que siempre a mantenido la CEO de la empresa. Cuando era nueva cometí el error de salir sin maquillaje y con ropa muy sencilla, no está demás decir que al llegar al centro comercial cercano a mi casa, las personas cayeron como abejas en la miel sobre mí, pidiendo fotos, autógrafos y videos, sinceramente a mí no me importaba y lo hice. A la mañana siguiente estuve por todos los medios posibles, en unos recibiendo críticas por mi vestimenta y mi cara sin una gota de maquillaje y en otros de halago por dejarme ver tan Natural.
A Erika la CEO de América Secre't casi le dió un ataque por todo lo que decían y estuvo a punto de despedirme, si no fuera porque su secretaria llegó a su oficina diciendo que una marca reconocida de productos para la cara, me quería para su publicidad ya que mi rostro era perfecto sin esos kilos de maquillaje que nos colocaban allí.
Luego de eso, Erika tomo la decisión de dejar que todas las chicas hiciéramos una sección de fotos sin maquillaje y fue la revista más vendida en tres años consecutivos y la llevo a ganar muchos premios en ese ámbito por dejar mostrar a sus chicas al natural.
Y sin contar que mi popularidad aumento en grandes escalas, dónde todos querían tenerme para hacer cualquier tipo de trabajo. Tomo mi pijama y comienzo a colocarmela una vez lista salgo del baño y me fijo en la cama, dónde se encuentra Taylor semi sentado con un brazo detrás de la cabeza viendo su teléfono, parece entretenido nisiquiera nota que pasó por un lado hacia mi maleta dónde saco mi crema corporal y comienzo a aplicarla sobre mis piernas y brazo.
Me subo en la cama y acomodo en mi lado tratando de no tocarlo, es cuando fija su vista sobre mí y habla.
— Estaba pensando que podríamos ir mañana, a recorrer la ciudad en una de los botes que con personas que se encargan de eso y así — Dice mirándome un segundo para regresar la mirada a su celular cuando suena.
Asiento mirándolo como un tonta pidiendo un poco más de su atención, abre el mensaje que a llegado a su teléfono y de solo ver el nombre de Jade se me revuelve el estómago, quitando la poca emoción que había obtenido con sus palabras.
Me doy la vuelta dándole la espalda y cerrando mis ojos para pronto caer a los brazos de Morfeo.
(....)
Por la mañana me despierto muy acalorada y muy sudorosa, trato de moverme pero una mano en mi cintura me lo impide, trato de no alterarme ya que con el sueño me siento muy desorientada. Me giro lentamente y observó a la persona dueña del brazo sobre mi cintura, limpio un poco mis ojos para poder abrirlos completamente y darme cuenta que es Taylor.
Duerme plácidamente sin ninguna preocupación, levanto mi mano delineando su rostro con mi dedo, suelta un suspiro y arruga un poco su nariz haciéndome respingar y levantar el dedo rápidamente para que no note que lo estaba tocando, pero al ver que no se despierta continúo con mi acción riendo un poco divertida al verlo hacer un puchero de niño pequeño.
Tocó sus labios sintiendo la suave textura y lo carnosos que son, quisiera poder confesarle mis sentimientos y que me diga que él también siente lo mismo pero eso jamás pasará nisiquiera en mis sueños.
Unos minutos después quito el dedo de su cara y quitando suavemente su mano de mi cintura, me levanto de la cama sentándome en ella y colocando los pies en el piso para sentir la frescura expandirse por mis pies. Tomo mi maleta y la tiró al piso completa para abrirla y sacar la ropa que me pondré hoy.
Tomo un top negro de tirantes y un pantalón blue jeans un poco claro con unas Converse. Tomo mi ropa y me dirijo al baño dándole una última mirada a Taylor que ahora se encuentra boca abajo sobre la cama y una mano debajo de mi almohada.
Me adentro y dejo la ropa sobre uno de los ganchos y comienzo a quitarme la pijama para comenzar mi rutina diaria, una vez lista salgo envolviéndome con la toalla y otra sobre mi cabello. Busco mi ropa interior y me recuerdo que no la tome de la maleta, maldiciendo en mi interior por ser tan descuidada, salgo y camino por la habitación teniendo cuidado de no caerme por el agua que resbala de mis pies, algo que no me permite fijarme que Ty ya se ha levantado y me está mirando con tanta intensidad que me hace temblar.
— Hola — Susurró cohibida.
— No me fijé cuando te levantastes— detalla mi rostro — ¿qué hora es?.
— Las nueve menos treinta — respondo mirando el reloj de mi teléfono que está junto a la mesita de noche al otro lado de la cama.
— Ya iré a darme una ducha y vestirme — se levanta de la cama dejándome ver su espalda ancha y fornida.
— podrías... Ah — se gira a mirarme — pasarme la ropa que deje en uno de los ganchos.
— Claro — Asiente, entrando para luego salir con la ropa en la mano.
Comienzo a vestirme al verlo desaparecer por la puerta, coloco mi ropa interior negra de encaje no es que piense que vaya a ver algún tipo de acción pero siempre he sido fanática de la ropa interior sexy.
Me maquillo un poco solo remarcando un poco mis cejas, pestañas y una pomada para mis labios, hago una cola baja en mi cabello y listo, tomo una pequeña carterita que se guinda de lado y meto mis cosas como teléfono, dinero e Identificación.
Unos minutos después veo a Taylor salir ya vestido, su perfume llega hasta mis fosas nasales haciendo tragar grueso.
Salimos de la habitación y comenzamos nuestro recorrido por las calles de Dinamarca, me siento enamorada de todo lo que veo y de su gente son tan amables y al no hablar danés se dirigen a nosotros en inglés haciendo notar más su asentó.
Ty me ayuda a subir a uno de los botes y para comenzar a naufragar por sus aguas y ver los pequeños edificios desde esta postura es impresionante, saco una que otras fotos de los lugares y de Taylor y yo juntos, por un momento lo veo relajado y siendo exactamente él antes de que todo cambiará con esta situación.
Parte del día fue realmente divertido, probamos algunos platos típicos del país y compramos algunos obsequios de recuerdos. Decidimos sentarnos en una de las bancas que ahí en un parque cercano y vemos a las personas pasar y charlar entre ellos, hasta que el teléfono de Taylor suena en una llamada.
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Me siento igual que ustedes, emocionada por esta historia 🤣🤣 tanto así que no he tenido tiempo de actualizar las otras dos.
Con la universidad y esta nueva historia que me tiene a flor de piel, trato de compartir mi tiempo y darles lo más rápido posible un nuevo capítulo para terminarla y luego seguir con mis demás historias.
Gracias por el apoyo tan lindo que le han dado la historia, de verdad aprecio mucho que les guste y me lo hagan saber a través de sus comentarios, no es fácil para uno ser nuevo y considerar que no lo está haciendo bien.
Instagram y Twitter @Girasolsito11
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