Luego de el accidente de Taylor - el cual sigue siendo un misterio para todos- porque no ha querido hablar del asunto, dos días después lo dieron de alta, y gracias a Dios por eso. No creo que hubiese podido soportar un día más a la víbora de su madre, que desde que se enteró de lo sucedido no hizo más que tirar veneno hacia mi persona.

Desde que me vio en el primer día en el hospital, se encargo de hacerme saber que no tenía nada que hacer allí - aunque fuera su esposa- y de recordarle que Jade de seguro estaba muy preocupada, y yo ocupaba un puesto que no debía.

Si, definitivamente me dejó en claro que nunca me querría.

Sobre jade, pues no hay nada que decir, simplemente nunca apareció ni nada nisiquiera en espíritu. Simplemente le envío un mensaje a Taylor que lamentaba lo que había sucedido y que no había podido ir, porque estaba muy ajetreada con su trabajo.

Excusas.

No me extraña, en lo absoluto. Pues como lo dije antes no es las primera vez que Taylor tiene un accidente de auto y en el que ella no aparece. Taylor por su parte cuando le dije mi opinión, se molestó y me dejó en claro que no debía juzgarla, ya que si la despedian de su trabajo se sentiría culpable.

En serio me contuve de girar los ojos, nisiquiera porque ahora estemos juntos, él deja de defenderla.

Luego de firmar los papeles del alta, nos pusimos rumbo a casa en mi auto. Ya que el suyo quedó en muy mal estado y es un milagro que a él no le haya pasado nada grave. Unos minutos después estacionó en la entrada del lugar, lo más cerca de su puerta y lo ayudo a bajar. Se queja un poco por el dolor en las costillas y dejandolo que se sostenga con su propio peso, tomo su bolso con la ropa que su madre se encargo de llevarle.

Lo tomo del brazo, ayudándolo a caminar despacio y subiendo los escalones hasta la puerta, dónde tomo la llave y la abro dejándolo pasar primero. Me adentro al lugar cerrando detrás de mí, y comienzo mi camino a la sala donde lo encuentro sentado en el sofá quejándose un poco de dolor.

- ¿Quieres que te traiga los analgésicos, y un poco de agua? - digo, dejando el bolso en uno de los sofás.

-Por favor, no aguanto el dolor en mis costillas -murmura, con el brazo sobre sus ojos.

-Bien.

Busco entre sus cosas, sacando los pequeños frascos y yendo a la cocina busco entre la alacena un vaso y le coloco el líquido de agua, para luego regresar a la sala y dárselo.

Taylor sin más miramiento toma los analgésicos y los mete a su boca, para luego beber el agua de un solo trago y recostarse de nuevo al sofá.

-No deberías quedarte allí - me mira fijamente - venga te ayudo, debes subir a tu habitación y descansar.

Lo tomo del brazo ayudándolo a parar, para poner rumbo a las escaleras de la casa y llegar a la segunda planta dónde se encuentra su habitación. Caminamos despacio, al parecer el dolor en sus costillas es más fuerte de lo que imagine.

(....)

Paso el dorso de mi mano, sintiéndome de pronto muy cansada, y la verdad así me siento. Pues subir con Ty por las escaleras fue todo un reto, su peso es demasiado para mí pobre cuerpo.

Luego de ayudarlo a ducharse, se acostó en la cama quedando profundamente dormido-suelto un suspiro - la curiosidad me pica por saber que fue lo que sucedido para que tuviera un accidente a tal punto de dañar todo su auto, y llegar a tener las costillas fracturas

Escucho el timbre sonar y salgo de la habitación cerrando un poco la puerta, lo menos que quiero es que se despierte se veía que estaba sufriendo mucho por el dolor. Bajo trotando las escaleras y para caminar hasta la puerta y tomar el pomo en mi mano girandolo.

-Te notas del asco.

-Vaya, a mí también me agrada verte Andy - Hablo sarcástica.

-Y el idiota de tu marido- se adentra a la casa.

-ahora está dormido, tenía mucho dolor en las costillas y le di unos analgésicos y a quedado noqueado - hablo, cerrando la puerta.

-Pues, no se los hubieras dado - lo miro confunda, cuando nos encontramos en la sala.

-¿Por qué?

- Pues, se lo merece por gilipollas - hace un ademán con la mano - y sienta un poco lo que te ha hecho sufrir a ti - lo miro con seriedad, a lo que se encoje de hombros.

-Aunque ciertamente, no es igual - me señala con el dedo - lo tuyo es emocional y lo de él, físico - me toma de los hombros - Eres una genio dulzura -besa mi frente.

-Estas loco, de verdad - Digo divertida.

-Así me quieres - hace pose de diva.

La verdad lo había extrañado mucho, y no sabía la falta que me hacía hasta ahora y el tenerlo aquí en frente de mí me hace saber que Ander en una persona muy especial para mí e imprescindible. Nos sentamos en el sofá dónde anteriormente estába Ty, y comenzamos a platicar de todo lo que ha ocurrido en su vida todo este tiempo.

Por esta tarde seré solo suya, hasta que Taylor despierte, y me pondré al tanto de todo lo que ha hecho y yo ni enterada. Y no por su culpa, en todo caso sería la mía porque he sido muy mala amiga con él.

Me sorprendo un poco cuando me dice que ha estado saliendo con una chica, llamada Samantha y que ha Sido lo mejor que le ha podido pasar en la vida, dejándome en claro que es después de mí. Cosa que me hace enternecer por ser tan lindo conmigo, y que si todo sigue bien hasta ahora, me la presentará para que nos hagamos muy buenas amigas, y se que no tengo duda de ello.

Nada más verle los ojitos a Ander, el como brillan al hablar de ella, me deja en claro que es la correcta para él y que lo hará muy feliz.

Se va ya casi anocheciendo y me sorprendo al ver lo rápido que a pasado la hora, me levanto del sofá estirando mis brazos por encima de mi cabeza y subo las escaleras, caminando hasta la habitación de Taylor, dónde lo encuentro con su teléfono en mano.

-Hola, ¿Has dormido bien? -pregunto acercándome al borde de la cama.

- Si, el dolor ha pasado un poco - asiento, detallando sus costillas, que al estar sin camisa se le notan el color morado verdoso que tienen.

-¿Tienes hambre?, ¿O quieres que te traiga un vaso de agua? - estudio su rostro.

-No gracias, no es necesario - nisiquiera me mira al responder.

Solo está mirando su teléfono como si fuera lo más interesante, y frunce el ceño a cada momento para luego mover sus dedos a través de la pantalla.

-Pues retirarte, quisiera descansar un poco más.

Lo miro como si fuera un chiste lo que acaba de decir, -pero no- literalmente lo acaba decir como si fuera su sirvienta o algo parecido.

-ire a mi habitación, si necesitas algo llámame.- le hago saber.

Pero nisiquiera con eso, me voltea a mirar, resopló dandome la vuelta y comenzando a salir de la habitación.

-Madd.

-Si - le digo esperanzada, a que me pida que me quedé con él.

-apaga la luz y cierra la puerta al salir - me mira brevemente y vuelve su vista al dichoso teléfono.

Siento mi pecho doler por la frialdad con la que lo dijo, e intento no darle tantas vueltas. Quizás es por todo lo que ha pasado y el dolor en su cuerpo.

Si, debe ser eso

Camino a mi habitación, y me adentro a él cerrando la puerta detrás de mí y comenzando a quitarme la ropa. Huelo a hospital y joder que detesto ese olor, dejo la ropa en el cesto de basura que está en el baño y abro la llave de la ducha para comenzar a lavarme todo el cuerpo.

Una vez hecho me seco, y seco mi cabello con el secador lo más rápido que puedo. En mi habitación me coloco la pijama y me tiró a la cada donde sin pensar en nada más, caigo a los brazos de Morfeo.

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Bien, bien ya estamos entrando en la etapa final

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Ese Taylor, de verdad como que nunca cambiará. Pero veamos que pasa en los próximos Capítulos.

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