Epílogo
TAYLOR
a lo largo de los años tendemos a tomar decisiones unas muy difíciles y otras un poco más simples pero lo que no sabemos o bueno..... No tomamos en cuenta es que hasta con esas simples decisiones podemos herir a las persona que están en nuestro entorno, muchas veces creemos que si ignoramos esa parte de nuestra vida todo estará igual y seguiremos con todo lo que hemos construido.
Pero, ¿Qué pasa cuando una de esas decisiones llega a acabar con lo que más querías?, La Amistad o el tener a tu mejor amiga para ti sin ningún impedimento.
Decisiones como esa, como el darle la loca idea de casarnos, Sabiendo lo que ella sentía por mi fue una de las peores que cosas que puede cometer, y no solo ese hecho si no el dejar que se ilusionara con algo que jamás iba a poder ser, y se que no por su parte pero si por la mía, por más que tratará de invocar otro tipo de sentimiento hacia ella que no fuera la amistad era muy difícil porque nada de eso surgía.
Todo por querer tener el dinero de la herencia.
No voy a negar que llegue a sentir una clase de celos cada vez que me contaba sobre fabrizio y quería atribuirlo como que, estaba comenzando a sentir algo por ella. — que equivocado estaba— simplemente sentía ese miedo de que ella dejara de sentir por mi para sentirlo con él.
Si, algo egoísta. Pero todos lo hemos Sido alguna vez.
No voy a negar que me sentía muy bien al saber que tenía sentimientos por mi, me hacía sentir un jodido Díos que podía tener todo pero que triste saber que solo era una ilusión mía, cuando a la vez lo estaba perdiendo.
Quizás debemos pasar por eso, herir, hacer sufrir, ser orgullosos e incluso tomar las peores decisiones. Pero de eso se trata la vida ¿No?, De aprender de nuestro errores así salgamos lastimados o lastimemos a otros. Cuando conocí a Maddisson creí que sería la chica con la que viviría el típico cliché, comenzando por ser mejor amigos,luego enamorarnos para luego casarnos y tener hijos.
Pero no, no siempre el destino sigue el mismo patrón, y es ahí donde comenzamos a tomar las decisiones de la vida unas peores que otras como dije hace un rato, pero que fin y al cabo nos enséñan que cosas debemos hacer y las cuales no volver a intentar.
Cuando supe que Maddisson estaba en el hospital por intentar suicidarse, sentí una fuerte opresión en mi pecho hasta tal punto de no dejarme respirar, Jade insistía en que no era mi culpa que yo no la obligué a hacerlo, y ciertamente era verdad pero quisiera o no, tenía parte de la responsabilidad porque se que aunque me niegue a aceptarlo esa decisión tiene que ver en gran parte conmigo.
Por más que intente verla, Ander y Fabrizio no me dejaron hacerlo y estaban en todo su derecho, y sin contar el merecido puñetazo que me lleve de parte de mi amigo y con justa razón. Siempre me pidio cuidar a Maddisson y no lastimarla pero yo hice caso omiso a esas palabras.
Madd es una chica que siempre se ha dejado ver fuerte, que nada la destruye pero muy en el fondo todos sabemos que siempre hay un límite, que si sabes que destruyes puede tener grande consecuencias. Y ciertamente eso fue lo que sucedió conmigo, lastime tanto su orgullo y ego a tal punto de acabarla, de dejarla polvo y eso me perseguirá por toda la vida y me hará arrepentirme de haber sigo tan imbécil con ella y no darle el lugar que se merecía, aunque fuera simplemente en amistad.
Deje que jade la humillara a su antojo y sin decir ni una palabra ante eso, sabía todo lo que le dolía pero aún más el que yo no la defendiera o hiciera algo contra eso. Quisiera poder ir ahora mismo a su departamento y pedirle tantas veces perdon hasta que no le quede remedio de aceptarlo, pero se que fabrizio ha estado cuidando de ella desde que salió del hospital y por más que quisiera ser yo, en su lugar no tengo ningún derecho.
Estoy muy seguro de que me echaría a patadas apenas me viera, y con justa razón soy el hombre que lastimo su corazón sin importarle nada en lo absoluto, solo el dinero y la chica que quiero. Decidí dejar de pensar tantas cosas y me levanto del sofá comenzando a subir las escaleras para llegar a mi habitación dónde encuentro a jade dormida, seguro se canso de esperar por mi.
(....)
Ha pasado un mes desde todo lo sucedido, mi empresa va marcando bien con el dinero de la herencia de mi padre, debo decir que mis padres no se tomaron muy bien mi separación con Madd o bueno debería decir mi padre, ya que mi madre se mostró de lo más feliz al saber que había vuelto jade, y es que para nadie nunca fue un secreto que en estos años que llevo conociendo a Maddisson a mi madre nunca le agrado, por mas que lo intentará se que jamás la querría por no tener el mismo nivel social que nosotros —una completa estupidez— ya que jade tampoco lo poseia hasta que comenzó a trabajar para una empresa prestigiosa y logro tener su propio negoció.
Sabía que ni mi padre ni mis hermanos, eran tan estúpidos como para no darse cuenta que todo fue un teatro de nuestra parte el cual tuvo afectados, pero sin embargó, y agradezco no hicieron ningún tipo de comentario, mis hermanos nunca les ha caído bien jade. Una locura total ¿cierto?, Que prefieran a tu mejor amiga como tú pareja a la chica con la que llevas más años.
Suelto un fuerte Suspiro y dejo todo ordenado en mi escritorio para tomar mis cosas y salir de la oficina apagando todas la luces, es estado dos semanas quedándome hasta tarde debido al gran trabajo que nos ha llegado, algo muy bueno para la empresa sin duda. Está tomando el reconocimiento que quiero y eso me hincha el pecho de orgullo.
Me monto en mi auto, dejando mi maletín en el asiento de atrás para luego encenderlo y poner marcha a mi casa, agradezco que mi chica sea tan comprensiva y no sienta que la estoy dejando a un lado por el trabajo, estoy dando mi mayor esfuerzo para darle un buen futuro y todo lo que se merece.
Al llegar a casa apartó el auto en el estacionamiento de la casa, junto a mis otros autos, bajo todas mis cosas y lo bloqueo, buscando las llaves en los bolsillos de mi chaleco. Una vez encontrada abro la puerta, encontrando todo en silencio.
Que esperabas, son más de la media noche.
Suelto el nudo de mi corbata y quito mi chaleco para luego desabrochar los primero botones de mi camisa sintiéndome más aliviado, comienzo a subir las escaleras, hasta que un sonido me hace detener a mitad de estás y comenzar a sentir mi corazón acelerado y agudizando mi oído haber si lo que escuche es imaginación mía.
No claro que no, eso fue un gemido.
Y no uno cualquiera, si no uno de jade, no quiero hacerme teorías locas en la cabeza así que terminó de subir las escaleras a pasos lentos y sintiendo un miedo crecer en mi pecho, trato de hacer el menor ruido posible, comenzando a escuchar ese mismo sonido cada vez más fuerte y constante.
Me detengo en la puerta, tomando el pomo en mi mano sintiendo de repente como he dejado de respirar y lo giro sin darle mucha vuelta, encontrándome con una escena que jamás en mi vida pensé que se repetiría.
—¿Te gusta así ah? — una voz ronca se escucha en toda la habitación.
—Si ah no pares, quiero más. — está vez fue la voz de jade la que me saco del trance
Carraspeó lo más fuerte que puedo, y lo que mi nudo en la garganta me permite, jamás me imaginé presenciar una escena como está y menos con la mujer que creí que me amaba tanto como yo a ella, se que en el pasado me había engañado pero creí que eso había acabado que ahora todo eso había quedado en el olvidó y que seríamos solo nosotros dos en las buenas y en las malas.
Que equivocado estaba.
—Ahh — El gritico de Jade, me hace mirarla —Taylor, N-no no es lo que parece.
Empuja al hombre que está encima de ella y se cubre con la sábana.
—¿Que no es lo que parece? — Suelto una risa fría — me das asco, pensé que lo que teníamos era real, que lo que siento era suficiente para ti, pero ya veo lo equivocado que estaba — miro al tipo junto a ella — toma tus cosas y lárgate.
La idólatras tanto o más que yo contigo.
Esa pequeña voz viene con fuerza a mi cabeza haciéndome maldecir por haber Sido tan estúpido y no abrir los ojos cuando lo debía.
—Taylor por favor escúchame — intenta acercarse a mi, por lo que doy un paso atrás, me mira dolida por mi rechazo — tu nunca estabas, siempre me dejabas sola y-y yo. No sabía que hacer — la miró como un imbécil — no es solo mi culpa.
— Durante muchos años, siempre me dijistes la misma frase que no era solo tu culpa, y tienes razón — me mira suavizando el rostro — también es mi culpa, pero no por dejarte sola — me mira confundida — si no por haber Sido tan imbécil y confiar en ti tantas veces que incluso llegué a lastimas a las personas que quería a mi alrededor, y que por más que intentaron abrirme los ojos yo no quise ver más allá de mis sentimientos. —paso una mano por cabello despeinandolo.
—Ty, no por favor mírame — súplica — te juro que no lo volveré a hacer.
—Ya no habrán más oportunidades jade— arrastró su nombre con irá — me iré, daré una vuelta para despejar mi mente y cuando vuelva no te quiero ver aquí ni a ti ni tus cosas.
—Por favor Taylor, no me hagas esto escúchame, podemos intentarlo solo una última vez.
—No, ya no más oportunidades, ya no más volver a perdonarte todo lo que has hecho — digo saliendo de la habitación. —, quiero que te largues, no quiero verte cuando esté de regresó. Y si veo alguna de tus pertenencias no dudes que las quemaré.
Salgo dando un portazo y bajando las escaleras lo más rápido que puedo, me siento furioso y no solo con esa mujer si no conmigo mismo, soy un jodido cabron que se dejó llevar por lo que sentía y no vio más allá de sus narices.
Tomo las llaves de el auto y salgo a todo dar de la casa, comienzo a transitar por las calles importandome un bledo los demás autos que me pitan cuando les pasó a toda velocidad, recorro las calles hasta llegar a una que me es muy conocida, deteniendo el auto en la acera para bajarme de el y mirar el edificio en frente de mí, respiro profundo pasando de nuevo mis manos por mi cabello despeinandolo aún más.
Hasta que me decido a entrar al lugar, saludando al portero que me mira sin ningún expresión, seguro sabiendo lo que pasó hace un tiempo con Maddisson. No hago caso, simplemente tomo el ascensor y marco el piso de su apartamento. Esperando impaciente a qué la caja metálica llegué a su destino.
Una vez se abren las puertas salgo de este y camino a pasos rápidos hasta llegar a su puerta, a una en las que tantas veces me pregunte si me recibiría o simplemente me tiraría a la cara.
Pues ahora sabré la respuesta.
Porque más que nunca necesito a mi mejor amiga.
Levanto la mano para luego dejar caer mis nudillos en un sonido sordo, tocó dos tres hasta cuatro veces, alerta a cualquier sonido que haya en el interior.
Nada, no se escucha absolutamente nada.
Suelto un suspiro decepcionado y me doy media vuelta para comenzar mi camino de regreso al auto, cuando la puerta comienza a hacer abierta, causando que deje de respirar.
—¿Taylor? — una voz suave hasta dulce se escucha junto a ella, haciendome girar de golpe para mirarla.
—H-hola, yo...... quería — rasco mi nunca nervioso — quería, ahmm olvídalo no debí venir, lo siento — giro de nuevo para comenzar a caminar a la salida.
—Espera no te vayas — me detengo si voltearme — ¿quieres pasar y tomar algo?.
—No, no creo que sea lo correcto no debí venir.
—Tranquilo no pasa nada, solo estoy yo sola — se encoje de hombros.
—E-eh ¿ella está?— mi pregunta ma descoloca un poco.
—¿Quien, Maddisson? — Asiento ansioso.
—No lo sabes ¿cierto?.
Siento que un pánico se apodera de mi sistema al pensar lo peor y el que no me haya enterado.
—¿Qué es lo que no se? — la miró con desesperación.
—Madd se fue — siento mi corazón detenerse — hace un mes que se fue de viaje, salió del país aún no sabemos dónde está — muerde su labio inferior — él único que lo sabe es fabrizio y le ha jurado no decirno nada, hasta que ella se comunique con nosotros. — por su mejilla desciende una lágrima que limpia rápidamente.
—aunque le hicistes mucho daño a mi amiga no te odio — sonríe un poco — pero también se que esto debía pasar para que ella te superará y volviera a ser lo que era antes — pausa — una mujer que puede con todo y con todos, fuerte, optimista y sobre todo bondadosa.
Asiento sin decir una palabra, sinceramente no tengo nada que decir ante eso porque es lo mejor que pudo hacer y aunque me duele no haberlo sabido antes, es lo mejor para todos e incluso para ella misma.
Me despido sin más, no tengo nada que hacer en este lugar. Al llegar a mi auto pateo con fuerza la llanta para luego soltar un grito frustrado y dejar caer todas las lágrimas que por tanto tiempo contuve.
Haré lo que este a mi alcance para que me perdones. Y te juro que intentaré todo lo que esté en mis manos para que ese sentimiento que tienes hacia mi, sea correspondido.
✨✨✨
Bien, pues hemos llegado al final de esta historia, de una que me ha hecho suspirar, frustrar y querer golpear a los protagonistas tanto como ustedes.
Gracias infinitas por el apoyo y no dejar la historia, apesar de que dure tanto para actualizar, pero bueno.
Quiero leer sus comentarios de que tanto se sintieron identificados o que tanto les gustó. Los leeré con todo el amor del mundo.
@Girasolsito11 Instagram
Vayan y síganme ☝️
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