El infierno a comenzado
Ha pasado dos semanas de haber aceptado la propuesta de Taylor, hemos tenido algunos acuerdos y otros de los cuales no nos decidimos aún, uno de ellos es si decirles a mis padres la verdad sobre este compromiso o simplemente dejarlos creer el teatro que debemos comenzar.
Aparte de que todo ha pasado tan rápido, mañana por la noche daremos a conocer nuestro compromiso falso y de solo imaginarme la cara de mis padres me da mucho remordimiento de conciencia, ellos no se merecen esto. No se merecen ni mis padres ni los de Taylor que los engañemos de esa forma, pero ya no puedo dar marcha a tras a nada, ya él se los notificó a los suyos, ahora me toca a mí hacer lo mismo.
Por lo poco que me pudo contar hace unos minutos que estuvimos hablando por el teléfono fue que su madre se sorprendió mucho dado el hecho de que Taylor estuvo saliendo con Jade hace menos de un mes y ahora él sale con que se casará con su mejor amiga.
Siento unos chasquidos de dedos regresandome a la realidad, veo a la persona dueña de dicha mano y sonrió al ver a Malcolm el fotógrafo mirarme con una cejar enarcada.
— Se puede saber que te tiene por las nubes pequeña ángel — sonrió feliz al escuchar su apodo.
La primera vez que llegue a aquí él fue la persona que me atendió y me orientó en lo que tenía que hacer y me dió ese apodo porque dice que tengo cara una cara esculpida por los ángeles, claro está que eso me parece absurdo pero lo dejo estar porque le tengo mucho apreció y es como un hermano para mí.
— Pues solo pensaba en todo el trabajo que hay por hacer — le digo una verdad a medias — y estoy muy feliz de trabajar contigo esta temporada.
Lo abrazo por la cintura ya que es un poco más alto que yo y comienzo a dar pequeños brinquitos de felicidad, lo escucho reír roncamente sintiendo mi cuello erizarse con su aliento, si no fuera porque es gay creo que ya le estuviera pidiendo que me dé duro contra el muro.
Debo reconocer que Malcolm es el prototipo de hombre heterosexual que toda mujer quisiera en su vida, alto, moreno, con músculos no exagerados pero si apetitosos y con una sonrisa moja bragas, que como dije antes si no fuera porque le gustan de su mismo sexo ya le estaría rogando para que me follara duro y sin contemplaciones.
Separandome de él, corro a mi camerino a cambiarme de ropa, este año me tocó hacer una sesión de fotos en ropa interior de una marca muy reconocida. Me divierto mucho haciéndola como dije Malcolm es un hombre que te hace sentir relajada en todo aspecto y trabajar con él es lo más divertido que puede haber, otra cosa que me hace admirarlo no le molesta dejar en claro su orientación sexual ni le importa lo que puedan decir de él.
Pierdo la cuenta de cuántas veces me cambio de atuendo, lo bueno de el modelaje es que puedes quedarte con las prendas que te gusten y usastes como obsequió, al terminar me comienza a enseñar las fotos y quedo impresionada con la frescura que refleja cada una de ellas, se nota mucho que disfrute y divertí mucho haciéndolas.
Regreso a mi camerino y comienzo a ponerme la ropa dejando mi último cambio de ropa interior y guardando los demás en las bolsas dónde venían. Al salir me encuentro en el set con Mario mi ex novio de universidad.
Al principio se nota igual de sorprendido que yo, pero luego cambia rápidamente su expresión por una de picardía, ruedo los ojos fastidiada, no es más que un idiota que cree que todas debemos lamerle los pies y pedirle sexo como perras necesitadas.
— Vaya, vaya miren a quién tenemos aquí — sonríe arrogante — a la gran Maddisson Cooper, nuestra modelo internacional.
— Que quieres — Digo fastidiada — ¿no tienes algo más interesante que hacer?.
— Vaya pero si tenemos el ego alto — sigue sin importarle mi cara de fastidio.
— Por lo menos lo tengo por mi misma y no necesitando que alguien más me lo diga.
Hago referencia a las veces que las mujeres lo han alagado sin saber que es un imbécil que solo se quiere a si mismo y nos ve nada más como juguetes sexuales, lastimosamente yo caí en sus "encantos" y perdí mi virginidad con él, debo aclarar que era muy inocente en ese entonces. Recuerdo que Taylor se molestó muchisimo y me dejó de hablar por días hasta que me vio llorar por este idiota que me humilló en plena facultad diciendo que fue solo sexo y nada más.
Como dije era una tonta inocente que se enamoro del chico que no debía, fue la primera vez que sentí como rompieron mi corazón sin ningún tipo de contemplación, eso me costó mucho mi ego y mi dignidad. Pero por hoy puedo decir que no necesito que alguien me recuerde cuánto valgo y cuan hermosa soy porque quizás no sea perfecta pero se que valgo demasiado y que tengo mi belleza.
— no sabía que seguías dolida por lo que paso en la universidad — dice sin dejar de sonreír.— supéralo querida maddi fue hace tres años.
Si perdí mi virginidad a los 22 nada fuera de lo común creí que él era el indicado pero ya vimos que me equivoqué.
— el único aquí que sigue recordando eso eres tú — miento.
— Yo no...
— Claro lo estás sacando en la conversación, una que no me interesa tener contigo. — sonrió falsamente.
Comienzo mi camino a la salida del lugar, cuando lo escucho gritar.
— Crees que todo gira a tu alrededor, solo porque eres una modelo muy reconocida, pero no eres más que una estúpida — le saco el dedo de medio sin voltear a verlo.
Al salir me encuentro con Taylor recostado en su auto con los brazos cruzados y sus lentes de sol, haciendome suspirar como colegiala deseando a su crush.
Me acerco a él con una sonrisa que no cabe en mi cara y lo saludo con un beso en la mejilla.
— ¿Que haces acá? — pregunto sin dejar de sonreír. — ¿no deberías estar trabajando?.
— Solo venía a ver cómo te fue en tu día, me dijistes que tenías una sesión de fotos importante y vine a apoyarte — se encoje de hombros — y con lo otro si debería de estar en el trabajo, pero recuerda que mañana es la cena de compromiso así que debemos comprarte un vestido y un anillo para ese dedo — señala mi mano con su dedo.
Asiento, y comienza a rodear el auto para entrar en el puesto del piloto, lo imitó y me subo rápidamente. Miro por la ventana a Mario salir del set y observarnos fijamente, aunque bueno con los vidrios polarizados no se nota nada de afuera hacia dentro, pero si de adentro hacia fuera.
Lo pierdo de vista cuando Ty comienza a manejar haciendo que lo pierda de vista.
— No sabía que Mario había vuelto de su viaje — lo miro de perfil ya que no despega la mirada de la carretera.
Bajo hasta la mano que tiene en el volante y veo que lo está apretando con tanta fuerza que sus nudillos se vuelven blanco.
— Si bueno, yo tampoco — le hago saber, me mira por escasos segundos — me lo encontré al salir del camerino, tuvimos una charla para nada agradable — me encojo de hombros — nada importante. — me apresuro a decir, antes de que pregunte.
Al llegar al centro comercial, ambos bajamos del auto y nos adentramos al lugar, llendo primero a buscar un vestido para mí acordé a la situación.
Buscamos entre tantas tiendas, pero no consigo uno que me guste y me haga sentir cómoda. Cuando estoy por rendirme y pedirle ir a comer algo, lo encuentro en un maniquí que hace que me enamore inmediatamente de el.
Arrastro a Taylor a la tienda y nos adentramos en ella, pidiendo el vestido que está en el mostrador, digo mi talla y nos sentamos en los asientos que tienen a esperar por la chica, que cabe destacar que desde que entramos miro a Taylor como un ser celestial caído del cielo.
Al llegar con el vestido lo tomo en mis manos y me facina el tipo de tela es un azul rey no tan oscuro y un poco brillante. Empiezo mi camino al probador y comienzo a quitarme la ropa quedando en en bragas, el vestido al ser de tirantes no lleva brasier, me lo coloco lentamente con miedo de dañarlo y me enamora a un más como me queda se ciñe a mi cuerpo como un guanto.
Sonrió feliz al ver que por fin encontré el vestido apropiado para la ocasión. Salgo del probador llamando la atención de Taylor que se ve un poco incómodo por la atención y la sonrisas coquetas que la chica le está dando, río bajito divertida por su cara de sufrimiento al verme, para luego cambiar a una de sorpresa cuando me detalla a cuerpo completo.
Me sonríe levantando su pulgar, doy una vuelta riendo al escucharlo aplaudir y silvar, haciendo que la chica nos mire un poco avergonzada.
— Estás prefecta — muestra todos sus dientes en una sonrisa — estoy seguro que mi madre envidiarán tu vestido — Río negando.
— Pues bien este será, es perfecto para nuestro anuncio de compromiso — le guiño un ojo, al ver a la chica palidecer.
Me adentro al mostrador reteniendo la risa que quiere salir de nuevo, y comienzo a quitarmelo y a colocar mi ropa en su lugar.
Una vez listo, vienen el problema Taylor quiere pagar el vestido, pero yo no lo dejo porque no me gusta que paguen por mis cosas cuando yo misma puedo hacer. Lo cierto de la situación es que él muy bandido me dice que hay unos tacones que siempre he querido y me hace girar rápidamente para buscarlos pero luego me doy cuenta que es mentira porque aquí solo hay vestidos y ya a entregado su tarjeta para pagar.
Niego golpeando su hombro pero no digo nada, se que es un caso perdido, al salir de la tienda vamos por algo de comida rápida y conducimos a mi departamento, dónde cenamos y conversamos lo que puede pasar en la cena o no y lo que posiblemente nos podrían preguntar.
🌺🌺
Todo va comenzando 🥴🥴
Habrán problemas que dolerán con el alma.
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