Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Confundida.

Al llegar a la casa de Taylor, lo ayudo a bajar del auto como puedo su peso es el doble que el mío y mis tacones no es que ayuden mucho a su peso muerto. Meto la mano en uno de los bolsillos de su pantalón y saco las llaves abriendo como puedo, trastabillamos un poco hasta llegar al sofá de la sala donde lo tiró literalmente ya no podía más con su peso.

Suspiró aliviada,lo miro murmurar palabras intendibles camino hasta la cocina sintiendo la presión en mis pies, tomo lo necesario de la alacena y comienzo a preparar un café muy fuerte para que se le pase un poco la borrachera.

Una vez listo, tomo una taza y la lleno hasta más no poder viendo el humo salir de ella, regreso a la sala y está en la misma posición en que lo deje.

-Ty - lo llamo suavemente - Ty despierta.- nada no se mueve.

Suaves ronquidos salen de su boca, dejo la taza en la mesita ratonera y me acerco a su lado tocando su hombro con cuidado-vaya es sueño de los Ebrios, es muy fuerte -. Camino de nuevo a la cocina y tomo un vaso con agua fría para llegar a su lado y verterlo sobre su cara.

Bien merecido que se lo tiene.

Estoy de acuerdo contigo conciencia.

Se levanta apresurado, pasando sus manos por la cara y quitando los restos de agua.

-¿Qué...? -Frunce el ceño.

Mira todo a su alrededor para luego mirarme a la cara.

-¿Por qué me has tirado agua, a la cara?- arrastra las palabras.

Porque te lo mereces, gran idiota.

- tomate el café - es lo único que digo, sin molestarme en mirarlo.

Saco mi celular de entre mis senos y miro que tengo un mensaje de Flor, Steven, Malcolm y Ander. Y no me quiero ni imaginar cómo es que se han enterado, pero tal parece que mi suerte no está de mi lado últimamente, porque enseguida que abro el mensaje de Ander preguntando cómo estoy, le sigue un vídeo donde claramente se ve la pelea.

Resopló frustrada, todo esto se salió de control en un breve momento. Le respondo rápidamente y lo guardo de nuevo enfocando mi vista en Taylor que hace muecas cada vez que le da un sorbo a su café.

- Será mejor que te apresures a tomarte eso - murmuró molesta - es mejor que te vayas a dormir lo antes posible.

-Madd, yo... L-lo s-siento - sus palabras no se entienden - N-no qu-queria dañar tu cumpleaños.

Lo miro fijamente cruzando mis brazos a la altura de mi pecho, y no respondo nada. Ahorita no es el mejor momento para hablar sobre eso y se lo hago saber.

-luego hablaremos de eso - es todo lo que digo, recogiendo la taza vacía.

La dejo sobre la mesa y lo ayudo a levantarse y ambos comenzamos a subir las escaleras, gracias a Dios está un poco más lúcido y no recarga su peso completo en mí, si pobre de mí.

Al llegar a su habitación, lo acompaño hasta el baño donde se quita la ropa y lo ayudo a meter a la ducha dónde habrá la llave a todo dar y con el agua muy fría. Pega un pequeño quejido y sonrió con satisfacción.

Por dañar mi momento.

Una vez listo, sale y se envuelve en un albornoz para salir a su habitación y tirarse a la cama boca abajo murmurando que no volverá a beber en toda su vida.

-Duerme, será mejor - me coloco a su lado - te dejare unas pastillas para el dolor de cabeza y agua.

- ¿Qué?, ¿T-te irás? - me mira con su mejilla pegada a la cama - pensé que te quedarías - susurra.

-No - digo seca- debes descansar, ya luego hablaremos, Adiós.

Escuchando sus quejas dejo todo junto a la mesita de noche y salgo de su habitación cerrando la puerta y comenzando a bajar las escaleras a pasados cansados. Ahora mi segundo objetivo.

Fabrizio.

Iré a su casa para ver cómo esta y pedirle disculpas por lo que ha pasado, no quiero que esté molesto conmigo eso me hace sentir muy triste. Salgo de la casa de Taylor y me subo a mi auto mirándola por última vez, y poniendo rumbo a la casa de Fabrizio.

Quince minutos después me encuentro aparcando en la acera, notando el auto de Erika a unos metros de mi. Suelto la respiración de pronto me siento nerviosa de nuevo con un revoltijo de sentimientos en el estómago que no me deja tranquila. Sin pensarlo mucho me bajo pasándole seguro al auto.

Camino hasta la puerta dando tiempo de arrepentirme, al llegar levanto la mano dispuesta a tocar pero me detengo antes de que nos nudillos hagan el sonido.

¿Debería volver después?, ¿Y si está molesto, conmigo?.

Está en todo su derecho.

La brisa eriza mi piel de la espalda, y tomando un bocado de aire dejo caer mis nudillos contra la madera de la puerta-listo ya no hay marcha atrás- espero pacientemente hasta que se escuchan unos pasos venir.

Miro mis tacones y hago una mueca al notar una parte de mi piel enrojecida y doler, la puerta es abierta haciéndome levantar la mirada, me tenso de inmediato.

-¿Qué hace aquí Maddisson? - la mirada escéptica de Erika me hace dudar un poco.

-Yo... S-solo he - Carraspeó - yo venía a ver a Fabrizio, y saber cómo está.- murmuró apenada.

-Él está bien, no era necesario que vinieras hasta acá - coloca una mano en el marco de la puerta y otra sobre la puerta.

Eso hace que no pueda ver nada al interior de la casa, cosa que no me pasa desapercibido es ver la mirada agria que me da, y no quiero pensar que es porque siente algo por Fabrizio y luego intente desquitarse con mi trabajo.

-Claro, yo.. he si lo siento - intento mirar hacia el lugar, pero lo cubre más con su cuerpo - solo venía a disculparme y... Ah - callo de pronto.

Realmente no tenía una razón más allá del saber cómo estaba para venir, simplemente sentí la necesidad de venir a verlo y estar con él.

- Será mejor que te vayas Madd, es muy tarde - su expresión no cambia - es peligroso que manejes a estas horas.

-Claro, si yo... - Soy interrumpida.

-¿Quien es, Erika? - la voz de Fabrizio se hace notar desde su espalda.

- Oh, bombon no deberías estar levantado - Frunzo el ceño ante su apodo.

- Estoy bien, no es como si fuera la gran cosa - no me pasa por alto que ignora su apodo - me dirás ahora quien es.

-Ah.. si es Maddisson - se mueve un poco dejándome ver.

Levanto un poco la mano saludando, su expresión se vuelve aún más seria y siento los retorcijones en mi estómago se intensificarse.

-Hola, Fab - hablo bajito.

-¿Que haces aquí? - su voz no expresa sentimientos, es plana y un poco ronca.

-Bueno, yo venía a verte y saber cómo estás.

Observó su cara y tiene un leve morado en su mandíbula y un pequeño corte en la ceja, lo que resalta más son sus nudillos están rotos y algo llenos de sangre, otra cosa que no me pasa por alto es que no lleva camisa, solo el pantalón un poco caído dejando ver un poco esa curvatura que se pierde entre ellos.

- Ya le pedí que se fuera bombón -la voz de Erika suena chillona- es muy tarde para que esté acá.

-Si, yo. tiene razón -.lo miro - no quiero incómodar, volveré después, Adiós Fab, Adiós Erika.

Me doy la vuelta y siento mis ojos llenarse un poco de agua y la vergüenza recorrer mi cuerpo y alojarse en mi rostro enrojeciendolo a un más.

- Pupa espera - quisiera decir que no me detuve al momento, pero sería mentira.

Me giro solo un poco viéndolo salir de la casa, y notando que la cara de Erika se contrae un poco por el apodo. Regreso mi mirada a Fabrizio que se ha detenido en frente de mi.

-Puedes pasar si quieres - recorre mi rostro - Erika ya se iba. - señala con su dedo detrás de su espalda.

-¿Pero que...? - Erika lo mira confundida.

fabrizio se gira hacia ella dándome la espalda, y no se que mirada le habrá dado pero eso fue más que suficiente para ella asintiera de mala gana.

-Cierto, ya me voy es tarde - se adentra a la sala, y minutos después sale con su bolso y pasa por nuestros lado.

Golpea un poco mi hombro con el suyo pero no digo nada, no quiero tener problemas y menos con mi jefa.

-¿Quieres pasar?- menciona al cabo de unos segundos.

-Eh si gracias.

Ambos comenzamos a caminar hasta la entrada de su casa, me deja pasar primero y me quedo de pies junto a él, no conozco su casa nunca antes he estado aquí. Siento su mano posarse en mi espalda baja y acariciar el pequeño espacio que deja mi vestido, de inmediato siento el hormigueo en esa zona.

Al llegar al salón, veo que está un botiquín de primero auxilios sobre la mesa, miro todo a mi alrededor notando que la decoración es muy masculina pero linda.

-¿Quieres que te ayude..? - interrumpo el silencio incómodo que se ha formado.

-Claro si ven, estaba apunto de que Erika me curará cuando llegastes.

No sé porqué eso me hace respirar con alivió, me acercó al lugar y tomo un poco de algodón y alcohol, siento movimiento a mi espalda, Fabrizio se ha sentado en el sofá con sus piernas extendidas y sus manos apoyadas en sus rodillas. La sola imagen me deja sin aliento, se nota tan imponente y sexy que por poco y babeo.

Me acerco a él lentamente y me arrodilló entre sus piernas mirandolo a los ojos que se han oscurecido un poco, y es que la sola posición da mucho en que pensar. Tomo su mano derecha y comienzo a pasar el algodón con cuidado, nisiquiera se inmuta por el dolor sigue manteniendo su mirada puesta en mí, y eso me pone nerviosa.

Continuo con mi labor al tanto como puedo, y sin dejar que note que su mirada me intimida.. mucho, al terminar recogo las cosas que utilicé, apoyo mi mano en su muslo haciendo que se tense y su respiración salga lentamente chocando con mi rostro, lo miro fijamente y recorro los golpes de su cara una vez más.

Sintiendome mal por ser la causante de eso, termino de levantarme y le pregunto dónde queda la cocina, una vez recibida sus indicaciones voy hasta ella y tiro los algodones, para así regresar a la sala. Está en el mismo lugar solo que con su vista fija en el suelo.

-Lo siento - es lo primero que digo, levanta sus ojos mirándome confundído- Lamento mucho que Ty... Taylor - me corrijo - te haya golpeado sin razón alguna.

-Lo hizo - ahora soy yo la que lo mira confundida - me golpeó con razón alguna, te he besado. - estoy por hablar pero me interrumpe - aunque no entiendo la parte en dónde le afecta a él- dice distraído - aunque.... Bueno puede ser que él, tú.

Lo miro exasperada por su comentario, que ha decir verdad no creo que sea cierto y que me haga partirme la cabeza de tanto pensar.

-No digas cosas que jamás serán ciertas- expreso molesta - Será mejor que me vaya.

Me acerco a la mesa y tomo las llaves de mi auto y mi teléfono chequeando la hora en este.

3:45am

Vaya que es tarde, la noche a pasado volando y no es para menos con todo lo que ha pasado, por suerte ya mi cumpleaños termino.

-no te vayas - su voz me hace mirarlo.

-Es tarde, y quiero descansar- Miento, aunque es lo menos que haré - y no quiero incómodarte.

-Por favor Madd - un destello de ilusión pasa por sus ojos - solo.... Hagamos que este cumpleaños termine bien.

Lo miro confundida sin saber que hacer o que decir, lo medito por unos minutos y decido aceptar. A fin de cuentas no tengo nada mejor que hacer en mi departamento sola. Mi cumpleaños se ha arruinado de una forma que jamás imaginé, y ciertamente es en lo último en lo que quiero pensar ahora.

🌺🌺

Que pasaría por la cabeza de Taylor para actuar de esa forma?

Instagram @Girasolsito11




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro