Tu amor me dio confianza.

Cuando tenía 6 años, recuerdo haberme caído y raspado las rodillas. Tú me dedicaste una sonrisa dulce y te acercaste a ayudarme a ponerme de pie. Sacudiste mi ropa y reíste para que yo riera. Me dijiste que todo estaría bien, que solo necesitaría una bandita y podría seguir corriendo por nuestra bonita casa. Me abrazaste mientras lloré y prometiste no ir a ningún lado, estarías ahí para mí cada vez que me cayera.

Tu amor me hizo fuerte.

Cuando tenía 13 años, recuerdo haber regresado del colegio en lágrimas. Las personas pueden llegar a ser tan crueles. Me reconfortaste y lograste hacerme olvidar por qué había llorado. Me recordaste lo que era importante y me enseñaste a recordarlo para aquellos momentos en los que no te encontraras conmigo.

Tu amor me enseñó a ser yo.

Cuando tenía 15 años recuerdo haberme quemado la palma de mi mano intentando alisar mi cabello. Mis rizos eran muy desordenados, me estorbaban y no me hacían lucir como las mujeres en las revistas. Me reprendiste por no haberte pedido ayuda, pero más que nada por haber pensado que yo debía verme como las de las revistas. Me diste un beso en la frente y me ayudaste a terminar el trabajo con mi cabello, haciéndome prometer que sería la última vez.

Tu amor me enseñó a soñar.

Cuando tenía 22 años, recuerdo haber pensado que mi vida era un desastre, porque así era. No tenía propósito ni meta, vivía a la deriva, en piloto automático. Llegaste a mi apartamento sin previo aviso. En tus manos llevabas mi postre favorito, tu famoso pay de fresa casero. Dijiste que lo comeríamos mientras buscábamos algún proyecto al que me pudiese unir para inspirarme. Ahí descubrí mi futura pasión.

Tu amor me hizo feliz.

A mis 35 años encuentro un video de cuando yo tenía la edad de princesas y barcos piratas y los siete enanitos. Jugábamos en la cocina de nuestra bonita casa. Papá sale también, con mi hermano en brazos, ambos riendo y disfrutando el momento. Cuando encerré tu pierna en un abrazo, levanté la mirada y sonreí con un diente faltante. Recuerdo haber pensado que tú eres la mujer más hermosa en todo el mundo.

Tu amor me dio. Tu amor me hizo. Tu amor me enseñó.