Capitulo 31
WHO VILLAINS ARE MADE
Alex estaba viva y libre.
Era un hecho, pero ¿como?
Ni siquiera Taylor me comunico que la había encontrado o algo por el estilo, no estaba alucinando, aprete las manos en puños con fuerza, el dolor de mis uñas clavándose en mis palmas me confirmaron que aquello que veía era real, tan real como que habíamos desenterrado un cuerpo.
La vimos bajar del auto, la vimos caminar, incluso acercarse a la tumba de Gaunt y escupir en ella, estaba bien.
Tan bien como para enterrar sus manos en las entrañas de ese cadáver putrefacto y lleno de gusanos, no supe que fue exactamente pero saco algo de su interior, lo limpio meticulosamente con un pañuelo y se lo guardo en el bolsillo del abrigo, de forma mecánica, casi como un robot
No importaba cuantas vueltas le diera o cuanto dolieran las uñas clavadas sobre mis palmas, algo no encajaba, si estaba bien, ¿nos habíamos metido en todo este problema por nada?.
¿Qué rayo estaba pasando?, ¿en que nos equivocamos? ¿Cuando? quería una explicación, ¿Taylor la había encontrado? ¿Por qué no me contó nada?.
Casi percibí la risa burlona de alguien a mis espaldas pero al voltearme para ver de que se trataba no había nada, solo la basta extensión de bosque recubierto de bruma y nieve sumido en una total oscuridad.
Se me erizo la piel al recordar la carta de Skylar y su clara advertencia sobre lo que habitaba en ella, pero no podía tener tan mala suerte, no podía ponerse peor.
Por un segundo sentí una extraña debilidad en mi ser, vi el mundo dar vueltas y distorsionarse de una forma siniestra, Axel lo noto y me agarro del brazo justo cuando estaba por caer de culo contra el suelo, me dedico una mirada preocupada.
- Hay que salir de aquí - susurro Yeng haciendo señas hacia el camino - vienen refuerzos.
- No pienso convertirme en la cena de año nuevo, en marcha - agrego Axel arrastrándome hacia la oscuridad del bosque junto a Yeng.
Di gracias a los cielos que Yeng había conservado ese extraño polvo que hace que los wendigos no te ataquen o ya habría sufrido cuatro infartos por el sonido de las hojas o las ramitas crujiendo bajo nuestros pies, el bosque era nuestra única salida si queríamos evitar una confrontación directa
- Esta viva - dijo Yeng con la respiración entrecortada avanzando tras de mi sujetando mi mano para que no callera, estaba de sobra decir que era bastante patosa en cuanto a excursiones al aire libre - eso es genial puedes estar tranquilo oxigenado.
-En primer lugar, mi tono es natural caramelito, en segundo, no soy tan estúpido para caer en el mismo juego dos veces - rebatió Axel con cierto deje de amargura en la voz, sujetando mi mano para guiarme.
- En Elora nada es lo que parece... - recito en voz baja las palabras escritas en la carta de Skylar - no podemos estar seguros de que sea ella solo con verla de lejos.
Escuche el resoplido impaciente que soltó Yeng tras de mi, la situación había dado un giro totalmente inesperado y nos dejaba exactamente como al principio de esta locura, sin saber nada.
- ¿Y que fue lo que le saco a ese cadáver? - inquirió ella nuevamente - ¿Estamos seguros de que esta hoja es la verdad que buscábamos?
Recorde la pequeña hoja, amarillenta y enclenque, dudando de si realmente nos ayudaría a salir de aquí sin que esas cosas nos persiguieran para toda la vida, la impaciencia estaba apoderándose de mi
- Ya no estoy seguro -Axel interrumpe mis pensamientos - lo único que quiero es ir a darle sus cachetadas a Alex, nada le costaba enviar un mensaje diciendo que estaba bien.
- Talvez no podía - comenta Yeng mirando a los alrededores - tu dijiste que habías oído a los de la morgue decir atrocidades de lo que paso con ella allí.
- Si y también dije que perdí el sentido poco después, no puedes confiar en mi juicio bajo esas circunstancias - rebatió Axel haciendo un extraño gesto de tensión en el cuello, como si le doliera. - Tendremos que consultar con Abismor, tarde o temprano se enterara que otra vez estuvimos en una excursión familiar, con su mujer.
Lanzo el chiste con clara intención de hacer que se aliviara la tensión que estábamos acumulando durante ese tétrico recorrido a la casa de mi madre flanqueando el bosque, pero de repente algo nos detuvo.
No algo, alguien, una voz de puro terciopelo:
- Yo que tu preferiría que fuera tarde, ese tipo tiene un humor terrible.
Justo detrás de Yeng una figura, alta, esbelta y siniestras se alzaba intimidante, talvez fue la adrenalina, talvez el miedo a perder a otra persona que quería pero abanique la pala que tenia en mis manos con todas mis fuerzas y le di de lleno en la cara.
Yeng ahogo un grito cuando sintió la sangre salpicar en su rostro.
Los tres nos mantuvimos en completo silencio por el shock, hasta que Axel se aventuro a sacar una linterna de su mochila y alumbro con ella el bulto que había en el suelo.
Un muchacho, de cabellos oscuros y piel cremosa, que estaba siendo rápidamente cubierta por la gran cantidad de sangre que salía de su cabeza, tenia el rostro cubierto por la mata espesa de cabello desordenado .
- No entren en pánico - susurro Axel con voz temblorosa - fue un accidente, a cualquiera podría pasarle.
- ¿Esta muerto? - pregunte horrorizada viendo su cuerpo inmóvil en el suelo.
-Tranquila, podemos atestiguar que fue en defensa propia - trato de tranquilizarme Yeng con una risa histérica escalando por su garganta - talvez no este muerto.
- ¿Cómo que no? mira esa herida - exclamo Axel señalando la sangre que brotaba sin cesar de la cabeza del muchacho
- No estas ayudando carajo - reclama Yeng.
- Estoy siendo realista, no nos hagamos falsas esperanzas, tuvo una buena vida - dijo el de manera atropellada desviando la mirada del cuerpo.
- No se ve mayor que nosotros - digo sintiendo un nudo en la garganta y sintiendo como el calor abandona mi cuerpo.
-Dije buena, no larga - comenta mi consanguíneo encogiendose de hombros.
Un silencio espectral se cernió sobre nosotros, mate a una persona, probablemente inocente por no controlar mis nervios, mi corazón se acelero de golpe, desbocado... mate a una persona.
<<Asesina....eso es lo que eres, ocúltalo cuanto quieres, pero lo se, lo sabes, esto es lo que eres>>
La voz que resonaba en los confines de de mi cabeza hizo acto de presencia recordándome cosas que quería olvidar a como de lugar, como la sensación d atravesar carne viva con un cuchillo.
Justo cuando creí que ya todo estaba perdido y los había involucrado en algo peor aun algo agarro mi tobillo con fuerza, solté un grito con potencia por el susto al que le siguieron los gritos de Yeng y Axel, entonces todo fue caos y gritos, hasta que note que lo que tenia mi tobillo era la mano pálida del muchacho.
- Su puta madre, casi me mata del susto - bufo Yeng aferrándose a mi brazo y alejándome del muchacho en el suelo que se encogió dolorido poniéndose las manos en el rostro.... el lugar donde lo golpee.
- ¿Qué hacemos? - inquiere Axel dando unos pasos atrás mientras nos contempla dubitativo - llamar a la policía esta descartado.
Muy descartado, eso sin contar que Taylor había acabado con varios elementos policías que se encontraban en ese culto, sin estuviéramos bajo circunstancias normales habría optado por la policía y me entregaría pero, no sabía si resultarían ser partidarios de las locuras del sheriff Collins.
- ¿Para que vamos a llamar la policía? - bufa Yeng molesta - se esta desangrando, necesita un medico, llevémoslo a un hospital.
- Haz visto la pinta que llevamos - rebate el elevando las cejas señalando la tierra y el sudor que nos cubre - ¿Qué le vamos a decir al de urgencias? Buenas noches caballero, por accidente le estampamos un palazo en la cara a este joven y casi queda tieso en medio del bosque, pero equis somos chavos esas cosas pasan.
Se me antojaba ridículo que a pesar de la situación estuviera haciendo chistes, pero Yeng tenia razón, debíamos llevarlo a un hospital.
- ¿Entonces cual es tu plan Einstein? - cuestiona con impaciencia.
Ninguno de nosotros habló pero vi claramente como los ojos de mi consanguineo se desviaron hacia las palas que llevábamos.
-Podríamos... - murmuro Axel rompiendo el silencio - podríamos ... ya saben, acabar con su sufrimiento y hacer como que nada de esto paso.
- ¿Que? - decimos escandalizadas al unisonó Yeng y yo.
Axel se pasa una mano por la cabellera apartándose unos cuantos cabellos adheridos a su frente mientras estudia la inmensidad del bosque que nos rodea en el ceño fruncido en clara prueba de frustración.
- Piénsenlo bien - alumbra nuevamente el cuerpo en el suelo - ¿Qué diablos hace una persona a esta hora en el bosque a oscuras?, Buscar la casa de la abuelita no creo.
Tenía su punto.
- ¿Un gourmand? - inquiere Yeng ajustando mas su agarre a mi brazo
- No lo se - responde Axel acercándose al cuerpo de la persona en el suelo, la sangre ya a formado un charco lo bastante grande como para ser preocupante - ya tenemos las palas de todas formas, cavar un poco mas no será problema.
Hay decisión en sus palabras, es seguro que lo hará, porque así es Axel Collins un hombre de palabra, incluso cuando lo que propone suena espeluznante, no me atrevo a contradecirlo, porque tiene razón, ningún ser humano andaría deambulando en medio del bosque como si nada a estas horas, bueno al menos no uno que este cuerdo.
- Espera - lo detengo cuando eleva la pala nuevamente para darle el golpe de gracia - talvez no es malo, míralo esta sangrando y no nos ataco antes.
- Con el santo putazo que le diste ni tiempo tuvo - rebate Axel con una risilla burlona que le confería un aire psicópata mientras seguía dispuesto a continuar con su tarea.
- Llamemos a la ambulancia, ustedes vuelvan a casa, yo asumiré la culpa.
- Ni loco - se queja el - la ultima vez te torturaron no dejare que te pongan un dedo encima por cubrirme nunca mas.
Sacudo la cabeza con disimulo al recordar a su padre azotandome con esa vara, no es momento para caer en el pánico.
Arriesgándome me aproximo hacia el desconocido en el suelo con cautela, como para dejarle claro que no tengo ninguna intención de atacarlo.
-Hey - le susurro - tenemos que llamar a una ambulancia rápido ¿Puedes decirnos tu nombre?
Al decir las ultimas palabras, con rapidez el aparto las manos y nos dejo ver su rostro.
Y sentí el deja vú mas fuerte de mi vida.
La impresión inmediata que me dio no fue de terror, sino de familiaridad. Fue en una fracción de segundo, transcurrió lenta y se transformo de manera abrumadora. Algo indeterminable, como si sintiera todo y nada a la vez, pero lo supe, llego a mi tan rápido y confuso que quise retroceder.
Lo conocía.
Yo conocía a ese chico solo que no sabia exactamente de donde, nunca había sido buena con recordar rostros pero esto era demasiado extraño.
El suspiro, emitió unos quejidos y entreabrió los labios con una lentitud angustiante para responderme.
- Sin ambulancias.
No me dio su nombre, parecía costarle mantenerse consiente, la culpa me aplasto con todo su peso, lastime a una persona inocente.
-Lo conozco - solté sin siquiera notarlo.
- ¿Que? ¿Y quien es? - cuestiono Yeng, curiosa y desconfiada al mismo tiempo.
-No lo se - admití algo apenada - pero lo e visto antes.
Mis dos compañeros se quedan atónitos ante mis palabras, Axel apoyo sus manos y su cabeza sobre la pala mientras le echaba un vistazo, pesado, analítico y suspicaz al extraño.
- ¿Lo conoces pero no sabes quien es? - replico como si fuera estúpido - mira conozco a todo el mundo aquí y en mi puta vida e visto a este.
- Talvez no es de aquí, viví mucho tiempo en otra ciudad - me defendí sin saber que otra cosa decir.
Sonaba estúpido, si.
Y en nuestra situación, como una apuesta suicida.
Quise decirle algo concreto, un apellido, un nombre, pues la sensación era mas que un simple "te conozco", era una familiaridad intima, algo como una vieja amistad talvez, pero no había nada, mi cabeza era un lio.
- ¿Llamo a la ambulancia y lo llevamos directo al hospital? - Yeng decidió preguntar mientras sostenía el celular en la mano con el numero de urgencias listo.
Axel suspiro medio resignado, medio hastiado, abriendo la boca para responder, pero el extraño volvió a hablar interrumpiéndolo.
- ¡No!
Hasta su tono de voz me producía esa sensación de familiaridad pero no lo ubicaba.
- ¿No? - soltó Yeng mirándolo como si estuviera loco - amigo estas sangrando - enfatizo - No vas a morirte aquí, si te encuentran nos culparan por homicidio o iras a la corte a ponernos una denuncia por no ayudarte solo para quedarte con todas nuestras posesiones, que se yo, e visto muchos casos así - me señalo en modo de advertencia - ni lo toques Meg , que tus huellas no aparezcan en el...
- Yeng - reproche
- ¿Que? - Axel salió en su defensa - tiene razón, es un desconocido en medio de un bosque tétrico en plena madrugada ¿y si venia a matar a alguien?
Gran punto, estando rodeados de psicópatas y monstruos come hombres, no era descabellado.
No sabíamos quien era, de hecho ahí parados en medio del bosque invernal y macabro, no sabíamos nada.
Nada.
- Hay que llevarlo a casa - dictamine irguiéndome.
Axel puso una mano en mi hombro como si con eso pudiera detener hasta mis pensamientos.
- Sobre mi rico, sexy y frio cadáver - expreso con dureza.
- ¿En verdad harás esto? - expreso Yeng aturdida.
- No es un animal, esta grave por mi culpa - respondí con culpabilidad. - no puedo dejarlo morir aqui.
- Si, si, pero por esa razón no puedes solo llevarlo adentro, limpiarlo, ponerle una correa y un bonito nombre - protesto Axel haciendo énfasis en las ultimas palabras.
- Por favor - suplique observándolos a ambos - solo por esta vez.
Axel chisto totalmente en desacuerdo conmigo, Yeng se limito a quitarle la pala en clara señal de apoyo hacia mi.
- Insisto en que mi plan era mas practico - dijo Axel sujetando al extraño del brazo para levantarlo.
Yeng cubrió la sangre del suelo con tierra.
Éramos un equipo después de todo, ellos me cubrían y yo a ellos, eso implicaba ayudarnos en nuestras estupideces ¿no? Aun cuando esas estupideces implicaban desenterrar y mover cuerpos ¿NO?.
Trasladamos al muchacho entre los tres hasta el patio trasero de la casa de mi madre,nos tomó más tiempo del esperado desactivar el cerco eléctrico pero finalmente entramos, Axel dejó al muchacho en el sofá.
Ahor que la duda había despertado, la curiosidad me carcomida, quería ver mejor su rostro.
Porque lo conocía, pero ¿de donde? ¿Donde lo había visto antes?.
Con cautela me acerque a él, cada parte que veía se me hacia nueva, su nariz recta, sus cejas espesas, la mandibula fuerte, su mata húmeda y enmarañada de cabello oscuro y el peculiar aire nostálgico que lo rodeaba.
Debía ser tan solo un par de años mayor que nosotros, pero todo en su aspecto no encajaba con una situación normal, no encajaba en nada en absoluto.
Era un verdadero desastre.
Estaba vestido como una persona relativamente normal, tenia hojas secas y nieve adheridas a la mitad de su rostro a causa del tiempo que estuvo medio tirado en el suelo, pero eso no importaba, lo más alarmante era esa herida en su cabeza.
- Listo ya hicimos la buena acción del día, ahora llamare a la ambulancia - anunció Axel buscando su celular.
- No - hablo el extraño.
Axel quedo paralizado con un dedo a medio camino de presionar la pantalla para llamar a emergencias.
Hizo un mohín de fastidio.
- Entonces a la policía - dijo con fingida inocencia pero note la sonrisa retorcida que trataba de reprimir.
- Eso es peor - volvió a hablar el muchacho con voz dolorida y los ojos apretados, debía doler bastante.
Pero se encendió en mi la llama de la intriga.
- ¿Porque no quieres ayuda? - interviene Yeng también acercandose al sofá - ¿Hiciste algo malo?
- Y por supuesto que nos va a confesar como descuarizo a una familia entera - resoplo Axel poniendo los ojos en blanco.
De no ser por todo lo que habíamos pasado, habría tachado a Axel de desalmado pero tenía que verlo desde el punto lógico, necesitábamos respuestas.
- Danos una buena razón para no hacerlo - le propongo al extraño tratando de mediar en la situación.
- ¿Que? - soltó Axel como si hubiera escuchado lo más estúpido e irracional del mundo - Escúchame bien Meghan Alice Bennett, no necesitas ninguna maldita razon, es algo que hay que hacer y punto.
Suspire, insegura.
Mi mente era un gran caos en este momento, teníamos a ese extraño tipo en el sofá de la sala y yo no sabía quien era pero sentía que lo conocía, que lo había visto antes y que no era un peligro.
El chico abrió sus ojos y por primera vez pude ver el iris de color gris con ciertos destellos azulados que poseía.
- En nuestros caso la policía sólo empeoraria la cosas - comento Yeng quitandose el abrigo de invierno - ya lo vivimos en carne propia.
- No estamos en una serie de Netflix caramelito - argumento Axel entornando los ojos con sospecha.
- Lo conozco, no es peligroso - asegure.
Axel se cruzo de brazos y me miró con severidad, no había en el un solo rastro del chico despreocupado y tranquilo que conocía.
- Prometi ante tu noviecito que las protegería, y no me basta escuchar un "Lo conozco" para saber que no intentará algo raro, tu misma viste a esas cosas Meghan cambian de forma, podría ser uno de esos animales.
- Pero lo conozco, lo digo encerio - digo abrumada al sentir su mirada dura - sabes lo difícil que es para mí recordar.
Esas palabras tocaron una fibra sensible en el, Axel suspiro con resignación y fijo su mirada en Yeng, buscando apoyo.
- Bien, chico sin nombre, ¿porque no quieres ayuda? - inquirio Yeng por encima de nosotros.
Esperamos su respuesta, pero el tipo se mantuvo impasible y en silencio, el ambiente se volvió tenso y pesado.
- Es peligroso - respondio finalmente.
- ¿Y no te parece más peligroso morir desangrado? - se quejo Axel medio molesto - no te veo muy bien que diga, si quieres quedarte más te vale confesar.
Si yo tenia poca paciencia para algunas cosas, el me superaba con creces.
- No confías en nosotros y nosotros no confiamos en ti, así que como mínimo deberías explicar que hacías deambulando en el bosque a esa hora - agrega Yeng tratando de suavizar un poco el ambiente.
La expresión del muchacho cambió momentáneamente a una de confusión, como si no entendiera nada.
- Listo, voy a llamar - anunció Axel.
Sonaba decidido, encedio la pantalla del celular y procedió a marcar 9, luego 1 y...
Me fui sobre el para impedirlo.
- Espera - lo detengo cubriendo la pantalla con mis manos - no nos a hecho daño.
- Ah claro, debo esperar a que se trague mi pierna o el brazo de Yeng para llamar - replico Axel con sarcasmo.
- Me refiero a que podría ser como nosotros, talvez estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado - susurre.
Axel me fulmino con la mirada.
- Meghan eres demasiado buena, un día esa bondad terminará metiéndote en problemas - señala al sujeto del sofá - ¿ves eso? No es un perro, es una persona - expreso como si estuviera explicándo una clase de primaria - las personas lastiman, hacen cosas malas, es decir, secuestran, mutilan y en nuestro caso hasta se las tragan, eso es lo que creo que nos va a pasar si seguimos teniendo a ese rarito en nuestra casa.
Exhale.
Tenía razon, por algún motivo, quizás uno muy loco estaba convencida al cien por ciento de que no nos haría nada, así que con mi impulso de valentía repentino volví a acercarme al sofá.
- ¿La policía te esta buscando? - le pregunte.
No hubo respuesta
- ¿Estas huyendo de algo? - probé por preguntar.
Tampoco respondió
- ¿Hiciste algo tan peligroso que no puedes decírnoslo? - Yeng se poso junto a mi tratando de ayudar.
Pero no hubo nada, solo un profundo silencio de su parte.
Como debí esperarlo Axel perdió la poca paciencia tenia.
- Oye, ¿nunca te han golpeado por no responder cuando te hablan?
- Collins. - reclama Yeng
- No espera, a lo mejor puedo reacomodarle las ideas con otro palazo en la cara - dijo tajante
- Axel por dios... - me queje viéndolo ceñuda.
El se acerco a nosotras y vio fijamente desde la altura al extraño.
- ¿Cuál es tu nombre? - cuestiono Axel.
Silencio.
- ¿Vives en esta ciudad? - volvio a preguntar.
Más silencio.
- ¿Sufres retraso mental?¿Te escapaste de algún sanatorio de mala muerte? - inquiere con molestia
Pero nuevamente no hubo respuesta.
- Pasenme la pala, hay que refrescarle la memoria - bufa con impaciencia.
-Axel - le reclamamos al unisono Yeng y yo.
- ¿Que?, esto es ridículo - soltó, molesto - ¿Crees que nos va a decir que demonios hizo? Talves solo finge ser estúpido para matarnos en cuanto bajemos la guardia, llamare a la policía y ya esta, nisiquiera puede decirnos porque estaba en el bosque.
- Peligro - reacciono el muchacho de pronto, para nuestra sorpresa - estaban en peligro.
Al escuchar algo nuevo de su boca, los tres lo miramos, atentos.
- ¿De que hablas? - pregunte sin entender.
El muchacho se remueve inquieto en el sofá y saca de su bolsillo una hoja limpiamente doblada.
Me apresure a tomarla y desdoblarla, alternando la mirada entre Yeng y Axel, en cuanto se formó una hoja el doble de grande, la impresión se reflejo en mi rostro.
Era una fotografía de Katherine y mi madre en Juniper's Table.
No una foto cualquiera, mi madre llevaba el mismo vestido con el que había sido cremada.... lo cual era imposible porque ese vestido lo compraron el día de la autopsia.
¿Que diablos estaba pasando?
Se supone que ella ya estaba muerta, yo la vi.
Justo cuando senti que la cosa no podria ser peor, escuche el sonido de un auto aparcar frente a la casa.
Si odiaba la vida de por si, no cabía duda de que ella me odiaba a mi también.
Pues Yeng no tardo en reconocer que el auto que había llegado pertenecia a Taylor Abismor.
Pánico, rápidamente todos ocultamos las palas, Yeng corrió a tomar un botiquín, Axel cargo al extraño y salió disparado hacia el patio trasero.
Metí la fotografía en medio de mis pecho al no tener bolsillos en mis jeans que pudiera usar.
Los pasos de Taylor se escucharon cercanos, mi corazón comenzó a latir con fuerza, al ver la sangre en el sofá y el aspecto que tenía en ese momento.
¿Cómo iba a explicarle eso?
Tome rápidamente un cojín y lo puse sobre la mancha de sangre en el sofá.
La perilla de la puerta se giro y supe que estaba acabada, cubierta de tierra y sudor, no se me ocurría una excusa viable para que no notará que nuevamente desobedeci y me fui a investigar por mi cuenta.
La puerta chirrio con un sonido espeluznante, parecido al quejido de una anciana.
Protégeme señor con tu espíritu . . .
- No creo que responda plegarias a esta hora - dice Taylor ingresando a la sala con un cigarrillo entre los dedos - en todo caso, ¿de que debería protegerte, Meghan?
Trago grueso al encontrarme con su mirada escrutadora y suspicaz de siempre.
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