Capitulo 16
SMOKE AND MIRRORS
El sonido de alguien aclarandose la garganta a un lado de nosotros.
- Taylor.
El me suelta y se separa de mi con brusquedad, no como si estuviera espantado por lo que hacía, si no enojado por la interrupción.
Tiene el ceño contraído cuando observa en dirección al pie de las escaleras por las que casi caigo.
Es Skylar Maison.
- Taylor - habla de nuevo con cierto deje critico en sus palabras.
Los ojos marrones saltan entre mi acompañante yo como si no pudiera creer lo que ve frente a ella, y a pesar de que se muestra tranquila, quien no está nada sereno es Taylor.
- No recuerdo haberle dado la confianza para tutearme, es señor Abismor para ti - su tono es duro e implacable, no oculta el hecho de que aborrece la presencia de la muchacha aqui, su molestia crece considerablemente y no trata de ocultarlo - ¿que diablos quiere?.
- No era mi intención interrumpir - dice con voz temblorosa - pero ya veo porque se marchó tan derrepente
- ¿Algún problema con eso? - corta tajante las palabras de Skylar.
- No ninguno, solo me preguntaba si Camile sabe que están aquí.
No puede ser, ¿ahora va a reclamar en nombre de otra persona?, e conocido a muchas personas descaradas a lo largo de mi vida, pero esta se lleva el premio.
- ¿Acaso es mi perro guardián para saber en donde estoy todo el tiempo? - reprocha.
- Bueno es que como ustedes están saliendo creí que...
- ¿Quien le dijo semejante estupidez? - brama molesto.
Siento que estoy cerca de una bomba de tiempo, que estallara estrepitosamente en cualquier momento.
- Ilumineme Maison ¿quien fue el idiota que invento eso?
- Ya tendremos tiempo para entrar en detalle - se refugia en el sosiego cuando nota que la marea a empezado a subir - venía a informarle que la señorita Camile lo espera en el vestíbulo
- Que amable de tu parte - el sarcasmo que expide es como una peligrosa cuerda que bien podría enredarse alrededor del cuello de Skylar y estrangular hasta la muerte, la manera en la que tensa la mandibula delata lo mucho que se está conteniendo.
Sin previo aviso, Taylor baja las escaleras y se dirige al vestíbulo a sancadas.
Le presto atención a Skylar que se a quedado plantada al pie de las escaleras, no va a irse y está claro que tiene algo que decir, no se ve tensa o crispada pero parece que quiere abrirme el pecho y arrancarme el corazón.
- ¿Tanto te gusta meterte en relaciones ajenas?
Lo sabia, mucho se estaba demorando, pero ahora no estoy de humor para sus histerias
- ¿Disculpa?
- Creo que me haz escuchado bien, primero Riley y ahora Abismor.
- No creo que ese sea tu problema
Me gusta la paz, pero no le temo a la guerra, me duele todo, solo quiero ir a mi lugar seguro, me pone irritable que ella precisamente quiera retenerme.
- Sabes que Camile esta interesada en el
- ¿y porque sufres? La interesada es ella no tu ¿verdad?.
Se queda en silencio le molesta porque sabe que tengo razón.
Acomodo mis mangas dispuesta a ir a la biblioteca con mis compañeros e ignorar su existencia.
- Eres como una goma de mascar en el zapato, molesta y estorbosa que no se despega jamás de tu suela.
- No tengo tiempo para lidiar con tus berrinches ve a llorarle a tu amo, talvez te den un hueso por esa lealtad tuya - le dedico una sonrisa y retomo mi camino
Pero claro, estamos hablando de Skylar, no dejará las cosas así, escucho sus pasos apresurados acercarse, logro agarrar su mano justo a tiempo pues parecía dispuesta a golpearme.
- ¿Estas molesta por mi cercanía con Taylor? ¿es por Camile o porque te recuerda que ahora Yeng es cercana a mi?.
La pregunta sale con ira y hasta yo me sorprendo de lo que acabo de decir Skylar se pasma y me ve con los ojos abiertos como platos totalmente anonadada, le suelto el brazo y me marchó.
.・。.・゜✭・.・✫・゜・。.
La tarde pasa lenta y fría, la mortecina luz gris que se filtra por las grandes ventanas de la biblioteca le da un toque deprimente, el viento arremete con fuerza contra los árboles y hace vibrar el cristal.
-No hemos encontrado nada sobre el doctor - dice Yeng con cansancio, posando su cabeza sobre la mesa de la biblioteca.
Tiene pequeñas ojeras remarcando sus ojos de tono grisáceo, y su pequeña y respingada nariz esta colorada por el frío.
Mientras estuve inconsiente ellos se habian dedicado a investigar todo lo posible sobre el extraño hospital, y entre tantas cosas, encontraron multiples archivos de desapariciones.
- ¿Que es lo que sabemos hasta ahora?- inquiero bostezando, acomodándome en mi asiento, el mal trago a pasado, me siento a gusto con estos dos.
Axel mantiene su mirada fija en el monitor esta en uno de los enormes sillones forrados de cuero en la habitación, también tiene ojeras.
- El hospital se incendio hace cinco años y desde entonces nadie se acerca, tienen la zona cercada y vigilada por guardias ya que algunas personas peligrosas lo usaban para hacer transacciones ilegales - murmura Yeng más dormida que despierta.
- Pueden tener toda la seguridad del mundo - secunda Axel - ya encontré como tres vacíos legales en ese contrato y otras cuatro formas de entrar sin que sospechen, tienen un trabajo que hacer y ni para eso sirven.
- Los documentos de la muerte de Liliam se emitieron hace menos de cinco meses, podrían haber usado un nombre falso para firmar estas cosas - teorizo mirando las actas y el nombre de quien las firmo
Jasper Gaunt.
- Ni tan falsos - dice Axel asombrado haciéndonos una seña con sus dedos para que nos acercamos - miren esto
Era una pequeña foto de un periódico registrado en una hemeroteca virtual de la ciudad, haciendo cuentas notamos que rondaba los setenta años atrás con el modesto titular de:
Se aprueba el proyecto de intercambio cultural de nativos americanos en facultades de medicas del país a cargo del conocido neurocirujano Jasper Gaunt.
En la foto se veían a varios hombres con la bata médica, cabello negro largo atado en coletas bajas y estetoscopios alrededor del cuello, sonriendo orgullosamente.
- No hay registros, noticias, no hay nada que pueda decirnos algo del tal Jasper salvo esto - dice Axel mostrando todas las pestañas en las que había investigado.
- ¿Que tienen que ver los nativos americanos aquí? - inquiero.
- ¿Que tenemos que ver nosotros aquí? - dicen al unisono Yeng y Axel con cara de estar hartos.
El cansancio pone agresivo a cualquiera, así que insisto en que duerman un poco y me dejen investigar mientras tanto, luego de ponerme mil excusas finalmente tomo un espejo y le muestro a Axel las ojeras que tiene y acepta sin chistar.
- Debemos ir a ese hospital - digo con pesar - no importa que camino tomemos todos nos guían al mismo lugar.
- Ese es el problema - dice Axel cerrando la laptop - es raro que todo lo que encontremos nos guíe al hospital.
- La peste a trampa se huele a kilómetros - sentencia Yeng estirándose.
- Y al perfume de Alex también - murmura Axel con el rostro ensombrecido.
Me acerco a él y tomo sus manos con delicadeza, Yeng le acaricia el brazo en gesto de consuelo, el más desesperado por ir era el y aún así contenía sus ansias esperando que nos recuperaremos.
- No me hago ilusiones - continua Axel con calma - solo quiero dejar de preguntarme si sigue con vida o no.
Se me contrae el corazón al recordar el discurso de el señor Collins y como había dado por muerta a Alex sin siquiera haber intentado encontrarla.
- ¿Y mi suegro caramelito? - inquiere Axel con su tono coqueto cambiando el tema.
- El coronel Riley se encuentra en una misión clasificada en Ámsterdam - responde Yeng con una amplia sonrisa - además no podré estar tranquila hasta que nos libremos de esas cosas.
Al verla tan radiante, algo hace "clic" en mi memoria.
- Hablando de amigos - digo suspirando mientras nos dirigimos a la salida - me encontré con Skylar camino aquí.
Yeng y Axel se giran con los ojos abiertos como platos por la sorpresa.
- ¿Te hizo algo? - inquiere Yeng alarmada.
- ¿Que hacia aquí la hija de Phoenix? - pregunta Axel alternando su mirada entre ambas.
- Parece que ser la mensajera de Camile - digo con amargura al recordar sus palabras
- ¿La loca del cabello de horrible tono zanahoria? - suelta Axel enarcando una ceja mientras nos dirigimos fuera de la biblioteca
El cielo a empezado a oscurecer, mientras caminamos debatimos algunas ideas sobre que llevar a nuestra emocionante visita nada forzada al hospital.
Muy alentador....
- ¡¿Pero que hice mal?! - El grito de una mujer a la distancia nos sorprende.
Axel ni corto, ni perezoso se acerca a la ventana a investigar el origen de la voz, y Yeng lo sigue, en menos de un segundo ambos se posan a los lados de la ventana con un libro en mano para observar todo desde aquí con disimulo.
Que sincronizacion, hace poco estaban desmayamdose del cansancio pero magicamente ahora estaban como si nada, de Axel no me sorprende, pero de Yeng no lo esperaba.
El chisme rompe barreras, hace olvidar diferencias y dolencias, segun Axel, el chisme podría ser lo que unifique idiomas y naciones.
- ¡NO! - la voz iracunda de la mujer hace que las aves que estaban posadas en las ramas de algunos árboles salgan volando asustadas.
Reconozco la voz, es la de Camile.
- ¿Porque me abandonas si no e hecho nada malo? - vuelve a exclamar con tanta fuerza que pareciera que se desgarrara la garganta.
Yeng me hace una seña con la cabeza para que me acerque a la ventana para mirar.
Lo primero que puedo notar es a Camile totalmente enfurecida al pie de las escaleras que conducen a la entrada de la mansion, rodeada por dos enormes y corpulentos guardias de seguridad, estaba vestida con un elegante vestido negro y a quien le reclamaba probablemente era Taylor.
Sentí la piel de mis brazos cosquillear de una manera extraña y escandalosa al recordar el tacto cálido y aspero de sus enormes manos.
Sacudí mi cabeza alejando el recuerdo desagradable de mi mente.
Desde donde estabamos solo podia ver una parte de la entrada, Taylor debía estar en la parte que no podía ver
- Mira caramelito, tu amiga esta ahí - dice Axel mirando sin disimulo a Yeng.
Yeng pone los ojos en blanco ante el comentario y le da un golpe con el libro a Axel en el hombro, para que se calle.
Skylar no está muy lejos, está pálida y visiblemente asustada, sosteniendo un abrigo contra su pecho.
- ¡NO LO ENTIENDO! ¡PENSE QUE ME QUERIAS! - exclama Camile moviendo las manos en clara señal de molestia.
- ¿Que es todo este alboroto? - aparece Victor del otro lado del pasillo.
- Silencio, empezó mi novela - dice Axel sin perderse una palabra
El como agita sus manos Camile me recuerda al berrinche de un niño pequeño y caprichoso cuando no le dan lo que quiere, doy un salto de sorpresa cuando su mirada colérica conecta con la mía, como si hubiera percibido mi presencia a esa distancia.
Siento una dolorosa punzada en la herida de mi cintura que me deja momentáneamente sin aire.
- Es por ella - vocifera - ¿Porque no dejaste que muera? Las cosa no estarían tan jodidas si desapareciera.
A pesar de que las palabras que dice son fuertes y cargadas de odio, puedo ver como en su rostro comienzan a descender lágrimas.
Se hace un silencio total que nos mantiene expectantes, y de la nada Camile se quita algo de la mano y lo lanza con ira al suelo, sube a un auto oscuro y se marcha.
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