Capitulo 12
OVERWHELMED
Lo poco o nada que sabiamos sobre el extraño documento se volvio mas difuso luego de haber escuchado de la boca de Yeng que ese lugar ya no existía más.
- Bueno tendremos que recurrir al plan B - dijo Axel jugando con el anillo de plata en su dedo anular.
Yeng aún seguía en shock por todo lo que le había contado, ella nos contó algo confidencial, nosotros le contamos algo aún más confidencial, sobre la posible conspiracion de la policia, sobre las criaturas, sobre Taylor, todo, para mí sorpresa no había reaccionado de forma negativa.
- ¿Cuál plan B? - pregunto cautelosa por lo que sea que valla a decir.
La mentalidad de Axel era un misterio, han escuchado que el genio roza la locura, pues yo estaba más que segura que lo sea que fuera a proponer sería eso.
Una completa locura.
- Si la montaña no va a Mahoma - dice guiándonos a la salida del edificio - Mahoma va a la montaña, ¿te apuntas caramelito?, prometo no hacer nada que no quieras.
- Voy por la anécdota, no porque tu me lo estés pidiendo, Collins - le dice de forma retadora.
Axel río sorprendido por el comentario
- ¿Te e dicho alguna vez que me encantan las pelirrojas que me llevan la contraria? - exclama con voz divertida.
Internamente agradecía que trataran de aliviar el ambiente con humor, porque yo no le veía nada de alentador a la situación.
No tardamos mucho tiempo en llegar a la primera planta y ahí estaban ellas.
Camile y el aquelarre de Skylar Maison.
Que bonita coincidencia
Pensé con sarcasmo, las miradas se clavaron en nosotros al vernos aparecer.
- Valla, ¿ahora estas ocultandote detrás de Collins, Riley? - soltó despectivamente Skylar
Las manos de Yeng se cerraron en puños, y pareció a punto de decirle hasta de que mal se iba a morir.
- No creo que el caramelito necesite ocultarse detrás de nadie, hasta donde se es capaz de callar a quien sea con un buen derechazo, ¿no crees? - dice Axel con fingida inocencia soltando su veneno - pero no te sientas mal, me gusta la cicatriz en tu ceja te da personalidad, querida.
Las otras chicas se quedan con la boca abierta al escuchar la declaración de guerra que les había dado Axel abiertamente.
- Nadie te a preguntado nada - bufa Skylar con evidente molestia.
- A ti tampoco y sin embargo cuestionas las acciones de mi caramelito.
Camile solo se limita a observarme, y no puedo evitar recordar la forma en la que la había encontrado con Taylor, ¿como era posible que yo sintiera vergüenza por eso y ella estuviera ahí como si nada?.
Axel y Skylar siguieron discutiendo, la abeja reina del campus y el rey de los venenos no daban su brazo a torcer pero estaba claro que Skylar estaba en aprietos pues nadie parecía querer respaldarla cuando una de las chicas a su lado había tratado de humillarlo señalando que ya no estaba Alex, mi consanguineo había mostrado una sonrisa perfecta y arrogante.
- Hablarme es un privilegio - dijo Axel burlonamente - y tu no tienes privilegios, de hecho no tienes nada si te ocultas tras estas...- hizo una pausa para mirar de pies a cabeza con desagrado a todas - damas
En un movimiento ágil y rápido tomo la mano de Yeng entrelazando sus dedos y acercandola a sus labios, para plantarle un beso en el dorso, el movimiento nos tomó desprevenias, el rostro de Yeng estaba tan rojo como su cabello.
- Solo mi caramelito puede ordenarme - dijo observando fijamente a Skylar mientras se acercaba al rostro de Yeng - ¿no es así Yeng? - añadió con voz seductora y baja.
Aparte la mirada, sentía que estaba interrumpiendo algo demasiado intimo, sabía que era solo por molestar a Skylar pero esto ya estaba llendo demasiado lejos.
Axel es el tipo de enemigo que investigara que es lo que más te molesta y lo hará de la forma menos sutil para hacerte llorar de la impotencia y no se detendría hasta lograrlo, sin importar que deba hacer para ello.
- Camile di algo, no te quedes ahí mirando - la voz exasperada de Skylar me recuerda que ella estaba ahí.
- ¿Para esto me llamaste aquí? - dice ella con aburrimiento.
De un momento a otro todos se quedan paralizados casi como estatuas, el rostro de Camile que había estado inexpresivo, rápidamente es adornado por una delicada sonrisa, mientras se escuchan pasos avanzar en nuestra dirección.
Taylor Abismor camina imponente por el pasillo, la última vez había tenido suerte o estuve soñando porque me había tratado de manera neutral, ¿De que humor estaría hoy?.
No importaba, que me ignore, tenerlos cerca a él y a Camile me revivia recuerdos de Vietnam y no podría con la vergüenza ajena que eso me provocaría.
Pero estaba claro que ese no era mi día, ni mi semana, ni mi mes, ni mi año, carajo ya nisiquiera era mi vida porque apenas estuvo lo suficientemente cerca sus ojos notaron mi presencia y se detuvieron en mi.
- Estorban - me reclama - ¿Están haciendo una fiesta? ¿Me harán una ovación? ¿Se arrodillaran a rezarme?
Su majestad estaba de mal humor por lo visto, sus cambios de humor me darían tortícolis.
- Ninguna de las anteriores - me atrevo a responder en medio del silencio de los demás.
- ¿Entonces porque están en mi camino, querida iletrada? - dice mirándome con desdén
Ahí estaba otra vez, este era el Taylor que conocia, el arrogante e insoportable, algo tenía esa palabra que hacia que me hirviera la sangre
- ¿No te cansas de molestarme?
- ¿No se cansa de estorbarme?
- Fuiste tu el que se detuvo aquí para pelear conmigo.
- No me habría detenido si entendiera que esta en mi camino y simplemente se apartara, iletrada
- Eres insoportable
- ¿y que quiere? ¿que llore?
Todos se quedan observando en silencio la escena incluso aquellos que pasan rápidamente a nuestro lado marchándose a sus casas.
Es increíble la capacidad que está persona tiene para molestarme, el miedo no me impedira nada esta vez hay demasiados testigos, suspiro, cerrando los ojos y juntando las palmas de las manos
- ¿Que hace?
- Rezo - contestó secamente
- Jamás a nadie se le había ocurrido rezarme para que le perdonara la vida, ¿debo darle puntos por su creatividad y vehemencia hacia mi? - inquiere sarcastico
- ¿Cuando dije que le rezaba a usted?
- ¿Entonces a quien? Si piensa que con su actitud de puritana religiosa va a ganar algo pierde el tiempo, nisiquiera Jesús en persona podria salvarla
- Se supone que Dios te da justo lo que necesitas en situaciones desesperadas
- ¿Y que es lo que esta pidiendo?
Me limito a guardar silencio y a continuar con lo mío, pero las venas de su cuello saltan visiblemente por la furia que siente al ver que no responderé.
-Le exijo que me lo diga - dice perdiendo la paciencia
- Estoy pidiendo paciencia - exclamo molesta también, eh intentado mediar pero sigue igual de altanero y petulante.
El Taylor amable que vi esa tarde debió ser algún tipo de alucinacion, porque no hay forma de que este ser pueda sentir compasión por alguien además de el mismo.
- ¿Paciencia? - frunció el ceño sin entender
- Si, porque si me diera fuerza, ya lo habría matado
Sonríe con incredulidad sin quitarme los ojos de encima, el brillo inquietante en sus ojos se intensifica, o disfruta molestarme o finalmente tomo la decisión de matarme, y ya no le importa si hay testigos o no, cualquiera de las dos opciones me parecen insufribles, no le dare el gusto de verme sumida a su voluntad, preferire mil veces morir de pie plantandole cara que hacerlo de rodillas obedeciendo su altanería y prepotencia.
-Recuerde bien en que posición esta - amenaza
- ¿Y que quiere? ¿Que llore?
Una leve sonrisa parece estar a punto de escaparsele haciendo evidente el hoyuelo que posee en la mejilla derecha, mientras arrastro a Yeng y Axel lejos del amargado.
.・。.・゜✭・.・✫・゜・。.
Hemos llegado a casa de mi tía para encontrarnos con la sorpresa de que no está ahí, así que pusimos en practica el plan de Axel, nos dividimos para buscar el acta de defunción, si decia que seguía en Seattle se acaba ahí, pero si por otro motivo no había acta, ligaria todo a Katherine y el señor Collins, tendríamos que recurrir a medidas más extremas.
Medidas que eran totalmente ilegales y por las cuales podríamos terminar en la carcel por un largo tiempo.
Afuera ya estaba oscureciendo cuando Yeng llegó a la habitación de Katherine para ayudarnos a buscar, estaba cubierta de polvo pues le habia tocado revisar el atico, traía puestos los guantes de látex que nos dio Axel, pues según el si íbamos a hacer algo íbamos a hacerlo bien.
- ¿saben que me gustaría? - dice Axel sentándose en la cama de Katherine y rompiendo la concentración en la que estábamos
-¿Encontrar el documento? - dice Yeng pensativa revisando las repisas de madera cerca de la ventana.
- ¿Alitas BBQ en salsa super picante? - opino mientras reviso los libros de la mesa de noche.
Axel suspira y se recuesta en la cama con gesto cansino.
- No, bueno si, pero lo que quiero ahora es más importante - se queja estirándose a sus anchas.
- Deja de hacerte el interesante y habla - le ordena Yeng sentándose en el borde de la cama
- Uy, cuidado, me gusta ese tono autoritario caramelito - le dice guiñandole un ojo.
Yeng le lanza una almohada sin poder evitar reírse por las lisuras que suelta Axel cada vez que está desprevenida.
- Ya encerio - dice sentándose nuevamente con fingida indignacion - lo que quiero comienza con "A" de ¿a que horas pensara Meghan contarnos que fue todo eso con Abismor?
Me lanza la almohada para que no tenga nisiquiera oportunidad de hacerme la desentendida.
- Dijiste que era una persona molesta, y parece que omitiste muchos detalles, por Dios eso estuvo intenso, ¿o me equivoco caramelito?, exijo el chisme completo.
- ¿Cuál chisme? - digo poniendome las manos en la espalda, me dolía bastante, talvez por el peso de mi pecho - es grosero y no lo soporto, eso es todo.
- No se tu pero la tensión que se sentia no era precisamente la de enemigos - opina Yeng revisando un porta retratos.
- Por favor no hagas chiste tan espeluznantes - refute.
- ¿Sabes cuanta gente mataria por estar en tu lugar?- dice incrédulo tomando otra almohada para lanzarmela.
-Lo encontre, lo encontre - interrumpe Yeng emocionada abriendo el porta retratos.
Efectivamente se trataba del certificado de defunción pero habia un pequeño problema....habian dos de ellos.
La angustia me gobierna a medida que mi vista pasa de un documento a otro.
Rose Morgan....Liliam Bennett.....
- Tienen el mismo sello - dice Yeng comparando los sellos de las actas con los del registro forense.
- Esto cada vez apesta más a trabajo clandestino - se queja Axel viendo las hojas.
- ¿Y ahora que? - suspiro soltando las hojas.
La información en ambas actas es exactamente la misma, fecha, hora, día, causa de muerte y firma del médico a cargo, cada vez que parecía que dábamos un paso hacia la verdad ocurría algo que hacía que retrocedieramos dos.
Axel y yo decidimos armar nuestro equipaje, para mudarnos definitivamente de ahí, solo llevaríamos lo esencial.
O eso creí porque pude verlo bajar las escaleras con un par de enormes maletas y dos bolsos a cada lado de su hombro
Antes muerto que sencillo....
Nos costó ayudarle a poner todo en el auto de Yeng, cuando regresábamos por el último bolso fue el grito de Yeng lo que nos alertó, entro corriendo a la casa y cerró la puerta con todos los seguro que estos tenía, tenia la respiración agitada y tenía cubierta de nieve la chaqueta en la parte trasera, como si hubiese caído en su huida, Axel rápidamente estuvo a su lado.
- Hay algo afuera - dijo aterrada mientras Axel la traía hasta donde yo estaba.
Ni bien termino su frase las luces comenzaron a parpadear y a pesar de que estábamos bien abrigados, un frío glacial se deslizaba por nuestra espalda poniéndonos alerta, todos tres nos acercamos de inmediato algo iba mal.
Algo atravesó la puerta dejando un enorme hoyo en la mitad de esta, por el que pude divisar parte del rostro de la criatura, el lamento aterrador que tanto me había atormentado volvió a escucharse increíblemente alto, me dolieron los oídos.
Axel aferro su mano a mi brazo como si no pudiera creer lo que veían sus ojos, a pesar de que se lo había contado, ahora finalmente le tomaba credibilidad.
La misma mano grande y esquelética que había visto en los baños, se deslizó hacia el interior de la casa y uno a uno fue sacando los seguros que mantenían la puerta cerrada.....
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