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#53_(Hasgard x El Cid)

Desde que salió ese capitulo extra del manga tengo entendido que tengo que escribir algo shippeando a Hasgard y El Cid, tarde tanto porque apenas voy encontrando ese capitulo en español... Enserio no se porque no lo encontré hasta un año despues.

Sobre el capitulo no diré mucho, es muy sencillo pero agradable de leer si te gustan las interacciones entre personajes. Y me llama la atención como ciertos comentarios parecen dejar implícito ciertas dinámicas, las cuales aprovechare si se me va la oportunidad.  

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A su distancia la figura del dorado de capricornio se podía visualizar, acomodándose el cabello antes de ponerse el casco retomando lo que seguramente era su camino ya sea con su alumno o su compañero. Seguido por la mirada del toro dorado.    

Luego de haberlo despedido con una sonrisa en el rostro hace 2 dias, el dorado guardián del segundo templo quedó un poco... Intrigado. Conocer a El Cid fuera de su fama fue grato, si bien esperada la falta de su ausencia a su invitación, agradecía internamente que El Cid haya hecho acto de presencia. Estuvo considerado ciertas cosas todo el día.

— ¿Maestro Aldebarán? — La voz del más joven lo saco de su ensoñación, el toro les prestó su atención nuevamente. Disculpándose con los más jóvenes por haberse perdido en sus propios pensamientos. Saro parecía buscar el objeto que hace un momento tenia presa la atención de su maestro, pero capricornio ya se había ibo. Enterneciendo al mayor que logro percatarse de la curiosidad del más joven, alzando ligeramente la mirada a Teneo y Selina más no podía definir si tenían las mismas sospechas de quien le robada la atención.   

Hasgard no le presto más atención al tema, retomando lo que faltaba de los entrenamientos por ese día. Apenas termino tomo dirección hacia el templo de Sagitario donde esperaba Sísifo estuviera presente, para su desgracia no fue así. No estaba en los 12 templos siquiera, posando su mano en su cabeza simplemente tomo un suspiro ¿Qué más iba a hacer? Regresando a su templo en su espera. Deseada preguntarle un par de cosas. 

Se instauro en su templo de brazos cruzados, cuando para su sorpresa y su agrado el dorado de capricornio hizo acto de presencia. 

- ¿De regreso a tu templo? - Le sonrió, sutilmente El Cid asintió parado firme frente a él. -  Tienes permitido pasar, pero antes me gustaría preguntarte algo. 

- Adelante. ¿Se trata de otro entrenamiento acaso?

- Bueno. - Se llevo la mano a la nuca, haciendo un gesto que podía pasar por nervioso aunque en realidad el toro deseada no formar un aura de formalidad entre ambos, más aun por la seriedad que caracterizada al hombre frente a él. - No en realidad. Pero, deseo conocerte. - Le extendió su mano una vez dijo eso.  

>> Sísifo a veces me comenta cosas de ti, así como estoy seguro que a veces te habla de mi. ¿O me equivoco? - Era verdad eso ultimo. 

- No. No te equivocas, he oído de tu fama dentro del Santuario y Sísifo me ha dicho cosas más personales de ti. Debo ser sincero, por su sugerencia es que acepte. Me ayudaste un poco a despejar la mente. 

- Me alegro haber tenido ese efecto. Me gusto mucho ese combate que tuvimos, por eso deseo conocerte un poco más. ¿Qué te parece si te invito a tomar en unos días? Si no es molestia claro esta, se que eres algo estricto así que entiendo si no agrada el licor. 

- Descuida. No tengo problemas con deber un poco. Acepto con gusto conocerte mejor. 

- Te espero acá en la noche en 2 días entonces. 

- No faltare. - El toro lo despidió con una sonrisa. 

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Ya en la noche, Sísifo había vuelto a pisar su templo despues de haber estado ausente fuera del Santuario junto a Régulus.

 - ¿Y bien? ¿Me esperaste mucho? - Con un té en la mano se sentó en la mesa, tomando un sorbo sonriendo a su amigo. 

- No tanto. Solo quería preguntarte un par de cosas. Me genera curiosidad El Cid, le pedí que nos conociéramos mejor hace rato. 

- ¿Enserio? - Su primera reacción fue arquear las cejas, dejando la taza en la mesa. - No se si me sorprende o no. - El toro se encogió de hombros. - Bueno, no se que me deseas preguntar. Si ya acepto, ¿Qué concejo esperas de mí?

- Bueno, eres la persona más cercana a él. ¿Algún concejo?

- Solo es una persona un poco reservada, incluso hay cosas que no me dice. Y eso me parece bien. 

- Eres experto con ese tipo de personas, ¿No? - Bromeo, Sísifo rio. 

- Así parece. Pero tu siempre has sido una persona muy empática, ¿Sera diferente acá?

- Espero que no. 

- ¿Te molesta si te pregunto si tu interés parte de algo romántico o es solo curiosidad?

- Solo curiosidad por conocerlo. No obstante si se llega a bar algo romántico entre él y yo, me agradaría. Pero eso ya requiere de tiempo. - Sísifo entendió. Terminado su té. Siguieron hablando de cosas tanto entorno al santuario como trivialidades, despidiéndose tras el pasar de una 1 hora.   

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Acomodo su cabello en una coleta alta, dejando el saco del uniforme fuera de su traje esta vez. Como tenia previsto residió a El Cid a la hora pactada. Sirviéndole un vaso de vino, desprendiendo un aroma dulce apenas abrió la botella.  

- Es rico. ¿Puedo preguntar donde lo conseguiste? - Capricornio no evito lamerse el labio apenas el sabor de la bebida llego a sus sentidos. Y era diferente a lo que estaba acostumbrado. 

- Tengo cierta debilidad por un vaso de algún vino apenas termino un día pesado. Tengo varios coleccionados a decir verdad, por eso pensé en si quiero conocerte invitarte a tomar. ¿Relajante no?

- Algo. Yo suelo preferir tomar una bucha para terminar el día. - Tomando otro sorbo paso sus dedos por sus labios, disfrutando del sabor. - Agradezco mucho la intención.

- De nada.  ¡Disfruta más bien! - Le indico, tomando un trago también. 

- ¿Te gustaría conversar de algo?

- Si no te molesta, quisiera que me dijeras sobre antes de que llegaras al santuario. 

- Eso no es muy complicado de responder, como muchos fui un simple niño huérfano que fue acogido por un hombre  que le enseño bastante. Diría que mi afinación con la espada nace de él, un arma para matar pero también para proteger, un objeto hecho por curiosidad y la necesidad de las personas para cuidarse.  Necesita de la mano correcta para demostrar su potencial. No se si me entiendas. 

- Descuida. Me resulta interesante lo que me dices. 

- Creo que tu has de tener una historia similar, lo digo por los chicos a tu cargo. 

- Ninguno tiene una armadura aun, pero han demostrado mucho. Deseo poder guiarlos correctamente. - Le respondió. Siguieron hablando por un largo rato. 

Como bien le dijo Hasgard a Sísifo, si llegada a pasar algo de carácter romántico entre ambos seria algo que tomaría mucho tiempo. Y sinceramente, era lo mejor. Con el pasar de los meses ambos podían estar días inmersos en sus responsabilidades y aun así reunirse a conversar tranquilamente, aunque no lo pareciera a primera vista se entendían bastante bien.  Era una sorpresa para terceros, llegar a notar como parados uno al lado del otro congeniaban. El pecho del dorado de capricornio empezada a desarrollar un sentimiento agradable cuando la presencia del toro estaba junto a él. Sentimiento que podía comparar con otros del pasado igual de importantes.  

Tomo varios meses, pero cada uno parecía  concordar en lo que pensaban viéndose esa noche. Siendo El Cid quien quiso tomar la iniciativa. Tomó el mentón del más alto recibiendo una fuerte sonrisa de su parte, gesto que si bien no pudo devolver correctamente si se le acercó, permitiendo que su mano, notoriamente más grande que su cintura lo tome.

- Si bien he tenido mis relaciones anteriores nunca he sido un experto en palabras de carácter romántico, siendo tu mi compañero de armas no se bien que podría decirte así que espero que nuestras posiciones hablen por si solas. - Le expreso. El toro, con su otra mano acaricio levemente el contorno del rostro contrario. Reclamando un beso, 2 pares de labios carnosos encajaban mejor de lo que esperaban. Manchados ligeramente por el sabor del vino que casi no llegaron a probar esa noche.  

Hasgard tomo el rostro de El Cid, besando ligeramente un costado de su rostro despues de que sus labios se separaron. Capricornio poso su mano en el pecho del toro, habiendo un ligero silencio entre ambos. 

- Me gustaría comprobar el tamaño de todo tu cuerpo. ¿Me complacerías?

- Depende, ¿Prefieres bar o residir?  

- Eso lo podemos arreglar en un momento. Me gustaría ver mi "oponente" primero. 

- Hecho. 

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¿Saben una mega ironía de esto? Que si recuerdo bien, en el primer libro YA HICE un one shot shippeando a El Cid y Hasgard en mi época de inventar con las relaciones.  Y eso fue como hace 4 años...

Total. Me fui por este rumbo porque, ambos son de los más responsables del manga, siento que si fueran pareja seria de esas que no lo parecen pero funcionan muy bien.  

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