#52_(Hasgard x Sisifo)
Cerro la puerta tras de si con sumo cuidado. No quería hacer el más mínimo ruido posible, caminando hasta el dorado se arribillo, dejando su casco a un costados de ambos. Hasgard, tomo la mano de Sísifo, besando su dorso aun con el remordimiento de la noche pasada a flor de piel.
- Lamento no haberte cuidado como era debido, mi amor. - Volvió a pegar sus labios a su mano. - Aunque siempre admire eso de ti, tu voluntad siempre fue más fuerte la mía. Mis heridas nunca serán una escusa para no poder evitar que esto te pasara. - Ver su propia flecha golpeando su pecho lo dejo helado, estaba seguro que también sintió el dolor de una punzada en su pecho ante lo que sus ojos presenciaban.
Cuando se dio cuenta lo tomo en sus brazos. protegiendo su cuerpo inconsciente, aunque listo para la pelea si era necesario. Aun no podía creer que estaba viendo a Hades de frente. Cuando estuvieron a salvo en el Santuario parecía que Hasgard no quería soltarlo, acomodándolo en ese estante empezando a preocuparse porque ya era obvio que algo malo le pasaba en su letargo. Sentía pulso, pero el resto de su ser estaba apagado.
La confirmación fue lo peor, no sabían siquiera como hacerlo despertar, estaba sin rumbo. Por segunda vez se sintió bastante inútil, la primera vez siendo cuando perdió a Regulus. Recordaba la vergüenza que lleno su alma cuando se les informo que seguía vivo, llegando a escuchar la risa de Sísifo al verle la cara. Fue tan agridulce, porque en parte agradecía que una vida tan joven no fue perdida más que nunca tuvo ese deseo de poder haberlo cuidado mejor en vez de permitir que se escapara en dirección a su padre.
- ¿Recuerdas esos 2 momentos? - Tenia la esperanza que Sísifo lo escuchara.
>> Cuando regrese de la mision con Ilias, no supe que decirte. Tu hermano, tu sobrino, ambos perdidos. Tenia tanto miedo que te molestaras conmigo, tanto miedo de tu reacción. Y si bien te vi llorar, también me consolaste. Estaba igual de destrozado que tu. - Para ese momento ya habían iniciado su relación, fue varios meses despues de obtener sus armaduras que iniciaron una relación formar entre ambos.
Hasgard recordaba bien él día en el que obtuvo su armadura. Tenia la convicción de no quedarse atrás, ya Sísifo la había obtenido era seguro que Aspros también seguía su turno. Saliendo vencedor tras demostrar lo firme de su voluntad, ahora como portador de Tauro lo primero que quiso hacer era buscar a sus amigos. Los 3 parecían con la misma voluntad, pero Hasgard noto algo que otros simplemente pasaron por alto. Sísifo regreso de su primera misión totalmente pensativo.
Secretos que no le dijo a nadie. Ya estaba acostumbrado a verlo alejado de todos, entrenando para relajarse. Sabia de la presión que en esa época Sísifo podía sobre si mismo. Y aunque este lo disimulada cuando notaba que Hasgard estaba cerca, le permitía acompañarlo.
>> Somos amigos, no deseo dejarte solo nunca... - Sonrió de medio lado repitiendo en voz baja lo dicho ese día, un recuerdo muy apreciado para ambos. - Dije en aquel momento que no te dejaría solo nunca. - Volvió a besar su mano. - ¿Recuerdas cuando Regulus volvió al santuario? Se veía tan asustado, para mi buena o mala suerte me reconoció lo que me puso peor de nervioso. - Rio ligero. - Recuerdo que pusiste tu mano en mi espalda para apoyarme, me presentaste como su tío ante él. Luego de unas horas empezamos su entrenamiento juntos. - Le sonrió. Soltando la mano del castaño, mirando a su rostro inundado de tranquilidad. Sintiendo una lagrima salir por su ojo quemado.
>> Hemos pasado por tantas cosas. Esperare firme tu despertar, tu voluntad nunca ha fallada y si lo hace mi hombro siempre estará para ti. Me arrepiento de no haber podido hacer nada para evitar que estés así, pero hare lo posible para residirte apenas despiertes. Mi amor.
Dicho esto. Se separo de él, caminando de regreso a los coliseos donde 3 chicos esperaban por él. Bajando de templo en templo, no tardo en encontrarse la presencia de un felino.
- Hasgard... ¿Vienes de ver a mi tío verdad?
- Si. Aunque debo decir que es irónico como fui a verlo solo a disculparme debido a todos los remordimientos que tengo pero los recuerdos que viví con él me vieron la voluntad para confiar que estará bien. Aunque claramente va a necesitar de nuestra ayuda.
- Lo entiendo, creo que mi tío siempre ha tenido esa capacidad. Lo pasado anoche me dejo algo asustado si le soy honesto. - Se llevo la mano a la cabeza por un momento. Estaba seguro que ellos 2 no eran los únicos con un fuerte sentido amargo clavado en la garganta desde la inesperada visita.
- Y es solo el comienzo. Pero no podemos dejar que eso nos afecte. - El león dorado hizo una mueca, meditando sobre sus palabras. Era cierto lo que decía, pero el dolor no era fácil de ignorar. El toro termino apoyando su mano sobre la cabeza del castaño. - Cuídate, tengo que visitar a alguien más. 2 más mejor dicho.
- ¿Tenma y virgo? - Tauro asintió.
Y así el tiempo paso, los días pasaron reconstruyendo el Santuario despues de la visita de Hades. Durante la noche, murciélagos hicieron acto de presencia en busca de la batalla. Viendo sus heridas y que la muerte estaba a nada de reclamarlo, Hasgard solo pudo pensar en que lastimosamente no podría ver a su amado despertar, lamentándose para sus adentros de eso pero aceptando con tal de no dejar correr peligro la vida de los más jóvenes a un lado del escenario.
Cuando Sísifo despertó ya no había tiempo de lamentarse de nada. Tuvo que actuar rápido debido a las circunstancias. No obstante, su armadura le hizo saber las palabras que le dedico el toro, llorando el silencio. Deseando por un mero segundo poder cambiar las cosas, ninguno tuvo la oportunidad de despedirse o lamentarse. Su sobrino no tardo verlo, abrazándolo.
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