#43_AldeMu Week 2/3 (Indulgencia)
Según Google, Indulgencia significa Actitud relativa a la especial facilidad para perdonar las ofensas, o castigarlas con benevolencia, y para juzgar sin severidad los errores de los demás. Y teniendo a Saga en la ecuación... Sorry.
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DeathMask los había invitado. En ese bar de rodorio estaban él, Saga, Aioria y Shura aparte del propio DeathMask. Por una parte le sorprendió la presencia de Saga. Si bien, había quienes habían recuperado un ambiente de amena cotidianidad, Alde por su parte se mantenía sin saber que pensar. No tanto por él, si no por las acciones del propio Saga.
Aunque se mantenía con la frente en alto normalmente no intercambiaba más de 3 palabras con más de la mitad de la orden dorada y los jóvenes bronces, por coincidente su sola presencia sé podía sentir tensa.
A su vez parecía querer seguir con las responsabilidades que solía ejercer por más que no usaba la armadura, o cuando menos ya no se le veía con esta.
Tomo aire y se acercó a él. Total no perdía nada.
— ¿Saga?
— Puedes hablarme de lo que quieras sin miedo. — Arqueó una ceja llevándose la copa a los labios.
— Perdona. No quería incomodarte, por una parte siento raro hablar contigo luego de todo lo vivido. Por la otra, me es imposible no tener curiosidad por tu comportamiento.
— Dímelo a mi. No te culpo si te mantienes escéptico en mi presencia. — De un trago se tomó todo el vaso. — Tampoco quiero perdón o compasión, no es necesario. Es solo lo normal, no puedes hacer un golpe de estado y al otro momento hacer que nada paso. — Aldebarán arqueo las cejas, mentía si decía que sabía cómo responder.
— Ha pasado mucho últimamente. ¿No? — Saga dejo el vaso en la barra, moviendo la cabeza en dirección al toro. — Creo que nunca me tomé la molestia de preguntar por cómo te sientes.
— Siempre tan empático. Un gigante bonachón. Y descuida, lo digo en el buen sentido. He considerado muchas cosas, si renunciar a la armadura, hundirme en mis penas o simplemente seguir luchando cómo forma de pagar mis pecados. Ninguno me termina de convencer.
— Y si. Es una decisión muy difícil. — Pidió otra debida al camarero junto a un plato para ambos. Apoyando su cabeza en su mano. — Tómalo como una ofrenda de paz, así sea temporal.
— Lo tomaré. Gracias. — Shura no tardó en acercarse a ellos. Uniéndose a la conversación. — Me sorprende que Aioria haya aceptado venir en mi presencia. — Dijo, mirándolo desde la distancia.
— ¿Esos tipos le están coqueteando o buscando pelea?
— Creo que lo primero. Iré a ver. — Y así hizo, parándose hacia él Aldebarán pudo comprobar que eran unos pervertidos. De haber llegado poco después, Aioria ya les habría sacado varios dientes de un solo golpe.
La noche siguió tranquila para los Gold Saint, volviendo a sus respectivos templos una vez llegó la hora. Durante el día siguiente Alde medito bastante sobre lo pasado con Saga, Pero quería una opinión de alguien más. ¿Por qué no matar 2 pájaros de un tiro? Le debía a Mu un momento dulce a solas desde hace un tiempo de todas maneras.
En un tiempo de 3 días lo había invitado a su templo, con una tina arreglada para los 2. Tras quitarse la ropa, acomodarse uno junto al otro en el agua tocó hacer la pregunta. Aunque nuevamente, mentía si decía que no estaba nervioso.
— Mu. Quisiera saber. ¿Crees que cambie? — De un momento a otro Alde le pregunto. Mu en su posición, con la espalda pegada al pecho del toro medito la pregunta antes de hablar, aunque el momento para está le pareció extraño.
— Diría que una tina no es el lugar idóneo para esa pregunta.
— Perdona. Quería mínimamente tenerte relajado. — El agua se desbordó por unos segundos debido al movimiento de Alde, abrazando a Mu con ambos brazos apoyando mejor su espalda en el borde con tal de realizar más cómodamente dicha acción.
— Así que la propuesta fue una treta. Nada mal a decir verdad. — Le dijo.
— Siempre noto cuando se acercan Saga y tu, ninguno dice nada. Ambos se quedan en silencio, dónde la tensión se siente. Tu saliste muy afectado por su rebelión, así que es normal que me preocupe.
— Gracias. Pero no es necesario. Sobre tu pregunta, por un lado hay pecados que por más que pasen años no pueden ser borrados. Los 2 lo sabemos ¿No? — Alde asintió. — Por el otro Shaka insiste que Saga tenía algo extrañó dentro de él, de lo cual no sabe exactamente ni de que sé tratada o que lo provoco. Pero actualmente no encuentra rastros de lo que sea que sea.
— ¿Cómo puede darse cuenta? Yo no siento su cosmos muy diferente.
— Yo tampoco. Por eso me pareció más raro, Shaka tiene una percepción más fuerte así que cuando lo vivimos a ver pudo darse cuenta del cambio en su ser. Parece tener un mínimo de confianza en él.
— ¿Pasa algo entre ellos 2? No esperaba a Shaka tan interesado en Saga.
— No que yo sepa, aunque si los he visto conversando. Según Shaka parece que sé arrepiente. — Tras decir eso hubo un ligero silencio, Aldebarán respiró pesado pasando su mano por su cabello. — ¿Pasa algo?
— Lo que dice Shaka es verdad. Yo también lo he notado así. — Arqueando una ceja fue lo único que necesito hacer para que sus gestos hablarán por él. Quiso saber más. — No lo tomes a mal. Solo que, una vez fuimos a beber y Saga parecía cansado. Presa de sí mismo. Por un momento de verdad me preocupo, más no se si era producto del alcohol.
— Bueno. Es verdad que hay gente que se pone muy sensible con eso. — Llevándose la mano al mentón se perdió en sus pensamientos. ¿Sentía lastima? No. El único sentimiento que le provocaba era la intriga, Saga era un hombre bastante misterioso en su propia mente.
>> ¿Qué pasó exactamente?
— Pues al inicio no fue la gran cosa, Saga se mantenía callado, DeathMask era quien más buscaba animarlo. Y en un momento quise hacerle plática. — Prosiguió a relatar tranquilamente todo lo pasado, ante la atenta mirada de Mu. — No sé que pensar.
— No es mentira que eres empático. Por mi, sea lo que fuera está bien. Si es lo que desea, aunque no sea santo de mi devoción yo no haré peor su castigo. — Moviéndose entre los brazos del toro parecía que ronroneó, quedando frente a frente. Sus manos acariciaron sus pectorales.
Esa simple acción fue como si borrará todo rastro de la conversación que tenían. Alde se lamió los labios por lo provocativo que le parecía Mu, este de igual manera fue a besarlo.
Más agua callo de la tina, hasta el momento que ambos salieron de ella en busca de más comodidad.
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