Lamento mi desaparición estos días. Honestamente he tenido algo de bloqueo, sumado a la noticia que wattpad le elimino la cuenta a una usuaria algo veterana me dió algo miedo escribir, perder todo lo que he escrito de Tauro estos años, pero bueno, de pesimismo no se vive. Iré respaldando (y corrigiendo) poco a poco muchos shot. Sumado a que se publicó un capítulo de TLC dónde Hasgard es principal. Estoy feliz, voy a usarlo como motivación. Apenas haya un resumen en español del capítulo junto con la ilustración que vino en la revista, juro que lo publicaré aquí.

________

Notaba como sus músculos crecían de forma notoria. Apretando su mano Teneo podía verlo marcandose en su ropa, preguntándose a si mismo si en algún momento llegaría a tener los brazos como los de su maestro. Los fuertes brazos de un hombre para proteger al indefenso. ¿No? Aún le faltaba camino por recorrer para llegar a ese momento ya que se podría decir que aún era muy joven.

Dejándo a sus compañeros siguió por su cuenta, llegando a voltearse lentamente a la figura del Santo de Aries, notando como este lo observaba, notando que sonreía, no parecía estarlo analizarlo ni detallando, no era una gran distancia la que los separaba y aún así Teneo no era capaz de leer la mente del muviano.

Hasta que esté se despidió sin decir nada. Teneo parpadea ligeramente confundido por esto que acaba de pasar, suponía que al ser un dorado seguramente solo estaba custodiando a los aspirantes, aunque ese papel lo solía tener su maestro tampoco era raro que otro lo tomara.

Pasando los minutos reaccionó, volteando algo incómodo retomo su entrenamiento por su cuenta. Pero había algo que aún le daba curiosidad del asunto.

Al día siguiente, con el pensamiento de ser Shion el guardián del templo de Aries y su maestro el de Tauro, 2 templos que estaban seguidos uno del otro, seguramente Shion era cercano a Hasgard/Aldebarán, su maestro era alguien sociable después de todo, quiso indagar del Muviano con él.

— Señor Aldebarán.  Disculpe, pero quería preguntarle algo. — Llamo al más grande, este volteo levemente hacia él.

— Lo que desees. ¿Paso algo? — Le parecía extraño notar a Teneo como estaba, parecía avergonzado mientras se acercaba a él, sumado a su edad, por dentro el toro esperaba que la pregunta no tenga que ver con la sexualidad.

— Solo me dió curiosidad Shion de Aries, lo llegue a ver anoche. Se me hizo extraño.

— ¿Extraño en que sentido?

— No sé cómo decirlo. En medio de mi entrenamiento me percate que estaba cerca, pero no me dijo nada. Solo sonrió y se fue. Pensé que usted lo conocería. — El toro entendió rápido.

— Bueno, te tengo que decepcionar un poco, ya que habló más con Dohko que con Shion, pero a este último si lo conozco lo suficiente, solo es a veces platico con él.

— Ya veo, lamento haberlo molestado entonces.

— No. No me molesta, si quieres saber, Shion es un poco... Curioso a decir verdad. — El menor arqueo las cejas, no entendiendo. — Es un buen santo, a veces lo noto preocupado por el santuario a su alrededor, tal vez por eso se quedó viendo a tu lado, noto lo que yo. — El menor se sonrojó un ligeramente. Avergonzado. — Solo puedo criticarle que creo que a veces su bondad es mucha para si mismo.

— ¿Uhm? Creo que entiendo. — Se llevó la mano a la cabeza, no podían ser nobles siempre, había personas que debían saber si era buena idea proteger o guiar. No conocía mucho a Aries, pero le era curioso imaginarlo así.

— En la tarde tendremos otro entrenamiento, espérame.

Y dicho eso se fue. Dejándo a su alumno solo en medio del campo, asintiendo seguro de si mismo obedeciendo a su maestro.

Esa misma tarde, Shion acompañaba a Hasgard. Teneo no creyó que lo había invitado a verlo, era bastante vergonzoso para él, aún más porque shion se disculpo por haberlo dejado confundido el día anterior, la cara de Teneo era un poema pintado de rojo, pero acepto gratamente cuando aries lo felicito.

_____

Los años habían pasado y era para Teneo bastante irónico pensar, como un pequeño encuentro con Shion años después terminaría pronosticando como él lo tomaría bajo su ala. Cómo patriarca y Santo de Tauro. Casi 10 años.

Los brazos de Teneo ya eran firmes, totalmente marcados en su ancho, no tanto como su maestro pues su cuerpo se mantenía en un porte delgado pero aún así, no estaban separados de la misma función.

Con el tiempo se dió cuenta que lo que decía Hasgard en aquel momento no era del todo mentira, Shion si podía llegar a pecar de querer ver lo mejor de varios pero a su vez cuando podía era firme.

Eso lo noto por primera vez cuando una doncella portando una suplis se hizo presente frente al santuario, Chris se llamaba. Explicándole sobre la situación que ella había tenido, Shion no le había dejado intervenir mucho, se concentró en hablar con la doncella y aunque Teneo claramente mantuvo un grado de desconfianza en su mente había un shock con lo que escuchaba contra la fascinación de lo que veía. Casi le hacía preguntarse cómo su maestro hubiera reaccionado, apretando su mano en él pecho de su armadura con ese pensamiento.

La doncella entrego la Suplis para su destrucción, una propuesta extraña al escuchar que era un tesoro familiar pero entendible sabiendo el contexto de la joven, una chica de alta sociedad que deseaba pasar página de tener ese "tesoro" y a su vez, apartarlo de su futura descendencia.

Volviendo a la realidad. Teneo puso su mano sobre la caja de la armadura de Tauro, invocandola directo a su cuerpo, tomando el camino a la sala del patriarca. El día apenas empezada.

Mientras avanzada Teneo iba perdido en sus pensamientos, hace un tiempo considerando bastante cierta posibilidad. Pero no sabía si era adecuado, había pasado tanto estos últimos años. Puede que pronto lo averigüe.

Deteniéndose el la casa de Sagitario, miro escaleras abajo, poco a poco el santuario volvía a lo que era tras bastante tiempo casi congelado. Tardó unos segundos en volver a su camino, saludando a Shion una vez entró.

— Buenos días patriarca.

— Buenos días Teneo. — Le recidio, volteando a el. — Creo que ya no es necesario que vengas apenas te despiertes.

— Si no le molesta, quiero seguirlo haciendo. Ya sea por costumbre o porque disfruto apoyarlo. — Sonrió, Shion fue capaz de notarle unos aires de coquetería, ¿Hasta donde llegaría?

— Si tú lo dices. La verdad, es muy posible que el Santuario este en calma los próximos días, él tiempo ha Sido generoso desde la finalización de la guerra Santa. Pronto intentaré retomar comunicación con Blue Grand. — Informo.

— Como usted diga. Shion. ¿Sabe? — Tomando un paso al frente, rodeo al muviano hasta quedar a un costado de él, mientras esté en su escritorio revisaba los registros de los últimos días. — He pensando en algo, y me preguntaba, ¿Que tal inapropiado sería, pedir quedarme como su..., Digamos, mano derecha y amante?

— Uhm. Lo primero, pues no es mala idea. Lo segundo, diría que eres muy menor para mí. No es una propuesta muy común o que pensé en terminar recidiendo. — Le dejo saber, dejando los papeles en mano en el escritorio, volteando al toro. — Asumo que para ti tampoco fue fácil.

— ¿Porque lo conozco desde que soy joven? Diría que sí, pero hemos estado solos, lo he conocido de forma grandiosa.

— Lo pensaré por un tiempo entonces. Aún no te puedo confirmar nada, solo ofrecer lo siguiente. — Dicho esto, su mano sujeto el mentón del toro, levantó su rostro bejando un beso en su frente.

Teneo acepto el gesto. Separándose del patriarca, volviendo a su cotivianidad tranquilamente. Shion de manera genuina estuvo pensando sobre lo que le propuso Teneo, y al cabo de 3 semanas le dió su respuesta.