#17_(Ox x Shijima)
Au. Diría que advertencia para religiosos pero todo aquí es inventado.
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"Tik" un sonido similar al de las agujas de un reloj, que en realidad representaba las gotas de agua que una a una iban cayendo cada tantos segundos por las afueras de ese templo. Para muchos, lo que podría simbolizar una noche perfecta, una agradable lluvia que les acompañaría en sus sueños a la vez que alimentaba la tierra para las cosechas que iban a recolectar en la mañana.
Dentro de uno de los tantos templos que devoraban el terreno, un hombre pelirrojo de aproximadamente unos 17 años, realizaba los mantras qué el Budismo le había inculcado. Teniendo el sonido de varias campanas a su favor. Esa noche. Aún en entrenamiento para monje.
Su respiración era tranquila, acompañando el alo de la noche. De un momento a otro, fue cuando sintió el roce de una mano que le acarició el rostro, lentamente los ojos de Shijima se abrieron. Abrazando de forma débil ese sentimiento profanó que sentía cuando eso pasaba, pero que poco a poco se iba intensificando. Cómo si el dejara que a medida que se sentía cómodo, dejarse llevar por sus sentimientos que cualquier monje del templo llamaría sacrilegio por su falta de explicación. Un evento sin explicación que vivía no desde hace unos mucho. Unos 2 meses específicamente.
La primera vez fue miedo, al abrir los ojos tras terminar de realizar sus canticos notando la figura de un gran hombre sentado frente a él. Calmandose al poco momento. No veía señal de hostilidad, y movido por la curiosidad se acercó a su nuevo visitante. Respirada, su pecho latía, era un ser vivo, pero no era un humano. Tampoco era un demonio, por lo menos no uno peligroso y hambriento de hacerlo pecar (eso creía) así que, asumió que era lo correcto el hecho que podría llamarlo un alma encerrada entre él terreno de ese monasterio, o un ser espiritual. La llamaban la atención esos últimos. Sabía que existían, pero eran un tabú.
Al día siguiente pensó que era un simple sueño, producto de sus actividades en el monasterio y su propia curiosidad. Y así se mantuvo, un simple sueño que creyó se repetía por unos días hasta que su frecuencia sé hacía bastante de notar.
— Shijima... — La voz de su contrario sonada fuerte, un eco que recorrió todas las paredes, seguidamente de un gemido del pelirrojo. Las grandes manos del contrario estremecían su piel. Pasando sus manos debajo de su túnica, dónde un rosario de cuencas negras lo acompañaba, Ox, nuevamente se acercó a él, acariciando con ambas manos su cuerpo, pasando dentro de esa túnica hasta aflojarla, quitándola hasta que el pecho blanco del pelirrojo quedó expuesto.
— ¿Pasa algo? ¿Ox? — ¿Porque se sentía débil? Era como si su cuerpo se estremeciera, quedando inválido de todo movimiento y pensamiento, a merced del hombre frente a él.
Sus 2 brazos cubiertos de fuertes músculos se apoyaron en sus costados. Besando el cuello de Shijima, pegando su frente en su pecho tras besarlo. Esa simple acción provocó que el Rosario en su cuello brille, una luz tan fuerte que parecía inundar el cuerpo de ambos.
— ¿Que deseas Taurus Ox? — Sin pensarlo, sin saber siquiera que decía, los labios de Shijima parecían haberse movido solos.
— Deseo. Quedarme a tu lado, futuro monje Shijima. Que mi alma sea purgada por la tuya, y me permitas defenderte bajo la bondad que aún tengo gradaba. — Dicho esto, Ox movió su cabeza una vez la luz del Rosario de hizo muy potente, sellando el pacto con lo que parecía ser un beso.
Una vez todo termino, el glosario en el cuello de Shijima, paso a ser de un color dorado y rojo. Con una pequeña luz, Ox se manifestó para cargar a un mareado Shijima con las intenciones de llevarlo a su cuarto, pero el ritual no pasó desapercibido, en menos de unos minutos muchos monjes arribaron con Shijima, percatadose que el estaba allí.
— ¿Que has hecho, demonio? — No respondió. Dejándole a Shijima en manos al mayor de los monjes, y desapareciendo.
— Ha hecho un contrato con Shijima. — Viendo el Rosario lo entendió rápido.
— Llevenlo a la cama, de paso investiguen de los últimos exorcismos que hemos hecho. — Rara vez algo así pasaba, pero tampoco era imposible. Tenían registros de que almas con bondad en ellas se quedaban vagando allí.
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— Buenos días. — Shijima reaccionó intrigado cuando 2 monjes mayores arribaron a su cuarto. Buscando recordar algo de la noche pasaba, pero no podía.
— Le pedimos que se aliste, necesitamos informarle de un suceso que paso anoche. Pronto lo recordara. — Shijima asintio. Lavandose la cara, se cambió la túnica y seguidamente hizo lo pedido.
Una vez logro ver su rosario su mente reaccionó, a su vez, la imagen de Ox se dejó ver frente a él por unos segundos.
— Estemos unidos ahora... — En su susurro fue lo último que dijo.
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— Bien Shijima, como sabrás, nosotros nos solemos encargar de las almas que al contaminarse de pecado no logren ir al cielo y por ende, cruzar por la rueda del Samsara. Tu has demostrado ser bastante prodigioso en tus esfuerzos.
— Agradezco que piense eso.
— Entendemos que algunos no consideren este un camino adecuado. — Divagó en pensamientos sin importancia. Volviendo su atención a los sucesos de la noche pasaba, guiando al pelirrojo por la diblioteca entre muchos pergaminos. — Aveces los demonios logran aparearse con los humanos, hace ya unos meses encontramos a un mestizo, sufriendo en agonía, parecía inyectado en algún extraño veneno que lo hacía volverse loco, aunque en su poca conciencia parecía exigir paz, nosotros trajimos su cavader al templó orando por su parte humana, por lo que veo, en su camino por todo el terreno se interesó bastante en ti.
— ¿En mi? Recuerdo que, Inconsciente hicimos un contrato. ¿De que va eso?
— Los mestizos son un tema complicado, su información, su humanidad y su maldad varían de caso en caso. No obstante, los monjes aveces logremos hacer pactos con seres espirituales, también existen casos que demoníacos. Este fue tu caso. La humanidad en su alma, por motivos que seguramente van de la mano con la admiración y respeto que pudo reflejar hacia tí, eligieron hacer un pacto conmigo en busca de ayudarte. Ahora es tu compañero. Tienes que saber que normalmente estos rituales se hacen con preparación previa, pero ya ha pasado que los espíritus simplemente ven un alma adecuada y por voluntad propia crean el ritual.
— Lo comprendo. — Tomando el su mano el rosario, muchas preguntas en su cabeza encontraban respuestas.
— Vas a tomar ahora otro tipo de entrenamiento. Tu primera tarea será la de estudiar.
— Lo haré con gusto. — El monje le dejo los pergaminos en mano, dejándolo solo para que empezará.
— Un honor que le consideraras dignó. Taurus Ox. — Susurro. Un pequeño brillo hizo la figura del hombre visible.
Teniendo una muy larga conversación ese día. Shijima pudo entender mejor a su nuevo compañero. Ox admitió que en primer momento se acercó porque le parecía agradable su voz, sintiendo en esos días la razón del porque quiso otorgarle su hombro.
La relación de ellos 2, era un simple inicio. Cómo si de 2 almas gemelas se tratarán, todo iba a ir uniéndose entre ambos. Un sacrilegio para algunos, un tabú del que no se podría hablar.
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No había luz y me dije. "Uhm. En Jujutsu Kaisen Geto y Megumi invocan shinigamis y demonios, en Inuyasha los monjes usan objetos mágicos, ¿Y si Shaka y Shijima pudieran invocar un demonio que funga como un guardián y aliado?"
Y de allí salió esto. Me hubiera gustado barle un tono más... ¿Tabú? ¿Pecaminoso? No sé. Pero espero haya quedado bien. ¿Que les gustaría para la próxima?
Un Teneo x Shion? Un Hasgard x Kagaho? (Me tengo, o me quiero, reconciliar donbeste ship tarde o temprano) o un Francisca x Sage?
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