#16_(Aldebarán x Shaina)
— Lamento decírtelo porque sé, que no eres ese tipo de hombre. Pero, si tus deseos hacia ella van más haya del respeto y lo romántico. Solo puedes quitarle la máscara, luego de eso, ver el camino que ella elija.
Tristemente esa era su realidad. Nunca podría llevarle serenatas o cualquier intento de cortejo tradicional, en situaciones normales solo podía retar al destino si sus intenciones con Shaina iban a un romance, pero, teniendo el cargo de sentir que la obligada.
Agradecido con Athena estaba al ver que pudo librar ese suerte. Y eso fue, simple suerte. Alguien en el destino estaba de su lado, o una simple conveniencia de eventos estuvieron a su favor para que la situación en la que estaba ahora se viera, al ser solo ella y Marín los últimos santos de plata en el Santuario, y él, habiéndoles ayudado junto a otros dorados.
Solo ellos, en un movimiento mutuo, dónde cualquiera pensaría que llevaban bastante de confianza. Tapando los ojos del toro, Shaina se quitó la máscara para besarlo. Dejándole ver su rostro al separarse.
El corazón del toro pocas veces había latido tanto que sentía que iba a salirse de su pecho de un latido. Y con Shaina lo vivió unas 3 veces.
Cuando vio su rostro.
Cuando en su templo, su desnudez delante de el no solo paró su corazón. Perdiendo su miraba en las curvas que su cuerpo adoptada. Se veía lo bien que el entrenamiento de guerrera hizo en su apariencia. Aunque podía notar unos músculos lo suficientemente Marcados, que no le quitaban mucho a su sexy figura.
Claramente. La tercera fue justamente minutos después del segundo momento que su corazón corría desbocado, abrazando su cuerpo desnudos minutos antes de terminar teniendo sexo.
Llevando su mano tras su nuca, Aldebarán reaccionó ligeramente reacio. Teniendo nuevamente los recuerdos vividos de la noche pasaba. Sonriendo de medio lado, volteando al cuerpo de la peli verde, descansando a su lado.
— ¿Me habré descenvolvido bien? — Pregunta bastante considerable. Su gran tamaño podía ser, un poco complicado al momento de buscar "unirse" terminando por reír ligeramente, su compañía debía estar cansada.
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Su primer instinto al verla desnuda fue llevarla a la cama, buscando una comodidad para ambos mientras le besaba. Las manos de la guerrera presionaban sus hombros, alzando su pierna derecha por la cintura del toro. Dejándose llevar.
Aldebarán reaccionó sorprendido cuando Shaina movió el rostro, no obstante, se mantuvo sereno, sus labios aún pegados a su rostro besaron su cuello y parte del rostro, usando su otra mano para apoyarse.
— Alde. — Ella gimió. Sentía desde ya, la fuerte erección que el toro de cargada. Un delicioso calor qué el toro tenía allí abajo. — Besame allí abajo. Me he masturbado antes, sé que necesitaré tu ayuda para cuando me penetres. — El toro no sabía si estaba siendo seductora, o su tono de voz ya era parte de la agitación que tenían.
— No digas más, nena. — Y dicho esto, Alde bajo, sosteniendo las 2 piernas de Shaina a la altura de los muslos, de modo que, su rostro pudiera tocar su área vaginal, pasando su lengua una primera vez de una lamida lenta. Repitiendo eso varias veces, y cada vez que lo hacía era capaz de escuchar un fuerte gemido de la Santo de Plata que rebotaba fuerte en sus oídos gracias al eco del Templo.
Se sentía seguro en ese momento, bastante confiado. Tomando cada gemido que Shaina lo hacía presionar más su boca. Hasta que llegó el momento que las piernas de la mujer ejercían presión en su cabeza mientras besaba sus labios vaginales, emitiendo ese "nectar"
— Eres tan bella. — Exclamó. Besando su pierna,más específicamente, el área del muslo que tenía cerca del rostro en ese momento. Incorporándose lamió su pulgar, acariciando con este la entre pierna de la mujer.
— Agradezco los cumplidos. Sabes hacer sentir cómoda a una guerrera.
— ¿No te molesta? Pensé que te podría molestar que sea, un poco blando. Sé qué a las Saint Mujeres no les gusta que las traten de menos, o con consideración.
— Me ofenderia si ya dentro de mí te contuvieras. No soy débil, Aldebarán de Tauro.
— Eso lo sé. — Shaina le extendió su mano, de forma que él acepto, posicionándose sobre ella, con su miembro a la altura de su entre pierna.
2 dedos del toro hicieron de previó, acostumbrando esa zona a una introducción antes de que él entrara.
La mano de Shaina acarició su rostro, haciendo que le vea, e impidiendo que Aldebarán note hilos de sangre entre las piernas de Shaina. La guerrera estaba muy acostumbrada al dolor para que eso le fastidié, prefiriendo que el toro no se preocupe al estarlo pasando tan bien compartiendo ese momento en cama.
Una vez su miembro estuvo dentro de ella, Aldebarán sintió un fuerte color en todo su cuerpo. Una sensación muy diferente a cada vez que el calor de su cosmos explotaba desde lo profundo de su pecho. Su pene palpitaba en esa cavidad que lo abrazada de forma posesiva. Bando la primera embestida.
En momentos así Aldebarán era consciente sobre las grandes proporción que su cuerpo tenía. Una sola de sus manos podía cubrir casi todo el trasero de Shaina, al cambiar su posición de forma que él quedará de robillas sus manos prácticamente amazaban el trasero de la guerrera sin algún exfuerzo. Tampoco era que se quejara. Moviendo su cadera fuertemente hasta que la cumbre del orgasmo llegó.
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Cuando ambos despertaron, Aldebarán le ofreció a Shaina un espacio en su pecho. Dejándose abrazar mientras le acariciaba la espalda, jugando con sus uñas en su otro pectoral.
— Pronto tendré que irme. — Se sentía tanta paz, que el toro casi se lamenta por haber dicho eso.
— Los 2. Marín también me ha de esperar. — Fue realista. Tomando el primer paso para salir de la cama y buscar su ropa. — Pero, igual no tardaré en volver ¿No?
— Mi puerta siempre estará abierta para ti, belleza. — Parándose de la cama le declaró.
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Solo quería escribir lemon de está pareja. Simple y llanamente. ¿La próxima actualización para Francisca o para Ox? Recuerden, Ayn estará en una ligera pausa hasta que se liberen más capítulos y pueda sacar más información de él.
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