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Omega peculiar.

Protagonista; Hasgard.

Tematica; Omegaverse.

Shippeo: Hasgard x Asmita y Kardia x Manigoldo. 

Fanart de arriba perteneciente a: @SHaRKxym_artea en Twiitter.

Bueno, como esta esto es un "reto" O dinámica entre mi amiga Akuma y yo, donde ambos haríamos un fic donde Kardia sea un Omega, por eso notaran un pequeño problema en cuanto enfoques. 

Que no se note que no se me ocurrió un mejor nombre.

Mordiendo una manzana esa mañana Escorpión se sentía aburrido debido al encierro entre las 4 paredes de su templo, su aguijón deseada algo interesante, ya la misión de hace unos días fue rápida y lo único interesante fue cortarle los testículos con su aguja al Alfa que intento cogerlo... Literalmente.

¿Tenía algo que arrepentirse en la vida? Kardia pensada que no, pues aunque su linaje lo haya condenado de por vida, sumado a que su enfermedad solo le provoco el abandono de sus padres al pensar que la vida de sus único hijo seria perdida de forma irremediable, eso no evito que Kardia buscara vivir, eso era lo que quería vivir al máximo desde el primer momento, era un alma salvaje que desea sentir todo sin importar ser Omega y que eso signifique ser sumiso ante un hombre Alfa. Y gracias a Krest, un santo veterano cuyo linaje era el Alfa, lo logro.

Su vida se prolongo, pero dejo secuelas que eran afectadas en su celos, que no eran del todo malas, ya que esas cosas lo excitada mas, ese fuerte calor en su piel que aumentada sus ganas.

Estada orgulloso, dentro de los Santo de Oro solo había 4 omegas; Dohko de libra, Degel de Acuario, Asmita de Virgo y el mismo. Pero que va, eso no lo hacía menos honorable, o menos peligroso ante rivales que solo lo veían como carne para follar.

- Buenos días, hermosos alacrán.

- Igualmente, cangrejo cabron. - Le respondió, el Santo de Cáncer era sin duda su mejor amigo tanto dentro como fuera del Santuario y quien siempre lo acompaña en sus arranques buscando Adrenalina.

- ¿Qué? ¿Solo eso? Antes me besadas, o este Alfa ya no es nada para ti. - Bromeo, haciéndose en dramático ante la seriedad nada natural en Kardia, acercándose con una sonrisa orgullosa para sujetar de forma suave sus cabellos explotados y besarle los labios al Omega.

- Idiota. - Le respondió, sacándole el debo a Manigoldo al separarse de él, buscando otra manzana, y de paso lanzándole una a su amigo con beneficios. - ¿Algo que quieras hacer?

- Ummm. No sé, el de las Locuras normalmente eres tú. Te recuerdo que mis pecados van solo en ir a lugares divertidos.

- Pero con un Omega. - Recrimino.

- No te veía quejándote cuando dejabas a esos tipos que se te insinúan con el orgullo en el suelo.

- Bueno, eso es lo único divertido de tus ideas. - Sonrió, terminando su bocadillo. - ¿Vamos a molestar al coliseo donde los nuevos entrenan? Sabes que los aspirantes me adoran. - Bueno, al ser un Santo de Oro omega, y un tornado entre muchos le tienen su respeto, sumado a su encanto y belleza natural no era verlo como un ejemplo entre muchos.

Manigoldo solo asintió, sonriendo de medio lado siguiendo al omega de cabellos morados.

///

En su propio Templo, el Alfa del segundo templo no dejada de pensar en el Omega guardián del signo virgo, y tal vez no de la mejor manera, pues Asmita en su momento siempre le genero desconfianza en su comportamiento tan... Extraño. Pudo acercarse, gracias a Athena.

- Señorita, está segura de Asmita como su santo - Aunque pareciera una falta de respeto eso le dijo en cierto tiempo, la respuesta de Athena fue algo que lo dejo pensando en su momento;

- Si lo estoy, el solo piensa algo diferente queriendo encontrar su cosmos y tranquilidad.

- ¿Tranquilidad? ¿Tiene que ver con sus creencias verdad?

- Así es, entiendo que te pueda parecer extraño, pero Asmita confía en mí, solo que a veces no puede editar verme como una niña con mucha responsabilidad.

- Entiendo señorita. Pero... Ese Omega no me va mucha confianza.

- Descuida, no puedo pedirte que le vez tu confianza, pero...

- ¿Quiere que le ve una oportunidad? - Parecía despectivo y eso Athena lo noto, asintiendo débilmente pero sonriéndole como si de una madre se tratara. Haciendo que el toro suspire, mirando por los pasillos del templo que tarde o temprano lo llevarían con el virgo. - Lo pensare.

No tardo en llegar a ese Templo, y toparse con su guardián, meditando en ese pequeño trono con forma de flor de loto.

- Buenas días. ¿Se te ofrece algo Hasgard?

- No es nada... - Le expreso, aunque su intención era pasar de largo y dejarlo solo, termino volteándose y detallando por el borde de sus ojos esmeralda al omega, hasta sentarse frente a él.

- ¿Te interesaría aprender a meditar? - Cuando se vio cuenta de su presencia eso expreso, sonriendo de forma hospitalaria para el toro.

- Si es para relajarse, tengo otras maneras. De momento solo quiero... Hablarte.

Athena no mintió. Ese tiempo demostró de verdad preocuparse por Athena y los demás, a la final era un hombre omega bastante tranquilo e interesante.

- Asmita... - Susurro, detallando la flor de Lirio que este mismo le entrego, acercándola para aspirar su aroma, un aroma muy parecido al del Santo de Virgo.

No fue en mucho tiempo, tal vez unos meses donde ambos consiguieron confianza, uno en el otro, llegando a acompañarlo de vez en cuando. Una tarde en específico, el toro se quedo dormido al lado del Santo de virgo, despertando al sentir suave rose de unas manos por su pecho hasta acabar el su rostro.

- ¿Asmita...?

- Lo siento... Pero. Mis ojos desearían poder verte, un cosmos fuerte y cálido como el tuyo ha de tener un gran portador. - El aroma de ese Omega era algo que le fascinada, su personalidad era tranquila, pero no por eso menos firme...

- ¿Me habré enamorado? - Se pregunto a sí mismo, abandonando su posición y dejándose caer hasta terminar acostado con la vista en el techo.

Unos momentos después, Kardia y Manigoldo llegaron con él, escondiendo rápido la flor para que ellos no la noten.

- Vaya toro, ¿Te pasa algo? - Kardia expreso, casi saltando encima del toro blanco quedando muy cerca de su cara.

- Nada, solo estoy pensando. - Respondió de mala gana, donde se notada su pereza al atender a sus 2 compañeros, ocultando el lirio en su mano cerrada.

- ¿En qué? ¿En un Omega? Porque para que el firme y poderoso Aldebarán de Tauro quede así, no fue en pelea.

- Jajajaja. - Una fuerte e enérgica risa abandono sus labios, antes de pararse viendo de frente a sus compañeros. - Pues... No sé si me enamore o no, pero no dejo de pensar en Asmita hace cierto tiempo.

- Yo creo que él toro si se enamoro. - Manigoldo luego de un rato recargado en la pared intervino, acercándose a los 2. - ¿Por qué no le invistas a tomar y tienen una cita? Tu eres un Alfa serio y maduro, un Omega tranquilo y peculiar no te viene mal.

- ¿Cómo ustedes 2? - Ironizo, pues aunque no le molestada la idea, no podía dejar pasar por alto esa oportunidad.

- No del todo. Es este Cangrejo el que tiene suerte, bien me pude ir con Sísifo y bajarlo de su seriedad común y hacerlo un poco más salvaje. - Expreso el Omega, jugando con su aguijón un segundo cerca de sus labios con la mirada picara en su pareja, que sonriendo le contestó.

- Los 2 sabemos que me prefieres por lejos, tú eres muy alocado para un Alfa tan estricto. - Sin contar que Sísifo recientemente ya había marcado a otro muchacho omega.

- Ehhh. Él se lo perdido, bien te prefiero por seguirme el paso no le quitada lo divertido a lo que pude hacer con Sísifo.

- Me estoy sintiendo atacado.

- Jajajaja. Ustedes 2 son una relación de otro mundo. - Hasta que el toro tomo la palabra otra vez, desviando la mirada a donde el templo del Santo de Virgo se alzada, meditando ligeramente sobre el asunto tras las palabas de sus 2 compañeros frente él.

- De los Omegas que hay en el Santuario solo Degel y yo tenemos pareja, con tanto buen Alfa hay que saber elegir. -Descaradamente hablo, encogiéndose de hombros mientras de manera lenta y hasta desinteresada se acercada a Manigoldo para robarle un beso rápido. - No te sientas mal, yo te quiero bastante. - Sin decir nada, el santo de cáncer acepto, robándole otro beso un poco más largo, importándoles nada que Hasgard les este viendo. Aunque, este tenía su mente en otro lado, abriendo la mano donde la flor que le entrego Asmita ya estada algo arrugada.

- Creo que les hare caso. - Sonrió de medio lado, pensando en si invitarlo a salir, o que pase tiempo con él en su templo.

- ¿Quieres que te acompañemos? Una cita los 4. - Separándose de su pareja Manigoldo pregunto.

- Ummm. No gracias, si hare esto quiero estar solo con él. - Respondió, dirigiéndose al centro de su templo despidiendo a sus 2 compañeros.

////

- Un gusto tenerte cerca, Hasgard... - Susurro Virgo, sintiendo el cosmos del toro cerca de este y sentándose a su lado.

- Lo mismo digo, Asmita. Lamento interrumpirte por algo trivial pero vine porque quería preguntarte sobre si quisieras acompañarme a otro lugar.

Aun con sus ojos cerrados sus cejas se inclinaron por la propuesta.

- No sé bien como responderte a esa pregunta. ¿Qué tipo de lugar?

- Bueno... Amm... - ¿Cómo explicarle sin hacerse el obvio? En eso estada pensando. - Pensé en invitarte a tomar o a comer. Solo eso. - Un poco nervioso respondió, pasando su mano por su cuello sin llegar a ver la sonrisa que en ese momento adornada el rostro de virgo. Aunque no lo quisiera, asmita estada consciente de lo que intentada, de lo que quería. Y no le molestada, mas bien, le agradaba.

- Con una condición. - Cuando los ojos del Toro volvieron en dirección a Asmita, las 2 joyas blancas que Asmita tenía estaban abiertas. Y aunque Asmita era ciego están estaban dirijas para él. - Quiero un beso tuyo antes...

- No lo tienes que pedir 2 veces. - Sonrió y sin más se levanto para rodear al omega rubio con sus brazos y besarlo de forma lenta y apasionada, retractándose de todo lo malo que pensó del hermoso omega que tenía en ese momento en brazos. Terminando acombándose con Asmita sentado de costado sobre sus 2 piernas mientras sus cuerpos se acercaban manteniendo su beso antes de separarse, pues Hasgard estada seguro que ambos quería esperar antes de llegar a algo más fuerte entre los 2.

- Quédate conmigo un rato más. Luego salimos.

- De acuerdo. 

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La verdad va algo de Lastima que casi no haya material de este Ship, (El fanart estuve como 3 días buscando hasta que lo encontré) no es nada malo y es  divertido de desarrollar. Pero bueno, ya todos nos habremos dado cuenta de porque existe este libro. 

Si se preguntan quienes son las parejas de Degel y Sísifo, son Deuterus y Tenma respectivamente. 

Como Salió sin Lemon, ¿Segunda parte les interesa? 


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