Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Nuestro secreto.

Protagonista: Hasgard.

Spoiler: Amor Prohibido. Slash. Secreto. Mucho amor cursi y rosa. 

Shipping: Hasgard x Teneo.

Bono: Cid x Regulus.

Gracias a  TenbinzaAkuma por ser mi Beta-Reader la mitad de este Shot.


Ninguno podía decir la verdad. A los ojos de sus compañeros y la misma Athena no era nada. Pocas veces se permitían tratarse como querían, solo pequeñas miradas donde nadie se daba cuenta, tratos ligeros que pasaban desapercibidos para el público, ese día todo estaba normal. Hasta un pequeño encuentro.

- Aldebarán de Tauro pido permiso para pasar por tu templo. - Fueron las palabras de Cid de Capricornio.

- Claro, pero antes quiero que me digas la verdad.

- ¿La verdad de qué?

- Regulus. Sé que tienes una relación con él. - La expresión seria y concentrada que acostumbrada adornar el rostro del Santo de Capricornio, portador de Excalibur, se derrumbó. Quedó totalmente expuesto ante lo dicho por Hasgard.

- En efecto, desde hace más de un año llevo una relación con el más de joven entre los Gold Saint. ¿Qué harás ahora?

- Nada. Regulus es alguien que apreció al ser que conocí a su padre y me siento culpable de que estuviera solo por años al descuidarlo cuando su padre fue atacado. Fuera de eso, yo también tengo una relación sentimental con mi Alumno. No te puedo juzgar y tampoco delatar. Entiendo por lo que pasas - Expresó, sus brazos se quedaron cruzados en su posición inamovible contrarrestando con su expresión serena y comprensiva.

- Ya veo.

- Solo espero que lo sepas cuidar.

- Los 2 estamos conscientes de lo significa esto, nadie se puede enterar.

- Lo sé, Teneo es muy importante para mí, que llegue a sufrir por esto es algo que no deseo. -

- Quisiera preguntar cómo te enteraste.

- Pura casualidad, Regulus se preocupa mucho por ti, al terminar tu herido hace unas semanas lo note muy intranquilo, aunque Regulus es sociable de verdad se preocupo por ti, no tardé en darme cuenta y atar cabos, creo que eres la primera persona que de verdad adora luego de la muerte de su padre. - La expresión de cid se tuerce ante lo dicho por Tauro. Esa vez el leo lo fue a ver cuando ya todos estaban dormidos, hasta se quedó a dormir con él y lo reviso, el pelinegro acepto, calmando a su pequeño amante en su intranquilidad. Recordando esto, Cid no sabía que de verdad eran tan importantes para Regulus.

- Quisiera saber cómo pasó.

Los ojos de Cid se movieron inseguros por el templo de su gigante compañero, acercándose hasta quedar a un lado, apoyado en los pilares mirando a otro lado mientras contestada.

- Hace casi 2 años, me encontré con Regulus notándolo un poco intranquilo en mis entrenamientos lejos del santuario, al ser Sisifo su tío y el mí amigo Regulus ya me tiene algo de confianza por lo cual me le acerque, me quede hablando con él.

- Regulus ¿Qué haces tan lejos del Santuario? - Fue lo que le dije, el me miraba inseguro y hasta intimidado.

- Bueno... Fui a ver la tumba de mi padre. Hoy volví a soñar con él, tengo muy malos recuerdos de ese momento. - Eso fue lo que me dijo. Yo lo entendí, ¿sabes? Perdí a una persona importante para mí 2 veces, sabía cómo se debía sentir.

Le puse la mano en el hombro y como señal de apoyo le dije que si podía hacer algo, le ofrecí despejar su mente un rato y quedarme con él hasta volver al santuario.

- Debe ser duro para ti, murió cuando eras un niño ya ahora tienes su armadura.

- No tienes idea. Hay veces que de verdad lo extraño; te sonara raro pero Asmita me recuerda a él.

- No le llegue a conocer bien, ni tampoco suelo ver a Asmita, así que no tengo mucho que decirte sobre eso.

- Entiendo.

- Puedo ayudarte a olvidar si quieres.

- No es necesario, solo son pequeños recuerdos. -

- ¿Sisifo sabe de esto?

- Claro. De hecho el me dejo el permiso de venir.

- Ya se me hacia raro que estés tan lejos.

- Descuida. No tendría problemas de todas formas. ¿Qué hacías aquí?

- Afilando mi espada, tengo el objetivo de perfeccionarla hasta el límite.

Antes de eso no habías entablado una conversación casual, pero me agrado verlo tranquilo, seguimos hablando y encontrándonos seguido en el santuario, a veces me acompañada. Regulus tiene una mirada hermosa y pura ¿sabías?

Siempre busco hacerme sonreír o abandonar mi cara de seriedad, a veces lo conseguía. Paso en tiempo y llego en momento donde me volví a enamorar, pero esta vez de él.

Me decidí a decirle, ya lo había visto triste en esos días a lo que me prometí no dejar que estuviera así. Me prometí protegerlo.

- Regulus - Lo había citado en mi templo, al tenerlo frente me arrodille frente a él, quitándome la careta de mi armadura para sujetar sus manos suaves y besarlas. Regulus no llevaba su armadura por lo cual solo sentí el tacto agradable de su piel en mis labios.

- ¿Que pasa Cid? - Estaba sonrojado, no solté sus manos, acariciándolas con cuidado.

- Quiero entregarte mi voluntad como guerrero con la promesa de protegerte y amarte. - Levante mi mirada para verlo a los ojos, la expresión que tenía en la cara no creo poder olvidarla.

- ¡Cid! Yo... No sé... Yo.

- Me he enamorado de ti Regulus, quiero cuidarte como no pude hacer con gente importante para mí en el pasado.

- Cid... - Susurro. Acto seguido se arrodilló frente a mí para mirarme a la cara - Debo decir que te quiero bastante, te agradezco por estar para mí cuando lo necesito, cuando las pesadillas vuelven a mi mente. - Debo decir que en ese momento, sonriéndome con todos los rasgos exóticos que adornar su rostro, sus pequeños colmillos, sus ojos felinos, sus cabellos en ondas, se me paró el corazón de verlo.

Lo abrace, lo apegue a mi cuerpo de manera posesiva. Fue algo muy impulsivo de mi parte, estoy consciente, Regulus me correspondió a lo que apegue mi cabeza a su oreja para susurrarle las siguientes palabras:

- Déjame hacerte olvidar esas pesadillas, cuidarte en todo momento, incluso déjame hacer pagar a quien mato a tu padre. Yo...

- Cid. - me detuvo, sosteniéndome para verme a los ojos otra vez. -No es necesario, no tienes que hacer nada de eso, yo estoy bien en este momento. - Cuando pego sus labios a los míos sentí un paraíso divino, donde lo termine acercandolo mas a mí.

- Aun con todo hubo momentos de esa misma noche de las cuales no me siento del todo orgullo. - Concluyó su relato pasando su pulgar derecho por sus labios.

- ¿De qué hablas? - Su voz se engroso, empezando a tensarse bastante con varias ideas en la cabeza de lo que Cid se refería. - ¿Ustedes...?

- Esa misma noche me acosté con él, no fue precisamente la noche perfecta, ya que lo llegue a lastimar, pero no me arrepiento del todo. - Sus labios en su cuerpo, las manos de Regulus acariciándolo y sus piernas blancas rodeándolo de la cintura mientras lo penetrada. Sus miradas conectadas en esa embriagante agitación provocada por la excitación. Ufff. 

- Entiendo todo, espero que cumplas con lo prometido.

- Créeme que lo haré, no tienes que contarme sobre tu relación con Teneo, pero espero que sepas llevar las cosas si todo se descubre.

Hasgard asiente sin decir mayor palabra permitiendo a él capricornio pasar por su templo mientras se perdía en pensamientos.

Esto no se lo espero, Cid siendo un hombre que nunca muestre mayor expresión se expresara así de Regulus. Ambos Hombres; Tanto Cid como Hasgard sabían que sus relaciones debían ser secretos que nadie debía saber, al ser Santos renunciaban a toda vida normal donde una relación dentro del santuario era un Tabú, pocos eran los que de verdad se casaban, o lograban tener una descendencia, caso de Ilias.

- Teneo... - Susurro, iría a verlo después, cuando terminara sus entrenamientos y pudiera verlo. Esta conversación lo dejo pensando.

Ambos se tenían bastante confianza desde que se conocieron, habían tenido varios contactos de diferentes tipos desde hace tiempo.

Un día Hasgard tenía cierta misión un poco lejos, Teneo lo había acompañado al no ser nada tan peligroso. O bueno eso creyó ya que Teneo acabó herido, una pequeña trampa, un descuido de su parte donde su aprendiz quedo envenenado y mordido por una serpiente.

Estuvo muy preocupado esa vez, logró darle un antídoto pero quedó desmayado unas horas. Tauro necesitaba calmarse, así que se bañó, buscando agua muy fría para relajarse. Al volver al cuarto el menor seguía dormido. Hasgard se sentó a su lado, solo traía uno pantalones largos y el cuerpo un poco mojado.

Suspiro, mirando con detalle cada detalle del rostro del menor - Esto fue mi culpa, no debí dejarlo venir. -Movió su mano dejándola cerca de su rostro dudando de tocarlo, torciendo un poco los labios. Al final se negó, recargándose de espalda en la cama mirándolo de vez en cuando. A veces no sabía porque se engañada, se había enamorado de su discípulo. Hasgard se llegó a asentir asqueroso por estarlo viendo de más, no lo negaría nunca, Teneo era hermoso, un cuerpo bien desarrollado lleno de vitalidad, un chico alegre con confianza y motivación.

Ahora tenía miedo de que algo le pasara. No supo en qué momento despertó, debieron haber pasado horas, donde se quedó paciente acompañándolo, cuando sintió su mano sobre su hombro, fue cuando se enteró de que había despertado.

- Teneo, yo...¿Cómo te encuentras? - Sus 2 manos acabaron al lado de cada hombro del peli-azul, quedando arrodillado mientras Teneo estaba sentado viéndolo de frente.

- Estoy bien, solo me siento cansado. - Le sonrió, de una manera que al mayor le parecía tierna, sus ojos mirándolo con cariño, aún débil. Teneo no estaba del todo del condiciones, apenas se había recuperado lo suficiente para estar despierto sin tanto problema.

La ceja del PeliPlata formó una V mientras se acercaba para acariciar su rostro, un gesto cálido que el menor aceptó.

- Señor... - Hasgard lo abrazo, Teneo quedo sin palabra con el corazón latiendo ligeramente sonrojado, como lo cuidada o protegía. Esto era un gesto que disfrutada, seguro entre 2 brazos grandes y fuertes, y pegado su pecho cálido.

- Lamento haberte traído a esto, debí cuidarte mejor.

- Señor Aldebarán...

- Mi mayor miedo hoy fue perderte.

- Descuide yo... - No sabía que decir, se sentía tenso en ambiente y quería calmarlo.- Por favor no se preocupe, no fue su culpa, yo tampoco debí apartarme y o estar mirando todo, por favor no se atormente.

- Teneo. Tú me importas mucho. - "No hay ninguna vuelta atrás" - Fue lo que pensó luego de decir esas palabras que dejaron al chico sonrojado.

- Usted también a mí, agradezco que usted haya sido mi maestro, yo la verdad...

- Teneo. - Lo interrumpió. - Mi problema es ese, yo no te quiero como mi discípulo o algo como eso, yo me enamore de ti.- La reacción de Teneo lo dejo sorprendido, solo levanto la mirada para verlo a los ojos, pasando sus manos por su cuello y colgándose de él, buscando el mayor contacto uno junto al otro.

- Usted también a mí. - Dijo en voz baja con la cara pegada su cuello, los ojos de Hasgard quedaron abiertos a más no poder signo de la impresión.

- ¿De verdad?

- Si, usted no es alguien indiferente para mí. Para mi usted es alguien muy atractivo. - Y al diablo que digan aquellas.

- Me alegra que pienses eso. Teneo, déjame hacerme cargo de ti, de cuidarte. - Se separó para verlo a los ojos, las manos de Teneo quedaron en sus pectorales mientras Hasgard lo sostenía de la cintura.

- Siempre y cuando me deje cuidarlo a usted también.

Sonrió, mirándose a los ojos para besarse por primera vez, besos profundos donde sus labios se conectaban de gran manera, sorprendiendo a los dos. El cuerpo del peli-plata dejada oculto el de Teneo debajo suyo, esto sería un pequeño inconveniente después.

Aun así Hasgard se detuvo, Teneo seguía débil así que solo se acostó a su lado, abrazándolo para que descansara.

Ya de noche, el joven de cabellos oscuros no tardó en llegar, Hasgard conocía las horas de vigilancia de los soldados y los Gold, así que Teneo pudo pasar por su templo al varios estar dormidos.  

Lo esperaba sentado en las escaleras del templo sin la armadura puesta, solo una camisa blanca y los pantalones que conforma el uniforme que acostumbran usar en misiones.

El de ojos verdes y cabello blanco le dio una seña al menor para que se acercara. Esa noche había luna, solo varias velas que alumbraban el templo. 

- ¿Te encuentras bien? - Pregunto Hasgard al ver a Teneo tosiendo poniendo su mano en su hombro.

- Nada solo nunca me acostumbro a tomar.

- Uhg... Pensé este Sake era más suave.

- Jaja... - Rio al ver su reacción para luego en voz baja y de manera lenta decir; - A pasado tiempo desde la última vez que tuvimos un momento solos.

-  Al menos tengo la suerte de poderte ver cuando quiera, solo no podemos tener ningún acercamiento al estar Saro y Celina de por miedo -  Lo rodeo con su brazo acercándose a él, tomando otro trago.

- Hablas como si no los quisieras.

- Teneo yo los quiero a los 3, ellos son mis Discípulos y tu eres mi amante. - 

Discretamente Teneo miró en su suyo antes de que con una mueca intentar tomar otra vez pero volviendo a toser al tener esa acidez pasando por su garganta.

- Mejor deja de tomar - Dice Hasgard haciéndole un favor, el ya estaba acostumbrado por sus años cayendo en esa debilidad pero Teneo no.

- Creo que mejor si. Supe que tuviste una misión hace unos días ¿Cómo te fue?

- Nada grave, solo un poco herido pero no fue nada. Dentro de poco te tocara cosas parecidas. 

- La verdad tengo un poco de miedo cuando llegue ese momento.

- Lo harás bien.Me alegra saber todo lo que has mejorado.

Ambos estaban en  un pequeño momento de paz, donde Parece que lo poco que Teneo llego a ingerir de Alcohol lo dejaron medio dócil en los brazos de su amante mientras le acariciaba el pelo.

- En qué piensas Teneo? Te noto distraído.

- En nada importante... Solo... No importa.

- Como digas. - Le dio su voto de confianza desviando la mirada a un cielo casi apagada notando que las velas no tardarían mucho en apagarse.

Casi siempre se veían en las noches, aun con toda la presión, su relación era algo que los 2 disfrutaban. Hasgard pasó sus dedos para acariciar gentilmente el rostro de su amante pasando también por su pelo donde la mirada de ambos se conectó tras este dulce gesto, teniendo Teneo las manos en su pecho mientras se acercaba para hacer lo mismo dejando su cabeza cerca de su cuello para luego besarse.

Hasgard se paró, tomando a Teneo entre sus brazos, ambos sabían lo que iba a pasar,  hasta antes de llegar a su cuarto  para entregarse en el deseo de las pasiones de su cuerpo el uno al otro, un acto de amor mezclado con los tintes de la lujuria.

Hasgard logró descubrir la de Cid y Regulus, ahora ambos tenían el respaldo del otro. A veces existía la pregunta de cuánto tiempo más podrían tener su relación en secreto. Aun con eso, lo poco que tenían con el otro eran momentos preciados.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Notas Finales: MUY CURSI. Luego de releer algunos Fic y algunas escenas mías me llegó esto a la cabeza, espero les gustara. 

La verdad si me imagino a Cid declarándose solo me viene ese escenario a la mente, puede que lo recicle después. 

No se si las escenas me quedaron cortas o largas pero me salieron casi 3000 palabras. Los separadores no me quisieron cargar ;-; 

Pero bueno. Gracias por leer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro