Protagonista; Aldebarán.

Spoiler: Omegaverse.

Basado en el día11 del Kintoker; Bukkake. Que es una práctica japonesa cuya eyaculación es en la cara, pueden estar dos o más activos involucrados

Shipping: Aioria x Seiya x Alde. 

Los Santo de bronce ya se estaban recuperando de una forma satisfactoria luego de unos meses. Era increíble que un grupo de 5 chicos de linaje omega hayan sobrepasado el cosmos y fuerza de 12 hombres de linaje alfa, logrando hasta matar unos y sobrevivir en el intento. Athena tuvo razón en confiar en ellos y lograr revelar la verdad en la mentira que Vivian al creer en Saga.

Por eso... Luego de pensarlo mucho, los dorados que quedaron decidieron que al momento de despertar querían que ellos sean sus omegas, una fuerza y voluntad como la de ellos era de admirar.

Athena o mejor conocida como Saori no quiso decir mucho, solo alego que mientras se preocupen por ellos y de forma honesta querían amarlos no había problemas. Como había dicho delante de Saga, un mundo sin amor debe ser destruido, ella conocía a la perfección lo mucho de lo que sufrían los chicos y chicas de linaje omega, teniendo el cargo de conciencia de no haber sido diferente, y haber maltratado a los chicos solo por su linaje al verlos entrometido en su viva. Ahora como diosa solo podía estar arrepentida. Si ellos querían marcar a los chicos solo quería que luego de todo lo que ellos pasaron, los dorados sean quienes les ven la paz que merecen, y no solo el deseo de un cónyuge fuerte que les ve una buena descendencia. Dejándoles el claro eso a los dorados como su única intervención en ese tema.

Y luego de pensarlo mucho, todos aceptaron.

Shaka querían marcar a Shun.

Mu a Shiryu.

Milo a Hyoga.

Pero entre Aldebarán y Aioria ambos querían marcar a Seiya. Encontrándose en un ligero conflicto entre los 2. Milo argumentada que no había nada malo y que podían marcarlo y disfrutar a un omega entre los 2, a lo que Mu les recordó lo que les había dicho Athena, consiente de ante mano la mala pasado que era el orgullo de un Alfa en varias ocasiones.

- Sera mejor que hablen bien de lo que harán. Tienen bastante tiempo para hacerlo, pues Seiya no se encuentra en condiciones para soportar un mar de hormonas. - Calmadamente Mu hablo, partiendo del lugar sin decir más. Ya los santos de bronce estaban despiertos, retomando sus tareas y entrenamientos pero un ritmo más lento debido a sus heridas. Eran claros de sus intenciones y el celo de un alfa le empeoraría las heridas.

El toro y el león se miran el uno al otro, considerando mucha esa idea, ya que, agarrarse a combate era algo que DeathMask o hasta Shura hubieran hecho, pero no ellos. El toro era más tranquilo en varios aspectos y Aioria igual, solo que un poco más agresivo y volátil de vez en cuando.

- ¿Sera buena idea?

- No tengo problemas es ser versátil en ese aspecto, pero también deberías preguntarle a Seiya. ¿No?

El contrario se lo quedo pensando, siguiendo en esa conversación por uno días hasta el momento de ir con el muchacho omega.

____

- Gracias por venir a verme. - Les sonrió el castaño, sentándose en su cama residiendo a ambos santos de oro le acompañaban. Cada uno le dejo un pequeño obsequio con intenciones de cortejo.

- No es nada. Hemos estado pensando mucho en ti en estos días. - Hablo el leo, pasando su mano por su cabeza algo nervioso. - ¿Cómo te sientes?

- Bueno, ustedes 2 fueron un reto complejo, agradezco que los 3 salimos sin problemas. - Sutilmente rio. Ninguno de los 3 tenía su armadura, teniendo un ambiente más ameno y tranquilo entre los 3, ayudando el hecho que no era la primera vez que visitaban a Seiya. Aunque ambos dorados tenían una tensión entre ellos algo notables.

- Fuiste muy valiente junto a tus compañeros. Ustedes son un ejemplo a seguir para muchos. - El rostro de Seiya de sonrojo por ese alago de parte del toro.

- El tiene razón, por eso...

- ¿Eh?

- Ambos queríamos hacerte una propuesta.

- Lo que ustedes hicieron fue admirable, por eso queríamos; Alde y yo, pedirte ser tus alfas. - Los ojos de Seiya se abrieron de par en par, y su camisa se convirtió en lo segundo más rojo de su persona, siendo superado por su rostro, detallando bien a ambos hombres. Adoptando una sonrisa picara frente a ambos.

- Pues... No es mala propuesta. - Admitió, sonrojado de la vergüenza, pero son saber cómo aceptar o negar. Sus celos le enseñaron que cuando quería era bastante pervertido y ver a ellos 2 frente a él, se le hacía muy tentador. - No estoy muy seguro... Aunque... Ya probé su fuerza, y estos días me han mostrado un buen lado.

- ¿Repentino?

- Un poco. Pero... - La sonrisa en el rostro de Seiya les vio confianza a ambos para acercándose dejando un beso en cada lado de la cabeza del castaño. - Bueno... - Antes de decir otra cosa Seiya se volteo y le rodo un beso a cada uno.

- ¿Te molestaría...? - Ambos preguntaron al unisonó.

Unos momentos después Seiya termino con 2 fuertes y urgidos miembros delante de la cara, sujetándolos y besándolos de forma suave, pasando sus manos, pequeñas a comparación de esos pedazos de carne que entre sus labios.

- No sé si pueda metérmelos todos. - Dijo luego de un rato, era casi un inexperto en esto y las masturbaciones no eran la gran cosa.

-Ve despacio, no te la meteremos.

- Aun.

- Solo ve ganando confianza.

Seiya asintió, lamiendo por el tronco de Alde hasta pararse en sus bolas, teniendo la piel del tronco alargada por su cara, mientras apretada de forma suave a Aioria en su mano, sacándole suaves alaridos de placer hasta el momento de introducirse de forma más fácil su miembro en su boca, moviéndose de adelante a atrás para mamarlo. Seiya ganada confianza rápido, y el vigor de esos 2 hombres era algo que lo alentada, subyugado en sus hormonas omegas.

- Ahh... - Seiya ni se vio cuenta el momento, cuando ambos se separaron para masturbase de forma frenética y el semen de los 2 termino bañando su rostro completamente. Lamiendo por la comisura de sus labios ese blanco liquido. Soltando otro grito cuando sin importarles mucho se acercaron para marcarlo como suyo.