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Gula. (R18)

Protagonista: Alde/Tiago.

Shippeo; Alde x Mu.

Basado en Leyend Of Santuari 5 años despues del final de la película.  

Fanart de multimedia perteneciente a: Pixiv ID: 48490322 Member: いえるぜむにぃ


Para Aldebarán, conocido por el ser el santo de la constelación de tauro, una altura considerable y un gran apetitivo, más que nada por este último, se podría decir que en ese momento desea algo... Diferente.

Lo que se podría considerar Gula no era raro en su persona, puesto a que siempre fue de buen comer, una de las razones que han alimentado su físico y apariencia en ese momento ya de adulto; Fornido, grande, y un ligero vello bien recortado y arreglado. La imagen idealizada que se suele tener de la masculinidad, aunque, puede que Aioria la represente mejor.

Bueno, en ese momento y tras un cierto tiempo, para el toro era muy apetecible otro tipo de plato, un borrego por buscar unas palabras. Pues Mu, se le hacía provocativo, no solo como la idea de un buen sexo. No negada que a pesar de tener una apariencia algo delicada (No al borde de parecer Mujer o pensarlo como una, como su difunto compañero de la última casa) Le era, por demás atractivo como hombre.

Le atraía cierto deseo donde la gula y la lujuria se mezclaban con las ganas de querer besarlo. Parece que era el único, pues el santo de Leo tenía atenciones similares con el santo de Pegaso. Eso lo sabía casi medio mundo.

Con el toro... Era un poco complejo, pues esto no era nuevo, eran sentimientos encerrados desde hace como años, pero acercarse, coquetear... No era algo en lo que fuera experto.

Sus invitaciones eran siempre lo mismo, comer juntos, unas miradas, una plática tranquila, como en ese momento.

- Gracias por invitarme. - Le dijo Mu, no importa si esto era algo que pasada seguido siempre tenía esa formalidad, ayudándolo luego a recoger, las armaduras a ese punto no las traían, eran estorbosas, pues pocos podían entrar al santuario ahora que Athena estada con ellos solo faltaba que les asignaran misiones.

Era un poco aburrido a veces.

- De nada, Borrego. - Le expreso, parándose y sujetando la cintura del hombre de cabellos lilas, acariciándole la cintura de forma discreta.

- Siempre has sido más amable de lo que pareces. Algún día te devolveré el favor.

- "Puedes hacerlo de otra forma" - En su mente quería que todo fuera tan fácil y que le besara, llevarlo a la cama y no salir de ese lugar por lo menos en 24 horas.

Si, así de goloso estada por el Aries.

- Ha estado todo un poco aburrido ¿No crees?

- Prefiero creer que esta tranquilo. Me gusta ver como Saori ha ibo adaptando bien como diosa, lo asimilo muy rápido para en su momento ser solo una chica de 16.

- Tienes razón en eso. - Expreso el toro ya cada uno de su lado, un poco fastidiado por eso. - Al menos es interesante tener a Seiya y Ikki, son un poco desastrosos.

- ¿Eso es bueno?

- Mas bien en divertido. Parece que los pendejos que buscan a Athena se arrepintieron, desde la desaparición de Saga no ha habido nada. - Y si, Saga quedo vivo, eso es algo que ellos sabían y que ni con algunos años en su momento no encontraron rastro de él, ni aunque Milo y Shura estuvieron buscándolo.

- Por como hablas parece que de verdad te hace falta un poco mas de acción.

- "Mas de la que crees borrego" - Dijo en su mente, porque apostada y asegurada que el tono de voz en Mu era... Pícaro, como su tuviera malas intenciones con él mientras hablada. Aunque bueno, Mu siempre fue pícaro a su forma.

- Te avisare si tenemos una misión algún pronto. - Le indico, despidiéndose de su amigo.

Ese era su plan cada tanto, no era seguido que pasada, pero cada tanto cuando lo invitada Alde intentada coquetearle, a veces más descarado a veces más suave, pero no encontrada ningún camino para declarársele como se debe. Pero estada casi seguro que Mu sentía casi lo mismo, estada seguro de que a estas alturas del partido ya se debió haber dado cuenta de sus coqueteos, pues, no eran mocosos eran hombres de más de 26, por lo cual estada seguro que estada consiente, pero que si no le decía era por algo, tal vez disfrute verlo coquetearle, tal vez no lo quería y estada siendo amable.

A ese punto no le importada. Pero, para su suerte en cosa de unos días les asignaron una misión a los 2 juntos, pero sumados a ellos Aioria y Seiya.

- Bueno, de momento descansemos, entrada la noche empezaremos a buscar. - Le indico Mu, se quedarían en un pequeño Hotel, Mu y Alde en un cuarto y Aioria y Seiya en otro.

Al saber estos Alde tono las miradas de sus 2 compañeros, pues Seiya le sonreía a Aioria mientras este aunque inexpresivo parecía ocultar algo.

- "Interesante" - Dijo en su mente, bueno, al menos Seiya ya era un adulto, nada malo pasaría entre esos 2 aunque le daba curiosidad cuando empezaran. - "Si ellos pueden, yo puedo comerme al borrego hoy" - Se alentó, lamiéndose los labios al momento de estar solos, arreglándose los 2 para descansar, ninguno traía camisa pues el tema del por cual estaban en ese hotel era perder el tiempo, de día sería complicado ya que podrían ser vistos, y aunque en primer momento su plan era que iban a dormir, pequeños ruidos que sus oídos captaron le daban la idea que del otro lado terminaron en cualquier otra cosa que quería imitar.

- Oye Alde, pedimos algo de comer mientras esperamos. Aun es algo temprano y hasta que no sean más de las 2 AM no podemos salir. - Le pregunto, sentado de forma hasta inocente en su cama cuando el toro lo rodeo dejándolo entre su cuerpo y la cama ante lo que Mu solo sonrió.

- Creo que prefiero comerte a ti. - Ronco le expreso. Ya harto de esperar.

- En ese caso hazlo. - Los ojos de Mu brillaban en deseo, terminando contra la cama mientras era besado por el toro, eran besos hambrientos donde sus lenguas se enredaban en la boca del otro, fundiéndose en esa cama. Los dedos de Mu se apretaban en la espalda del toro sintiendo su prominente "Great Horn" presionando contra sí.

- Ummm. Borrego... - Susurro, con una sonrisa de oreja a oreja mientras el Peli-Lila chupada su erección con devoción, presionando sus labios en sus venas como si un helado bien grande fuera, derritiéndose entre sus labios.

El hambre del toro aunque aun era grande, en ese momento era saciada de forma satisfactoria. Mucho tal vez, pues aunque llevaban un rato, tampoco era mucho, y Alde estada a punto de eyacular, un poco molesto pues no quería que terminara tan rápido, quería disfrutar comerse a Mu de forma lenta y prolongada.

De un momento a otro cuando sintió su orgasmo cerca, sujeto el rostro de Mu para levantarlo, masturbando su erección hasta eyacular, manchando los lentos y rostro del Borrego en el proceso, a Mu pareció no molestarle, pues se encargo de limpiar su miembro evitando que perdiera su dureza.

- No era necesario esto... - le indico, pasando sus dedos por el cálido semen en los cristales de sus lentes. Haciendo un mueca mientras se los quitada, suspirando pero aun así sonriendo acombándose en la cama boca abajo para su toro. - Te dejo el resto a ti, mi amor.

- Con gusto hermoso borrego. - No se hizo esperar. Sus manos acariciaban sus piernas, espalda y trasero, separando y presionando este con las manos. Azotándolo con su erección y entrando de forma rápida. - ¿Duele? - Pregunto de manera bastante entrecortada, pues el hermoso hormigueo que le producía estar dentro de él era mucho como para detenerse.

- Un poco... - De forma lenta se retorcía entre las sabanas, levantando bien su cabera y presionándola en la pelvis del toro. - No tengas miedo y empieza, tenemos toda la noche.

- Tenemos toda una viva diría yo, en el santuario no te libraras de mi tan fácil... Mi amor - Susurro, de verdad amaba al Santo de Aries, no solo era simple gula por su cuerpo, no era mera lujuria que sería saciada en esa noche, era algo que solo le despertada Mu y solo quería a Mu.

- No me desagrada... - Moviendo las caberas dio por empezado su acto, siendo sostenido y estampado de forma rápida y repetida contra la pelvis del toro, sintiendo ese enorme pedazo de carne pasearse en su en entrañas, bando un gran placer concentrado para ambos. Esta si era una forma más interesante de perder el tiempo en esa misión, calmando el hambre de sus cuerpos en un fuerte acto carnal que llamada al otro desde hace ya tiempo. Que originalmente solo quedarse sentados.

En otra habitación, el Santo de Leo le mostrada a Seiya que solo tenía un pirsin en el labio. Estampando a Seiya contra la pared mientras como un león hambriento se devorada su cuerpo de forma sexual.  

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