Protagonista; Hasgard

Shipping; Hasgard x Sísifo.

Pedido por: AnabelleMichaelis

No estada seguro ni quería aceptar esto, al hombre de cabellos grises le frustrada, le molestada ver como su pareja aceptada Sumiso tan fácil esta responsabilidad, si bien, Regulus era solo un niño inocente, apenas tenía casi 8 años.

Pero... Le molestada, la propio Familia de Sísifo lo llego a insultar, lo llego a molestar, y cuando estuvieron entre los brazos del otro sabiendo que estaban solos, es cuando Hasgard se sintió tranquilo.

Pero ahora, con la llegada de Regulus tras la muerte del hermano de su pareja, era extraño, no culpada a Regulus, pero quería saber qué tipo de pensamientos llevaron a Ilias a hacer a Sísifo el cónyuge de su hijo si este llegara a fallecer.

- Hasgard... Creo que ya lo conoces Regulus, es el Hasgard, es mi... - Eso pareció desconcertar al peli-blanco, ¿Enserio dudaba de decirle lo que eran? - Es mi esposo. Tal como Ilias lo eran para tu madre.

- Entiendo... Pero... ¿A quién le tengo que decir tía? Los 2 son hombres... Estoy confundido.

- Descuida, eso para después, vamos a tu cuarto. ¿Vale?

- Si.- Sonrió, sujetando el pequeño sujete que tenía en las manos y yéndose con él arriba donde estaría su cuarto, antes de que el castaño fuera con él su esposo lo detuvo.

- Sísifo... ¿Tan fácil te dejaron su custodia? Los 2 sabemos cómo son esos temas, y los problemas que tenías con tu familia respecto a ser Gay.

- No te preocupes. No paso nada, Ilias dejo en claro que solo yo podía tener la custodia de Regulus. Y nadie está enterado de nuestra relación. Puedes estar tranquilo. - Termino vejando un beso en los labios del hombro musculo, dejándolo pensando un poco en las cosas mientras este iba a atender a Regulus.

Por lo forma que lo mirada, y como los encontró; Ambos abrazados pareciendo consolarse el uno al otro. Sísifo no le tenía ningún tipo de rencores a su hermano, y estada feliz de cuidar a su sobrino.

Eso le gustada de su amante, era alegre y de buen corazón aunque tengas presiones encima. Si bien no podía olvidar lo que le habían hecho a Sísifo, tampoco podía culpar al de menor edad.

Suspiro, terminando un rato después por entrar a tomar una ducha, relajándose mientras el agua caía por su cuerpo solo meditando en las cosas.

Recordada, que empezó su relación con Sísifo cuando ambos estaban terminando sus estudios y empezando a trabajar, primero fueron amigos por un par de años, luego novios, puede que esa confianza que ya se tenían haya influido un poco, pues ninguno tuvo algún tipo de pudor o tabú al momento de estar solos acariciándose, fue en esos momento una forma interesante, linda para los 2, de tener sus días más pesados, descansar y dejarse amar por el otro en actos de pasiones, aunque bien fue doloroso para los 2 al principio, cada uno disfruto de penetrar al otro, mayoritariamente Hasgard a Sísifo, pero Sísifo si había sido activo muchas veces.

- A veces eres más bueno de lo que me gustaría... - Susurro, tanto ahora como antes llego a tener ese pensamiento, cuando los familiares de Sísifo se enteraron de su relación solo lo mandaron para el infierno con el deseo no verlo nunca más y lo peor, creía que para ese entonces Regulus ya había nacido, no estada seguro.

Recordada lo difícil que fue para, sabia de sus pensamientos más profundos y sabia que a veces no estada conforme con todo lo que pasada a su alrededor, incluso sobre lo que pensada a veces de sus familiares, que no se cayó al momento del escándalo que paso en ese momento, más solo se los expreso a su pareja.

Y ahora pasado esto, Ilias también fue su gran amigo, sabía que de verdad quería a Sísifo como su hermano, que si bien llegada a ser desprestigiado en su nombre nunca estuvo de acuerdo y lo defendía, defendía a Sísifo.

Suspiro otra vez, era mucho en esos momentos pero no negada la satisfacción que tenía y llegada a sentir cuando estaban en la cama luego de que eso pasara, no necesariamente sexo, a veces solo durmiendo en un estado de paz, porque estaban solos y solo necesitaban del otro.

- Hasgard... - En ese momento todo para el peli-blanco se detuvo, ya que sintió como los brazos de Sísifo lo rodeaban por detrás en la espalda, interrumpiendo su tarea. - Vaya que te has tardado.

- Ummm. ¿Y Regulus?

- Esta tranquilo, está viendo Tele un rato, él también ha tenido muchas cosas.

- Entiendo... ¿Por qué le dijiste que yo era tu esposo? Aun no nos hemos casado.

- Porque yo si quiero que nos casemos. - Le susurro, besando la parte entre su espalda y su cuello acariciando sus fuertes pectorales, bajando a sujetar su entre pierna suavemente. - Regulus es mi sobrino, quiero ser un buen segundo padre para él, o buena segunda madre. ¿No? - Sonriendo bromeo, porque era claro que entre él y Hasgard, Hasgard sería el padre.

De un momento a otro Hasgard detuvo la mano de Sísifo de su entrepierna volteándose para ver a su pareja de frente notando como ambos parecían estar listos y dispuestos.

- Lo sé, se que Regulus no tiene la culpa de nada, pero me cuesta un poco no recordar todo ese trago amargo hace unos años.

- Estoy consciente de eso, pero no tienes que preocuparte. Regulus es un alma sin maldad, seremos una familia los 3. ¿No?

- Claro. - Le sonrió. El castaño se inclino adelante cerrando los ojos esperando un beso de parte del peli-blanco que no tardo en cumplirlo, sosteniendo su cintura para acercarlo, sin tardar mucho, Sísifo le guiño el ojos a su pareja acariciando las gotas de agua en su pecho para bajar a felar su prominente erección.

Sus labios expertos sobre las dimensiones de ese terreno, degustaban su miembro abriendo y cerrando los labios sobre este, sintiendo el olor del jabón sobre el bello púdico de este, un ligera selva blanca que lo adornada.

Si bien el toro disfrutada de esto, pensé que ahora había un niño con ellos lo que significa tener algo más de pudor, y mejor salir a atenderlo, haciéndoselo saber a Sísifo. Pero...

- Hagamos algo rápido, y en la noche de forma más silenciosa seguimos.

- Ummm. Está bien, arréglate. - Le indico, pues aunque lugares como ese eran incómodos para ese tipo de actos sería algo rápido, algo de adrenalina por un momento.

Apoyándose el castaño sobre manos y pies mientras el toro cerrada el agua, antes de acomodarse, acariciando su miembro para penetrar a su amante levantándole la cabera.

-UMmmm... Hasgard... - Susurrada cada tanto, pues tratada de contener sus gemidos, sintiendo como la erección de su pareja se paseada de forma muy descarada en su interior de forma pausada, era tan grande tocando cada parte de sus paredes anales, algo que lo podía en el paraíso cuando de sexo se tratada. - Te amo...

- Yo también mi amor... Seré un buen padre para Regulus, te lo prometo. - Expreso inclinándose sobre la espalda de su pareja besando su oreja y sujetando su mano con la de él. Moviéndose un más rápido entre las primorosas nalgas de su pareja, porque si algo tenía Sísifo y su hermano era un buen trasero.

- Eso lo tengo por seguro. - Se volteo para besarle los labios, inclinándose de mejor forma para ser tomado, sus rodillas iban a quedar moradas después pues estaban apoyadas y restregadas por sobre el azulejo del baño, agradeciendo que al estar acostumbrado a usar pantalones largos no se verían.

En cosas de unos momentos se separaron para verse de frente y que Sísifo saltara siendo sostenido por Hasgard de las piernas para penetrarlo, sus gemidos eran contenidos en los labios del otro en un fuerte beso, mientras las nalgas de Sísifo chocaban con fuerza en la pelvis del toro.

Aunque ese acto se prolongo más de lo que les gustaría en cosa de unos momentos el orgasmo del toro llego llenando el interior de su pareja y el de Sísifo llenando su pecho.

- Me vestiré e iré a hablar con Regulus, mejor ahora dúchate tu.

- De acuerdo. - Y con un beso se despidieron.

Al estar listo y verse de frente Regulus no edito ver con curiosidad al toro, pues estada seguro que era más alto y musculoso que su padre. Hasgard lo noto y le sonrió de forma amigable moviendo un poco su cabello para saludarle.

- Bueno, bienvenido ya que vivirás con nosotros. ¿Hablamos un poco? ¿Quieres que juegue contigo?

- Si. - Los ojos de Regulus se iluminaron y empezó su tornado, jugando y presentándose con su nuevo amigo. 

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La verdad, a los que me siguen y ven los anuncios que hago sabrán que en estos momento ando en un circulo de frustración eterna y no se si seguir o darme por vencido ya, yo no soy como otros que pueden ignorar esas cosas, pero yo no, yo con una sola palabra puedo perder las ganas de hacer todo. 

En fin, quiero por lo menos cumplir a los que me pidieron One-Shot para este libro, me falta 1 y ya lo tengo a la mitad, lo publicare pronto. Luego decidiré que hacer.