Aroma en el viento Epilogo. (R18)
Este epilogo esta divido en 2 partes, la de Ilias x Hasgard, y la de Deuterus xTenma.
Hasgard X Ilias.
Pasando varios meses luego de esa misión, pasaban las cosas, el tiempo, todo con tranquilidad. Donde luego de que Hasgard Deuterus revelara la verdad, Hasgard le agradecía. Estada más tranquilo ahora con Ilias sabiendo la verdad y siendo su apoyo.
Se sentía seguro en lo compañía que su compañero le regalada, en la paz que rara vez tuvo por su miedo a ser descubierto. Ahora con Ilias siendo su pareja, su amante y su Alfa, estada en una paz con su mente y su linaje. Donde el resto del Santuario no tardo en enterarse.
Fueron varios puntos que lo llevaron a estar como ahora, siendo el Omega del Gold de Leo.
En primero sería la intervención de Teneo al querer ayudarlo, recordando con un breve momento sus palabras:
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- Señor Hasgard. - Fue la voz de su alumno que lo saco de sus pensamientos ese día, 5 meses luego de esa misión.
- ¿Que pasa Teneo?
- Nada, como tardo en llegar a los entrenamientos, y como Shion me tiene confianza quise venir.
- Entiendo. Lamento no haber ido, tengo problemas con mi Celo.
- ¿Enserio?
- No me ha de tardar. Lamento haberte dejado solo.
- Descuide, aunque el celo de un Alfa es más corto que el de un Omega, es muy fastidioso a veces.
- Creo que al menos tú tienes más suerte.
- Puede. Pero al menos ya tienes una pareja que te adora. - La mirada de desconcierto del Saint de Tauro era grande. Sin saber a qué se refería, aun que con miedo, pregunto. - Señor Hasgard no me tome por tonto, no soy ni un niño, ni virgen. Sé que le gustas al señor Ilias.
-¡Teneo!
- Señor Hasgard no digo nada malo, es verdad. Y sé que usted siente lo mismo.
- ¿Cómo estás tan seguro?
- No lo digo de mala manera, yo a usted lo conozco y desde que Ilias sabe sobre su linaje yo lo veo más feliz, ¿O se olvida esas veces que el señor Ilias estuvo con nosotros? El se preocupa por usted.
- Uhmm. - Frunció el seño analizando la situación. Nunca ha estado con ninguna persona, vamos a ser honestos, nunca ha tenido ni un beso. El Señor Hasgard se sentía apenado estando en esta situación con su alumno. - No lo sé.
El menor le sonrió a su maestro, acercándose a su lado para poner su mano en su hombro como señal de apoyo y de comprensión.
- Yo sé cómo se comporta un alfa interesado, y sé que Ilias lo desea a usted. Téngase confianza.
- Tenea no me vengas con eso. - Dice apenado y sonrojado, separándose un poco de su alumno. - Lo admito, nunca he tenido pareja, pero...
- Pero nada. Jejej. Hasgard tú me has ayudado mucho y eres importante para mí, ahora me toca.
- Lo tomare en cuenta. Pero cambiando de tema, ya que estas aquí te varé un rápido entrenamiento aquí.
- Hecho.
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Bueno, así empezaron, fue donde de verdad Hasgard se empezó a cuestionare bien sus sentimientos por el leo. Pensando en un momento a otro que de verdad no hacia mal en admitirlo, y es que el Saint de Leo era un hombre hermoso. Pasaron los pocos días donde Hasgard termino por admitirse que tal vez Teneo tenía la razón y le gustada a Ilias. Debía admitirse a sí mismo que el leo le gustada y no le desagrada la idea.
Pero el Saint guardián de la segunda casa, tampoco se creía a si mismo capaz de decirle algfo al respecto.
Pasada el tiempo y con el paso de las semanas, al ver a Ilias, luego de lo dicho por Teneo, quería creer que si le podía gustar a Ilias, que esos malos comentarios respecto a su apariencia no le afectaran.
Pero Bueno, en esos momentos Ilias tenía otras opciones.
- Hasgard - Esa voz lo saco de su ensoñación ese día, buscando su camisa en un vano intento. - No es necesario que hagas eso.
- ¿Qué pasa?
- No es nada, solo he querido decirte algo.
- ¿Qué quieres decirme?
- Nada solo te noto raro desde hace unos días cuando me vez. - Mentira, esa era su escusa solo para estar allí.
- Entiendo. No te esperada la verdad.
- Lo sé, ¿Cómo has estado, por cierto? No te he visto en una semana.
- Son mis días de celo, eso es lo que pasa, es raro que salga en estos.
- Te entiendo. ¿Te sientes mejor?
- Si, la verdad.
- ¿Te puedo preguntar una cosa?
- Adelante.
- ¿Ya has tenido pareja?
- No, la verdad. Nunca he podido experimentar eso.
- ¿Seguro? Que lastima.
- ¿Ilias a que quieres llegar?
- A nada. Solo que quiero quedarme contigo, ser esa pareja que nunca has tenido.
La mandíbula del Peli-Blanco cayo, ¿Así o más directo? Dicho de otra forma el Tauro se petrifico, sin saber en qué momento paso a esto, con el corazón latiendo a mil por hora, y sin la capacidad de medir palabras.
- Ilias...
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Bueno, esa sería la versión más resumida de los eventos que los llevaron a donde están ahora. En este momento, estaban entregándose uno al otro.
La marca en el cuello del peliblanco adornada, resaltando por su color en su piel. Para Ilias penetrar a Hasagrd era algo por demás curioso, ya que nunca estuvo con un Omega más alto que él, mas corpulento mejor dicho. Era raro al principio pero uno se acostumbrada.
El pecho de Hasgard era cómodo y cálido, mientras se movía dentro de él.
Los gemidos de el de mayor tamaño eran casi un estasis, luego de años de soledad. De un pequeño movimiento, Hasgard quedo de costado mientras el de Mayor edad lo penetrada en diagonal.
Acariciando lascivamente su cuerpo, y sus piernas. Hasgard era hermoso y haría arrepentirse a cualquiera que diga lo contrario.
En una de esas varias noches fue donde concedieron a su hijo, y 5 años después, el joven Regulus de linaje alfa estada recorriendo los templos en su hiperactividad. Corriendo de haya para aca. Siendo sostenido por Hasgard de un momento a otro. Acariciando a su joven niño.
Deuterus x Tenma
-Ahhhhh. -
- Joder Tenma, me has hecho esperar por 3 meses. Pero se siente genial llegar al momento al fin.
Un enorme grito salió de los labios del castaño al sentir el palpitante y monstruoso miembro del Moreno, pasear descarado por sus entrañas de piel caliente. La marca de su cuello que lo proclamada como ser de Deuterus palpitada, dejando su cuerpo caliente.
Estando parado de 4 patas, Deuterus lo sostenía con fuerza de las caberas desnudas, golpeándolas contra su pelvis, metiendo y sacando con brusquedad su hombría prominente, desde lo más fuerte hasta lo más profundo de su cuerpo.
- Deuterus. Deuterus. Te amo. Sigue. - Gemía. No seamos tontos, Tenma ya ha tenido sexo, pero ninguno que lo haga gritar como lo está haciendo ahora.
De un movimiento el Saint de Géminis dejo a su Omega con la cara contra la cama y las caberas levantadas, buscando más facilidad para penetrarlo.
Los fluidos que salían del cuerpo del castaño llenaban sus piernas mientras el miembro del moreno se movía dentro de él, manchándolo de la misma forma mientras se introducía.
- ¡Ahhh! - Grito sintiendo una nalgada de parte del Mayor, dejando su piel marcada ante esa acción - Hazlo otra vez. - Pide. Siendo cumplido en menos de 10 segundos. Dándole otra y otra.
- UHh, Tenma me enloqueces.
Pasaron las horas, hasta acabar exhaustos los 2, donde Deuterus seguía con su miembro metido dentro del castaño, abrazándolo por la espalda, al estar este sentado en sus piernas. En su falo mejor dicho.
El nudo de Deuterus hizo su trabajo por lo tanto Tenma no tardaría en darle en hijo. Pasando su mano por su estomago pensando en un hijo con su Pegaso de cabellos castaños. Sonriendo ante la idea de verse con un omega como Tenma en brazos, besando su mejilla ante este pensamiento, queriendo que se haga realidad. Haciendo reaccionar a Tenma que estada cansado con el pecho subiendo y bajando por su cansancio, donde ambos se besaron y el menor entrelazo sus manos con la él.
Extra Sage x Manigoldo.
De Manigoldo digan lo que quieran. Desde canalla hasta libertino, o irrespetuoso. Pero Sage no se molestada como acabo todo, lo adorada, lo amaba, y ser su Omega no era nada malo. Sin duda Manigoldo era un Alfa, que aunque pasó por miserias en su viva cuando era un niño, era firme, valiente y poderoso. Todo un guerreo y un Gold Saint digno y de los mejores. Junto a pequeña sorpresa que Sage le tenía, por eso lo esperada, le envió una carta pidiendo un encuentro casual entre maridos, por las 7:12 de la noche, donde no sé hizo esperar y en menos de 15 minutos estaba con él.
Las caricias tampoco se hicieron esperar, ambos estaban en la tina del patriarca, hermosa y decorada en sus alrededores, junto a un par de estatuas. Era su nido de amor favorito.
Manigoldo amaba besar la marca del cuello de Sage que lo marcada como suyo y su esposo. Lo tenía sentado en los bordes de la tina penetrándolo, enredando sus piernas en su cintura, con una mano le sostenía los glúteos mientras con la otra de la nuca.
Sage estada algo mayor pero era una belleza que no desaparecía ni con sus 200 años encima. Como dicen, mientras más arrugada la pasa más dulce la fruta.
- Amor ya me dirás para me llamaste. - Pregunto sin dejar de penetrarlo, con una voz coqueta mientras lo acariciada con adoración.
- Luego te lo diré, quiero disfrutar un rato.
- No tengo problemas con dejarte relleno, pero me sorprende que me llamaras al no estar tú en celo. - Casados o no, Sage era un hombre muy correcto en sus deberes y puesto, y buscada que Manigoldo lo hicieran también, rara vez le pedía que los desentendiera para estar con él. Más que nada era en momento de celos.
- ¿Necesito estar en celo para estar con mi Esposo? - Esa repuesta solo hizo sonreír al Saint de Cáncer. Volteándolo para dejarlo de costado y su pierna levantada en su hombro. Sage estada de verdad excitado, su cuerpo despedía Fluidos dialógicos del celo, mezclándose con el agua.
De un momento a otro, Sage quedo parado en 4 patas por obra de Manigoldo, con el borde de los pies rozando el Agua del estanque.
Pasaron los pocos segundos par que Sage hablara pidiendo lo siguiente.
- Llévame al cuarto.
- Con gusto. - Agarro a Sage de entre la cabera y con fuerza lo alzo, terminando a estilo princesa sobre sus brazos, con mucha rapidez y sin pudor por quien pueda verlos, lo llevo desnudo hasta la cama del patriarca donde se lanzo con su Marido en brazos a la cama.
- Ten cuidado.
- Lo tendré, lo tendré.
- Eso espero, porque ya estoy viejo y un hijo no es algo fácil.
- ¿Qué? - Como acabar con la calentura en menos de 3 palabras.
- Lo que oíste, serás padre... ¿Mani?
El nombrado se le lanzo encima. Besándolo, tacándolo, amándolo. Y pensada que para esa edad el Nudo ya no serviría. Pero estada alegre de tener un hijo con Sage.
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