Adios... Supongo...
Protagonista: Harbinger.
Spoiler: Personaje x OC, despedida, confort. Lime ligero
Bueno. Recuerdo que de los primeros One-Shot de Harbinger y Rose que escribí tratada de Harbinger bandole una despedida a ella cuando Ionia lo recluto como Saint, vi que fue de los que peor le fue y releyendo siento que lo pude hacer mejor, por lo tanto pensé en editarlo.
Recomendado buscar "A gritos de esperanza" de Alex Ubago.
Puede que estos 2 se vuelvan a encontrar en un futuro...
Mis labios pasaban por el cuello y rostro Rose mientras sus manos acarician mis brazos, algo más delicado y frágil comparado con el mío, una clara evidencia del tipo de vida tan diferente uno del otro.
Creo que puedo asegurar que la conocía desde que tenía como 8 años, un tiempo después del accidente donde mi ojo derecho se perdió. Tal vez unos meses o unas semanas, cosas que poco me importa recordar.
La chica que este momento besaba fue lo más cercano a una amiga o vida real que he llegado a tener, no me importa mucho llegar a pagar mis culpas, nunca he tenido una viva digna o creo llegar a tenerla... Rose es una chica linda, nada hará conmigo.
- Estas muy cariñoso... - Me dice ella. Solo dejo mi cabeza entre su cuello ya que no sé cómo empezar a decirle las cosas de una forma sutil.
Después de todo ya hable con ese viejo y sin problemas acepte. Solo me toca despedirme, esperando que lo acepte pues me conoce.
- Lo sé... Quería despedirme de buena manera.
- ¿Ehh? ¿Cómo que te vas? - En ese momento me separe, sentándome en la cama donde estábamos los 2. - ¿Es por esas peleas en las te has metido?
- Digamos... ¿Recuerdas que te comentado sobre esa extraña energía que siento que me llena desde pies a cabeza al romper los esqueletos de las personas? - Asiente de mala gana. - Se llama cosmos, una energía que se puede controlar. Parece que por extinto de supervivencia lo logre hacer de forma algo superficial.
- ¿Y por eso te vas?
- En efecto. Creo que es algo que los sabemos que iba a pasar. Siempre he sido un delincuente. Sin reparos expreso, apoyándome en mis manos encogiéndome de hombros mientras la detallada.
- ¿Me hablas mas de eso?
- Pues solo me encontré a un viejo que parecía querer pelear, y me dejo impresionado, parece tener un gran poder, no hablo de físico pues en ese punto es una momia horrenda. Jajaja. Me ha hablado un poco y podre pelear por los ideales de no sé quien... No le preste mucha atención luego de eso.
- Te ve feliz. - "Increíblemente tu también"
- ¿No te molesta? Se bien que siempre te preocupaste por mí, desde que éramos unos niños.
- Lo sé, cuando nos conocimos solo quería ayudarte, digamos que me vio algo de tristeza verte solo.
- hey, te quedaste conmigo y de verdad te preocupaste por mí por estos 10 años, de cierta forma. De no ser por ti, hubiera acabo peor.
- No sé si eso es verdad... Muchas veces te he dejado solo.
- Pero siempre volvíamos a vernos. - Exprese, recuerdo que muchas veces de pequeños de verdad me fastidiada estar con ella al borde que quería que me dejara. Era un niño en cierta parte, uno emputado completamente con la vida pero un niño... Al carajo a esa idea ya quería matar a alguien.
Pero volviendo con Rose tengo muchos recuerdo de mi yo de 8 años llorando de dolor por los golpes que sufría, y ella puede que solo por empatía o algo de ese estilo me ofrecía su mano. Perdiéndonos de la vista del otro por mucho tiempo pero nunca dejando esa costumbre cuando nos volvíamos a ver.
Me enamore de esta mujer, que de verdad ha de estar loca para quedarse acompañándome por años.
- ¿Puede que nos volvamos a ver?
- No lo sé, tu dentro de poco vas a aplicar a una universidad ¿No?
- En efecto... Creo que solo puedo decirte adiós.
- Creo... - Los brazos de ella me rodean por el cuello y no puedo hacer más que abrazarla de la forma más suave que conozco. Robándole un beso al momento de separarnos.
- No me gusta que siempre me robes besos. - Me reclamo, quedando separados uno del otro.
- ¿Enserio solo eso te molesta? Si estoy siendo cariñoso.
- Ummm. - Solo eso me contesto, encogiéndose de hombros mientras sus ojos se pedían en la habitación. - ¿nos volveremos a ver?
- Si no muero, a lo mejor sí.
- Si te mueres, te jalo las patas en el más allá, si ya te he visto resistir balas.
- Porque no mejor me jalas ot...
- Atrevido. - Me recrimino. Golpeándome con verdadera fuerza en el pecho volteándose donde estoy seguro que finge de manera perfecta su indignación. No es la primera vez que me pongo así de descarado con ella. Aunque solo sean bromas pesadas de mi parte.
- Te extráñate.
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