Fue en ese momento que te conocí.

Aquellas palabras hicieron que el corazón de Mingyue latiera. Recordaba muy bien aquel día a pesar de haber sido solo un niño.

Una persona normal se hubiera espantado de ver a una bestia tan grande y llena de sangre pasar tan cerca, y más si eres un niño, pero con él fue diferente. Había sentido algo caliente dentro de su pecho cuando miró al animal y simplemente salió de donde estaba. Hubo una conexión. Estaba seguro de ello.

Quizás por esa razón era que el destino los había unido años más tarde.

-Ese día fue algo extraño para mí, sobre todo después que me rescataste y cuidaste de mi sin ni siquiera preocuparte de que pudiera hacerte algo- los dedos de Yenhuo volvieron a acariciar el cabello del chico- La locura que me había cegado se fue desvaneciendo y gracias a eso pude volver a la manada cuerdo. Aunque solo lo hice para llevarme a Tao conmigo. Los lobos no eran muy agradables con él. Tengo que reconocer que con el paso de los años me olvidé de todo lo que no fuera buscar a mi hermano y vengarme de él. Quizás por eso me tomó tiempo reconocer que tú eras ese niño que me había salvado aquella vez-

Yenhuo se detuvo de nuevo esperando ver alguna reacción positiva por parte de Mingyue. Era la primera vez que hablaba de sus verdaderos sentimientos y de todo lo que había guardado en su corazón durante muchos años y era un enorme peso el que salía de sus hombros. Más no hubo respuesta. Mingyue aún no se giraba a mirarlo.

-Cachorro, sé que estás molesto conmigo porque te oculté toda la verdad he intenté mantenerte al margen pero no te mentiré cuando te digo que espero que esta no sea una razón para que me abandones- el lobo nunca se imaginó que diría esto- Eres realmente especial para mí y no quería que fueras arrebatado de mi lado. Nunca te miré como un objeto aun cuando tenías el mapa en tu cuerpo. No eres un juguete. Un lobo es monógamo y ama verdaderamente alguien durante toda su vida. A Kitara la quería pero sobre todo porque se crió conmigo. Pero tú eres la persona con la que quiero seguir el resto de mis años-

Su cuerpo estaba tenso. Abrirse tanto no era normal en él. Decirle a alguien que lo amaba como ahora era ponerse en una posición vulnerable, pero si eso era lo necesario para que Mingyue se quedara a su lado haría lo que fuera necesario.

Aun así no hubo movimiento. Yenhuo tragó y corrió suavemente el cabello de los ojos del chico que nuevamente se había corrido hacia delante. Encontró que estos estaban cerrados y la respiración del humano era constante.

Se había quedado dormido.

Yenhuo se sintió frustrado ¿Cuándo se había dormido? ¿Había escuchado todo lo que le había dicho? ¿Su confesión?

Apretó sus labios y respiró profundo. Mingyue le había contado que padecía de insomnio y Tao se lo había confirmado ya que este no había dormido en todo ese tiempo.

-Debes estar cansado- le acarició la mejilla suavemente.

La suave sensación en la punta de sus dedos lo hizo maldecir internamente. Deseaba tener al chico entre sus brazos protegiéndolo y consolándolo. No con una barrera entre ellos con la mayor parte de la culpa de él.

Aprovechó que Mingyue estaba durmiendo para levantar un poco la sábana y verificar como estaba su muslo y no se veía muy bien. Debía estar doliendo mucho.

Encontrando el pañuelo y una palangana en la habitación volvió con ella llena de agua y con cuidado de no despertar al chico, lo giró boca arriba, retiró la venda, y limpió la herida suavemente. Hubo una mueca en el rostro de su pareja más seguía dormido. Por último se inclinó y lamió la piel magullada. Con esto las heridas sanarían rápidamente y al menos su cachorro no estaría en agonía.

Se demoró su tiempo pues el proceso debía hacerlo lento y de forma delicada para que doliera lo menos posible y no despertarlo. Sabía que estaba la posibilidad que este no lo dejara tocar una vez consiente.

Una hora después volvió a cubrir el cuerpo de Mingyue y secó con sus dedos una fina línea de lágrimas que bajaban del rostro del menor. Quiso inclinarse y besarlo pero se contuvo. No se creía ahora con ese derecho. Tendría que esperar a que despertara y dijera su decisión.

Serían unas horas muy duras.

No fue hasta el otro día que Mingyue despertó y solo habló con Tao. Yenhuo esperó otra vez delante de la habitación pero no fue llamado para entrar y por más que Mingyi y Xixi le decían que todo estaría bien, el lobo sabía que su relación en ese momento estaba en un momento crítico. Se había equivocado y su egoísmo había dañado otra vez a la persona que quería.

Fue hasta el amanecer del quinto día que la puerta se abrió. Los tres hermanos que esperaban afuera miraron hacia allí y lo que vio Yenhuo lo hizo estremecerse.

Mingyue salió por fin caminando por sus medios, pero estaba completamente vestido y había una capa que danzaba sobre sus hombros. Y él supo que ya no había nada que hacer. Caminó hacia el chico y se detuvo delante de él.

-¿Así que esta es tu decisión?- le preguntó con voz roca aun temiendo la respuesta.

Mingyue alzó el rostro y a diferencia de lo que se esperaba Yenhuo este estaba tranquilo y no parecía haber rencor en este. Asintió con la cabeza con seguridad y Yenhuo tuvo que cerrar los puños conteniendo el temblor en su cuerpo. Había sido completamente rechazado.

-Creo que sería bueno que nosotros estemos separados por un tiempo Yenhuo. Tú tienes asuntos que resolver y de paso saber que realmente quieres para ti mismo. Yo...quiero intentar vivir por mí mismo y valerme de mi propio esfuerzo. Hasta ahora siempre he dependido de alguien y eso me ata a que mis deseos sean reprimidos de cierta forma-

-Esa nunca fue mi intención-

Mingyue sonrió levemente.

-Quiero tomarme un tiempo de sentirme útil conmigo mismo y aclarar mi mente. Creo que será lo mejor para los dos. Siento que si seguimos juntos como estamos ahora nos haremos mucho más daño del que ya nos hemos ocasionado. No digo que nos separemos por siempre, pero si el tiempo suficiente para que crezcamos como personas que puedan complementarse como pareja y no dependamos ciegamente-

Sus ojos eran claros, lejos se turbulencias. Si, estaba seguro de lo que había decidido y eso hizo que Yenhuo no pudiera refutar nada.

-Si eso es lo que deseas no voy a negarme- mantuvo a raya todas sus emociones- Puedes quedarte con la casa en la ciudad. Te regalé la biblioteca de allí por lo que es más conveniente que tengas la propiedad completa. Si no deseas vivir en ella puedes venderla pero no la rechaces. Déjame al menos saber que estarás seguro-

Ante aquello Mingyue no se negó. No había pensado exactamente a donde iría después de irse pero fue un alivio saber que al menos tendría un techo donde quedarse y de cierto modo no quería romper todos los lazos con Yenhuo. Simplemente necesitaban...tiempo.

Tiempo para madurar.

Más tranquilo Mingyue se inclinó y agarró la mano del lobo donde descansaba la manilla que le había regalado y que nunca se quitaba. La acarició con sus dedos pero su verdadera intención fue ponerle un papel en sus manos.

-Este es el resto del mapa. Le pedí a Tao que lo dibuje. Puedes usarlo para resolver tus asuntos con el pasado para que puedas vivir tu futuro sin cadenas o puedes simplemente obviarlo y olvidar todo. Una vez que lo hagas estoy seguro serás feliz Yenhuo- le sonrió.

El lobo se quedó mirándolo y con un ágil movimiento lo abrazó. Mingyue se dejó pues no sabía cuánto tiempo tomaría en que volviera a estar en sus brazos. Si, seguía molesto con él pero dejar las cosas como estaban solo agravaría el problema. Mingyue necesitaba crecer internamente y volver a aprender a confiar.

Por el momento eso no era posible.

Cuando el abrazo se rompió una sensación de vacío se apropió de ambos pero no dijeron nada referente al tema. El lobo estuvo un poco renuente a separarse completamente pero no podía echarlo a perder de nuevo aferrándolo a él o lo perdería por completo.

-Tao- se giró hacia el menor- Ayúdalo a acomodarlo en la casa y en lo que necesite para que esté a gusto-

-Sí, mi señor- Tao asintió con la cabeza pero pudo notar el rostro de los dos hermanos que no era muy contento.

-Yo, me voy ahora Yenhuo- Mingyue le dijo y Yenhuo abrió l boca para después cerrarla y pensar en sus palabras.

Lo más razonable sería que le dijera que se quedara  a su lado pero eso no funcionaría en ese momento por lo que asintió con la cabeza.

-Cuídate Ayue-

El chico le sonrió y dando media vuelta comenzó a alejarse. Tao se acercó a los gemelos y les dio un beso en la mejilla a los dos.

-Quiten esa cara de mierda y no sean trágicos. Pueden venir a visitarnos mientras estoy con el niño-

Los hermanos abrieron los ojos emocionados.

-¿En serio?- Xixi casi dudo. No era normal en Tao ser tan abiertos con ellos.

-Tómenlo como una recompensa por ayudarme estos días- le sonrió a ello y antes de que le metieran manos en donde no debían caminó rápido para reunirse con Mingyue.

Mingyi se acercó a su hermano que miraba en esa dirección y le tocó el hombro notando que el cuerpo completo de este estaba rígido.

-¿Hermano, estás bien?-

Yenhuo lo miró y sus ojos mostraban que estaba dolido.

-Lo estaré-

Actualización doble