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Tatuaje 55

Para un lobo emparejado como era Yenhuo la separación prolongada de su pareja podía entrarlo en un estado de ansiedad. Uno tan grave como para no hacerlo dormir por dos días seguidos, que fue los que le tomó a Mingyue para que lo dejara entrar a la habitación.

Mentiría si dijera que no estaba nervioso. Había estado sentado contra la puerta todo ese tiempo oliéndolo, escuchándolo como gemía de dolor contra la almohada y él no poder hacer nada. Retorciéndose por no poder estar a su lado para ayudarlo. Se maldecía una y otra vez por haber tomado aquel camino que solo perjudicó al cachorro.

Mingyue no era como nadie que hubiera conocido antes. Al haber nacido como el hijo del alfa de la manada estaba acostumbrado a hacer lo que le viniera en gana y que nadie lo criticara o cuestionara. Grave error. Ni Mingyue era de su manada ni lo trataba como quien era. Simplemente era un chico con más sentimientos de los que el lobo estaba adaptado a tratar.

Se pasó la mano por el rostro todavía parado en la puerta. ¿Por qué demonios temblaba? ¿Era acaso porque oiría algo que no quería? Lo que menos deseaba era que el chico se fuera de su lado ¿Pero él tendría el derecho de negárselo?

No, no lo tenía. Aun si estaban unidos por una marca.

Respirando profundo esperó que la puerta fuera abierta por Tao y ambos lobos se miraron. Adentro la luz era tenue y había olor a yerbas medicinales.

-Mi señor- Tao hizo una inclinación de la cabeza y se corrió hacia un lado dejándolo pasar.

Yenhuo había hablado con él anteriormente y ya estaba al tanto de la versión que había contado Yino. Estaba en shock por algunas cosas aunque de otras solo las sabía ya que se las imaginaba, solo faltaba confirmarlas. Ahora era tiempo de enfrentar la realidad y la mejor forma era desahogándose con su pareja.

Una vez la puerta se cerró Yenhuo miró hacia la cama. Mingyue estaba acostado de lado dándole la espalda. Respiraba lentamente aunque no estaba dormido. Aspiró con fuerza llenando sus pulmones con el olor de su cachorro y sus manos picaron por tocarlo. Después de dos días sin tocarlo era lo que más ansiaba.

Porque realmente lo extrañaba y mucho. Incluso el sentimiento era más fuerte que cuando perdió tanto a su pareja anterior que llevaba al que ya sabía no había sido su hijo.

Se acercó con cautela a la cama y se sentó detrás de la espalda de Mingyue sin tocarlo. El cabello cubría el rostro más joven y solo se acorrucó más en respuesta de la cercanía del lobo. El pecho de Yenhuo dolió. Ser tan emotivo no era parte de su personalidad pero ahora no podía evitarlo.

-¿Mingyue, me odias?- habló con voz grave.

No hubo respuesta por parte del chico ni ninguna reacción. Eso decepcionó al lobo. Una leve sonrisa amarga apareció en su rostro.

-Soy consciente que puedes odiarme, sobre todo porque nunca te conté la verdad y más cuando esta te incluía- acercó su mano y la posó suavemente sobre la cabeza de Mingyue enredando sus dedos en el fino cabello, la sensación fue deliciosa aunque no la podía disfrutar como quisiera- Pero créeme que lo hice para protegerte-

Hubo unos segundos de silencio y la voz apagada del humano sonó contra la almohada.

-Sabías que el que me había hecho esto fue tu hermano-

Yenhuo suspiró.

-Al principio no estaba muy seguro que fuera él pero después tuve la seguridad- al menos agradeció que Mingyue no se apartara de su tacto por lo que solo se limitó a acariciar su cabeza- Mi relación con mi hermano siempre fue mi tensa y todo lo que tenga qu ver entre los dos siempre termina mal, por eso quería alejarte lo más posible de todo lo relacionado con él-

-Pero él me marcó primero- Yenhuo casi gruñó ante esto- ¿Es por eso que me marcaste tú a mí? ¿Por qué él ya me había hecho suyo?- su voz se oía rota.

-No cachorro, te equivocas- bajó su mano hacia la nuca donde estaba su mordida y encima de esta algunos rasguños. Entrecerró los ojos y repasó cada herida con la yema de su pulgar- Solo supe que te había mordido después de hacerlo yo. Mi marca no se había estampado bien en tu nuca por lo que tuve que buscar y encontré otro lazo. Mi bestia te encontró compatible conmigo y esa es una razón para que un lobo no te dejara escapar-

El cuerpo de Mingyue se sobresaltó ligeramente en la cama ante esta declaración. Su mente era un caos total. No confiaba en nadie pero tanto las palabras de aquel miserable que le había hecho aquello en su piel como las de Yenhuo se mezclaban y superponían.

La peor parte es ¿a q quién debería creer? Lo más lógico era que le creyera a Yenhuo, pero este le había mentido primero.

Por ahora solo sacaría la mayor cantidad de información posible y después pensaría. Yenhuo no era el único que no había dormido. Padecía de insomnio crónico por lo que prácticamente era imposible que hubiera podido dormir solo. Sobre todo después de haberse acostumbrado a dormir con el lobo.

-Él me dijo que puede anular tu marca-

Los dedos de Yenhuo se tensaron.

-No estaba mintiendo pero no creo que pueda hacerlo tan fácilmente. Nosotros ya tuvimos sexo y completamos el enlace por lo que es casi imposible que él pueda borrar mi marca sobre ti. No importa que te haya mordido antes, yo reforcé nuestro enlace todo lo que pude para que eso no ocurriera, por eso cuando anudé dentro de ti lo hice lo más profundo que pude-

Mingyue se acurrucó aún más en la cama.

-¿Ella...?- preguntó pero no pudo seguir.

Yenhuo supo a quien se refería.

-Yino te contó su parte de la historia desde su punto de vista pero quiero que también escuches la mía. No pretendo que con esto me perdones, pero al menos quiero que sepas la verdad. No soy una víctima pero tampoco soy la bestia que te mostraron-

Mingyue asintió levemente con la cabeza y Yenhuo cerró los ojos agradeciendo que lo escuchara. Nunca se imaginó que estaría en una situación así, cuidando cada una de sus palabras para no herir a la persona que se había convertido en lo más importante para él.

-Yino, Kitara y yo crecimos juntos. Mi hermano y yo nos llevábamos poco años por lo que nos criaron como gemelos. Siempre supe que él estaba enamorado de Kitara, y que ella estaba enamorada de mí. En mi caso, yo no tenía muchos sentimientos más que ambos eran como hermanos para mí. Cuando fuimos más grande se mi dio la noticia que tenía que volverme compañero de Kitara, no supe por qué en ese momento se me pidió aquello. Yo realmente no tenía intenciones de enlazarme con nadie, pero mis padres me lo pidieron t no pude negarme. Poco después supe que la razón fue para que el padre de Kitara que era el beta de la manada no se fuera, pues tenía intención de abandonar y llevarse a su familia a vivir entre los humanos. Al principio me molesté por este hecho, me habían usado, esa es una de las razones por la que no vivo en la manada junto a ellos, pero después solo asumí mi lugar al lado de Kitara como mi compañera-

Se detuvo, era un poco duro rememorar su pasado.

-Como ya sabes, el lazo ayuda de alguna forma a crear sentimientos entre las parejas por lo fue normal que con el tiempo desarrollara sentimientos por ella, aunque nunca fueron tan intensos. Siempre la vi como una hermana. Pero años más tarde y viendo el cambio que mi hermano tuvo hacia nosotros me pregunté por qué específicamente había sido yo y no Yino el escogido para casarse con ella. Era sabido que él estaba muy enamorado de Kitara, Tao fue el que se enteró que ella se lo había pedido directamente a mis padres y que la historia de que el beta se retiraría de su caro había sido solo una mentira para atraparme a mí. De alguna forma me volví a sentir usado y más que todo me dolió la traición que le había hecho a mi hermano. Recuerdo que la enfrenté, discutimos y yo me fui, necesitaba pensar. Nunca pensé que la loba con la que había pasado años y que había empezado a querer me hubiera manipulado así-

Tomó aire y miró al chico que lo escuchaba quieto en la cama.

-Regresé tiempo después a la manada, después de enfriar mi mente. Busqué a Kitara, ya estábamos juntos así que no había nada que hacer, simplemente seguir adelante, estaba dispuesto a perdonarla. Poco después de ello ella salió embarazada pero tenía sospechas de que no era mío. No era estúpido, cuando volví ella olía a otro macho que no era yo, olía a mi hermano. Eso se lo dejaría pasar ya que estaba en deuda con él. Incluso supe que el cachorro que ella esperaba no era mío. Cada vez que olía su pequeña barriga sentía la fragancia de Yino dentro. Aun así lo dejé pasar. No quería herir más a mi hermano hasta esa noche en la que entré en la habitación. La encontré a ella casi muriendo en sus brazos-

Enterró su rostro en su mano con las garras casi saliendo.

-Ella dijo que él le había hecho eso. No recuerdo bien que pasó en ese momento pero tao me contó que casi enloquecí. Era mucho, no podía lidiar con la situación y el dolor del lazo roto me cegó. Me fui de la manada y corrí hasta que mis patas dolieron cuando descubrí que mi hermano había escapado. Me sentí herido, traicionado. ¿Por qué demonios la mató? Ella era mi compañera y además llevaba su cachorro. Corrí por días, por meses, no me importó a donde iba. En una de esas me inmiscuí en los terrenos de tu familia. Lo conocía de antes pues tu padre solía pedirme favores cuando estaba en mi casa en la villa. Solo no esperé que me confundieran con un lobo salvaje y me persiguieran. Había estado tanto tiempo huyendo de mi realidad que estaba débil y por eso me hirieron-

Su mano se desplazó hacia el cabello en el rostro del chico e inclinándose hacia delante lo corrió para que Mingyue lo mirara.

-Fue en ese momento en que te conocí-

Holis. Ya vuelven las actualizaciones de esta historia. Si han leído en mi perfil, tuve que poner en pause todas mis historias por un descarado plagio que sufrí en otra plataforma, pero ya se resolvió el asunto y la cuenta está cerrada y yo ya puedo actualizar de nuevo aquí.

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