Tatuaje 52
Había frío, mucho frío y estaba húmedo y...no se podía mover.
Algo caliente se desplazaba por su cuello de arriba abajo en dirección a su mejilla y luego buscaba su boca donde lamió sus labios. Mingyue no podía oler como lo hacía un lobo pero conocía bastante bien el olor corporal de Yenhuo para saber que ese no era el de él o alguno que conociera.
-¿Despertaste cachorro?- una voz familiar y que le hizo comenzar a temblar se oyó- Es hora de jugar...otra vez-
El humano abrió los ojos de golpe junto a un fuerte temblor que lo recorrió. De todas las personas en el mundo, Mingyue no esperó encontrar delante de él a aquellos ojos. Los mismos que habían destruido toda su vida.
La persona que había matado a su familia y que había marcado toda su piel.
Quiso gritar pero estaba tan paralizado del miedo y temblaba tanto que su voz estaba atorada en el fondo de s garganta. Sus ojos se llenaron de lágrimas y no pudo evitar que estas no se derramaran por sus mejillas.
-Oh, estás llorando- una expresión rara apareció en el rostro del hombre completamente desnudo, que pasó sus dedos por la mejilla de Mingyue llevándose una de sus lágrimas a sus labios y la saboreó entre sus labios- Hermoso-
Por su parte el chico echó hacia atrás la cabeza para apartarse de su tacto pero se golpeó contra una superficie dura y se dio cuenta que estaba amarrado. La superficie dura y áspera que podía sentir a través de la fina tela aun húmeda de la túnica le indicó que era un árbol y fue que se percató que estaba en el bosque.
Palideció aún más. ¿Cómo había llegado ahí? Lo último que recordaba era que había discutido con Yenhuo, este se había ido y después todo se volvió negro, para despertar allí con su peor pesadilla.
Se agitó para intentar escapar pero sus manos estaban amarradas hacia atrás tan fuertemente que apenas si podía sentir sus dedos, pero si el líquido caliente de su sangre que bajaba por ellos a partir de sus muñecas magulladas.
Yenhuo. La imagen del lobo apareció en su mente y se mordió el labio. A pesar de estar molesto con él y de saber que no era correspondido aun lo tenía en su mente y deseaba que estuviera allí ayudándolo.
Cerró sus ojos y acalló un sollozo. Yenhuo lo había dejado solo en la habitación. Las posibilidades de que supiera que no estaba allí eran nulas y quizás ya ni siquiera le importaba ir a buscarlo. Después de todo él era solo un juguete.
-¿Estás triste?- la persona frente a él con aquellos ojos dorados que le indicó que era lo mismo que Yenhuo. Era un lobo- No te preocupes cachorro, ahora estás en buenas manos.
Mingyue no dijo nada. Tenía miedo que si hablaba pudiera perder la lengua. Solo retrajo las piernas más hacia él mientras las lágrimas seguían bajando por sus mejillas silenciosamente. Le costaba incluso tragar.
Se sacudió cuando la mano de aquel lobo acarició su cuello y se dirigieron a su nuca.
-Vaya, parece que Yenhuo no se tardó- una sonrisa sombría cruzó el rostro del lobo, sus colmillos medio amarillentos hacían contraste con el cabello blanquecino que caía en mechones desgastados a cada lado del rostro- Pero ya me extrañaba a mí que se demorara mucho-
Comenzó a carcajearse y fue entonces que Mingyue lo miró pestañeando varias veces. Es lobo parecía conocer muy bien a Yenhuo.
-¿Qué ocurre cachorro?- los dedos ahora del aquel tipo recorrieron su rodillas y la apretaron en un férreo agarre- Espera- sonrió más abiertamente- No me digas que Yenhuo no te ha dicho nada-
Comenzó a carcajearse tan fuerte que Mingyue se estremeció del miedo.
-Pobre alma en pena este hermoso jovencito. Pero no te preocupes solo jugaremos un poco más hasta que vuelvas a ser mío. Después de todo- su mano esta vez fue hacia su hombro y lo apretó. Las uñas largas se enterraron en la piel haciéndole soltar un gemido de dolor- Yo fui el primero en marcarte-
Los ojos de Mingyue se abrieron de la sorpresa. Las lágrimas se paralizaron en sus ojos. Sabía perfectamente a que se refería con marcar, pero no era estúpido, Yenhuo lo había mordido en el cuello y habían tenido sexo. El lazo estaba completo. ¿Cómo era posible que lo que dijera ese lobo fuera verdad?
Y como si este estuviera leyéndolo la mente se sentó delante de él cómodamente.
-Al parecer te han mantenido en una burbuja de cristal, otra vez- se rio- Yenhuo realmente es muy inteligente para estarte mintiendo. Ese hermano mío siempre se ha salido con la suya- se carcajeó.
Hermano...la palabra retumbó una y otra vez en la cabeza de Mingyue.
-¿Her...ma...no?- apenas si podía hablar de la impresión.
El lobo inclinó la cabeza.
-¿No lo sabías?- recostó la cabeza en su mano- Pues sí, soy el hermano de Yenhuo. Me imagino que ni siquiera sabes eso. Mi hermano es tan mentiroso. Seguro fue para aprovecharse de ti y mira que lo hizo. Arrebatarme otra vez lo que es mío- negó con la cabeza fingiendo incredulidad.
Las lágrimas volvieron a correr por las mejillas de Mingyue sin poder creer lo que estaba escuchando.
El sujeto que le había desgraciado toda su vida era el hermano del que lo había marcado.
Y lo había marcado cuando él estaba ¿marcado?...
-Mentira- soltó en un jadeo- Si hubiera estado marcado lo hubiera sabido.
Los ojos del lobo se entrecerraron y sonrió.
-Cachorro inculto e ingenuo. Nuestra vida juntos empezó el día que nos encontramos por primera vez. Mientras hacía el tatuaje dejé rastros de mi sangre por toda tu piel, eso es casi igual de fuerte que si te follara. Te mordí en el hombro después de que te desmayaras. Eres mío. Incluso si te follo ahora, la marca débil de mi hermano será solo una ilusión. Te dolerá como el infierno pero serás todo mío. Estoy seguro que tu cuerpo me recibirá muy bien-
Agarró los tobillos del chico fuertemente y le abrió las piernas. Mingyue intentó patearlo pero el agarre era tan fuerte que su cuerpo se acalambró y sus huesos crujieron. La túnica casi abierta dejaba parte de su cuerpo desprovisto. Los ojos del lobo comenzaron a recorrer desde sus muslos hasta lo que se perdía entre ellos.
-Es realmente hermoso lo que escondes allá abajo. Disfrutaré hacerte gritar cada vez que te anude- su rostro se contorsionó en una mueca terrorífica distorsionando los rasgos faciales que alguna vez fueron hermosos y muy parecidos a los de Yenhuo- Te amarraré a la cama como un simple juguete que solo anhelará ser llenado por mí. Y yo cuidaré tan bien de ti que solo me pedirás ser follado a cada minuto-
Se carcajeó nuevamente.
Mingyue tembló notoriamente y las lágrimas fueron aún más fuertes. No, no quería eso. Maldición con esa familia. Primero uno, y después el otro. ¿Qué demonios ocurría con esos hermanos? Tuvo el impulso de salir corriendo, huir y desaparecer. Quitar las marcas en sus cuello y por la que sabía, la de su hombro pero no podía hacerlo. Un sollozo salió de su garganta.
El rostro del lobo se ensombreció.
-Cállate- su mano aterrizó con fuerza en la mejilla de Mingyue.
El sonido fue seco y el rostro del chico quedó hacia un lado. La piel enrojecida y palpitando. Un hilo de sangre corriendo por el borde de su boca. El lobo sonrió y acercó su rostro lamiendo la sangre.
-Sabes, te contaré una corta historia. Estoy seguro que te gustará mucho- parecía totalmente loco, cambios de humor, una conversación que cambiaba de aquí para allá, totalmente impredecible.
MIngyue cerró los ojos con fuerza. Estaba aterrado por lo que le estaba ocurriendo y por lo que venía después. No quería oírlo, no quería saber. Solo quería que lo dejaran en paz. ¿Por qué no podía vivir sus días tranquilo? ¿En qué momento todo se volvió una total locura?
Aun así el lobo comenzó a hablar.
-Érase una vez tres cachorros. Dos machos y una hembra. Ella era mayor que ellos dos pero siempre estaban unidos. Fueron buenos tiempos. Se cuidaban y se querían. Los tres eran felices y se juraron estar juntos toda una vida. Pero el mayor de los dos machos siempre había ocultado que amaba a la hembra. Pero se prometió que el día que fueran mayores se le declararía. Me imagino que ya puedes imaginarte que pasó. Mi hermano fue más rápido y cuando el gran día llegó se anunció que ellos se convertirían en compañeros. El macho mayor se sintió traicionado. El macho menor sabía que a él le gustaba la hembra y aun así se la arrebató. No es injusto. Se la quitó sabiendo de sus sentimientos y después de jurar que no intervendría. Pero no, se metió en el medio y se la arrebató- el lobo gruñó fuertemente- Pasaron los años y el odio del macho mayor creció. Si creció mucho. Lo que más amaba le había sido arrebatado. Hasta una noche. La hembra vino a él dispuesta y pidiendo perdón. Sabes, a pesar de estar marcada se acostó con el macho y el macho se sintió feliz pues ella le prometió que volvería con él. Poco después la hembra salió en estado. Tenía un cachorro en su vientre y el macho sabía que era de él pues su compañero en ese momento no estaba en la manada. Pero su pareja regreso y ella rechazó nuevamente al macho mayor y dijo que el cachorro era de su pareja. Así que al macho mayor le arrebataron otra vez algo más, su cachorro. Una noche el macho mayor fue a verla y le exigió ser el padre de ese cachorro. La hembra no lo quiso aceptar, ella decía que el cachorro era de su compañero. Eso era una mentira- el lobo se rió enloquecido y se cubrió el rostro con la mano- Sabes que hizo el lobo mayor, la amenazó con contarle todo al macho menor y la hembra por tal de no perder a su compañero apuñaló con sus propias garras su panza matando a la criatura que estaba en el vientre. Esa loca mató a mi cachorro, me quitó lo que era mío. La herida fue muy profunda y fue muriendo en mis brazos sin yo poder hacer algo y cuando su compañero llegó ella acusó al macho mayor que había sido él quien le había hecho daño antes de que sus ojos se volvieran blancos-
El lobo dejó de hablar y Mingyue o vio respirar profundo y fue entonces que él se dio cuenta que él no había respirado tampoco.
-Si el macho menor no le hubiera arrebatado al macho mayor su hembra, la hembra aun estuviera viva. Si no hubieran estado juntos, la hembra no hubiera matado al cachorro del mayor. Todo fue culpa del macho menor. El macho mayor no pudo quedarse con su familia, no pudo quedarse en la manda, se volvió loco y solo buscaba sangre y venganza- se rio- Mi vida es tan maravillo verdad. Ser el macho mayor no es tan divertido verdad?...-
Mingyue pestañeó varias veces asimilando todo aquello. Era una historia terrorífica y que a la vez era toda una locura.
Actualización doble
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