Tatuaje 46
Yenhuo enredó sus dedos en lo suaves cabellos de la cabeza del chico que ahora se encontraba besando su clavícula. Se dejó caer hacia atrás recargando la espalda en la pared del carruaje y dobló sus piernas abiertas para que su pareja estuviera más cómodo.
Se estremeció ligeramente bajo los tímidos labios de Mingyue que aun vacilaba ante lo que debía o no debía hacer. De cierta forma era tierna su inexperiencia y lo emocionaba. Siempre había recibido trato experimentado, pero ahora todo era nuevo para su cachorro. Y el sentimiento de enseñarle llenaba su ego y estimulaba su parte salvaje.
No le dijo nada por la forma en que lo tocaba aun si no era en los lugares específicos, quería que tuviera un poco más de confianza en sí mismo en cuanto al sexo, ya que después de todo compartirían mucho más. Además, le gustaría que Mingyue aprendiera por sus medios a reconocer los lugares sensibles de su cuerpo. Cuerpo que le entregaría cada vez que el menor quisiera investigar.
Mingyue oyó un leve gemido por parte del lobo y eso lo alentó aún más por lo que se desplazó un poco más hacia abajo. Estaba ansioso y podía sentir cosquillas en su barriga. En serio haría algo como eso. Tener el miembro de un hombre en su boca. Eso era una total locura. Pero ahí estaba y de paso salivando como un loco por el pedazo de carne delante de sus ojos.
¿Cómo sabría?
¿Sería duro poder contenerlo en su boca? Dado su tamaño sí. Si se le desencajaba la mandíbula, como que la cosa se pondría turbia.
Pero lo que más le importaba.
¿Le gustaría a Yenhuo? ¿Lo haría bien?
-Si sigues pensando y no pones manos a la obra, te puedo asegurar que no llegaras a ninguna respuesta - oyó al lobo decir con la respiración agitada como leyéndole la mente y alzó la mirada encontrándose con la de él- No quisiera apresurarte, pero realmente duele-
Ayue guardó su lengua que en esos momentos lamía los duros abdominales y fue consiente de cuánto tiempo llevaba solo en esa área.
Es que se sentía tan bien la textura. Demonios, eran abdominales, duros, marcados, definidos por todas partes. A quien no le gustaría estar tocándolos todo el día. A él sí, por supuesto. A diferencia del lobo, su pancita era plana y tan suave que le daba hasta vergüenza. Increíblemente Yenhuo parecía adorar esta parte de su cuerpo.
Con un marcado sonrojo y apretando los labios desplazó la vista más abajo notando la erección, húmeda y palpitante. De cerca era aún más impresionante.
Lentamente extendió sus dedos y la acarició. Un gemido llegó a sus oídos y la mano sobre su cabello se apretó ligeramente.
Eso lo incitó más y enrollando sus dedos que ni siquiera cerraban comenzó a desplazar su mano de arriba abajo. Fue impresionante su nueva tarea. La superficie era irregular, pero se sentía como terciopelo que cubría algo duro, caliente y húmedo.
Se relamió los labios y acercó su rostro pasando la lengua por tono el tronco del miembro. Un jadeo salió del lobo y Ayue sonrió. Una sensación extraña de satisfacción llenó su pecho.
Volvió a lamer de arriba abajo reforzando el estímulo con su mano que apretó más. Sentía como las venas de este latían contra su lengua. Llegó a la punta del pene y se encontró el glande con una gota transparente y tragó en seco.
-No muerde- oyó decir a Yenhuo respirando agitado, sus muslos estaban tensos a cada lado de su cuerpo. Había un deje divertido en su voz a pesar de todo.
Mingyue se quedó quieto un momento y después bufó sin poder impedirlo. Oír a su pareja decir un comentario como ese le hizo gracia. Pero debido a eso la tensión en su cuerpo disminuyó y bajó la cabeza envolviendo el glande entre sus labios.
El raro sabor entre salado, amargo y extrañamente dulce golpeó sus papilas gustativas. Se separó dejando un hilo de saliva que unía sus labios y la punta del miembro.
-¿Te gusta?-
Yenhuo le preguntó llevando su pulgar y repasando el labio hinchado del humano. Había un ligero sonrojo en sus mejillas que hacía que Mingyue se estremeciera. Se veía realmente atractivo así aunque la pregunta le impresionó, después de todo ese tipo de pregunta debía ir de su lado. Eso demostraba que Yenhuo estaba más pendiente si él estaba cómodo con lo que estaba haciendo.
Él asintió con una ligera sonrisa. Sí que le gustaba. Era de Yenhuo después de todo. No le desagradaba nada de él. Por el contrario, deseaba más. Por lo que volvió a bajar la cabeza y esta vez intentó meter todo lo que podía, que no fue mucho.
Aun así la parte del pene en su boca, era grande y la repasó con su lengua como habían indicado en el libro. Nadie le avisó que sería más difícil de lo que indicaban las imágenes. Por lo que se separó tosiendo un poco.
-Suave- Yenhuo le acarició la nuca- No te apresures- inclinó la cabeza. Estaba casi al punto de volverse loco pero no forzaría al chico o podría destrozarle la garganta.
Mingyue respiró profundo. Sabía que se había apresurado. Debía dilatar la boca lo más posible, así se sentiría más como para él y mejor para su pareja.
Juntó la otra mano y comenzó un movimiento constante sobre el pene del lobo que no había disminuido en dimensiones. Eso lo alivio pues era consciente de sus torpes movimientos. Valía decir que era su primera vez.
Nuevamente acercó sus labios y antes de meterlo en su boca chupó el glande y lo mordió sin hacer presión. Solo estimulándolo con sus dientes. Por supuesto, Yenhuo tembló ante esta acción.
Abrió su boca y volvió engullir el pedazo de carne cerrando los ojos y tomó lo que pudo. Al igual que sus manos movió su cabeza de arriba abajo utilizando su saliva para lubricar la dura superficie y lamiéndola a la vez.
Supo que estaba haciéndolo bien cuando el sabor en su boca se hizo aún más fuerte y los leves gemidos más constantes. Felicidad y excitación cruzó su pecho y lo decidió.
Sería difícil pero podría lograrlo.
Relajó su garganta todo lo que pudo y comenzó a hundir más el miembro en su boca. Apretó sus ojos en un intento de evitar las arcadas de reflejo que vinieron a él. Había leído que esto ocurriría pero con el semejante tamaño de su pareja era con algo que debía aprender a lidiar.
No llegó a la base pero se sintió complacido, por el momento, con todo lo que había podido tomar. Y era mucho.
-Cachorro- Yenhuo estaba tan tenso que sus músculos se marcaban duramente en su abdomen. Necesitaba de toda su fuerza de voluntad para no presionar hacia abajo la cabeza del chico para poder buscar su total liberación. Su garganta se sentía realmente bien.
No era que no le estuviera gustando. Todo lo contrario, lo había excitado tanto a pesar de ser primerizo que su orgasmo estaba llegando si él poder controlarlo. Y la liberación sería realmente deliciosa. Estaba consciente de ello.
Mingyue retomó el movimiento de su cabeza ayudado de sus manos. Algunos hacían que el miembro entrara profundo hasta su garganta donde con esfuerzo lo apretaba con los músculos de allí, pero tenía que sacarlo para tomar aire y retomar la tarea. Su boca llegó a doler pero lo soportó. No quería parar, no en ese momento.
Pronto sintió como el agarre en su cabeza fue más fuerte y ligeramente lo presionaba hacia abajo. Eso anunciaba que Yenhuo estaba a punto de llegar. Apretó más sus labios y se enfocó en estimular la parte trasera del glande, una parte realmente sensible que había descubierto y efectivamente.
No faltó mucho para que su cuello fuera presionado, específicamente donde estaba su mordida, y un líquido espeso y caliente le llenara la boca, bajara por su garganta sin poderlo tragar todo. Parte de este salió por el costado de sus labios y manchó su pecho y manos.
Había semen por todos lados y el olor era potente. Olía a Yenhuo. Y estaba sobre él, marcándolo.
Lo único que se podía escuchar dentro del carruaje eran los gemidos unidos de jadeos por parte del lobo que tenía los ojos cerrados y la cabeza hacia atrás. Había una total expresión de satisfacción en su rostro y ante esto los ojos de Mingyue se abrieron iluminados.
Esto lo había logrado él. Se felicitó internamente
Se incorporó después de tragar el líquido que incluso le gustó más que el primero que había probado. Se intentó limpiar un poco su boca restregándola con sus manos pero solo causó más desastres. Quería besar el lobo pero en esas condiciones como que era un poco complicado. Apenas se pudo limpiar pasando la lengua por el borde de sus labios.
-Yenhuo, estoy sucio- hizo un puchero- No puedo besarte-
Los ojos del lobo se abrieron tan dorados que se notaba que su parte salvaje estaba rayando. Un deje de felicidad cruzó sus labios y rodeó el cuello del chico atrayéndolo hacia él.
-No estás sucio. Son solo fluidos, mis fluidos- y lo besó- Y demonios que se te ven bien encima-
-Eso es asqueroso- se burló Mingyue antes de que sus labios fueran chupados nuevamente.
Quizás para él fuera algo irracional porque era un humano. Pero en los libros que había encontrado de hombres lobo era sabido que a ellos les gustaba marcar a sus parejas y los fluidos eran la mejor forma de ello. Esperaba al menos no caminar por ahí con olor a semen porque tendría una conversación muy seria con su pareja.
Se estremeció bajo su beso y se dejó caer contra él disfrutando de la mezcla excitante de sabores en su boca. Una nueva y placentera experiencia que después de todo, le gustaría volver a repetir. Estaba seguro que si entrenaba bien podría tomarlo completo en su boca sin que fuera sofocante.
-Yenhuo, tu nudo no salió- miró tímidamente con un sonrojo en sus mejillas.
Este le besó la punta de la nariz mientras limpiaba con un pañuelo el supuesto desastre provocado por él. Si entre sus intenciones fuera no se lo quitaría pero el chico no era lobo, y tampoco era como que quisiera que fuera el centro de atención. Ya bastante con que sus hermanos se darían cuenta de lo que estaban haciendo, sino era por los sonido que no había podido esconder, sería por el olor sobre el cuerpo del menor.
-El nudo solo crece cuando estoy dentro. Es intuitivo- le explicó.
-Ohhhh- algo nuevo que aprender.
-Así que si estás dentro de mí y te corres anudarás- hablaba con curiosidad.
El lobo asintió y comenzó a limpiar su pecho.
-Puede que la primera vez te haya sido incluso doloroso, pero te puedo asegurar que solo será placentero a partir de ahora-
Mingyue quiso creer en sus palabras aunque tenía dudas. La cosa fea había sido después con el trasero bastante incómodo y algo abierto por la considerable invasión.
-Ayue- los ojos de Yenhuo estaban enfocados en la parte baja del chico- Tú también te corriste-
El humano pestañeó y fue cuando se percató de lo que había pasado. Había estado tan medito en darle placer a su compañero y estaba tan extasiado con eso que no se dio cuenta de su estado.
Solo pudo cubrirse el rostro con las manos todo avergonzado. Yenhuo no pudo evitar sonreír levemente. Venirse a avergonzar después de haber tomado la iniciativa antes.
Eso era una de las razones por las que le gustaba el chico. Nunca podía saber con qué le saldría.
No es porque el capítulo fuera caliente, pero lo amé. Sobre todo porque vemos un paso de superación por parte de nuestro niño. ¿Quién dijo que lo haría una damisela encantadora toda la historia? Pues no yo. Los que han leído mis otras historias saben que no me gustan los protas débiles y Ayue como que viene siendo el más, como decirlo...tierno de todos.
Aquí yo dando un poco de muela estimulativa.
Pero me encantan los comentarios que vienen después. Y que conste que los leo TODOS. Así que me entero bien cuando dicen cosas de mi. Ja, los atrapé.
Besos. Estoy de MUYYYY buen humor.
...
Prepárense para sufrir.😎😋
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