Los ojos de Yenhuo se abrieron ante la declaración de sus hermanos.

-¿Cómo que el tatuaje no está completo?- gruñó mostrando sus dientes. Ante esto el chico en sus brazos quiso poner distancia pero no lo dejó. Su agarre sobre su cuerpo era firme.

Sus hermanos bajaron la cabeza. Rara vez se veía a Yenhuo tan molesto.

-Falta una parte- Xixi dijo con los labios tensos- Falta la última parte, por lo que no sabemos realmente a donde nos lleva el mapa-

-Pero quizás con las pistas de los lugares a los que tenemos que ir podemos encontrar algo- Mingyi intentó aligerar el ambiente pero su hermano mayor no parecía muy convencido.

Chasqueando la lengua Yenhuo se levantó de golpe y salió de allí. Sus ojos se habían vuelto completamente dorados y su cuerpo se cubría de pelaje oscuro. Mingyue lo siguió hasta la puerta, solo para ver que su ropa ya estaba en el suelo y un lobo salía corriendo rápidamente.

-Déjalo- Tao tocó su hombro haciendo que se girara- Él necesita algo de espacio. Correr aligera sus emociones. Si está así a tu lado puede hacerte daño inconscientemente-

El humano asintió y fue arrastrado nuevamente a la mesa y obligado a comer aunque no tuviera nada de apetito, pero hasta que el tazón delante de él no se vació no lo dejaron irse. Mingyue aprovechó que estaba solo y dentro del estudio de Yenhuo terminó de dar los últimos retoques al libro de Tao. Se dio cuenta que estaba oscureciendo cuando la luz de la habitación mermó.

Yenhuo no había vuelto todavía.

-¿Estás preocupado por él?- Xixi le preguntó poniendo un pedazo grande de carne cuando estuvieron nuevamente juntos a la hora de la cena.

-Sé que tiene sus cosas pero me gustaría ayudarlo- se pasó la mano por el muslo que tenía menos tatuajes- No sabía que el tatuaje estuviera incompleto-

-Cuñado, no te martirices por eso- Mingyi le sirvió verduras, el cuenco de él estaba tan lleno que la comida podía desbordarse en cualquier momento- Sabremos qué hacer, al menos ya tenemos una gran parte- le sonrió.

Tao entró con una nueva bandeja que puso en el medio y se sentó al lado del chico, lo más lejos que podía de los dos locos hermanos.

-Yenhuo solía salir a correr y perderse por días, pero esta vez no, volverá dentro de poco. Está cerca- lo animó.

-¿Cómo lo sabes?- Mingyue comenzó a comer antes de que le pusieran algo más.

Tao señaló su nariz.

-Porque puedo olerlo. Ha estado corriendo pero en la zona. Quizás porque no quiere alejarse demasiado-

Mingyue pensó que tal vez era por los sucesos de la mañana y sus extrañas pérdidas de conciencia. Pero al menos ahora estaba más tranquilo sabiendo que estaba cerca. Su marca en el cuello picaba y ya deseaba verlo de nuevo.

Era como él le había explicado y como había leído. Una vez que el lazo estaba completo desearían estar juntos todo el tiempo y la distancia sería dolorosa. Por eso, quizás era que anhelaba que el lobo estuviera junto con él, aunque no era solo eso. Tenía un cariño muy especial por el hombre.

El chico se bañó y se acostó boca abajo en la cama leyendo uno de los libros que le había dejado su pareja esperando a que Yenhuo volviera. Tampoco era que hiciera mucho en el día como para estar cansado, aunque tenía algo de sueño acumulado de la noche anterior.

Antes de darse cuenta estaba completamente sumido en la lectura. Era un libro realmente interesante. Era diferente de los que estaban en su biblioteca cuando vivía en su antigua casa.

Quería terminarlo lo antes posible pero no creía que fuera posible cuando un gemido salió de sus labios tanto de sorpresa como de gusto. Ni siquiera había notado cuando el lobo había regresado.

-Yenhuo no me muerdas- le dijo al lobo por encima del hombro con una leve sonrisa. Estaba realmente feliz de verlo de nuevo aunque este mordía una de sus nalgas.

El nombrado alzó la cabeza y se relamió los labios y sus colmillos sin importarle acomodar su túnica. Su cabello estaba ligeramente húmedo, al igual que su piel, como si se hubiera empapado completamente en algún lado y ahora se estaba secando.

-No te estoy mordiendo. Te estoy saboreando-

No pudo evitarlo. En cuanto había entrado y encontrado al chico sobre su cama con toda la túnica recogida hacia arriba porque había alzado los piel y el inicio de sus nalgas completamente a su merced como que no había podido resistirse a lamer una de las redondeadas nalgas. La textura de la piel del chico con todas sus irregularidades se sintió de alguna forma excitante.

-Es casi lo mismo- hizo un puchero antes de gemir nuevamente. El lobo había separado sus glúteos y su lengua paso por encima del botón rodado y algo suave escondido dentro de ellas.

-Quisiera comerte esta noche- dijo con connotación sexual ganándose un bufido del humano para después besar donde había dejado la marca de uno de sus colmillos en el montículo redondo. Comenzó a subir por el cuerpo del Mingyue dejando suaves besos aun por encima de la delgada tela de la túnica que descubrió que era de él, hasta llegar a la nuca. Notó que Mingyue corría la cabeza a un lado dándole acceso para que la lamiera y así lo hizo, dejando descansar su cadera algo cansada sobre las suaves nalgas del chico. Su olor se impregnaba en la piel de su pareja- Pero mañana planeo que salgamos de viaje- chasqueó la lengua sobre su piel-

-¿Estás bien?- Mingyue sintió el peso del lobo sobre él sumamente agradable y se relajó sobre la cama corriendo el libro hacia un lado. Buscó los dedos de lobo y los enrolló con los suyos.

-Necesitaba correr un poco- Yenhuo corrió un poco la tela de los hombros del menor y los besó, para raspar después con sus dientes.

Ahora que el enlace estaba completo deseaba tener al chico todo el tiempo desnudo debajo de él y lamiéndolo todo el tiempo. Encontraba interesante la piel diferente a todas las suaves que había lamido. Tuvo que aguantar la cadera pequeña que se movía ligeramente estimulando la erección que podría aparecer en cualquier momento.

Gruñendo se separó de él y se dejó caer a su lado. Su brazo pasó por encima de la delgada cintura y una de sus piernas se enredó entre las más jóvenes.

-¿Que lees?- le preguntó para aligerar el ambiente cargado con olor a excitación.

-Este libro- le enseñó la portada con algo de decepción. Pensaba que Yenhuo iba a repetir lo del día anterior. Ya conocía la sensación de estar lleno y era una que al menos con el lobo, le gustaba.

-¿Tanto te gusta leer?- eso no pasó desapercibido por el mayor que le besó la mejilla a modo de disculpa, pero no quería agotarlo más de lo normal ya que el viaje no sería largo.

Mingyue asintió con una sonrisa. Le gustaba que el lobo le preguntara sobre sus gustos.

-Cuando esto termine saldremos para que compres los que quieras y los añadas a la biblioteca. No suelo usarla mucho por lo que es tuya si la quieres-

-¿En serio?- Mingyue dejó el libro y fue el que se subió, esta vez, encima del lobo. Sus piernas a cada lado de la cintura y abrazando su cuello y su peso descansó sobre su pecho. Los brazos de Yenhuo pronto envolvieron su cintura.

Mingyue besó sus labios en agradecimiento. Lo trataba tan bien que parecía irreal a pesar de sus inicios, aunque nunca había sido realmente violento con su persona. El beso por su parte fue suave y no tan confiado. Aun tenía algo de vergüenza de dar los primeros pasos respeto a la intimidad. Prefería que fuera su pareja.

-Me parece sorprendente que la persona que ayer me devoraba casi los labios hoy sea tan tímido respecto a este hecho- Yenhuo sonrió levemente al separarse un poco.

Un sonrojo cubrió el rostro del chico que giró su rostro hacia el otro lado.

-Eso fue...yo no sabía lo que hacía-

-¿Qué no sabías?- Yenhuo alzó una ceja y le agarró la barbilla para que lo mirara- Sé más creativo cachorro. La droga solo da un empujón. ¿Tanto deseabas besarme ayer?-

Mingyue frunció los labios pero al final asintió con la cabeza. La respuesta fue gratificante para el lobo que lo abrazó contra él.

-Me alegra que te hayas puesto en mi camino- besó la coronilla de su cabeza.

-¿En serio?- Mingyue habló contra su pecho en un murmullo.

-Mmm. No te mentiré, nunca pensé que me enlazaría con alguien nuevamente y menos con un chico- acarició la espalda del chico para que no sintiera algún rechazo ni nada- Pero la vida siempre me ha tenido preparada muchas sorpresas. Creo que tú eres la mejor-

Revelar sus sentimientos de aquella manera era una de las cosas que había estado pensando durante todo el tiempo que estuvo corriendo. Estaba realmente cansado de vivir en una burbuja de cristal y esta vez no permitiría que lo que tenía al lado fuera nuevamente separado de él.